Wanda ya no aspira a ser el amo del mundo
El grupo chino vende activos emblem¨¢ticos, como el 17% del Atl¨¦tico, porque Pek¨ªn quiere acabar con el exceso de cr¨¦dito
Qu¨¦ diferencia pueden marcar solo tres a?os. En 2015, Wang Jianlin, presidente del gigante inmobiliario chino Wanda, firmaba a bombo y platillo en una fastuosa ceremonia en Pek¨ªn la compra de un 20% del Atl¨¦tico de Madrid. Ahora, su grupo acaba de anunciar la venta del 17% al israel¨ª Idan Ofer. Una m¨¢s en una serie de desinversiones a ritmo vertiginoso desde el a?o pasado, despu¨¦s que China echara el cerrojo a su pol¨ªtica de cr¨¦ditos baratos a las grandes empresas para que salieran de compras al exterior y se convirtieran en gigantes globales.
En un giro de 180 grados, el presidente Xi intensifica ahora la lucha contra los riesgos financieros
Estos cinco a?os, Wang y su imperio parec¨ªan dispuestos a comerse el mundo, en sectores desde el hotelero al cinematogr¨¢fico. La clase media china en auge demandaba entretenimiento y opciones de ocio, y Wanda quer¨ªa ofrec¨¦rselo. En China o en cualquier lugar del mundo. El objetivo era convertir el grupo en ¡°la mayor empresa de turismo del mundo¡± para 2020.
El ritmo de compras fue vertiginoso. El grupo consumi¨® no menos de 16.000 millones de d¨®lares (casi 13.000 millones de euros al cambio actual) en sonadas adquisiciones que incluyeron la cadena de cines AMC, por 2.600 millones, o el estudio cinematogr¨¢fico Legend, por 3.500. Propiedades en Australia, Estados Unidos y Europa. Brevemente en Madrid, donde compr¨® el Edificio Espa?a por 265 millones de euros antes de venderlo tras un desacuerdo muy p¨²blico con el Ayuntamiento.
Hace apenas un a?o, el acopio de activos no ten¨ªa aspecto de cesar. El cuarto hombre m¨¢s rico de China presentaba en Davos planes para comprar un gran estudio de Hollywood e invertir m¨¢s de 10.000 millones de d¨®lares en adquisiciones por todo el mundo. Meses antes, hab¨ªa lanzado un envite a la propia Disney al asegurar que crear¨ªa una red de parques tem¨¢ticos que sobrepasar¨ªa en China a la multinacional del pato Donald y el rat¨®n Mickey.
En nueve meses, el panorama ha dado un giro de 180 grados. El presidente chino, XI Jinping, inmerso en una campa?a contra la corrupci¨®n que refuerce la legitimidad del r¨¦gimen del Partido Comunista, ha intensificado la lucha del Gobierno contra los excesivos riesgos financieros. Por el momento, esa lucha se ha centrado en reducir el exceso de cr¨¦dito bancario y las compras fara¨®nicas de los grandes conglomerados: en junio pasado, la Comisi¨®n Reguladora del Sector Bancario pidi¨® a las entidades financieras que revisaran los pr¨¦stamos concedidos a cinco de los gigantes m¨¢s voraces, incluida la propia Wanda.
El conglomerado se propuso incluso superar a Disney en parques tem¨¢ticos
¡°En 2017 hubo cambio de las regulaciones, b¨¢sicamente diciendo que tenemos categor¨ªas de inversi¨®n, y si en esas categor¨ªas est¨¢ prohibido o restringido, entonces (la compra) est¨¢ menos alentada por el Gobierno chino¡±, ha declarado a la televisi¨®n estatal china CGTN el profesor Wei Li, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Sydney. ¡°Al final, est¨¢ vinculado con la estabilidad del sector bancario en China¡±.
El cerrojazo a la barra libre de cr¨¦dito y a las inversiones en sectores que Pek¨ªn no considera preferentes -y ni el hotelero ni el inmobiliario est¨¢n entre los estrat¨¦gicos- no ha afectado solo a Wanda. Otros grupos anta?o aparentemente intocables tambi¨¦n han visto c¨®mo se les cortaban las alas. El grupo Fosun, que ya se deshizo de su inversi¨®n en la espa?ola Osborne; pero tambi¨¦n el grupo de aviaci¨®n y hotelero HNA, que ha anunciado su salida de la hotelera NH. La aseguradora Anbang, propietaria del emblem¨¢tico hotel Waldorf Astoria en Nueva York, se est¨¢ deshaciendo de activos a ritmo fren¨¦tico.
El monto total de la deuda del grupo se desconoce, porque la gran mayor¨ªa de sus filiales no cotizan en Bolsa y, por tanto, no est¨¢n obligadas a divulgar esa informaci¨®n. Pero Wanda Commercial Properties, su divisi¨®n inmobiliaria -que cotizaba en Hong Kong hasta mediados del a?o pasado-, acumulaba en junio de 2016 deuda por valor de 28.300 millones de euros.
Wanda ha vendido ya su negocio de hoteles y de parques tem¨¢ticos en territorio chino, por 8.100 millones de d¨®lares. Su idea de crear una gran ciudad del cine en la urbe costera Qiingdao que rivalizara con Hollywood ha quedado en nada. En Australia acaba de deshacerse de dos propiedades inmobiliarias emblem¨¢ticas en Sidney.
Incluso en ¨¢reas donde quiere mantener presencia -la propiedad inmobiliaria comercial o de cine y cultura, ese ¨¢mbito de especial inter¨¦s personal para Wang- ha dado entrada a inversores estrat¨¦gicos con los que compartir riesgos. La semana pasada dio a conocer la entrada de Alibaba en su subsidiaria Wanda Films, donde el gigante chino del comercio electr¨®nico adquirir¨¢ el 12,77% de las acciones controladas por Wanda.
El objetivo de estos movimientos no es ¨²nicamente sanear la cuenta de resultados. Es, tambi¨¦n, mantener la credibilidad del grupo, que lleg¨® a su momento m¨¢s bajo cuando, en agosto pasado, se lleg¨® a rumorear que se hab¨ªa prohibido a Wang abandonar el pa¨ªs. El magnate pone de relieve que el grupo ha cumplido con todas sus deudas. ¡°Damos m¨¢s importancia al cr¨¦dito que a los activos o los beneficios¡±, aseguraba en su discurso de enero. ¡°Nunca dejaremos de pagar ninguna deuda en ning¨²n sitio del mundo¡±.
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