El candidato que esquiv¨® a ZP

Jaime Lissavetzky fue ayer el novato. ?ngel P¨¦rez y Alberto Ruiz-Gallard¨®n tienen ocasi¨®n de confrontar sus ideas y de darse r¨¦plicas ingeniosas cada vez que hay pleno municipal, pero para el candidato socialista era la primera vez. Arranc¨® algo titubeante, pero enseguida le tom¨® la medida al que iba a convertirse, como era de esperar, en su ¨²nico adversario. Atac¨® al alcalde por donde lo ha venido haciendo en precampa?a: la deuda, la presi¨®n fiscal, la contaminaci¨®n y las grandes obras que han ensombrecido a los peque?os equipamientos de barrio.

Lissavetzky y Gallard¨®n se llevan bien. Se podr¨ªa decir que son amigos. De ah¨ª que nadie esperara un debate bronco. Siempre comedido, el candidato socialista esquiv¨® con cierta soltura los m¨²ltiples ataques contra las pol¨ªticas de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Se los esperaba y se los hab¨ªa preparado. Como cuando le respondi¨® con el descenso del presupuesto municipal en servicios sociales. Pero Gallard¨®n ten¨ªa de d¨®nde tirar y supo ponerle en un aprieto: "Mucha gente no va a confiar en usted si defiende las pol¨ªticas sociales del Gobierno". Lissavetzky, casi al final, opt¨® por recordarle que estaban all¨ª para hablar de Madrid.

Pese a que el socialista hab¨ªa desvelado casi el 100% de su programa electoral, se guard¨® una baza: no solo volver¨¢ al antiguo Ayuntamiento, sino que convertir¨¢ el palacio de Cibeles en un museo de ciencia, tecnolog¨ªa e innovaci¨®n. Esa era la idea. Zafarse del previsible ataque nacional lanzando propuestas nuevas.