El nuevo optimismo europeo
La UE funciona para sus ciudadanos, y los cambios que est¨¢n sucediendo la har¨¢n funcionar mejor
Europa vive un momento fascinante y prometedor. Tras el extremo pesimismo sobre el momento populista que culmin¨® en el Brexit, Europa ha adquirido un nuevo impulso. Las anteriormente pasivas democracias europeas, la alianza entre democristianos, socialdem¨®cratas y liberales que cre¨® Europa, se han despertado y han decidido crear un bloque de contenci¨®n contra los populistas que quieren acabar con nuestro sistema de convivencia en el mundo (Trump), en Europa (el Reino Unido, Polonia y Hungr¨ªa) y, desgraciadamente, tambi¨¦n en Espa?a. Por cierto, la misma alianza a tres (populares, socialistas y liberales) que en Espa?a ha defendido nuestra Constituci¨®n y nuestras libertades mediante la aplicaci¨®n de su art¨ªculo 155 frente a los que las quer¨ªan desmantelar por la fuerza.
Este nuevo optimismo se refleja en una fuerte tasa de crecimiento para las econom¨ªas europeas, la mayor en una d¨¦cada; en una postura com¨²n muy s¨®lida y eficaz en la negociaci¨®n del Brexit; y en una serie de propuestas ambiciosas y pr¨¢cticas para asentar las bases de Europa y la efectividad de sus estados, tanto en Francia (las propuestas de Macron que comentamos a continuaci¨®n) como en Alemania (el SPD acaba de acordar exigir para la ¡°gran coalici¨®n¡± un avance hacia los ¡°Estados Unidos de Europa¡±).
El impulso inmediato para un gran salto hacia adelante procede del importante discurso de Emmanuel Macron en la Sorbona en el reciente mes de septiembre. En vez de hacer promesas abstractas y usar palabras grandiosas, Macron eligi¨® un discurso de propuestas concretas en ¨¢reas en las que, sin entrar en ideolog¨ªas, todos vemos necesaria la cooperaci¨®n para resolver problemas comunes: seguridad, inmigraci¨®n, pol¨ªtica exterior, medio ambiente, Europa digital y uni¨®n monetaria y econ¨®mica.
- En seguridad y lucha contra el terrorismo, Macron sugiere garantizar la capacidad militar operativa para actuar de forma aut¨®noma (sin EE UU) y crear una cultura estrat¨¦gica compartida en Europa mediante los intercambios de soldados en unidades otros pa¨ªses. Tambi¨¦n propone crear una academia de inteligencia europea, una fiscal¨ªa com¨²n contra el terrorismo y el crimen organizado y una fuerza de seguridad civil com¨²n
- En migraci¨®n, propone crear una oficina europea de asilo, interconectar las bases de datos migratorias, documentos de identidad biom¨¦tricos, y una polic¨ªa com¨²n de fronteras.
- En pol¨ªtica medioambiental, Macron propone un precio m¨ªnimo para el carbono, un impuesto en frontera europea para asegurar que lo pagan tambi¨¦n los pa¨ªses que no lo tienen, interconexiones el¨¦ctricas (enfatiza las de Espa?a con Francia y Portugal), y una infraestructura com¨²n para transporte limpio.
- En innovaci¨®n, Macron propone una agencia europea para la innovaci¨®n, un nuevo marco regulatorio que proteja a empresas y personas del impacto del cambio tecnol¨®gico, y un cambio fiscal clave (no olvidemos que Apple paga un 0,05% de impuestos sobre beneficios) consistente en un tributo por el valor donde se produce y no el ineficiente impuesto sobre beneficios actual.
- Finalmente, Macron propone pol¨ªticas econ¨®micas y financieras que incluyan un presupuesto para la eurozona, fijados con los nuevos impuestos medioambientales y digitales, bajo el control de un ministro com¨²n y del Parlamento Europeo.
Es en este marco de nuevo optimismo en el que hay que enmarcar las propuestas que hizo el pasado mi¨¦rcoles 6 de diciembre la Comisi¨®n Europea sobre el futuro del euro y su propuesta estrella de creaci¨®n de un nuevo Fondo Monetario Europeo, inspirado en el Fondo Monetario Internacional.
