Pascal Lamy: ¡°Tenemos que proteger m¨¢s a los individuos y menos a los empleos¡±

Aunque Pascal Lamy (Levallois-Perret, Francia, 1947) ya no dirige el comercio mundial, no para. El exdirector de la OMC, que antes pas¨® toda la d¨¦cada de los 90 ayudando a construir la Uni¨®n Europea como jefe de gabinete del hist¨®rico presidente de la Comisi¨®n Jacques Delors, contin¨²a como consejero o directivo en un sinf¨ªn de instituciones internacionales y fundaciones y recorre el planeta dando charlas sobre la globalizaci¨®n y el comercio mundial. Uno de sus ¨²ltimos proyectos es el informe Las personas y el planeta como prioridad: una nueva agenda para el proceso global, un plan de trabajo en 15 puntos, que busca ¡°soluciones progresistas¡± a los problemas del modelo socioecon¨®mico actual.

Lamy, que present¨® el informe la semana pasada en La Casa ?rabe de Madrid, en un evento organizado por la Fundaci¨®n Felipe Gonz¨¢lez y la Fundaci¨®n Europea de Estudios Progresistas, cree que ¡°los cambios de hoy en d¨ªa son mucho m¨¢s importantes en la vida de la gente que los que tuvieron lugar durante la Revoluci¨®n Industrial¡± y que eso est¨¢ provocando ¡°m¨¢s ganadores y m¨¢s perdedores que antes¡±. ¡°Tenemos que ajustar nuestro sistemas de gobierno y de protecci¨®n para hacer frente a la globalizaci¨®n y la digitalizaci¨®n¡± y ¡°proteger m¨¢s a los individuos y menos a los empleos¡±, opina el pol¨ªtico, que se considera socialdem¨®crata.

Para Lamy, que cree que la ra¨ªz de los problemas de desigualdad que ha generado la globalizaci¨®n est¨¢ en la falta de preparaci¨®n de los sistemas de seguridad social, ¡°el precariado ha reemplazado al proletariado¡±. ¡°Y no podemos reaccionar de la misma manera, como si nada hubiera cambiado¡±, afirma con contundencia el exdirigente. La prioridad est¨¢ clara: ¡°Lo primero deber¨ªa ser encontrar una base fiscal que parece que ha desaparecido¡±.

El exdirector de la OMC cree que no hay una emergencia del proteccionismo, sino ¡°pulsiones¡±. ¡°Solo hay un sitio donde la globalizaci¨®n ha sido tan fuerte como en el resto del planeta pero donde los sistemas sociales han fallado a¨²n m¨¢s que en cualquier otro lugar, y all¨ª es d¨®nde las pulsiones se han convertido en acciones: EEUU¡±, reflexiona. Para Lamy, Trump ¡°es un s¨ªntoma de los problemas americanos¡± que ¡°hay que tomarse en serio¡±, pero duda de su capacidad transformadora. ¡°Si el proyecto de Trump es la desglobalizaci¨®n, no lo conseguir¨¢ porque hemos alcanzado un punto en este proceso que hace esa posibilidad muy costosa e improbable, tanto en el plano econ¨®mico como el pol¨ªtico¡±, afirma convencido.

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Una UE en dificultades

En cuanto al proyecto europeo al que ha dedicado gran parte de su vida, Lamy niega que haya crisis, tan s¨®lo ¡°dificultades¡±. ¡°Hay tensiones econ¨®micas entre norte y sur, adem¨¢s de tensiones pol¨ªticas entre este y oeste, pero no creo que puedan desintegrar el proceso europeo¡± esgrime, porque la UE ¡°est¨¢ inscrita dentro de las grandes fuerzas hist¨®ricas contempor¨¢neas¡±. Pero el pol¨ªtico franc¨¦s cree tambi¨¦n que hay numerosos defectos a corregir: ¡°Hemos hecho una uni¨®n muy monetaria y muy poco econ¨®mica y sabemos perfectamente que el problema de la inmigraci¨®n nos ha pillado por sorpresa y ha estado mal gestionado, hasta el punto que un parte de la poblaci¨®n responsabiliza a Europa¡± se lamenta, antes de volver al optimismo. ¡°El apoyo ciudadano a la UE est¨¢ al nivel m¨¢s fuerte que hemos conocido desde el comienzo de la construcci¨®n europea¡±, afirma orgulloso.

Para Lamy, la prueba est¨¢ en que hasta la extrema derecha ¡°ya no es antieuropea¡±. ¡°Ahora tienen suficiente fuerza para proponer su propia versi¨®n de Europa, cristiana y pura¡±, opina el franc¨¦s, que cree que estamos ante ¡°una evoluci¨®n pol¨ªtica muy importante¡± de la que se ver¨¢n ¡°algunas consecuencias en el funcionamiento de la democracia europea a partir de 2019¡±. Pero Pascal Lamy tiene clara su preferencia para las elecciones al Parlamento Europeo: el proyecto para la UE de Emmanuel Macron. ¡°Hay una posibilidad de que salga elegida una escuela Macron, centrista y europe¨ªsta, que medie en un parlamento que normalmente ha estado controlado por la democracia cristiana y la socialdemocracia¡±, apuesta Lamy. Seg¨²n ¨¦l, solo as¨ª podr¨¢ cerrar el ¡°gran abismo¡± que hay ¡°entre la claridad de la visi¨®n de Macron y la debilidad de los medios de los que dispone para poder hacerla avanzar en el Consejo Europeo¡± tras las ¨²ltimas elecciones alemanas.