Una de cada tres familias lleg¨® a la pandemia con menos de 2.200 euros ahorrados
Espa?a est¨¢ entre los pa¨ªses m¨¢s vulnerables en t¨¦rminos de ahorro financiero. La mitad de los hogares contaba con menos de 9.000 euros de colch¨®n para hacer frente a imprevistos
La pandemia ha sido un potent¨ªsimo acelerador del ahorro en quien se lo ha podido permitir: en parte por la incapacidad de gastar lo ingresado, en parte por el temor al futuro laboral y econ¨®mico. Pero el punto de partida es otro: el 10% de los hogares espa?oles m¨¢s pobres lleg¨® a la crisis del coronavirus con unos ahorros equivalentes a solo tres d¨ªas del salario medio anual bruto, poco m¨¢s de 200 euros; el 20% apenas acumulaba 12 d¨ªas de sueldo, unos 800 euros; y el 30% m¨¢s pobre, 30 d¨ªas de salario medio anual ¡ªapenas 2.200 euros¡ª seg¨²n el primer informe del Observatorio del Ahorro Familiar de la Fundaci¨®n IE y de la Fundaci¨®n Mutualidad Abogac¨ªa, al que ha tenido acceso EL PA?S y que ser¨¢ presentado este jueves.
Los datos sit¨²an a Espa?a ¡°en el grupo de pa¨ªses con hogares m¨¢s vulnerables en t¨¦rminos de ahorro financiero, mostrando una resiliencia inferior a la de pa¨ªses como Alemania y B¨¦lgica, e incluso Italia¡±, seg¨²n las autoras del informe, las profesoras de la escuela de negocios IE Laura N¨²?ez-Letamendia y Athena Tsouderou. Aumentando un poco la muestra, el 40% de las familias espa?oles contaba con un colch¨®n de menos de 5.000 euros. Y la mitad, ten¨ªa menos de 9.000 euros para hacer frente a imprevistos.
La media de ahorro financiero ¡ªcuentas corrientes, dep¨®sitos a plazo, bonos o acciones, pero tambi¨¦n planes de pensiones o en seguros de ahorro-vida¡ª de los hogares espa?oles (56.300 euros) est¨¢ ligeramente por encima de la eurozona (50.700), por encima de Francia (54.000) y muy cerca de Alemania (56.800). Pero esa cifra encierra un efecto estad¨ªstico que la desvirt¨²a. ¡°La mediana es m¨¢s representativa de cu¨¢l es la situaci¨®n, mientras que la media est¨¢ muy sesgada porque por la parte alta los datos son muy altos¡±, explica N¨²?ez-Letamendia, directora del Observatorio del Ahorro Familiar del IE y de la Fundaci¨®n Mutualidad Abogac¨ªa, en conversaci¨®n con este diario. Y esa mediana (9.000 euros) est¨¢, en cambio, notablemente por debajo de los pa¨ªses con los que comparte divisa (10.300), lejos de Francia (11.000) y Alemania (casi 17.000), y apca distancia de los m¨¢s rezagados, Italia (7.000) y Portugal (4.600).
Esa brecha entre el ahorro medio y el mediano es una muestra m¨¢s de lo heterog¨¦nea y desigual que es la sociedad espa?ola: cuanto mayor es la relaci¨®n entre ambas variables, mayor es la inequidad entre hogares. Igualmente ilustrativa es la diferencia entre lo ahorrado por el 10% el de los hogares con m¨¢s recursos acumulados y el 10% con menos: los primeros tienen ahuchado ¡ªatenci¨®n¡ª m¨¢s de 500 veces m¨¢s que los segundos (frente a las 379 veces de la media de la eurozona). Un abismo cuando llega una sacudida econ¨®mica en un pa¨ªs que ha tenido que esperar a que llegase la pandemia para poner en marcha un ingreso m¨ªnimo vital, un instrumento clave para evitar que los que peor est¨¢n se queden literalmente sin ning¨²n ingreso.
Aunque menos abultada, tambi¨¦n es considerable la diferencia entre el 20% de hogares con los mayores ahorros y el 20% con menos: los primeros tienen 55 veces m¨¢s que los segundos, una cifra algo superior a la media de la zona euro (51 veces). ¡°Espa?a es el pa¨ªs analizado que mayor desigualdad muestra en la distribuci¨®n del ahorro financiero entre los hogares. En parte, esto se puede achacar a una tasa de paro que tambi¨¦n es m¨¢s alta, pero tambi¨¦n a una falta de conciencia de que es necesario ahorrar de forma sistem¨¢tica¡±, apunta N¨²?ez-Letamendia. Adem¨¢s, en Espa?a los hogares medios son de mayor tama?o que en otros pa¨ªses europeos analizados, con muchos j¨®venes ¡ªy no tan j¨®venes¡ª que siguen viviendo con sus padres. En el lado opuesto, son pocas las viviendas habitadas por una sola persona en comparaci¨®n con el resto de pa¨ªses del entorno.
La propiedad inmobiliaria como atenuante
El empe?o de los espa?oles por la vivienda en propiedad, un factor muy arraigado a la idiosincrasia, fue uno de los factores que complic¨® las cosas en la crisis financiera de hace una d¨¦cada: el endeudamiento de muchos hogares por hacerse due?os de su vivienda hinch¨® a¨²n m¨¢s la burbuja. A?os despu¨¦s, sin embargo, ese factor se ha convertido en motivo de resistencia: ¡°La resiliencia o vulnerabilidad de los hogares frente a la actual emergencia econ¨®mica generada por la covid-19, la consideraci¨®n de los inmuebles en propiedad es importante¡±, apuntan las autoras del estudio que ver¨¢ la luz este jueves.
