?Te compensa m¨¢s ir a una residencia universitaria o buscar un piso compartido?
Ambas opciones presentan ventajas e inconvenientes. Sal de dudas con la ayuda de los expertos
Las universidades reanudan su actividad acad¨¦mica tras la pausa veraniega y, como cada a?o, vuelve el problema de encontrar alojamiento para cientos de miles de j¨®venes que cursan los estudios lejos de su casa. Seg¨²n datos del Ministerio de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades, los estudiantes matriculados en grado, primer y segundo ciclo, y m¨¢ster fueron algo menos de 1,5 millones en el curso 2016-2017. De ellos, unos 100.000 eran extranjeros, y, de entre los espa?oles, unos 330.000 estudiaban fuera de su provincia de origen (286.000 eran matriculados en grado y primer y segundo ciclo, y 44.000 en m¨¢ster).
La disyuntiva, especialmente acuciante para los que van a empezar el primer a?o, es la misma de siempre: ?compensar¨¢ m¨¢s ir a una residencia universitaria o buscar una habitaci¨®n en un piso compartido? Ambas soluciones presentan ventajas y desventajas. Estas son las claves que sugieren los expertos para no equivocarse en la elecci¨®n de la mejor opci¨®n para cada uno.
Si planificas mal, residencia
Si la principal preocupaci¨®n de un estudiante o de su familia fuera dar con la soluci¨®n que causar¨¢ menos rompecabezas desde el punto de vista de la planificaci¨®n financiera, Antonio Gallardo no tiene dudas: puede irse tranquilo a una residencia. ¡°En un piso compartido tendremos un componente de gastos variables muy importante que en una residencia est¨¢ m¨¢s acotado, al estar relacionado con los servicios opcionales como puede ser la lavander¨ªa¡±, subraya el experto de finanzas del comparador bancario iAhorro.
Para Gallardo, los 963 centros residenciales existentes en Espa?a, con sus 70.965 plazas, a las que se a?aden las 23.063 de los 185 colegios mayores, seg¨²n datos de la consultora inmobiliaria Jones Lang Lasalle, representan en definitiva ¡°una soluci¨®n m¨¢s c¨®moda y sencilla, que cubre buena parte de las necesidades del estudiante ¨Calimentaci¨®n, limpieza, internet¡¨C y con menos sorpresas financieras¡±.
Por el contrario, en opini¨®n de este experto, un piso compartido requerir¨¢ una disciplina financiera mayor, tanto para afrontar pagos comunes con otras personas, como para cubrir gastos propios. ¡°Si no est¨¢s acostumbrado a tener un presupuesto, algo muy com¨²n cuando acabas de salir de casa, es muy complicado afrontar correctamente el reto de compartir vivienda¡±, avisa. Por ello, no es casualidad que ¡°los estudiantes apuestan por que la tarifa ofrecida incluya los suministros, lo que facilita la gesti¨®n del alojamiento¡±, seg¨²n una encuesta del portal web Uniplaces, que cita el informe de Jones Lang Lasalle.
Alquiler a precios de usura
Pese a este inconveniente, sin embargo, compartir piso presenta un claro atractivo en el posible ahorro de dinero que supone. ¡°Encontrar una vivienda individual o un estudio es pr¨¢cticamente imposible en la mayor¨ªa de las grandes ciudades espa?olas, ya que la oferta es limitada y los precios llegan a ser astron¨®micos¡±, dice Ivan Malecki, director general de Habitoom, una p¨¢gina web de anuncios de pisos compartidos. En este tipo de alojamiento, los gastos de alquiler se dividen entre los habitantes, as¨ª como los recibos de electricidad, agua, calefacci¨®n e internet, ¡°por lo que a fin de mes el ahorro con respecto a una vivienda individual es considerable¡±, subraya Malecki.
No obstante, la fuerte subida del alquiler ¨Csolo en la provincia de Barcelona los precios est¨¢n ya un 4,5% por encima del ¨²ltimo precio m¨¢ximo, registrado en 2007¨C hace que muchas veces incluso convivir con otros estudiantes en el mismo piso represente un gasto inasumible, sobre todo frente a los servicios que se ofrecen. ¡°Pago 500 euros al mes por una habitaci¨®n en un piso compartido con tres compa?eros en Arg¨¹elles [un barrio del norte de Madrid]¡±, escribi¨® hace dos semanas una estudiante, Mar¨ªa R¨ªos, a la directora de este peri¨®dico.
