M¨¢steres dise?ados a la medida de una empresa, ?la clave para formar a los trabajadores del futuro?
Varias universidades y escuelas de negocios lanzan programas ideados 'ad hoc' seg¨²n las necesidades de una compa?¨ªa o un sector concretos. El objetivo es mejorar la empleabilidad de sus alumnos
Entre la universidad y el mercado laboral, lo que se traza a veces no es un puente, sino un verdadero abismo. El que separa a j¨®venes reci¨¦n graduados que se enfrentan a un entorno laboral que cambia a una velocidad vertiginosa de empresas que no encuentran perfiles formados en habilidades cada vez m¨¢s espec¨ªficas y complejas: big data, nanotecnolog¨ªa, ciberseguridad... En un intento por acortar distancias entre ambos lados del precipicio, varias universidades y escuelas de negocios ensayan una nueva f¨®rmula: la de dise?ar m¨¢steres hechos a la medida de las necesidades de una empresa o de un sector concretos.
En el diccionario de retos de futuro de las universidades ¡ªinnovaci¨®n, digitalizaci¨®n, aprendizaje continuo...¡ª, una palabra ha irrumpido con fuerza en los ¨²ltimos a?os: la empleabilidad. Las cifras alientan ese empe?o de los centros por conseguir que el mayor n¨²mero de alumnos posible encuentre trabajo tras pasar por sus aulas. La tasa de paro entre los titulados universitarios espa?oles es del 8,67%, un porcentaje que, aunque menor que el de la poblaci¨®n general (15,28%), asciende casi al 15% si se analiza solo a los j¨®venes de entre 25 y 29 a?os, los reci¨¦n graduados. Los estudiantes se asoman al mercado laboral con incertidumbre. El 53% de los universitarios creen que no se encuentran preparados para trabajar cuando terminan la carrera, seg¨²n un estudio de la consultora educativa C¨ªrculo Formaci¨®n. ?El motivo? Su formaci¨®n, dicen, ha sido demasiado te¨®rica y necesitan una especializaci¨®n pr¨¢ctica.
Esa percepci¨®n, unida al redise?o del sistema universitario que introdujo el plan Bolonia, ha disparado la oferta y la demanda de m¨¢steres. En el curso 2016-2017, 184.745 alumnos se matricularon en estudios de posgrado en universidades p¨²blicas y privadas en Espa?a, un 8% m¨¢s que el a?o anterior, seg¨²n los datos del Ministerio de Educaci¨®n. La creaci¨®n de m¨¢steres ad hoc, para formar perfiles que empresas o sectores espec¨ªficos no encuentran, pretende atajar esta exigencia de especializaci¨®n con una propuesta que une dos mundos: el de la universidad, con sus estudiantes y su capacidad de investigaci¨®n; y el de las compa?¨ªas, con su visi¨®n del d¨ªa a d¨ªa y el conocimiento de sus necesidades. "La universidad es el socio natural de formaci¨®n de cualquier empresa. Y la necesidad es mutua", resume ?ngels Fit¨®, directora de los Estudios de Econom¨ªa y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). "Este tipo de programas son el futuro de la formaci¨®n especializada. Y estamos a a?os luz de lo que deber¨ªa ser ya", a?ade la experta, que pone como ejemplo los sistemas de formaci¨®n dual de Alemania y Francia.
El m¨¢ster en tecnolog¨ªa 5G que la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha lanzado este curso en colaboraci¨®n con Ericsson es un ejemplo de esta tendencia, todav¨ªa minoritaria en el ¨¢mbito universitario, pero en crecimiento. No se trata de que una empresa simplemente patrocine un m¨¢ster, sino de que defina unas necesidades de formaci¨®n y participe en el dise?o del programa. En el caso de la UC3M, la idea parti¨® del centro p¨²blico, que quer¨ªa lanzar un programa especializado en esta tecnolog¨ªa. "Si lo hubi¨¦ramos dise?ado solos en la universidad, es posible que nos hubi¨¦ramos equivocado", asegura Marcelo Bagnulo, director del programa.