El Fondo Monetario Europeo se basar¨ªa en la arquitectura del mecanismo actual de rescate, el MEDE, con la misma estructura financiera e institucional, aunque con una toma de decisiones m¨¢s r¨¢pida y ¨¢gil, evitando la unanimidad. Su primera misi¨®n seguir¨ªan siendo los rescates de pa¨ªses en apuros. Pero adem¨¢s, servir¨ªa de apoyo financiero para el Fondo ?nico de Resoluci¨®n y actuar¨ªa como un prestamista de ¨²ltimo recurso para facilitar la resoluci¨®n ordenada de los bancos en dificultades. Esta funci¨®n es clave: recordemos que, si el Popular hubiera ca¨ªdo (si el Santander se hubiera asustado en el ¨²ltimo momento) ni el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos espa?ol, ni su equivalente europeo, hubieran tenido fondos suficientes para proteger a sus depositantes.
Adem¨¢s, la comisi¨®n propone dar dos pasos clave m¨¢s para 2018: completar la uni¨®n bancaria con un esquema de seguro de dep¨®sitos com¨²n, y una propuesta para el establecimiento de una modalidad de eurobonos europeos. El objetivo de estas propuestas es evitar que nunca vuelva a ponerse en marcha el "c¨ªrculo vicioso diab¨®lico" entre los bancos y los estados que llev¨® del deterioro de un pa¨ªs al de sus bancos y viceversa en Grecia, Irlanda, Portugal y Espa?a a principios de esta d¨¦cada.
Esto requiere dos cosas. En primer lugar, evitar que la ca¨ªda de un banco arrastre a un estado (como Bankia hizo con Espa?a), lo cual se logra con un seguro de dep¨®sitos com¨²n y un fondo ¨²nico de resoluci¨®n. El seguro de dep¨®sitos com¨²n, que siempre parece una entelequia, acabe de recibir un inesperado apoyo: Finlandia, dura oponente, ha cambiado de opini¨®n ahora que va a ser sede de una entidad sist¨¦mica (Nordea). No hay como experimentar problemas que sobrepasan a un estado para que este entienda la necesidad de Europa.
Pero cortar el ¡°c¨ªrculo vicioso diab¨®lico¡± tambi¨¦n requiere evitar que la insolvencia de un estado haga caer en la insolvencia a sus bancos. ?Por qu¨¦ suceder¨ªa esto? Porque los bancos invierten en bonos de su propio estado: a d¨ªa de hoy, las carteras de pr¨¦stamos bancarios est¨¢n a¨²n m¨¢s concentradas en las deudas soberanas de sus propios pa¨ªses de origen que antes de la crisis. Para esto necesitamos un activo com¨²n, alg¨²n tipo de eurobonos
La modalidad de eurobonos que la comisi¨®n propone, se trata de los ESBies, una propuesta que hicimos un grupo de 9 economistas acad¨¦micos europeos en 2011 y que Tano Santos y yo explicamos en estas p¨¢ginas en septiembre de ese a?o.
Nuestra propuesta, que ahora ser¨¢ la de la Comisi¨®n tambi¨¦n, es crear un nuevo activo seguro: "valores respaldados por bonos soberanos". La Comisi¨®n argumenta que estos nuevos valores podr¨ªan, junto con un cambio en el tratamiento regulatorio de los soberanos, reducir dr¨¢sticamente la vulnerabilidad del sistema financiero.
No todo es ambicioso: donde el paquete que sugiere la Comisi¨®n es m¨¢s d¨¦bil es al no introducir un elemento de estabilizaci¨®n o de distribuci¨®n de riesgos en el presupuesto europeo, que deja para despu¨¦s de 2020.
Aqu¨ª la Comisi¨®n es demasiado t¨ªmida y no aprovecha lo suficiente el viento europeo a favor. La Comisi¨®n deber¨ªa introducir (o Espa?a deber¨ªa proponer) un verdadero seguro europeo de desempleo con reglas europeas. Tal esquema no solo ser¨ªa antic¨ªclico, sino que tambi¨¦n posibilitar¨ªa cambios estructurales positivos en los mercados de trabajo de los estados miembros.
La semana que viene la cumbre europea discutir¨¢ varias de estas propuestas. Ser¨¢n muchos cambios t¨¦cnicos que a los europeos les pueden resultar dif¨ªciles de entender, pero cambios que servir¨¢n para anclar este nuevo optimismo europeo. Europa funciona para sus ciudadanos, y los cambios que est¨¢n sucediendo la har¨¢n funcionar mejor.
Luis Garicano es profesor en el IE Business School y la London School of Economics, responsable de Econom¨ªa y Empleo de Ciudadanos y vicepresidente de la Alianza de Dem¨®cratas y Liberales europeos (ALDE).
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