¡°No tenemos funda en el sof¨¢, ni cortinas, campana extractora o baldosa que no est¨¦ rota. Una cree que la cosa no puede empeorar hasta que, con 15 d¨ªas de antelaci¨®n, te avisan de que te suben el alquiler a partir de septiembre adem¨¢s de tener que pagar una ¡®cuota de administraci¨®n¡¯ por valor de una mensualidad (y que hay que pagar en mano, por cierto) y 24 horas para decidir si nos quedamos o no¡±, denunci¨®.
Con la pensi¨®n completa ahorras tiempo y dinero
Pese a suponer generalmente un coste mayor, las residencias ofrecen tambi¨¦n oportunidades de ahorro. Una de ellas es la pensi¨®n completa, que permite economizar ¡°tanto en dinero como en tiempo¡±, en palabras de Christopher Holloway, director general de Nexo Residencias, una de las mayores empresas de gesti¨®n de este tipo de alojamiento en Espa?a.
Ventaja a las que Holloway a?ade la despreocupaci¨®n por parte del estudiante por darse de alta en los suministros o por tener que lidiar ¡°con un contrato de alquiler con condiciones restrictivas en materia de tiempo de permanencia, fianzas o avales¡±. Los servicios opcionales, la seguridad y la posibilidad de rodearse de personas que se enfrentan tambi¨¦n a las primeras semanas en la universidad, son otras tantas virtudes de la residencia que subraya Holloway.
La ubicaci¨®n es clave
Pero tambi¨¦n es cierto que dividir tu alojamiento con otros permite escoger ¡°la persona que encaja mejor con tu edad, estilo de vida e intereses¡±, seg¨²n Carlos Pierre, director general de Badi, una aplicaci¨®n para buscar compa?eros de piso. En cambio, ¡°en una residencia nunca sabes con qui¨¦n vas a compartir¡±, a?ade. Asimismo, la sensaci¨®n de libertad e independencia que ofrece la vida en un piso compartido, con la posibilidad de invitar amigos, salir y entrar sin restricciones, dif¨ªcilmente se encontrar¨¢ en una residencia, en su opini¨®n.
Encargarse de las tareas de limpieza y cocina a diario, adem¨¢s, ¡°te har¨¢ m¨¢s maduro y responsable¡±, afirma Pierre. Pero este, precisamente, ¡°suele ser el tema de discusi¨®n m¨¢s frecuente en los pisos compartidos¡±, admite Malecki. Nada que no se pueda solucionar, sin embargo, a trav¨¦s de un reparto equitativo de estas tareas.
Sea cual sea la opci¨®n que el estudiante y su familia escogen, todos los expertos consultados coinciden en que un ahorro importante se puede realizar en el cap¨ªtulo del transporte, si la residencia o el piso compartido se encuentra cerca de la universidad. Por ello, la ubicaci¨®n del hospedaje ser¨¢ uno de los elementos m¨¢s importantes a evaluar.
Ayudas y pr¨¦stamos para el alojamiento
Al analizar los desplazamientos de los estudiantes matriculados en universidades espa?olas en el curso 2016-2017 a nivel nacional e internacional, junto con los Erasmus, la consultora inmobiliaria Jones Lang Lasalle estima que unos 475.000 j¨®venes necesitan alojamiento. Una demanda que las 95.000 plazas disponibles al a?o en las residencias de estudiantes en Espa?a no pueden absorber.
El ingreso en una residencia puede ir acompa?ado de una ayuda fija de 1.500 euros, a la que se a?ade una cuota variable. ¡°Para acceder a ella hay que cumplir unos requisitos acad¨¦micos y econ¨®micos¡±, explica el experto de finanzas del comparador bancario iAhorro, Antonio Gallardo. Si el estudiante opta a una beca de matr¨ªcula m¨¢s el importe fijo de residencia, el umbral de ingresos para una familia de cuatro miembros se sit¨²a en 36.421 euros. Para optar adem¨¢s a la parte variable, el umbral se fija en 13.909 euros.
Gallardo se?ala tambi¨¦n que existen pr¨¦stamos bancarios destinados a cubrir los gastos de hospedaje fuera de la ciudad de origen. ¡°Son m¨¢s sencillos de justificar en el caso que una residencia universitaria, porque son fijos y las facturas de los suministros van siempre al estudiante o a sus padres¡±, esgrime. En el caso de un piso compartido, es m¨¢s f¨¢cil obtener un pr¨¦stamo si el alquiler y los dem¨¢s recibos est¨¢n a nombre de quien lo pide. ¡°Puede que la entidad financiera le pida que justifique la parte del dinero que se destina a satisfacer ese gasto¡±, a?ade.
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