El Eurogrupo cierra un pacto para el presupuesto del euro pero encalla en su financiaci¨®n
Espa?a consigue que se financien las inversiones y evitar las duras condiciones que exig¨ªa Holanda para acceder a los fondos
La reforma del euro avanza a peque?os pasos. La cabeza del pelot¨®n de los Diecinueve contin¨²a vi¨¦ndose obligada a detenerse a media subida para esperar al grupo de pa¨ªses que sigue su estela arrastrando los pies. Esa din¨¢mica qued¨® plasmada en el pacto que los socios de la moneda ¨²nica alcanzaron durante la madrugada del viernes sobre un primer dise?o del presupuesto del euro para reformas e inversiones. Las profundas divisiones entre los socios impidieron que se cerraran asuntos clave, como su financiaci¨®n o su cuant¨ªa. Espa?a, combativa en toda la reuni¨®n, logr¨® evitar que se impusieran duras condiciones para acceder a esos fondos.
Tras 15 horas de reuniones bilaterales, plenarias, recesos y llamadas telef¨®nicas, a las 4.30 de la madrugada los Diecinueve dieron por cerrados los acuerdos sobre la reforma que deber¨¢n aprobar los jefes de Estado y de gobierno la semana que viene en Bruselas. Los socios de la moneda ¨²nica dieron otra patada hacia adelante al dise?o de un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos comunitario, que vuelve a quedar en respiraci¨®n asistida. El comisario de Asuntos Econ¨®micos, Pierre Moscovici, mostr¨® su ¡°decepci¨®n¡± por no haber avanzado en ese tercer pilar fundamental para la Uni¨®n Bancaria.
Pero los ministros ya iban a la reuni¨®n de Luxemburgo sin aspiraciones de dar contenido a ese mecanismo del que Berl¨ªn redcela. Tras atar la reforma del fondo de rescate (MEDE), el plato fuerte era el presupuesto del euro. Impulsado por el eje francoalem¨¢n, ese instrumento deb¨ªa sevir para armar a Europa de una pol¨ªtica fiscal para combatir las crisis. Pero desde que esa propuesta lleg¨® al Eurogrupo, cont¨® con la fiera oposici¨®n de los halcones del norte, encabezados por Holanda.
Este grupo de pa¨ªses no podr¨¢ evitar que el presupuesto siga adelante, lo cual llev¨® a Moscovici a pedir que no se desprecie la ¡°importancia simb¨®lica¡± del acuerdo. Sin embargo, por ahora contin¨²an frenando que pueda servir para estabilizar econom¨ªas en crisis. ¡°La Comisi¨®n todav¨ªa piensa que necesitamos un mecanismo de estabilizaci¨®n para paliar shocks y promover una convergencia real¡±, advirti¨® Moscovici.
Cuando compareci¨® tras la reuni¨®n, al jefe del Eurogrupo, M¨¢rio Centeno, apenas le quedaba un tercio de agua en su vaso. Y aun as¨ª, lo ve¨ªa medio lleno. ¡°Hemos dado un n¨²mero de peque?os pasos que combinados dan como resultado un progreso real¡±, sostuvo. Con m¨¢s agua ve¨ªa el vaso Bruno Le Maire, ministro de Finanzas franc¨¦s, quien se refiri¨® al pacto como ¡°minirevoluci¨®n¡±. Y estaba casi a rebosar para el alem¨¢n Olaf Scholz, quien habl¨® de ¡°un gran salto¡±.
M¨¢s sosegada estuvo la ministra de Econom¨ªa espa?ola, Nadia Calvi?o, quien, seg¨²n fuentes comunitarias, fue una de las principales defensoras de un instrumento para favorecer la convergencia y combatir las crisis. Calvi?o no dio los trabajos por terminados y se?al¨® que el texto acordado deja ¡°abiertas¡± todas las posibilidades, tambi¨¦n para que ese instrumento ¡°pueda tener el mayor car¨¢cter estabilizador posible¡±: ¡°Estoy convencida de que un d¨ªa habr¨¢ un presupuesto para la zona euro¡±.
