El dinero digital sigue sin acu?ar confianza
Cuanta m¨¢s informaci¨®n tienen los consumidores, menos se f¨ªan de las criptomonedas
Es imposible saber si las criptomonedas son una moda o est¨¢n llamadas a hacer saltar por los aires el dinero tal y como lo conocemos hoy d¨ªa. Lo que s¨ª parece claro es que las monedas cibern¨¦ticas siguen arrastrando una desconfianza que dificulta su implantaci¨®n. As¨ª lo pone de relieve una encuesta de ING sobre nuevas tecnolog¨ªas. El informe se?ala que, aunque hay un firme segmento de consumidores que creen fervientemente en ellas, la mayor¨ªa del p¨²blico sigue sintiendo recelo. Y, quiz¨¢ m¨¢s alarmante, cuanto mejor informados est¨¢n los consumidores, menos se f¨ªan.
¡°En general, las actitudes no han cambiado de forma dr¨¢stica respecto al a?o anterior y los europeos no tienen una opini¨®n precisamente un¨¢nime sobre la necesidad de poseer criptomonedas o ni siquiera saber lo que son. Pero est¨¢ por ver si la gente se va a decantar por ellas, si las considera ¨²tiles¡±, explica Jessica Exton, una experta en ciencias del comportamiento de ING. ¡°En Europa estamos claramente divididos entre quienes las ven de cara al futuro como algo positivo (32%), negativo (33%) o neutral (35%) para las compras online, y eso es algo que no ha cambiado mucho a lo largo del ¨²ltimo a?o¡±, a?ade. ¡°Nuestro estudio muestra que hay peque?os grupos entusiastas sobre el futuro de las criptomonedas, pero que su relevancia en la vida diaria y el hecho de que se demuestre su utilidad van a ser factores clave para convertir esa curiosidad en una aut¨¦ntica revoluci¨®n en el dinero¡±, asegura Exton.
Sin embargo, solo a un 22% de europeos y un 18% de americanos les gustar¨ªa que dejara de existir el dinero en efectivo, frente a un 54% de los encuestados que se oponen a esa opci¨®n. ¡°Eso, por supuesto, no significa que prefieran el efectivo frente a las nuevas t¨¦cnicas de pago. Significa que quieren que siga existiendo la opci¨®n de pagar en efectivo¡±, puntualiza el estudio.
Las redes sociales no acaban de despegar como plataforma para pagos en la Red. Incluso en Turqu¨ªa, a mucha distancia el pa¨ªs m¨¢s entusiasta del dinero digital entre los 15 que participan en la encuesta, el p¨²blico est¨¢ dividido entre quienes dicen que enviar¨ªan dinero a amigos o familiares a trav¨¦s de las redes sociales, con un 43% a favor y un 40% en contra. La media europea es de un 17% a favor y un 66% en contra, con la reticente Austria a la cabeza de los opositores (82% en contra y solo 6% a favor). En Espa?a, el 67% de los encuestados se declaran en contra y el 16% a favor.
Teunis Brosens, economista de finanzas digitales y regulaci¨®n de ING, opina que para que las criptomonedas se conviertan en algo normal hacen falta mejoras t¨¦cnicas, ¡°pero para ganar la confianza y la aceptaci¨®n m¨¢s all¨¢ de un n¨²cleo de entusiastas, ser¨ªa de gran ayuda que hubiera una asociaci¨®n con marcas conocidas¡±. ¡°En s¨ªntesis, las criptomonedas tienen que presentarse a s¨ª mismas ante sus potenciales usuarios futuros como algo que forma parte del marco financiero existente, en lugar de presentarse como algo externo a ese marco¡±, opina. Brosens parece apuntar a modelos h¨ªbridos o a proyectos como Libra, de Facebook, que pretende utilizar inicialmente el sistema centralizado, pero solo como mecanismo de transici¨®n hacia una moneda completamente descentralizada en el futuro.
Miedo
Glenn Goodman, que dej¨® su trabajo de reportero de la cadena de televisi¨®n ITV para convertirse en gur¨² de las criptomonedas, cree que el p¨²blico desconf¨ªa de ellas ¡°porque, en los primeros tiempos de Internet, los criminales y los estafadores fueron los primeros en aprovechar la tecnolog¨ªa en su beneficio con objetivos ilegales¡±. ¡°El aspecto de pura moneda es solo una parte de todo esto. S¨ª, puede acabar revolucionando la industria financiera, pero la tecnolog¨ªa tiene el potencial de hacer mucho m¨¢s que eso: puede acabar con los intermediarios en muchas industrias y ahorrar a los consumidores miles de millones de euros¡±, a?ade. ¡°?Se imagina una econom¨ªa descentralizada con redes de taxis sin que haya compa?¨ªas de taxis, p¨®lizas de seguros sin aseguradoras, contratos hechos y aplicados sin la necesidad de abogados? De eso es de lo que en realidad van las cadenas de bloques y las criptomonedas: utilizar la tecnolog¨ªa para conectar a compradores y vendedores y suprimir al intermediario¡±, concluye.
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