Albert Sangr¨¤: ¡°La mayor angustia de alumnos, familias y docentes es que desconoc¨ªamos lo que se nos ven¨ªa encima¡±
El posible impacto de los rebrotes de coronavirus una vez iniciado el curso hace necesario avanzar a un modelo de escuela h¨ªbrida, bien dise?ado y con los recursos suficientes
La crisis sanitaria provocada por la pandemia de covid-19 ha supuesto un verdadero terremoto para la educaci¨®n de muchos pa¨ªses. En Espa?a, m¨¢s de 10 millones de alumnos se vieron de la noche a la ma?ana empujados a un largo confinamiento que oblig¨® a repensar, de urgencia, todo un sistema educativo, y la posibilidad de que surjan nuevos rebrotes de la enfermedad en el oto?o obliga a considerar todos los escenarios posibles. Entre ellos, el de la escuela h¨ªbrida, que de una u otra manera combina periodos de ense?anza presencial y online, se erige como uno de los m¨¢s probables. Pero ?c¨®mo deber¨ªa ser esta educaci¨®n mixta? ?De qu¨¦ manera es necesario prepararse? De ello hablamos con Albert Sangr¨¤, profesor de los Estudios de Psicolog¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Pregunta. ?C¨®mo deber¨ªa ser un modelo h¨ªbrido presencial y online?
Respuesta. Hay a quien le gusta decir que los modelos h¨ªbridos son la soluci¨®n a todo porque toman lo mejor de los dos mundos, el presencial y el virtual. Pero lo cierto es que eso depende de muchas cosas. Tenemos que prepararnos para modelos h¨ªbridos no programados, aquellos que, desgraciadamente, sean el resultado de un nuevo confinamiento general o parcial, o de la necesidad de no disponer de todo el espacio en las aulas, y tener que funcionar con grupos alternos, en los que unos d¨ªas van unos y otros d¨ªas van otros.
Si la escuela no puede ser presencial, ?c¨®mo actuamos? No podemos repetir lo que hemos hecho hasta ahora, porque entonces s¨ª que demostrar¨ªamos ser incapaces de gestionar de forma adecuada nuestro sistema educativo. Si ya sabemos que esto puede suceder, vamos a establecer protocolos y mecanismos que nos permitan hacer frente a modelos h¨ªbridos no programados, que no sabemos cu¨¢ndo van a suceder; son los que nos sacar¨¢n mejor las casta?as del fuego.
P. Pero no todos los centros tienen los mismos recursos.
R. Los modelos han de ser lo suficientemente flexibles en su aplicaci¨®n como para tener en cuenta la diversidad entre centros. M¨¢s que de muchas directrices, soy partidario de desarrollar unos modelos h¨ªbridos que permitan a los centros tener una cierta capacidad de actuaci¨®n.
A los centros educativos se les est¨¢ dando la responsabilidad de aplicarlo, pero no s¨¦ si se les proporciona la formaci¨®n y las herramientas necesarias para hacerlo. Si no se hace, la sensaci¨®n es que tenemos que volver a clase a cualquier precio, y en estos momentos ese precio es muy alto. Vamos a empezar el curso de manera presencial, pero nadie nos dice cu¨¢ntas veces tendremos que dejar de hacerlo a lo largo del pr¨®ximo a?o o de los dos pr¨®ximos cursos.
P. ?El modelo mixto es siempre preferible a un modelo puramente virtual?
R. Si nos encontramos en una situaci¨®n en la que nos dicen que ma?ana no se puede ir a clase, tengo que tener una soluci¨®n preparada, y si no puedo ir a la escuela, a lo mejor no es h¨ªbrida. Es necesario desarrollar una buena soluci¨®n online, no un parche, como hemos intentado poner hasta ahora, con muy buena voluntad. Claro que tendr¨ªamos que dar un enorme reconocimiento a todos los profesores y profesoras, y a los directores y directoras de centros, que durante ese periodo han hecho lo posible (y m¨¢s) para dar servicio a todos los alumnos y alumnas; pero eso no significa que fuera lo mejor: es lo que era posible y viable en esos momentos y condiciones.
