Hablar otro idioma, la llave para lograr empleo
Cuatro historias en las que la oportunidad laboral no vino de los estudios realizados, sino del conocimiento de otras lenguas
Es sabido que los idiomas son una puerta a un mejor futuro laboral. Y tambi¨¦n que, tradicionalmente, los espa?oles han tenido muy poca habilidad o dedicaci¨®n a la hora de cultivarlos. Espa?a est¨¢ en la cola de pa¨ªses europeos en alumnos de secundaria que estudian varios idiomas, seg¨²n datos de Eurostat: solo el 25% aprende dos o m¨¢s idiomas. Y eso que las posibilidades para encontrar trabajo aumentan casi en un 40% hablando otras lenguas.
Hay ejemplos que muestran esta utilidad, incluso en los giros m¨¢s inesperados de las narrativas vitales. A continuaci¨®n, unas cuantas historias que incluyen aventuras mar¨ªtimas, viajes transoce¨¢nicos, corazones letraheridos, asuntos de seguridad en redes sociales, minerales a granel e historias de amor... con la lengua espa?ola.
Barcos bajo control
La relaci¨®n de Mariana Guasch (Madrid, 1988) con los idiomas viene de lejos, cuando en su m¨¢s tierna infancia sus padres se trasladaron al pa¨ªs vecino por motivos de trabajo. "Viv¨ªamos en Portugal, aunque muy cerca de Galicia. Mis padres tuvieron mucha visi¨®n de futuro y decidieron escolarizarme en portugu¨¦s y no en espa?ol. As¨ª estuve hasta que cumpl¨ª 10 a?os, cuando nos marchamos". Por esta vuelta de tuerca del destino, Guasch acabar¨ªa siendo biling¨¹e en portugu¨¦s. "Es un idioma muy complejo gramaticalmente y muy rico en sonidos, as¨ª que conocerlo me facilit¨® aprender luego otros", opina.
Su amor por los idiomas continu¨® en frecuentes visitas estivales a Francia, a un Erasmus en Bruselas y tambi¨¦n a un a?o en Irlanda. "Decid¨ª ir aprendiendo los idiomas uno por uno, para no contaminar uno con otro. Tambi¨¦n ir sacando t¨ªtulos oficiales de cada uno", cuenta. Una estrategia ling¨¹¨ªstica que sorprende por su meticulosidad. Luego en el ICADE de la Universidad Pontificia de Comillas estudi¨® la carrera de Derecho y Relaciones Internacionales; aunque su camino ir¨ªa por otros derroteros. "Me licenci¨¦ en plena crisis, en 2011, y trat¨¦ de trabajar como abogada, pero tuve malas experiencias como becaria y decid¨ª dejarlo", recuerda.
Entonces comenz¨® a dedicarse a los idiomas: traducciones, clases particulares, algunas enfocadas en aspectos jur¨ªdicos. "En vista de que el mundo del Derecho no me daba muchas oportunidades decid¨ª especializarme en Comercio Internacional y m¨¢s especialmente en Log¨ªstica Mar¨ªtima", relata. Esto le llev¨® a trabajar en una gran empresa encargada del comercio de materiales a granel, de minerales como yeso, caliza, cl¨ªnker (arcilla y caliza calcinadas utilizadas para fabricar cemento Portland), que se exportan desde explotaciones espa?olas. "Me ten¨ªa que coordinar con personas en los puertos de ?frica Occidental, donde me era muy ¨²til mi conocimiento del franc¨¦s, tambi¨¦n en puertos de Mozambique o Angola, donde lo que se habla es el portugu¨¦s", cuenta Guasch. De pronto todos los idiomas que se hab¨ªan adquirido secuencialmente comenzaban a encajar en un proyecto com¨²n.
"El comercio mar¨ªtimo va muy ligado a la historia econ¨®mica reciente. El 97% de los productos se transportan por v¨ªa mar¨ªtima", explica. Ahora Guasch ha cambiado de trabajo, pero dentro del mismo sector: los productos que supervisa son energ¨¦ticos, como el carb¨®n o ciertos derivados del petr¨®leo (coque de petr¨®leo o pet coke). Guasch es responsable de los barcos, a veces tres o cuatro al mismo tiempo, y tiene que comunicarse con los agentes aduaneros: "Es bueno que a cada uno le hables en su idioma. As¨ª la relaci¨®n es m¨¢s fluida y agradable y se obtienen mejores resultados", relata. Todo lo necesario es una oficina, una buena conexi¨®n a Internet, un tel¨¦fono para llamadas internacionales y... el conocimiento de varios idiomas fruto de toda una vida de dedicaci¨®n.
