?Necesitas mejorar tu ingl¨¦s en poco tiempo? Vete fuera este verano (aunque tengas m¨¢s de 40 a?os)
Las academias ofrecen cada vez m¨¢s cursos en el extranjero espec¨ªficos para los alumnos de 40, 50 y 60. La opci¨®n m¨¢s eficaz es hacer una inmersi¨®n aloj¨¢ndose en la casa de un profesor
Marisa Sardina ha explorado destinos tan ex¨®ticos como la Riviera Maya y ?frica en viajes de ensue?o, pero las mejores vacaciones de su vida las pas¨® en Inglaterra, alojada en la casa de una familia de la zona y yendo a clases de ingl¨¦s por las ma?anas. Vida de estudiante. Como la que llevan los cientos de chicos y chicas que cada verano hacen las maletas para pasar una temporada fuera y perfeccionar el idioma¡ pero en el caso de Marisa, con 54 a?os. Los cursos de ingl¨¦s en el extranjero, tradicionalmente reservados para los m¨¢s j¨®venes, comienzan a calar tambi¨¦n entre los mayores de 40 y 50 a?os. Con la diferencia de que ellos tienen menos tiempo y buscan resultados m¨¢s r¨¢pidos.
Aprender un idioma es algo que se asocia a edades m¨¢s tempranas, pero es perfectamente posible retomar el ingl¨¦s, o incluso empezar desde cero, pasada la cincuentena. Con la ventaja de que estos alumnos tienen m¨¢s motivaci¨®n y exprimen al m¨¢ximo los minutos en clase. ?Pero sirve de algo el esfuerzo extra de irse fuera? Al precio de los cursos en el extranjero se le unen las responsabilidades familiares y la falta de tiempo para hacer encajar al menos una o dos semanas dedicadas por completo a estudiar en otro pa¨ªs, algo que suena casi como un lujo. ¡°Un idioma no es solo la lengua, es todo lo que le rodea¡±, argumenta Maite Joven, del departamento de estancias ling¨¹¨ªsticas de CIC Escola d'Idiomes. Adem¨¢s de como inmersi¨®n cultural, las estancias en el extranjero sirven sobre todo para reforzar el speaking (hablar) y el listening (escuchar), las dos habilidades que m¨¢s suelen costar.
La oferta de las escuelas en el extranjero, hasta hace poco enfocada casi por completo a los alumnos m¨¢s j¨®venes, comienza a abrirse al perfil senior. Son cursos orientados espec¨ªficamente a los alumnos de m¨¢s edad y con un enfoque totalmente comunicativo. ¡°Si tu objetivo es mejorar la gram¨¢tica, mejor qu¨¦date aqu¨ª¡±, recomienda Joven. ¡°Pero si te vas fuera, ten en cuenta que las clases van a ser distintas. No es lo mismo ense?ar ingl¨¦s a gente del mismo nivel y con necesidades parecidas, que juntar a un chino, un espa?ol, un croata¡ El temario va a tener que ser m¨¢s general, pero sobre todo muy comunicativo¡±.
Se trata de soltarse a hablar desde el primer minuto en que se pone un pie en el destino elegido. Ese tirarse de lleno a la piscina del speaking sin pens¨¢rselo dos veces encaja perfectamente con las dos grandes necesidades de los mayores de 40: no tienen apenas tiempo para dedicarle al estudio y la principal raz¨®n que les empuja a probar la vida del estudiante en el extranjero es mejorar en su trabajo.
Para un profesional que necesita perfeccionar mucho en poco tiempo, los expertos recomiendan los llamados cursos de inmersi¨®n en casa del profesor. Se trata de estancias cortas en las que el alumno se aloja con la familia de alg¨²n docente, normalmente jubilado. No se va a una academia, sino que es el profesor quien da por las ma?anas varias horas de clases particulares, entre 15 y 30 a la semana. ¡°El docente cualificado se adapta a las necesidades de cada estudiante, por lo que es un aprendizaje personalizado y con los mejores resultados¡±, asegura Marta Galea, secretaria general de Aseproce, la asociaci¨®n que representa a los promotores de cursos de idiomas en el extranjero. Esta opci¨®n es ¨²til tambi¨¦n para quien lleva un tiempo sin tocar los libros y le da reparo retomar el ingl¨¦s delante de una clase llena de desconocidos.