Ahora es diferente, porque lo podemos ver venir. Por eso, si no nos preparamos para otra eventualidad semejante, es que somos tontos de remate. Hay que hablar de c¨®mo tiene que ser una educaci¨®n online de calidad, que nos permita alcanzar resultados parejos e incluso superiores a lo presencial. Cuando podamos, volveremos a hacerlo presencial y, a lo mejor, como hemos aprendido mucho al hacer lo otro, podremos pasar por periodos en los que digamos ¡°mira, esto lo pod¨¦is hacer desde casa, en el entorno virtual¡±. Hibridizar eso nos resulta m¨¢s f¨¢cil, porque sabemos hacerlo y porque vemos que tiene unos beneficios que antes desconoc¨ªamos y que ahora pueden dar un valor a?adido.
P. ?No ser¨ªa mejor comenzar el curso con un modelo ya h¨ªbrido establecido, sin esperar a ver si pasa algo?
R. Yo creo que s¨ª, y por eso te hablo de un modelo h¨ªbrido no programado. Hay que dise?ar las actividades que vayamos a realizar de manera que puedan ser reversibles, y que si sucede algo puedan continuarse de manera online. Eso significa dise?arlas muy bien, y dedicarles mucho m¨¢s tiempo. Las familias y la sociedad a veces no se dan cuenta del tiempo que implica trabajar como docente; no es solo las horas f¨ªsicas delante de los alumnos, sino todas aquellas de programaci¨®n para que luego todo funcione como es debido. En un entorno online, eso es todav¨ªa m¨¢s exigente y necesario.
Es imprescindible formar a nuestros estudiantes en este tipo de actividades, que a veces ser¨¢n presenciales y a veces virtuales; sobre c¨®mo funcionan y c¨®mo pasar de un momento a otro. Debemos tener transiciones fluidas, y esto solo puede suceder si est¨¢n ya dise?adas y si hemos formado a las personas para que sepan c¨®mo actuar llegado el momento. La mayor angustia que estos d¨ªas han sentido muchos alumnos, alumnas, docentes y familias, se ha debido a que desconoc¨ªamos lo que se nos ven¨ªa encima. No sab¨ªamos lo que iba a pasar despu¨¦s.
P. ?Tenemos tiempo para formar a los docentes?
R. Lo primero que es necesario es un cambio de cultura, pero tambi¨¦n hay que asumir que no va a suceder de un d¨ªa para otro. Probablemente nos costar¨¢ bastante la primera vez; pero si lo vamos trabajando, cada vez tendremos m¨¢s facilidad. Yo doy por sentado que vamos a empezar el curso presencialmente, pero supongamos que tenemos un rebrote a mediados de octubre o principios de noviembre. Si en septiembre hemos empezado a formar a los estudiantes sobre lo que pueda venir, sobre c¨®mo se tienen que preparar y c¨®mo vamos a cambiar el tipo de actividades, cuando tengamos que migrar a un entorno completamente online, es posible que muchas cosas ya sepan hacerlas.
En estos entornos, es fundamental desarrollar al m¨¢ximo la autonom¨ªa de trabajo personal. Es verdad que en edades m¨¢s tempranas esto es m¨¢s dif¨ªcil, porque a¨²n no se ha generado, pero hay que empezar a trabajar en ello. Para el curso pr¨®ximo, la competencia b¨¢sica de aprender a aprender tendr¨ªa que trabajarse en todos los centros de Espa?a, porque eso permitir¨¢ a los alumnos organizarse y sacar m¨¢s provecho de los momentos de no presencialidad.
P. La brecha digital no facilita la implantaci¨®n de un modelo como este...
R. La situaci¨®n actual ha puesto de manifiesto una serie de problemas del sistema educativo que ya vienen de antes, y que nadie puede esperar que lo solucionen ni la educaci¨®n digital ni la h¨ªbrida. Las desigualdades sociales existen con y sin online, solo que de esta manera se ponen m¨¢s de manifiesto y no se pueden esconder.