El documento aprobado fija como primer punto y ¡°objetivo clave¡± incrementar el ¡°grado de convergencia y competitividad¡± dentro de la zona euro mediante reformas estructurales e inversiones. Y ya en ese punto, Espa?a ¡ªjunto a Francia e Italia¡ª tuvo que batallar, puesto que los halcones pretend¨ªan limitarlo solo a la ejecuci¨®n de reformas estructurales. Durante la reuni¨®n, se?alaron fuentes diplom¨¢ticas, el ministro holand¨¦s, Wopke Hoekstra, y Calvi?o chocaron en no pocas ocasiones. ¡°Hemos conseguido que el instrumento no se dirija a una orientaci¨®n que fuera contraria a los intereses que hemos venido defendiendo¡±, dijo la ministra.
Los puntos controvertidos
Los t¨¦rminos acordados tambi¨¦n fijan que las reformas y las inversiones obedecer¨¢n a las l¨ªneas fijadas por los pa¨ªses miembros, que se ir¨¢n revisando anualmente. En funci¨®n de los costes estimados, los socios recibir¨¢n contribuciones financieras directas desde ese fondo. Y peri¨®dicamente, se evaluar¨¢n los proyectos y, en caso de que estos evolucionen de forma ¡°no satisfactoria¡±, los pagos ser¨¢n ¡°suspendidos¡±.
Otras dos cuestiones clave para Espa?a, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, se discutieron con especial intensidad. Durante los ¨²ltimos seis meses, los halcones insistieron en supeditar la recepci¨®n de los fondos a condiciones macroecon¨®micas o presupuestarias similares a las que se imponen con los rescates. Sin embargo, no lo lograron, de modo que se exigir¨¢n las mismas condiciones que para acceder a fondos de cualquier programa comunitario.
En el otro aspecto controvertido, Holanda s¨ª pudo anotarse un tanto. Espa?a defend¨ªa que el presupuesto deb¨ªa contener elementos antic¨ªclicos. Y en versiones anteriores del acuerdo, se hab¨ªa incluido una f¨®rmula que aportaba una cierta funci¨®n de estabilizaci¨®n durante ¨¦pocas de vacas flacas. Puesto que los proyectos elegidos deber¨¢n contar con financiaci¨®n estatal, se fijaba que en caso de crisis el pa¨ªs pod¨ªa dejar de realizar la aportaci¨®n y seguir recibiendo recursos comunitarios. Holanda se neg¨® a esa redacci¨®n. Aun as¨ª, esta qued¨® abierta y finalmente establece que la ¡°tasa de cofinanciaci¨®n nacional podr¨¢ variar¡± de acuerdo a criterios ¡°transparentes¡± y ¡°com¨²nmente acordados¡±.
Sin embargo, los ministros encallaron en varios asuntos clave: la financiaci¨®n, la gobernanza y la cuant¨ªa. Fuentes comunitarias aseguraron la dotaci¨®n del fondo puede pactarse en la discusi¨®n del Marco Financiero Pluarianual. Aun as¨ª, hablan de una cifra modesta: 17.000 millones de euros en siete a?os. ¡°El nuevo presupuesto puede empezar siendo peque?o, pero hay que darle potencia para hacerlo crecer¡±, sostuvo Le Maire. Francia y Espa?a tienen otra propuesta para ello, el seguro de desempleo comunitario, aunque para llegar a ese puerto la cuesta es m¨¢s empinada y el pelot¨®n est¨¢ m¨¢s desperdigado.
Tampoco hubo consenso en c¨®mo se financiar¨¢ el presupuesto. Los ministros decidieron pasar la pelota a los jefes de Estado y de gobierno, quienes se reunir¨¢n la semana que viene. Calvi?o dud¨® que ah¨ª lleguen a un acuerdo. En plenas negociaciones para renovar los jefes de las instituciones, se antoja complicado que esa carpeta vaya a copar los pocos d¨ªas que quedan hasta el Consejo.
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