Espa?a reclama a la UE un esquema para mitigar futuras crisis del euro

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Europa necesita traducir ya en cifras el giro que sus l¨ªderes le quieren imprimir. Con el ¨¦nfasis puesto en la aceleraci¨®n de plazos, Espa?a ha presentado a la Comisi¨®n Europea las l¨ªneas maestras que defiende para el pr¨®ximo marco presupuestario de la UE, que entrar¨¢ en vigor en 2021. Pese a la resistencia de socios clave como Alemania, el Gobierno de Pedro S¨¢nchez reclama un instrumento de financiaci¨®n para pa¨ªses del euro que prevenga futuras crisis (o, en su caso, amortig¨¹e las primeras consecuencias). En la versi¨®n espa?ola, este mecanismo no estar¨ªa sujeto a ning¨²n tipo de condicionalidad.

Insatisfecho con el nivel de ambici¨®n demostrado hasta ahora en la reforma del euro, S¨¢nchez aboga por dar un salto adelante, seg¨²n un documento de cuatro p¨¢ginas que el Ejecutivo ha enviado a Bruselas y al que ha tenido acceso EL PA?S. El texto reclama ¡°un instrumento presupuestario para el euro que suponga un verdadero valor a?adido con respecto a los ya existentes, con funciones de estabilizaci¨®n¡±. Es decir, un fondo anticrisis que no constituya una mera r¨¦plica del presupuesto europeo para los Estados que comparten moneda, sino que ofrezca un mecanismo al que los pa¨ªses recurran antes de experimentar problemas, precisamente para evitarlos. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE debatir¨¢n estos asuntos en la cumbre europea que arranca este jueves en Bruselas.

A pesar de que la idea no fragu¨® en la ¨²ltima reuni¨®n del Eurogrupo, en la que la ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, la defendi¨® con ah¨ªnco, el Gobierno cree que el pr¨®ximo marco presupuestario es una buena ocasi¨®n de reactivarla. El texto enviado a Bruselas argumenta que el instrumento ¡ªen principio concebido como ayudas a fondo perdido¡ª debe apoyar a los pa¨ªses que entren en una espiral econ¨®mica adversa. Y esboza una idea bastante rompedora para los halcones de la ortodoxia fiscal: evitar la llamada condicionalidad, que obliga a los pa¨ªses que reciben fondos para inversiones a exhibir credenciales de ortodoxia fiscal y a hacer reformas.

El motivo para rechazar esas exigencias previas ¡ªpor ejemplo, vincular el dinero a la aplicaci¨®n de reformas en el mercado de trabajo¡ª es que obstaculizan la llegada de ayuda en el momento clave. ¡°Resulta esencial que el instrumento est¨¦ disponible cuando m¨¢s se necesite¡±, argumenta el documento. En la tensa reuni¨®n de los ministros del euro celebrada la semana pasada ya qued¨® desterrado, en principio, este elemento de condicionalidad.

La propuesta, enviada el pasado lunes, viene acompa?ada de una carta dirigida al comisario de Presupuesto, G¨¹nther Oettinger, y firmada por los ministros de Exteriores, Josep Borrell, y de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero. La iniciativa de estabilizaci¨®n se completa con un seguro de desempleo com¨²n, al que Alemania se ha resistido tradicionalmente. Tambi¨¦n Holanda, que capitanea a un grupo de pa¨ªses (entre los que figuran los n¨®rdicos y los b¨¢lticos) opuestos de plano a esa posibilidad. El modelo que defiende Espa?a consiste en una bolsa de desempleo complementaria a los seguros nacionales que actuar¨ªa solo en caso de que un Estado atraviese una crisis, para evitar que la factura del desempleo pese demasiado sobre el gasto.

J¨®venes y g¨¦nero

Fuera de la reforma del euro, el documento del Gobierno incluye otros aspectos relevantes para el pr¨®ximo marco presupuestario. S¨¢nchez defiende ¡°impulsar decididamente la aplicaci¨®n del pilar europeo de derechos sociales¡±, con elementos como infancia, j¨®venes, g¨¦nero y desempleo. La familia socialdem¨®crata europea, con Espa?a como el representante de mayor peso, ha situado la agenda social como prioridad del ciclo europeo que surja de las elecciones del pasado 26 de mayo.

M¨¢s matizada resulta la postura respecto a la pol¨ªtica agraria com¨²n, la joya de la corona del presupuesto comunitario, con casi el 40% de los recursos actuales. El texto defiende que siga siendo ¡°un eje clave¡± del presupuesto de la UE, pero se abre a alguna p¨¦rdida de peso sobre el gasto total. Algo similar ocurre con la pol¨ªtica de cohesi¨®n, aunque el Ejecutivo no asume expl¨ªcitamente la rebaja en ninguna de estas dos se?as de identidad del proyecto comunitario.

En medio ambiente, un elemento tambi¨¦n muy ligado a la reforma de la pol¨ªtica agraria, S¨¢nchez s¨ª respalda claramente la propuesta de Bruselas de dedicar al menos uno de cada cuatro euros comunitarios a pol¨ªticas clim¨¢ticas.

Con el Reino Unido en retirada, que deja un agujero de unos 10.000 millones de euros anuales en las cuentas comunitarias, y los nuevos desaf¨ªos identificados, el Gobierno aboga por elevar la potencia del presupuesto al menos hasta el 1,114% del PIB, como propone el Ejecutivo comunitario. Hoy ronda el 1%.