Tenemos que resolver un problema de recursos, empezando por la conexi¨®n a Internet de todo el mundo. El acceso a Internet tendr¨ªa que ser un derecho universal, porque a trav¨¦s de ¨¦l accedemos a la mayor parte de la informaci¨®n; es lo mismo que cuando se desarrollaron las bibliotecas populares en el siglo pasado, para que todo el mundo tuviera acceso a los libros y a la lectura. En este momento, garantizar el acceso a la alfabetizaci¨®n significa darles acceso a Internet para que puedan ser competentes digitales, con el criterio necesario para poder usar los dispositivos a su alcance, ya sean m¨®viles, tabletas u ordenadores port¨¢tiles.
Las administraciones y gobiernos deber¨ªan de ocuparse de este aspecto tecnol¨®gico, porque ser¨ªa su contribuci¨®n para eliminar la brecha digital: esta existe solo si queremos que exista, y hasta ahora, los gobiernos no han puesto de su parte para eliminarla. Ahora nos damos cuenta de que, si no hubiera habido brecha digital, la situaci¨®n vivida hubiera sido mucho m¨¢s llevadera para todos. En algunas comunidades, como es el caso de Catalu?a, el Gobierno ha facilitado ese acceso a trav¨¦s de paquetes de conectividad para las familias que no lo ten¨ªan, e incluso ha facilitado tabletas y computadoras en pr¨¦stamo o daci¨®n. No significa un gasto excesivo para el erario p¨²blico, y te resuelve un problema de brecha digital. No s¨¦ a qu¨¦ estamos esperando.
P. ?Qu¨¦ otras necesidades hay?
R. Es necesario formar tanto a los alumnos como a los docentes, para que el uso de estos mecanismos digitales no sea una mera trasposici¨®n en el entorno digital de lo que hacemos en clase presencialmente. Y eso requiere un cierto tiempo. A veces me dicen: ¡°Bueno, pero es que los alumnos de eso saben m¨¢s que nosotros¡±. No, perdone. Sus alumnos saben usar m¨¢s Instagram y TikTok, y si me apuran, en alg¨²n caso Tinder. Pero no saben utilizarlo con una finalidad de aprendizaje.
Por otro lado, tenemos de educar tambi¨¦n a las familias, para que estas crezcan en su propia competencia digital ciudadana y que entiendan mejor el trabajo que hacen los alumnos en casa, y tambi¨¦n la labor de los profesores. Hay un gran nivel de incomprensi¨®n sobre el trabajo escolar en entornos digitales, porque las familias, en general, tienen su propia imagen de lo que tiene que ser la escuela, que proviene de cuando ellos mismos iban a la escuela. Pero de eso hace 30 o 40 a?os, en los que han pasado muchas cosas, los m¨¦todos han cambiado y los contenidos no son exactamente los mismos.
Hay quien piensa que la docencia en l¨ªnea requiere menos trabajo, pero es justo al rev¨¦s. Y si alguien tiene que gestionar a la vez un entorno virtual y presencial, su carga de trabajo va a ser muy alta. Aqu¨ª valdr¨ªa la pena empezar a introducir en los centros figuras docentes (profesionales de la educaci¨®n) que sean asistentes de los profesores en esos entornos online. El concepto adecuado ser¨ªa tender a escenarios de codocencia en los que nos distribuimos lo online y presencial a partes iguales. Hay multitud de mecanismos para poderlo hacer; much¨ªsimos docentes que est¨¢n en situaci¨®n de interinaje, y que no tienen plaza en estos momentos; otros que est¨¢n esperando oposiciones o haciendo sustituciones temporales; estudiantes en pr¨¢cticas que tambi¨¦n podr¨ªan ayudar... Si repensamos la organizaci¨®n de los centros escolares a partir de la idea de ese modelo h¨ªbrido no programado, lo haremos de otra manera, y la Administraci¨®n ha de ayudar.