Su iniciativa encontr¨® encaje en Ericsson, incapaz de encontrar suficientes perfiles especializados en esta tecnolog¨ªa, que todav¨ªa no est¨¢ disponible pero que se prev¨¦ masiva en los pr¨®ximos a?os. El programa est¨¢ pensado tanto para trabajadores de la propia empresa como para alumnos ajenos a la compa?¨ªa. "Para nosotros es fundamental que nuestros empleados se desarrollen en estas nuevas ¨¢reas, pero pensamos que pod¨ªamos tambi¨¦n definir planes de formaci¨®n con las universidades para que los estudiantes salieran con las competencias que demandamos las empresas. No es f¨¢cil encontrar los perfiles que buscamos", explica Luisa Mu?oz, responsable del centro de i+D de Ericsson en Espa?a.
La b¨²squeda activa de puntos de conexi¨®n entre universidad y empresa no es ni mucho menos nueva, aunque ahora se intensifica. Cada vez es m¨¢s frecuente, por ejemplo, que los centros realicen prospecciones a la hora de dise?ar sus programas formativos para asegurarse de que est¨¢n en sinton¨ªa con lo que pide el mercado laboral. "Antes, la tendencia en el ¨¢mbito universitario era la del dise?o de programas donde primaba aquello que la universidad era capaz de dar, en lugar de lo que el mercado ped¨ªa. Eso poco a poco est¨¢ cambiando", indica ?ngels Fit¨®, de la UOC.
Para incorporarse y para reciclarse
Aunque estos m¨¢steres al alim¨®n est¨¢n en principio pensados para j¨®venes reci¨¦n graduados que necesitan especializarse para as¨ª poder dar sus primeros pasos en el mundo laboral, tambi¨¦n es posible encontrar entre sus alumnos a profesionales con varios a?os de experiencia. Es el caso de la c¨¢tedra Industria Conectada, creada hace dos a?os por la Universidad Pontificia Comillas como espacio de encuentro para que empresas industriales y tecnol¨®gicas compartieran experiencias y necesidades en torno a la industria 4.0.
La universidad ha utilizado esa informaci¨®n para definir los perfiles que precisan las empresas y ha puesto en marcha dos itinerarios formativos: un m¨¢ster, orientado a ingenieros reci¨¦n graduados, y un programa especializador, pensado para actualizar a profesionales ya en activo. Ambos se han dise?ado en colaboraci¨®n con las 10 empresas que participan en la c¨¢tedra (entre ellas, Endesa, IBM e Indra). "Los dos programas se retroalimentan del vector de compartir informaci¨®n dentro de la c¨¢tedra", explica Bernardo Villaz¨¢n, su codirector. "En ese proceso conseguimos conocer cu¨¢l es el estado de las empresas e ir actualizando los programas".
Al mismo tiempo que cambia el m¨¦todo para dise?ar m¨¢steres y grados, las f¨®rmulas de colaboraci¨®n entre lo acad¨¦mico y lo empresarial se multiplican en otras ¨¢reas: pr¨¢cticas en empresas, patrocinios, c¨¢tedras de investigaci¨®n, profesores que provienen del mundo empresarial... "Hace unos a?os, no era habitual la colaboraci¨®n para que los estudiantes pudieran realizar pr¨¢cticas en empresas", explica Alberto Gonz¨¢lez, socio-director de C¨ªrculo Formaci¨®n. "Hoy s¨ª y estos m¨¢steres son un paso m¨¢s all¨¢ en esa evoluci¨®n, que consiste en que quienes tienen la informaci¨®n sobre lo que necesitan (empresas y administraciones p¨²blicas) lleguen a acuerdos con las universidades para formar nuevos talentos. Es una evoluci¨®n natural que va a ir a m¨¢s". Fit¨® a?ade un factor m¨¢s: "Es una tendencia al alza porque, en un contexto en el que la oferta de m¨¢ster se ha incrementado de forma exponencial y la competencia es cada vez mayor, el grado de ocupabilidad de las titulaciones ser¨¢ lo que determine su supervivencia".
