La UE estudia potenciar el fondo de rescate para comprar deuda griega
La eurozona planea bajar los intereses de las ayudas en la cumbre del jueves
A?o y medio despu¨¦s, la crisis griega se ha llevado por delante a Irlanda y Portugal y amenaza ya a dos de los grandes pa¨ªses de la eurozona: Italia y Espa?a. Europa sigue encallada en debates est¨¦riles sobre la participaci¨®n del sector privado en las reestructuraciones de deuda. Y la banca se suma a las alertas, con unas pruebas de solvencia muy discutidas que el pasado viernes dejaron ocho suspensos (cinco de ellos en Espa?a) y la sensaci¨®n de que cualquier cosa puede pasar a partir de ma?ana en los mercados. La tensi¨®n fuerza a Europa a dar un paso al frente: la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del jueves se adivina trascendental, hasta el punto de que en Bruselas se baraja lanzar dos novedades. Tras el fracaso de las ¨²ltimas reuniones, la eurozona debatir¨¢ la reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s que pagan los pa¨ªses rescatados por las ayudas y, sobre todo, la forma de aumentar el potencial del fondo de rescate europeo, con la posibilidad de que intervenga directamente en los mercados con la compra de bonos, o a trav¨¦s de pr¨¦stamos a Atenas de forma que sea el Tesoro griego quien intervenga.
El objetivo es dejar a Grecia con una deuda sostenible y zanjar el debate
La UE estudia que las agencias no califiquen a los pa¨ªses intervenidos
El objetivo es aliviar la situaci¨®n de Grecia, que raya la suspensi¨®n de pagos. Pero el mismo euro est¨¢ en peligro y aboca a la UE a alcanzar un acuerdo sin dilaci¨®n: los trabajos iniciados por el Eurogrupo apuntan a que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) emplee parte de sus recursos -440.000 millones- para ayudar a Grecia con el peso que supone una deuda del 160% del PIB, que le impide recuperarse. La UE quiere neutralizar las especulaciones de analistas e inversores que solo ven como soluci¨®n un impago de la deuda.
El ministro de Finanzas de Italia, Giulio Tremonti, ha lanzado un intencionado aviso para navegantes al comparar la crisis de la zona euro con el Titanic, en el que "ni siquiera los pasajeros de primera clase pudieron salvarse". Esta vez puede que Berl¨ªn recoja el guante: las recientes sacudidas que han sufrido Espa?a e Italia han causado la suficiente alarma en Alemania como para comprender que ese mayor potencial del FEEF puede ser el bot¨®n nuclear que resuelva la crisis del euro.
La primera medida que se baraja consistir¨¢ es abaratar los pr¨¦stamos bilaterales concedidos a Grecia -y probablemente a Portugal e Irlanda- por parte de 15 Estados del euro en mayo de 2010 y alargar sus plazos de vencimiento. Portugal, por ejemplo, podr¨ªa recibir una rebaja de 100 puntos b¨¢sicos (1%) del tipo de inter¨¦s que pagan actualmente a la UE, superior al 5,5%. "Grecia no puede pagar m¨¢s por los pr¨¦stamos bilaterales que le conceden sus socios que por los del Banco Europeo de Inversiones (BEI)", se?ala un alto funcionario comunitario.
La segunda medida es emplear los fondos del FEEF para recomprar una parte importante de la deuda griega. Eso supondr¨ªa una reducci¨®n significativa del brutal coste de su financiaci¨®n, que asfixia al Gobierno de Atenas. El coste de los intereses representa actualmente el 14% del gasto p¨²blico griego, m¨¢s del doble de la media europea. El FEEF podr¨ªa rebajar el coste de los pr¨¦stamos a Atenas a cerca del 3%, frente al 4,2% acordado en la rebaja que ya se aplic¨® el pasado marzo. La recompra de t¨ªtulos podr¨ªa hacerse directamente o concediendo pr¨¦stamos a Atenas para que el Gobierno organizara la operaci¨®n de recompra. Hasta ahora, solo el BCE ha protagonizado operaciones similares, con la compra de deuda de los pa¨ªses con problemas directamente en el mercado, lo que le ha granjeado fuertes cr¨ªticas desde Alemania.
"Hay que dejar a Grecia con una deuda sostenible", se?ala un alto funcionario europeo, por lo que "es necesario un operador que reduzca su deuda". El instrumento m¨¢s id¨®neo parece ser el FEEF. Pero para su utilizaci¨®n ser¨¢n necesarios cambios legales.
La UE ha perdido casi tres meses en un debate est¨¦ril sobre los efectos de la contribuci¨®n de los bancos en el segundo rescate de Grecia. Desde el pasado mayo, Alemania, respaldada por Holanda, Finlandia y Austria, viene insistiendo en que s¨®lo participar¨¢ en un segundo plan de ayuda si la banca paga parte de la factura. Esa exigencia de Berl¨ªn podr¨ªa implicar un cambio de las condiciones de los pr¨¦stamos y ser considerada como impago por las agencias de calificaci¨®n.
Ante esta eventualidad, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, conocedor de la fragilidad del sistema bancario europeo, ha rechazado sistem¨¢ticamente cualquier iniciativa que pueda ser considerada impago ante la posibilidad de que el contagio acabe provocando una crisis peor que la de Lehman Brothers. La UE baraja la posibilidad de que las agencias no califiquen a los pa¨ªses que se encuentran bajo planes de ayuda y sometidos por tanto a la estrecha vigilancia del BCE, la Comisi¨®n Europea y el FMI. En ese sentido, se considera significativa la decisi¨®n del BCE de aceptar bonos portugueses como garant¨ªa pese a la dr¨¢stica rebaja de Moody's, aunque en medios portugueses se critic¨® la lentitud del BCE en la adopci¨®n de esta medida.
Europa quiere ahora alejar el fantasma de una suspensi¨®n de pagos o cualquier forma de reestructuraci¨®n en Atenas. Para ello, debe buscar una f¨®rmula "que permita a Grecia volver al crecimiento con una soluci¨®n que sea cre¨ªble para los mercados", seg¨²n una fuente conocedora de las negociaciones. La cumbre de Bruselas es la pr¨®xima parada en esa larga e intensa b¨²squeda.
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