Buena prueba de la preferencia de los espa?oles por el ladrillo es que los activos inmobiliarios suponen el 78% del dinero invertido por los hogares. Ocho de cada diez de ellos ¡ªuna cifra similar a la de Portugal¡ª tiene en su poder alg¨²n inmueble, una cifra que baja hasta seis de cada diez en Francia o cinco de cada diez en Alemania. Espa?a tambi¨¦n es, entre los seis pa¨ªses europeos analizados, el que tiene un porcentaje m¨¢s alto de la poblaci¨®n con una segunda propiedad al margen de la vivienda habitual: una casa en el pueblo, en la playa, un apartamento o un local o una plaza de garaje alquilada. ¡°Y llama la atenci¨®n que solo el 60% de la inversi¨®n inmobiliaria sea la vivienda habitual¡±, expone N¨²?ez-Letamendia.
Sin embargo, el valor medio de las propiedades inmobiliarias de los espa?oles es de poco m¨¢s de 236.000 euros, por debajo de los 245.000 euros de Italia o los casi 284.000 de Francia y a mucha distancia de los 336.000 euros de Alemania o los 368.000 de B¨¦lgica, un pa¨ªs con fuertes inclinaciones rentistas.
Un ahorro exageradamente proc¨ªclico
El patr¨®n espa?ol de consumo se distingue por un comportamiento exageradamente proc¨ªclico: cuando vienen bien dadas, las familias ¡ªimbuidas por el optimismo¡ª tienden a gastar m¨¢s y ahorrar menos; y cuando vienen mal dadas, que es cuando naturalmente se deber¨ªa gastar lo ahorrado para salir adelante (y, de paso, echar un capote a la recuperaci¨®n a trav¨¦s de un aumento del consumo), los hogares tienden a aumentar sus reservas ante el pesimismo generalizado y las dudas sobre el mercado de trabajo.
¡°Es impresionante que las tasas m¨¢s bajas de ahorro se hayan registrado en 2006 y 2007, antes de la crisis financiera, y en 2018. Tendemos a gastar y, cuando van mal dadas, a ahorrar m¨¢s los que pueden. Quiz¨¢ tiene que ver con la confianza que inspira el sistema de bienestar¡±, cierra N¨²?ez-Letamendia, al tiempo que recuerda que en este momento las pol¨ªticas favorables al ahorro brillan por su ausencia. ¡°Y eso es un error: en un pa¨ªs en el que el consumo suponen las dos terceras partes del PIB ser¨ªa mucho mejor que el ahorro contribuyese a tener una macro estable: bajar el nivel de consumo tan alto en las fases alcistas y no en las bajistas, como sucede ahora¡±.
Dos familias, una con ahorros y otra en cero, que no superaron la crisis
La pandemia devor¨® a Amina ¡ªnombre ficticio¡ª y a su marido con la cuenta del banco en cero. Se instalaron en M¨®stoles (Madrid) hace 4 a?os, tras llegar de Marruecos, y su ¨²nico ingreso desde hace a?o y medio es la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n que recibe ella: 587 euros al mes. ¡°300 son para pagar la habitaci¨®n y 31 euros m¨¢s para el Internet¡±, cuenta ¨¦l, que lleva los gastos con lupa. El resto se esfuma en comida, ropa de segunda mano y lo necesario para su hijo reci¨¦n nacido.
¡°Lo hemos intentado todo, pero es imposible mudarnos a un piso: los alquileres cuestan m¨¢s de 700 euros¡±, relata Amina. Desde que lleg¨® el beb¨¦, conviven con sus dos hijos en una habitaci¨®n de matrimonio, en la que pasan gran parte del d¨ªa, rodeados de torres de ropa y juguetes.
A los problemas de espacio se les suma uno mayor: unas terribles humedades que ti?en las paredes de gris y bajo las que duermen a diario desde hace m¨¢s de un a?o. Ella ha desarrollado asma por el fr¨ªo y al peque?o tienen que envolverlo en mantas para que no enferme. Pero por el momento no hay alternativa: ¡°Tampoco podemos irnos a otra habitaci¨®n, en ninguna casa aceptan una familia para vivir en un solo cuarto¡±.
En el otro lado de la balanza est¨¢ Ram¨®n Gonz¨¢lez, que comenz¨® 2020 con un enorme colch¨®n, aunque insuficiente para afrontar un golpe de estas dimensiones. ¡°Lo ¨²ltimo que cobr¨¦ fueron 300 euros del ERTE a principios de octubre¡±, cuenta por tel¨¦fono. Era cocinero en un restaurante de Palma de Mallorca, pero, por encima de todo, era ahorrador. ¡°Llegu¨¦ a la crisis con 10.000 euros en el banco, siendo mileurista. Ahora estoy a tres meses de quedarme a cero y con 70.000 euros de hipoteca¡±.
Con el turismo congelado por la pandemia, el negocio situado en primera l¨ªnea de playa no sobrevivi¨® m¨¢s de un mes abierto, y Gonz¨¢lez pas¨® directamente del ERTE a la calle. Por si fuera poco, como era fijo discontinuo, este a?o no le correspond¨ªa paro, por lo que va tirando del dinero que tantos a?os le cost¨® ahorrar. ¡°Cada vez que miro la cuenta me da un escalofr¨ªo¡±, cuenta desesperado.
A sus 51 a?os y con un hijo a cargo, cifra sus gastos fijos en casi 1.000 euros al mes. La mayor¨ªa se lo come la letra del piso y teme que en cuanto deje de pagar se quede en la calle. ¡°Ya solo te queda hacer las maletas y esperar. Es que no pido nada del otro mundo, solo que me atrasen el pago de la hipoteca¡±.
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