Lumpenproletariado en la era digital

"El lumpenproletariado, ese producto pasivo de la putrefacci¨®n de las capas m¨¢s bajas de la vieja sociedad, puede a veces ser arrastrado al movimiento por una revoluci¨®n proletaria; sin embargo, en virtud de sus condiciones de vida, est¨¢ m¨¢s bien dispuesto a venderse a la reacci¨®n para servir a sus maniobras".

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El precio de pedir a golpe de clic

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En 1848, Karl Marx y Friedrich Engels diseccionaban en El manifiesto comunista esa clase surgida al calor de la Revoluci¨®n Industrial que, pese a situarse entre los m¨¢s castigados de la escala social, serv¨ªa a los intereses contrarrevolucionarios. La ¨²ltima revoluci¨®n tecnol¨®gica tambi¨¦n ha generado un nuevo estamento, los precarios digitales. Son aquellos que te llevan comida a casa y te transportan por la ciudad a trav¨¦s de aplicaciones m¨®viles con las que no guardan ninguna relaci¨®n laboral. Pero, a diferencia de lo que Marx y Engels criticaban en el siglo XIX, hace tiempo que este nuevo tipo de precariado se ha organizado para reclamar sus derechos.

Muy lentamente, pero algo se mueve en el mundo de los ciclomensajeros, ch¨®feres y dem¨¢s trabajadores a los que se contrata ¡ªy despide¡ª a golpe de clic. La cascada de sentencias judiciales e iniciativas pol¨ªtico-administrativas que exigen una mayor responsabilidad a las empresas hacia unas personas vitales para su actividad ha logrado un cambio de discurso en plataformas como Deliveroo.

La empresa l¨ªder en reparto de comidas anunci¨® el pasado diciembre que en Reino Unido sus riders ¡ªcomo Deliveroo denomina a sus ciclistas¡ª estar¨ªan cubiertos por la aseguradora Bikmo. Por una peque?a cantidad, 15.000 trabajadores sin contrato podr¨ªan reclamar, en caso de enfermedad, un 75% de sus ingresos medios durante un m¨¢ximo de 26 semanas. "Estamos buscando formas para dar m¨¢s seguridad a la gente con la que trabajamos. Ofrecerles un seguro es el ¨²ltimo paso como continuaci¨®n de iniciativas similares que hemos tomado en Francia, B¨¦lgica e Italia", asegura Joe Carberry, director de comunicaci¨®n de Deliveroo, imperio que cuenta con m¨¢s de 30.000 repartidores en 200 ciudades de una docena de pa¨ªses.

Todos estos movimientos son, seg¨²n el sindicalista Rub¨¦n Ranz, tan solo una estratagema para evitar ir al coraz¨®n del problema: la necesidad de tratar a los riders como empleados, y no como aut¨®nomos. "Deliveroo se ve acorralada y ofrece alguna mejora. Pero si cumpliera lo que le exigen ya dos inspecciones de trabajo y diera de alta en la Seguridad Social a estos trabajadores, no necesitar¨ªa ning¨²n seguro privado", asegura Ranz, coordinador de turespuestasindical.es, la p¨¢gina que UGT usa como asesor¨ªa para estos precarios digitales.

El anuncio de Deliveroo llega tras intensas cr¨ªticas contra empresas de la llamada gig economy o econom¨ªa de recados. Adem¨¢s de la formaci¨®n de asociaciones de riders en defensa de sus derechos, la Inspecci¨®n de Trabajo de Valencia y Madrid ¡ªa las que en breve pueden unirse Zaragoza y Barcelona¡ª han dictaminado que estos repartidores son en realidad asalariados. UGT tambi¨¦n denunci¨® a esta empresa y a otras como Glovo, UberEats y Stuart por "relaci¨®n laboral encubierta".

Fuera de Espa?a, un tribunal brit¨¢nico forz¨® el a?o pasado a Uber a considerar a sus ch¨®feres como asalariados, una decisi¨®n con efectos sobre el salario m¨ªnimo o las vacaciones pagadas. En el otro lado de la balanza, Deliveroo celebraba el pasado noviembre una sentencia del Comit¨¦ Central de Arbitraje de Reino Unido que avalaba la condici¨®n de aut¨®nomos de sus repartidores. Adem¨¢s, el Tribunal de Justicia de la UE dictamin¨® que Uber es una empresa de transporte y no una plataforma de intermediaci¨®n entre viajeros. Con este fallo, los taxistas se apuntaban un tanto, logrando que sus competidores trabajen siempre con licencia, algo que en Espa?a ya ocurre desde 2014. La Comisi¨®n Europea ha presentado una directiva para dar m¨¢s garant¨ªas a los cerca de seis millones de trabajadores irregulares que calcula que hay en los 28 Estados miembros.

Un estudio de Mckinsey publicado en 2016 cifraba el volumen del trabajo independiente ¡ªaquel que conjuga un alto grado de autonom¨ªa, el pago por tarea y una relaci¨®n a corto plazo entre empleado y empleador¡ª entre el 20% y el 30% de la poblaci¨®n en edad de trabajar en EE UU y la UE, lo que equivale a unos 162 millones de personas. De estos, en torno al 70% podr¨ªan considerarse como "independientes voluntarios", y el 30% restante optar¨ªa por estos empleos solo por necesidad. "La creciente demanda hace que las plataformas digitales necesiten cada vez a m¨¢s trabajadores. Estas empresas tendr¨¢n que adaptarse", resume en conversaci¨®n telef¨®nica Jacques Bughin, coautor del estudio de McKinsey.

Sobre el equilibrio entre flexibilidad y precariedad, el portavoz de Deliveroo destaca la libertad que esta plataforma proporciona a los repartidores e incluso recuerda que el fundador y consejero delegado, Will Shu, empez¨® como rider y a¨²n pedalea de vez en cuando. Ranz prefiere fijarse en el vaso medio vac¨ªo. "El c¨ªrculo se estrecha cada vez m¨¢s. Y nosotros vamos a seguir trabajando para demostrar que estamos ante una relaci¨®n laboral como tantas otras", asegura el sindicalista.