A la moda de los cursos en casa del profesor se apunt¨® el a?o pasado Esteban Camps, de 47 a?os. Director de marketing, se hab¨ªa quedado en paro y, tras la recomendaci¨®n de una amiga, decidi¨® que era el momento de lanzarse. Pas¨® dos semanas en Ipswich, en el este de Inglaterra, en la casa de dos profesores jubilados. ?l le daba cuatro horas de clase por las ma?anas y por las tardes recorr¨ªan juntos los pueblos de la zona. Ahora trabaja en una empresa en la que el ingl¨¦s es fundamental. ¡°Como todo, depende de c¨®mo te lo tomes y con qu¨¦ actitud vayas¡±, se?ala. ¡°Pero repetir no puedo porque desaparecer dos semanas con tres hijas es dif¨ªcil¡±.
Esteban ya hab¨ªa hecho un curso de este tipo en Inglaterra cuando ten¨ªa veintitantos. Para Joan, abogado de 53 a?os, su ilusi¨®n de siempre hab¨ªa sido vivir un a?o entero en el extranjero. Pero la vida se entromete a veces en los sue?os y ha terminado conform¨¢ndose con dos semanas en Londres. Este va a ser el cuarto a?o que se traslada a la capital brit¨¢nica para afinar el idioma.
¡°Morir¨¦ estudiando ingl¨¦s. Es un 50% de mi trabajo y aunque ahora ya no sufro, siempre hay las t¨ªpicas situaciones en las que no te sientes c¨®modo¡±, cuenta. Va a clases particulares uno o dos d¨ªas a la semana, pero la mayor¨ªa se las tiene que saltar por el trabajo, por lo que en octubre suele hacer un par¨®n. ¡°No es vivir en Inglaterra, pero s¨ª es vivir el ingl¨¦s. No quiero volver a los phrasal verbs y a la gram¨¢tica, sino practicar el listening, conocer gente y mejorar. Todo suma. Y el irme fuera me permite tambi¨¦n coger distancia y plantear estrategias a nivel profesional¡±, asegura.
Frente a este perfil t¨ªpico, de profesionales con una motivaci¨®n laboral que hacen un par¨®n en tiempo de trabajo para mejorar su ingl¨¦s, empiezan a surgir otro tipo de interesados. ¡°Cuando un adulto nos pide un curso de este estilo, ya no lo hace solo para mejorar a nivel laboral, sino que tambi¨¦n es un tema de inter¨¦s personal. La gente est¨¢ utilizando cada vez m¨¢s su tiempo personal y de vacaciones para hacerlo¡±, explica Maite Joven, de CIC.
Cuanto m¨¢s cerca, m¨¢s barato
Los mayores de 40 o 50 que se aventuran varias semanas fuera para afinar su ingl¨¦s suelen quedarse cerca de casa. Reino Unido e Irlanda son los destinos m¨¢s habituales. Cruzar el charco para estudiar en Estados Unidos o Canad¨¢ solo compensa si la estancia va a ser m¨¢s larga de lo habitual, pues los billetes de avi¨®n encarecen la experiencia.
El destino es uno de los factores que influyen en el precio, que depende tambi¨¦n de la ¨¦poca del a?o en la que se quiera hacer el curso, la duraci¨®n y el tipo de alojamiento: residencias y apartamentos son m¨¢s caros y las familias, m¨¢s baratas.
Adem¨¢s, cuantos menos alumnos haya en clase, m¨¢s habr¨¢ que pagar. Por eso, las estancias en casa de un profesor, totalmente individualizadas, son las m¨¢s caras: una semana con 15 horas de clase puede rondar los 1.000 euros. Para los cursos generales, los precios pueden estar entre los 400 y 800 euros, tambi¨¦n por semana y con 15 horas de clase.
Es el caso de Marisa Sardina. Ella y su marido son reincidentes: han viajado dos veranos a Cheltenham, otro a Torquay y este se van a Chester, los cuatro destinos en Inglaterra. ¡°Est¨¢bamos acostumbrados a irnos de playa y en viajes tranquilos, pero quer¨ªamos conocer gente, aprender cosas y viajar¡±, cuenta.
Antes de empezar, Marisa ten¨ªa un nivel B2. Ahora ha conseguido sacarse el First de Cambridge y se quiere preparar para el Advanced. A su pareja le basta con el placer de viajar, pero ella adem¨¢s necesita el idioma para su trabajo. Es periodista y coordina una revista sobre maquinaria, por lo que tiene que asistir a ruedas de prensa en las que el vocabulario a veces es muy t¨¦cnico. ¡°Durante el resto del a?o voy a una academia y no noto el avance que s¨ª tengo en esos 15 d¨ªas que estoy fuera¡±.
