El Eurogrupo logra pactar solo un acuerdo de m¨ªnimos para la reforma del euro
Los ministros de Finanzas de la UE atan un mecanismo contra quiebras bancarias, retocan el fondo de rescate y acuerdan seguir trabajando en el presupuesto
A punto estuvieron los ministros de Finanzas de la zona euro de volver a sus capitales con los bolsillos vac¨ªos. Pero tras varios recesos, reuniones bilaterales y borradores lograron salvar los muebles y cerrar un pacto de m¨ªnimos para equipar a la zona euro de cara a futuras crisis. Tras 18 horas, lograron atar un respaldo fiscal para las quiebras bancarias y una reforma del fondo de rescate (Mede). A partir de ah¨ª, consiguieron ponerse de acuerdo sobre un desacuerdo: trabajar¨¢n en un presupuesto de la zona euro, pero sin la perspectiva de que este act¨²e como estabilizador de las econom¨ªas ante recesiones.
El Eurogrupo ¡ªampliado a los Veintisiete¡ª pas¨® ayer la noche en vela enzarzado en varias batallas que amenazaron con dejar sin contenido la Cumbre del Euro de jefes de Estado y Gobierno de la semana que viene en Bruselas. Pas¨® todo lo que el jefe del Eurogrupo, M¨¢rio Centeno, hab¨ªa tratado de evitar desde septiembre. El ministro portugu¨¦s decidi¨® dividir todos los asuntos que deb¨ªan quedar cerrados en diciembre en varios paquetes para que las disputas sobre una carpeta no contaminaran a otra.
Sobre el papel, el lunes deb¨ªan tener todo el trabajo ya hecho para ir cerrando carpetas. Sin embargo, el viernes apenas estaba claro que solo hab¨ªa madurado el proyecto del respaldo fiscal para afrontar resoluciones bancarias como ¨²ltimo recurso, que se arrastraba desde 2013. Para el resto de los asuntos ¡ªla reforma del Mede, el fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos o el Presupuesto de la zona euro¡ª no hab¨ªa suficiente consenso.
El lunes por la tarde, fuentes diplom¨¢ticas consideraban que los pa¨ªses ser¨ªan capaces de cerrar los cap¨ªtulos referentes a la supervisi¨®n y resoluci¨®n bancaria y dejar para junio los m¨¢s espinosos: el fondo de garant¨ªas, el Presupuesto anticrisis y la idea de un seguro de desempleo comunitario.
Alrededor de las diez de la noche, sin embargo, los pa¨ªses tuvieron que hacer un receso. En ese momento se incorpor¨® el ministro franc¨¦s Bruno Le Maire, ausente desde media tarde para acudir a una reuni¨®n urgente en Par¨ªs. A partir de medianoche, de la reuni¨®n llegaban noticias de que los ministros ni siquiera ser¨ªan capaces de avanzar en las reformas que se antojaban m¨¢s plausibles.
Empez¨® el ministro italiano Giovanni Tria quien, seg¨²n fuentes comunitarias, protest¨® cuando se pusieron sobre la mesa varias medidas que formaban parte de la reforma del Mede. La m¨¢s pol¨¦mica la constituyen las cl¨¢usulas de acci¨®n colectiva (CAC), que consisten en que una mayor¨ªa de acreedores pueden imponer al resto reestructuraciones de deuda. Este mecanismo semiautom¨¢tico, que se introducir¨¢ en 2022, provoca el rechazo de los italianos, que temen que espante a los inversores en deuda de su pa¨ªs.
El meollo de la discusi¨®n lleg¨®, no obstante, cuando se abord¨® el Presupuesto de la zona euro. Ah¨ª aflor¨® de nuevo la l¨ªnea norte-sur. Los ministros ten¨ªan en sus manos dos documentos: el de la Comisi¨®n Europea y el elaborado por Francia y Alemania. El ¨²ltimo, centrado en las inversiones y anclado en el Presupuesto de la UE, persegu¨ªa tres objetivos: la convergencia y la competitividad, pero tambi¨¦n la estabilizaci¨®n de los pa¨ªses de la moneda ¨²nica en tiempos de crisis.
Discrepancias p¨²blicas
El ministro holand¨¦s, Wopke Hoekstra, enseguida rechaz¨® cualquier mecanismo que contuviera la palabra ¡°estabilizaci¨®n¡±. Esa misma l¨ªnea roja, pero en sentido contrario, era la que se hab¨ªa marcado Le Maire: ese vocablo deb¨ªa aparecer. Y el debate qued¨® anclado ah¨ª casi toda la madrugada.
Ambos ministros ya hab¨ªan aireado sus discrepancias p¨²blicamente en las ¨²ltimas semanas. Le Maire afe¨® a Holanda que lidere un ¡°club de pa¨ªses¡± estrictos con la disciplina fiscal que, en su opini¨®n, no dejan avanzar al proyecto europeo. Hoekstra, por su parte, afirm¨® que el proyecto francoalem¨¢n hab¨ªa pasado de ser un ¡°elefante¡± a un ¡°rat¨®n enjaulado¡±.
Tras varios amagos del franc¨¦s de dejar la reuni¨®n, hubo un momento en el que, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, incluso se baraj¨® poner fin al Eurogrupo y convocar otro para la semana que viene. Ninguno de los dos se mov¨ªa. Hasta que, a las 7.30, se lleg¨® a un redactado asumible por ambos. Se ataron las reformas sobre la Uni¨®n Bancaria y se descafein¨® el proyecto de la zona euro en la declaraci¨®n final. La palabra en cuesti¨®n aparec¨ªa, pero en el p¨¢rrafo sobre el desacuerdo.
En el documento, los pa¨ªses se encomiendan la tarea de trabajar en ¡°el dise?o, la implementaci¨®n y el calendario¡± de un instrumento para ¡°la convergencia y la competitividad¡± de sus pa¨ªses. Y a continuaci¨®n detalla que en la reuni¨®n se abord¨® la funci¨®n de ¡°estabilizaci¨®n¡± de ese instrumento e incluso el seguro de desempleo, pero sin llegar a una ¡°opini¨®n com¨²n al respecto¡±. ¡°Las discusiones t¨¦cnicas contin¨²an¡±, a?ade.
Centeno, quien admiti¨® que hab¨ªa sido una ¡°negociaci¨®n dura¡± e ¡°intensa¡±, no se apart¨® de la literalidad del comunicado. En cambio, Le Maire y Hoekstra salieron con dos interpretaciones distintas del redactado. ¡°La idea, en la que tenemos que trabajar algo m¨¢s, de estabilizaci¨®n ha sido recogida en la declaraci¨®n¡±, afirm¨® el franc¨¦s. Hoekstra quit¨® hierro a la discusi¨®n con Le Maire, pero record¨® que ¡°el texto final habla por s¨ª solo, y que hay un grupo de pa¨ªses que no est¨¢ de acuerdo con la funci¨®n de estabilizaci¨®n¡±.
Para el fondo de garant¨ªas de dep¨®sitos, los socios del euro dieron la misma respuesta que en junio: ¡°Vuelva usted ma?ana¡±. Es decir, dentro de seis meses.
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