Espa?ol para alcanzar la plenitud
Igual que hay personas que nacen en un cuerpo que no se corresponde con su g¨¦nero, hay quien nace con una lengua que parece no adaptarse del todo a su persona. Algo as¨ª le sucedi¨® a la holandesa Veronica Quaedvlieg (Dor?drecht, Pa¨ªses Bajos, 1983): "Cuando descubr¨ª el espa?ol sent¨ª que estaba m¨¢s c¨®moda con mi propio ser hablando en esta lengua. Hasta mis padres, cuando vienen a visitarme a Madrid y me ven interactuar con los otros, me dicen que soy m¨¢s yo misma cuando hablo espa?ol", cuenta.
Su relaci¨®n con los otros idiomas, m¨¢s all¨¢ de su lengua nativa, el holand¨¦s, comienza con los viajes que hac¨ªa con su familia a Francia por vacaciones. "Con cuatro a?os ya iba al panadero del campin chapurreando franc¨¦s a pedir lo que necesit¨¢bamos", recuerda. Luego, a los 17, viaja a Australia para estudiar ingl¨¦s y acaba conociendo a estudiantes latinoamericanos. "Ah¨ª es la primera vez que escucho el espa?ol, y me parece el idioma m¨¢s bonito del mundo", recuerda.
Despu¨¦s de cursar estudios de Desarrollo de Turismo Sostenible en una universidad holandesa y de algunas estancias en Salamanca y Latinoam¨¦rica (trabajando para ONG), decidi¨® mudarse a Madrid en 2011. "Viaj¨¦ a Espa?a sin ning¨²n plan, simplemente sent¨ªa que ten¨ªa que estar aqu¨ª. Y todo empez¨® por el idioma: no nos damos cuenta de cu¨¢n imbricado est¨¢ el idioma con la cultura, con la forma de vivir, se nota en las palabras, hasta en los tacos...", comenta.
Ahora Quaedvlieg tiene en Madrid una escuela de idiomas llamada FoxP2 Languages, porque FoxP2 es el nombre de un gen y prote¨ªna relacionado con el desarrollo del lenguaje: cuando este gen muta se observan ciertos trastornos espec¨ªficos en el habla. Hay quien lo llama el gen del lenguaje. Seg¨²n explica, en sus clases est¨¢n terminantemente prohibidos los libros y los m¨¦todos aburridos y prefiere optar por m¨¦todos de aprendizaje y recursos m¨¢s naturales. "Nos podemos comunicar en ingl¨¦s o franc¨¦s, utilizar int¨¦rpretes, pero no es lo mismo que alguien te hable en tu propio idioma, que establezcamos as¨ª relaciones con el otro, incluso conociendo sus c¨®digos culturales", opina. Adem¨¢s, Quaedvlieg se dedica a traducciones, subtitulados, edici¨®n de textos, entre otras cosas, todas relacionadas con la lengua.
?C¨®mo ve una extranjera la dificultad para los idiomas que se le presupone a los espa?oles? "Creo que es una profec¨ªa autocumplida. Los espa?oles creen que no se les dan bien los idiomas y al final no se les dan bien porque no se dedican a ellos. Pero esa es una idea que ya est¨¢ cambiando much¨ªsimo", dice.
Pasi¨®n por la cultura
"Nac¨ª en el Pa¨ªs Vasco hijo de padres andaluces, as¨ª que no soy ni vasco ni andaluz. Pero creo que crecer en una comunidad donde se utilizan dos idiomas ayuda a aprender otras lenguas. M¨¢s que los colegios biling¨¹es que ahora est¨¢n de moda", opina el escritor Juan Navidad (Barakaldo, 1970), afincado en Nueva York.
Desde 2014 organiza diversos eventos multiling¨¹es en diferentes bo?roughs de la Gran Manzana: Manhat?tan, el Bronx, Brooklyn o Queens, y regenta su propia editorial, La Ovejita Books, donde ha publicado a autores de varios pa¨ªses y de diferentes Estados de Estados Unidos. Antes fue subdirector de ¨¢rea en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. En su editorial publican y traducen libros en espa?ol e ingl¨¦s y pronto saltar¨¢n a otras lenguas como el euskera y hasta el esperanto.
Navidad creci¨® precisamente aprendiendo "variantes cambiantes" del euskera que se iban dando en el colegio y el instituto (el vizca¨ªno, el bat¨²a o unificado...) y el ingl¨¦s. Tambi¨¦n estudi¨® lat¨ªn y griego, dentro del itinerario de letras puras. "Cuando acab¨¦ el instituto pens¨¦ que se me daban bien las lenguas, as¨ª que me matricul¨¦ en Filolog¨ªa Inglesa en la Universidad del Pa¨ªs Vasco", cuenta. Durante la carrera hizo un a?o de italiano y tres de alem¨¢n.