Lo digital es el terreno id¨®neo para estos m¨¢steres a medida. La urgencia de las empresas por poner en marcha sus procesos de transformaci¨®n digital encalla con la dificultad de encontrar perfiles capaces de ejecutar y liderar esta revoluci¨®n. Ese es el motivo que ha llevado a Accenture a colaborar con varios centros educativos: con la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM) tienen en marcha un m¨¢ster de transformaci¨®n de negocio, mientras que con la escuela de negocios ISDI acaban de lanzar un MBA digital orientado a reci¨¦n titulados. "Accenture tiene un problema en la contrataci¨®n porque no encuentra talento joven que incorporar en el ¨¢rea digital", ejemplifica Cristina Chac¨®n, directora de desarrollo de negocio B2C de ISDI. "Y los j¨®venes tienen otro problema: hay muchos puestos en digital para los que no est¨¢n formados y que ni siquiera saben que existen. La idea es desarrollar un programa para que los estudiantes puedan desarrollar todas esas habilidades pr¨¢cticas que no adquieren en la carrera".
Pero las necesidades cambiantes de las empresas y el ritmo acelerado con el que surgen las nuevas tecnolog¨ªas que van a marcar el mercado laboral en los pr¨®ximos a?os no entienden de burocracia, ni tampoco de los plazos y los tr¨¢mites que exige poner en marcha un nuevo grado o un nuevo m¨¢ster. Por eso, estos programas a medida se mueven, al menos de momento, en el terreno de los t¨ªtulos propios y no en el de los oficiales. "Falta que se normalice el proceso. Esa dicotom¨ªa entre titulaciones oficiales y propias genera mucha confusi¨®n", critica ?ngels Fit¨®, de la UOC. "La oferta acad¨¦mica est¨¢ hiperregulada y la carrera profesional y la acad¨¦mica siguen caminos paralelos que tienen pocas oportunidades de encontrarse. El marco normativo debe flexibilizarse".
?Hay alg¨²n riesgo para la universidad o para sus alumnos en el hecho de ir tan de la mano con lo que necesita una empresa concreta? El mercado se mueve r¨¢pido, para lo bueno y para lo malo. Para demandar lo que no encuentra y para desechar lo que ya no le vale. Y si hoy necesita profesionales formados en big data, por ejemplo, ?ma?ana esos perfiles se quedar¨¢n obsoletos cuando haya surgido la pr¨®xima tecnolog¨ªa revolucionaria?
Los responsables de estos m¨¢steres a medida defienden que est¨¢n dise?ados con una visi¨®n amplia. En la UC3M, por ejemplo, ofrecen otro programa en colaboraci¨®n con Airbus para formar profesionales especializados en airframe, una tecnolog¨ªa muy concreta que la empresa utiliza en sus procesos de dise?o de aviones. "Es un m¨¢ster muy espec¨ªfico para conseguir profesionales que trabajen directamente con lo que quiere Airbus", asegura su director, Pablo Fajardo. "Pero se trata de un sector en el que hay una gran compa?¨ªa, Airbus, y un mont¨®n de empresas sat¨¦lite que trabajan en los mismos proyectos que Airbus. Les preparamos muy bien tambi¨¦n para trabajar en otras firmas del sector".
"El riesgo existe", admite Alberto Gonz¨¢lez, de C¨ªrculo Formaci¨®n. "Pero las propias empresas son las menos interesadas en formar talento que vaya a quedar obsoleto". Albert Corominas, catedr¨¢tico em¨¦rito de la Universitat Polit¨¨cnica de Catalunya (UPC), advierte de que la universidad no puede perder su autonom¨ªa ni renunciar a su responsabilidad en este proceso. El experto cree que este tipo de iniciativas ad hoc deber¨ªan reservarse para otro tipo de formaci¨®n de menor envergadura, como los cursos de especializaci¨®n. "La universidad no puede cubrir el espectro infinito de necesidades de las empresas, ni tampoco debe hacerlo. Su labor es formar a las personas en un sentido amplio para que sean capaces de ejercer una profesi¨®n a lo largo de su vida, con fundamentos para que puedan adaptarse a los cambios que vayan surgiendo".
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