El coste de las tarjetas revolving ¡ªese peculiar tipo de pl¨¢stico que se caracteriza por renovar autom¨¢ticamente el cr¨¦dito disponible y por tener cuotas de devoluci¨®n reducidas y tipos de inter¨¦s muy elevados¡ª baj¨® el primer semestre. Si en diciembre las revolving de las 13 principales entidades financieras que las comercializan generaban una tasa media anual equivalente (TAE, es decir, el tipo de inter¨¦s m¨¢s costes y comisiones) del 25,20%, en junio esta era del 22,86%, lo que equivale a un descenso de m¨¢s de dos puntos, seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro de la Asociaci¨®n de Usuarios Financieros (Asufin). Pese a ello, el porcentaje medio registrado en junio supone 4,17 puntos m¨¢s que el ¨²ltimo tipo de inter¨¦s medio de las tarjetas de cr¨¦dito y revolving publicado por el Banco de Espa?a, que alcanz¨® el 18,69%.
Desde la asociaci¨®n creen que el punto de inflexi¨®n fue la sentencia pronunciada por el Tribunal Supremo el pasado 4 de marzo en el juicio sobre una tarjeta de Wizink que aplicaba una TAE del 27%. En aquella ocasi¨®n, los jueces establecieron que se trataba de un coste desproporcionado y usurero, al alejarse del 20% que el Banco de Espa?a indicaba como tipo medio por aquel entonces. ¡°Fue un pronunciamiento muy esperado¡±, reconocen.
Una bajada insuficiente
A pesar de la bajada que registran, sin embargo, desde la Asufin creen que ¡°financiar compras con este tipo de tarjetas sigue siendo muy caro¡±. Y ofrecen este ejemplo: con el tipo de inter¨¦s medio actual, aplazar el pago de una compra de 1.000 euros a trav¨¦s de una cuota de 25 euros al mes supone hacer frente a 540,83 euros en intereses y tardar en saldar la totalidad de la deuda seis a?os y dos meses. ¡°Todo ello, sin contar con otros posibles costes como la comisi¨®n anual que cobran muchas tarjetas¡±, a?aden.
A juicio de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) se trata de una bajada insuficiente. ¡°Sigue siendo un inter¨¦s elevado, y ello se debe a la ambig¨¹edad de la sentencia que habla del inter¨¦s medio, cuando lo que deber¨ªa hacerse es establecer un l¨ªmite del tipo de inter¨¦s¡±, opina su portavoz, Ileana Izverniceanu. ¡°A partir de un 20% de TAE ya se estar¨ªa hablando de usura¡±, zanja, en la misma l¨ªnea, Manuel Pardos, presidente de la Asociaci¨®n de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae).
Por el contrario, el portavoz de la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca (AEB), Jos¨¦ Luis Campuzano, entiende que, para el Supremo, ¡°estas tarjetas son un producto comercial diferente de la financiaci¨®n tradicional de consumo y est¨¢ sujeto a mayor incertidumbre para el recobro en caso de impago, lo que explica que sus tipos de inter¨¦s sean distintos al de otros productos¡±.
Sobreendeudamiento
M¨¢s all¨¢ de sus tipos de inter¨¦s, otros aspectos de las revolving despiertan recelo. Si a trav¨¦s de una tarjeta de cr¨¦dito com¨²n el usuario paga con dinero prestado por la entidad pero tiene que devolver todo lo que utiliz¨® durante un mes a principios del mes siguiente, con la revolving aplaza el pago del capital dispuesto, parti¨¦ndolo en varias cuotas mensuales. En muchos casos, con una revolving no se permite extinguir la deuda de una sola vez al mes siguiente, por lo que, aunque siempre pague sus cuotas mensuales, el usuario ver¨¢ c¨®mo esta disminuye muy paulatinamente. La parte de cr¨¦dito que el consumidor reembolsa al banco cada mes al pagar su cuota mensual, adem¨¢s, vuelve a estar disponible para ser utilizado otra vez. Todo ello ¡°facilita el sobreendeudamiento¡±, afirman desde la Asufin. Es decir, una espiral de deuda de la que no se consigue salir.
A principios de julio, al presentar la Memoria de reclamaciones correspondiente a 2019, el director del Departamento de conducta de entidades del Banco de Espa?a, Fernando Tejada, anunci¨® que el supervisor pone ¡°el foco en las tarjetas revolving¡±, por el fuerte incremento de las quejas de los clientes bancarios por este asunto, un 193,6% en el a?o.