"Compagin¨¦ esta carrera con la organizaci¨®n de la revista literaria C¨¢lamo, donde alguna vez tradujimos textos al y del ingl¨¦s", recuerda. Los diferentes idiomas se iban mezclando con la pasi¨®n por la literatura, que tambi¨¦n ser¨ªa determinante en el recorrido vital de Navidad. Nunca pas¨® veranos en Irlanda, Londres o Estados Unidos, ten¨ªa que dedicarlos a trabajar cortando pinos, de camarero, de pe¨®n de alba?il o carpintero. "Esas cosas que hacemos los pobres a los que no nos dan becas aun teniendo buenas notas y no podemos aspirar a la excelencia", dice con retranca.
En Nueva York ha celebrado nueve ediciones del evento multiling¨¹e Culture with no Limits/Cultura sin L¨ªmites y el mes pasado realizaron una feria del libro tambi¨¦n multiling¨¹e. "Mi idea es enfocarme no solo a los hispanos, tambi¨¦n a quienes hablan otras lenguas. Para nosotros es importante que todo el mundo se sienta a gusto en nuestros eventos, incluso los que hablan otras lenguas", dice Navidad.
?Qu¨¦ le pasa al espa?ol con los idiomas? "Yo creo que la timidez nos mata, y esa costumbre de re¨ªrnos de los dem¨¢s. Creo que en otros pa¨ªses son m¨¢s respetuosos", comenta.
El lenguaje de la tecnolog¨ªa
A Patricia Cartes (Oviedo, 1984) le gustan algunas palabras en lengua asturiana, por ejemplo, piescu (un tipo de melocot¨®n) o refalfiu (de dif¨ªcil traducci¨®n, algo as¨ª como hastiado de las cosas buenas o mal acostumbrado). Desde ni?a tuvo una fuerte vinculaci¨®n con el lenguaje y quiso ser int¨¦rprete: "Quiero pensar que comenz¨® cuando mi hermana era peque?a y dec¨ªa mal las palabras. Entonces yo la traduc¨ªa para que la entendieran en el mundo de los adultos", dice. Luego su obsesi¨®n con los idiomas fue en aumento: "Siempre que escucho a alguien mantener una conversaci¨®n en un idioma que no conozco trato de acercarme y adivinar cu¨¢l es por la fon¨¦tica", confiesa.
El franc¨¦s, el ingl¨¦s y el catal¨¢n llevaron a Patricia Cartes hasta Facebook, Google y Twitter
Cartes pas¨® veranos aprendiendo idiomas en Canad¨¢, Francia o Irlanda (pa¨ªs del que se enamor¨® durante un Erasmus), y se licenci¨® en Traducci¨®n e Interpretaci¨®n en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. En su caja de herramientas se encuentra el espa?ol, el franc¨¦s, el ingl¨¦s y el catal¨¢n. "Cuando me licenci¨¦ me encontr¨¦ con que entrar en el mundo de la interpretaci¨®n, que era lo que me interesaba (mi idea era llegar a ser int¨¦rprete en Naciones Unidas), era muy dif¨ªcil. Se trataba de un mundo muy herm¨¦tico. Cuando me top¨¦ con aquellas dificultades, creo que fue el peor momento de mi vida", cuenta.
Buscando otras alternativas, le lleg¨® un correo electr¨®nico de Google para trabajar dentro de la gran compa?¨ªa como analista de spam (correo basura) desde Dubl¨ªn. "Creo que les llam¨¦ la atenci¨®n porque soy un poco geek y siempre he estado interesada en investigar cosas de inform¨¢tica por mi cuenta, en tratar de ver qu¨¦ hab¨ªa detr¨¢s de las p¨¢ginas webs", aventura. Los lenguajes de programaci¨®n son otros lenguajes que le interesan.
De ah¨ª su peripecia le llev¨® a Facebook, encargada de vigilar la seguridad, asuntos relacionados con la incitaci¨®n al odio y gestionar crisis. Luego a Twitter, en cargos de mayor responsabilidad. En Twitter la trasladaron a San Francisco, donde se corta el bacalao tecnol¨®gico. "Saber idiomas me ha ayudado para trabajar en ¨¢mbitos como los mercados del sur de Europa o los latinoamericanos, incluso representando a las empresas ante los Gobiernos", cuenta.
Y hace un a?o se enrol¨® en un nuevo proyecto: Postmates, una start-up de reparto a domicilio bajo demanda, donde el reto de la seguridad tambi¨¦n abarca las relaciones offline, entre personas de carne y hueso. "Creo que mi vida ya est¨¢ en San Francisco. Es lo m¨¢s parecido a Espa?a que he encontrado. Hay lugares por aqu¨ª que son como estar en Asturias", concluye.
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