El ¨²nico problema que esta pareja tiene a la hora de planificar su pr¨®ximo viaje es que la oferta para mayores de 40 no es tan amplia como les gustar¨ªa. Y empiezan a tener que hacer malabares para no repetir destino. Brian Allen, profesor y responsable de Ingl¨¦s Ya, una agencia especializada en cursos en el extranjero para este grupo de edad, cuenta que le ha tocado convencer a las escuelas con las que trabaja para que ofrezcan cursos en julio para este tipo de alumnos. ¡°Mucha gente de esta edad trabaja y solo tiene libre ese mes. Les recomiendo ir a Irlanda y sobre todo a Inglaterra, hay m¨¢s opciones y son los que m¨¢s experiencia tienen¡±.
Adem¨¢s de las estancias en casa del profesor, cada vez hay m¨¢s oferta de cursos tanto generales como enfocados a objetivos concretos (por ejemplo preparar un certificado oficial) en los que los adultos no se mezclan con los j¨®venes. La idea de separar por edades es crear grupos con intereses y afinidades compartidas y, al mismo tiempo, poder incluir en los paquetes una oferta de ocio (excursiones por las tardes, visitas guiadas¡) para que la experiencia estudiantil se transforme en unas vacaciones en toda regla. ¡°A partir de los 60 y 70 a?os ese es el perfil que predomina: gente que quiere irse por un motivo solo de ocio o cultural¡±, explica Elena Tejedor, directora de programas de la academia y agencia Aula Ingl¨¦s.
M¨ªnimo dos semanas
Para este grupo de edad, lo habitual es irse fuera dos semanas, aunque lo recomendable son tres. Menos de 15 d¨ªas no merece la pena, excepto si son cursos de inmersi¨®n como los que se hacen en la casa de un profesor. ?Pero qu¨¦ pasa durante ese tiempo con la familia? Otra de las f¨®rmulas que se han inventado las academias es ofrecer cursos conjuntos de forma que padres e hijos puedan estudiar en la misma escuela. ¡°Est¨¢ creciendo porque el poco tiempo que tienen los padres para pasar con sus hijos es precisamente el de vacaciones, aunque no es la opci¨®n m¨¢s econ¨®mica¡±, cuenta Maite Joven, de CIC, que acaba de cerrar un viaje para tres generaciones: una madre, su hijo y la abuela ¡ªque cumple 70 y es su regalo de cumplea?os¡ª se van este verano a Irlanda a estudiar ingl¨¦s.
No hace falta un nivel m¨ªnimo de ingl¨¦s, pero si se quiere aprovechar la experiencia los expertos recomiendan ir al menos con una base desde Espa?a. ¡°En los cursos de m¨¢s de 40 se suelen estudiar unas tres o cuatro horas diarias, es decir, entre 15 y 20 a la semana¡±, explica Tejedor. ¡°Pero si tienes un nivel muy bajo, no recomiendo la inmersi¨®n en casa del profesor porque no vas a poder estar todo el d¨ªa sin hablar espa?ol¡±.
El alojamiento es la otra gran clave. Y el mayor quebradero de cabeza. ¡°Muchas veces me paso casi m¨¢s tiempo hablando del alojamiento que del curso. Es comprensible, al final son sus vacaciones¡±, dice Brian Allen, de Ingl¨¦s Ya. ¡°Es fundamental decidirlo de manera correcta para que el programa sea un ¨¦xito. Tiene que proporcionar confort y, adem¨¢s, servir para el aprendizaje¡±, aporta Tejedor.
Los alumnos mayores de 40 tienen tres alternativas: apartamentos, residencias y familias que acogen a estudiantes. La primera es la m¨¢s habitual, por la privacidad que aporta, pero los expertos recomiendan recurrir a las familias. A pesar de la leyenda negra que arrastra esta opci¨®n, que adem¨¢s se suele asociar solo a los j¨®venes, es en realidad la mejor forma de empaparse por completo de la lengua y la cultura. Una ayuda valiosa cuando escasea el tiempo. ¡°Aunque te d¨¦ un poco de apuro estar con una familia, estas experiencias son precisamente para sacarte de tu zona de confort¡±, se?ala Tejedor.
?C¨®mo elegir entonces el curso m¨¢s adecuado? En Aseproce dan tres pautas: asegurarse de que el destino elegido te guste y te motive; decidir si prefieres un lugar peque?o o grande, campo o ciudad; y verificar que el programa formativo se ajuste a lo que necesitas. Y una vez all¨ª, ?c¨®mo exprimir el poco tiempo al m¨¢ximo? Hay que rodearse de gente en todo momento, participar en todas las actividades y estar con la familia con la que te alojes o con tantos nativos como sea posible. ¡°Lo que haces en clase cuenta tanto como lo que haces fuera¡±, resume Maite Joven, de CIC. ¡°Si solo vas a hacer un curso de ingl¨¦s, eso ya lo puedes hacer en Espa?a¡±.
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