P. ?Debemos adoptar un sistema de ense?anza basado en las competencias?
R. S¨ª, pero tengo que recordar que esto no es nuevo; el curr¨ªculum por competencias hace a?os que est¨¢ instalado y que te¨®ricamente funciona. El gran problema que tenemos es que seguimos evaluando por contenidos, no por competencias. Una de las grandes asignaturas pendientes de nuestro sistema es cambiar el sistema de evaluaci¨®n, porque parece que todo gira en torno a la evaluaci¨®n; que lo m¨¢s importante es si vamos a realizar ex¨¢menes o no, cuando en realidad lo verdaderamente relevante es que los estudiantes aprendan. Y luego ya veremos de qu¨¦ forma disponemos de evidencias para saber lo que han aprendido.
Para basarse en competencias, yo recomendar¨ªa desarrollar metodolog¨ªas globalizadas, tendentes hacia el aprendizaje por proyectos, basado en problemas y casos, que integren conocimientos de distintos campos disciplinarios. Se trata de romper un tanto la estructura en asignaturas por otra que nos permita adquirir las competencias, a la vez que desarrollamos conocimientos a partir de situaciones reales.
P. Si esta situaci¨®n se prolonga mucho en el tiempo, ?qu¨¦ impacto podr¨ªa llegar a tener en la socializaci¨®n y el desarrollo de los estudiantes?
R. Es importante que la socializaci¨®n sea presencial, si es posible. Pero si no puede ser, vamos a desarrollar mecanismos que nos permitan socializar en los entornos virtuales. Si me conecto en un entorno de forma s¨ªncrona, pero lo hago con seis alumnos en vez de con 30, m¨¢s que dar una clase lo que tengo que intentar es que sea un espacio de socializaci¨®n, que nos comprendamos, que nos entendamos y expliquemos lo que pensamos o lo que nos sucede. Despu¨¦s, los contenidos se pueden a aprender de otras maneras, no hace falta que siempre haya una persona que lo dicte. En estos modelos h¨ªbridos, el profesorado deber¨ªa dise?ar, y tener preparadas, actividades que sean tendentes a esta socializaci¨®n.
P. Un modelo h¨ªbrido de esta naturaleza puede presentar serios problemas de conciliaci¨®n a las familias...
R. Es un tema m¨¢s delicado, ya que si hablamos de empresas no siempre puedes intervenir de la misma forma. Se podr¨ªan desarrollar ayudas para las familias que no puedan atender a su hijo, porque por ejemplo los dos trabajen fuera. Creo que una de las estrategias que se va a utilizar, de entrada, es reducir al m¨¢ximo que estos alumnos tengan que quedarse en casa. En pa¨ªses europeos como B¨¦lgica u Holanda, donde el ¨ªndice de contagios no hab¨ªa superado un umbral determinado, se ha resuelto sin hacer confinamientos totales: los ni?os de las familias con ciertas dificultades han podido seguir yendo a la escuela, atendidos por un ret¨¦n de maestros. Hay que ser muy creativos e imaginativos, para identificar todas las casu¨ªsticas que pueden darse, y a partir de ah¨ª vehicular mecanismos que ayuden.
M¨¢ster Experto en Pedagog¨ªa y Psicopedagog¨ªa Cl¨ªnica
El plan de estudios se divide en 6 m¨®dulos: introducci¨®n a la pedagog¨ªa y psicopedagog¨ªa cl¨ªnica, desarrollo evolutivo en el periodo escolar y diagn¨®stico y evaluaci¨®n en psicopedagog¨ªa, entre otros.
M¨¢ster Universitario en Educaci¨®n, Tecnolog¨ªas e Innovaci¨®n
El curso tiene como objetivo ayudarte a desarrollar las competencias necesarias para dise?ar, planificar, implementar y evaluar procesos formativos en los que las tecnolog¨ªas ocupan una parte central.
T¨¦cnico Superior en Educaci¨®n Infantil. Prueba Libre
A lo largo de esta formaci¨®n los participantes aprender¨¢n sobre el desarrollo infantil para hacer un acompa?amiento efectivo en cada etapa del aprendizaje.
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