Si Campuzano hace hincapi¨¦ en que ¡°el usuario debe entender su funcionamiento antes de contratarlas¡± y en que ¡°los bancos est¨¢n siempre a disposici¨®n de sus clientes para resolver cualquier duda que puedan tener y cumplen una regulaci¨®n estricta y una exigente supervisi¨®n por parte de las autoridades¡±, desde la OCU prefieren aconsejar que no se utilicen las tarjetas de pago aplazado, porque ¡°obligan a estar endeudado sin necesidad¡±, seg¨²n Izverniceanu.
Opciones m¨¢s baratas
En este sentido, la portavoz se?ala que, excepto los minicr¨¦ditos (pr¨¦stamos de muy poca envergadura pero con plazos de devoluci¨®n muy reducidos y TAE desorbitadas), todas las dem¨¢s opciones de financiaci¨®n resultan m¨¢s baratas que aplazar el pago con una tarjeta revolving. Izverniceanu, a este respecto, menciona ¡ªde la m¨¢s econ¨®mica a la m¨¢s cara¡ª ¡°solicitar un pr¨¦stamo a amigos o familiares, pedir a la empresa un anticipo o un pr¨¦stamo, exprimir la cuenta hasta dejarla en n¨²meros rojos, recurrir a la tarjeta de cr¨¦dito com¨²n, pedir un pr¨¦stamo personal al banco o a una entidad de dinero r¨¢pido¡±.
No obstante, si alguna vez el usuario tuviese que tirar del pago aplazado de la tarjeta, la mejor opci¨®n, si las condiciones de contrataci¨®n lo permiten, ser¨ªa postergar solo el pago de la cantidad deseada. ¡°Si no se puede aplazar una sola compra, usaremos la tarjeta solo para pagar la compra que queremos aplazar y no haremos m¨¢s pagos con ella¡±, explica lzverniceanu, quien sugiere tambi¨¦n cancelar anticipadamente la deuda pendiente, en cuanto se disponga de liquidez. En cualquier caso, no es buena idea usar tarjetas de pago aplazado para beneficiarse de incentivos como la devoluci¨®n de un porcentaje de las compras pagadas con la tarjeta, ¡°porque los intereses superar¨¢n a cualquier aliciente¡±, apunta la portavoz.
Transparencia, en entredicho
Las asociaciones de usuarios sostienen que las tarjetas revolving no solo conllevan el riesgo de sobreendeudamiento, sino que se contratan a menudo sin proporcionar la informaci¨®n necesaria al usuario. ¡°La mitad de los usuarios de estas tarjetas no era informado del coste del dinero dispuesto y cerca de un 39% tampoco recib¨ªa informaci¨®n de los posibles costes mensuales o anuales de este tipo de producto¡±, afirma Manuel Pardos, al citar datos de la Asociaci¨®n de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), de la que es presidente.
Por el contrario, el portavoz de la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca (AEB), Jos¨¦ Luis Campuzano, asegura que ¡°las autoridades est¨¢n reforzando la transparencia, con una mayor exigencia de informaci¨®n por parte de los bancos, que es bienvenida por el sector¡±. Pero es muy dif¨ªcil, a juicio de la presidenta de la Asociaci¨®n de Usuarios Financieros (Asufin), Patricia Su¨¢rez,¡°que las entidades hagan suya la filosof¨ªa del cr¨¦dito responsable, tal y como aconseja el Banco de Espa?a, con un producto como este¡±.
Tanto la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) como Adicae abogan por un rol m¨¢s activo del Banco de Espa?a en la supervisi¨®n de este tipo de productos. ¡°Las reclamaciones al Banco de Espa?a no son un mecanismo eficaz de protecci¨®n de los derechos de los consumidores, porque sus recomendaciones carecen de car¨¢cter vinculante¡±, destaca la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu, quien pide una reforma del sistema y una mejora de la regulaci¨®n de las tarjetas revolving.
¡°Aspiramos a que el papel del supervisor no se limite al mero anuncio de los intereses detectados en las revolving, y, pese a que no tenga un papel regulador, inste a las entidades que aplican intereses usurarios a modificar las condiciones nada transparentes de los contratos ofertados¡±, coincide Pardos.