Con el desamor estalla la guerra por la casa
El uso de la vivienda es una de las cuestiones m¨¢s complejas de resolver cuando hay una ruptura sentimental
No son pocas las parejas a las que se les ha agotado el amor. El ¨²ltimo a?o de pandemia y sus meses de estricto confinamiento han sido la puntilla para muchos d¨²os que ya renqueaban y que ahora deben acordar, m¨¢s pronto que tarde, qu¨¦ hacer con la vivienda. Cuando golpea el desamor, la casa es casi siempre una rosa con multitud de espinas.
El pasado a?o, 95.060 parejas espa?olas se divorciaron, separaron o solicitaron la nulidad, un 13,3% menos que en el a?o anterior debido a las crisis sanitaria y econ¨®mica, seg¨²n datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El grueso de ellas plante¨® disputas por el uso de la vivienda familiar. Seg¨²n los bufetes de abogados, se trata de una de las cuestiones m¨¢s complejas en las rupturas sentimentales, sobre todo si se dan dos situaciones: ¡°Cuando la vivienda es propiedad de uno de los miembros de la pareja y el uso se atribuye al otro y cuando la vivienda es de ambos y su uso se atribuye solo a uno¡±, explica la letrada F¨¢tima Galisteo, de la firma Galisteo Abogados. ¡°Cuando todo salta por los aires, las diferencias se centran en el uso y atribuci¨®n de la vivienda y, por supuesto, en su reparto y en el pago del pr¨¦stamo hipotecario que ha servido para comprarla¡±, se?ala Almudena Vel¨¢zquez, directora legal de Reclamador.es.
En caso de que la vivienda familiar sea de ambos y no haya hijos ¡ªsi existen hijos es el inter¨¦s de estos el que determina la atribuci¨®n del uso de la casa¡ª, tanto si se adquiri¨® con car¨¢cter privativo por ambos como con car¨¢cter ganancial, lo m¨¢s habitual es su uso por iguales periodos de tiempo hasta la extinci¨®n del proindiviso o liquidaci¨®n de la sociedad de gananciales. En el supuesto de que la vivienda sea propiedad de uno de los miembros de la pareja, no hay discusi¨®n: se queda en su poder. Aunque s¨ª hay una excepci¨®n y son los ¡°casos de extrema necesidad en los que se produzca un importante desequilibrio econ¨®mico tras la ruptura y constituya el inter¨¦s m¨¢s digno de protecci¨®n, en los que suele atribuirse al no propietario, al menos temporalmente, el uso de la vivienda¡±, comenta F¨¢tima Galisteo.
Una de las cuestiones que m¨¢s preocupa y se trata en los despachos de abogados es si conviene cambiar el testamento otorgado en favor del ex para que no tenga ning¨²n derecho sobre la vivienda. ¡°El divorcio extingue el matrimonio y, por tanto, los derechos hereditarios de los c¨®nyuges entre s¨ª, pues aunque el C¨®digo Civil no lo exprese taxativamente, la herencia se transfiere al c¨®nyuge, condici¨®n que no tiene ya el divorciado¡±, apunta F¨¢tima Galisteo. La letrada entiende que, tras el divorcio o separaci¨®n, no es necesario hacer ning¨²n otro testamento.
Aunque m¨¢s vale prevenir que curar. Hasta que en 2018 el Tribunal Supremo excluy¨® al c¨®nyuge divorciado del testamento, la jurisprudencia fue contradictoria. ¡°De hecho, todav¨ªa hay quien se atreve a pleitear por tal causa pese a esta doctrina, por lo que lo mejor es modificar el testamento en cuanto se produzca la ruptura de la pareja, y evitar as¨ª disgustos y complicaciones a los herederos¡±, aconseja Vel¨¢zquez.
Permiso del ex
Otra de las cuestiones que m¨¢s angustia provoca en una separaci¨®n es la venta de la vivienda cuando uno de los miembros de la pareja se niega en rotundo. No se puede vender sin permiso de la otra parte, pero s¨ª se puede ejercitar judicialmente lo que se conoce como actio communi dividundo (acci¨®n de divisi¨®n de la cosa com¨²n), por la que el juez, tras presentar la demanda correspondiente y si no hay acuerdo entre los ex para que alguno se la adjudique, ordenar¨¢ la venta en subasta p¨²blica o mediante inmobiliarias. ¡°Aqu¨ª m¨¢s que nunca es recomendable el dicho de que m¨¢s vale un mal acuerdo que un buen pleito, puesto que el precio por el que se vender¨¢ el inmueble si se hace en p¨²blica subasta siempre va a ser mucho menor que el de mercado¡±, se?ala Vel¨¢zquez. Tambi¨¦n existe la posibilidad de que la venta se lleve a cabo mediante la intervenci¨®n de ¨¢rbitros y no de un juez, aunque es una pr¨¢ctica poco habitual.
Hay otra opci¨®n para el que quiere vender, y es transmitir su parte indivisa sin perjuicio del derecho de adquisici¨®n preferente del otro condue?o. Puede recurrir a inversores que est¨¢n interesados en adquirir partes de viviendas en proindiviso para despu¨¦s negociar la compra de la parte restante con el otro propietario. El vendedor puede recibir entre el 35% y hasta el 60% del valor de tasaci¨®n de su parte.
?Y si uno quiere alquilar la casa y otro no? La vivienda puede alquilarse por cualquiera de los copropietarios, sean c¨®nyuges o est¨¦n ya divorciados. Ahora bien, si el arrendamiento tiene una duraci¨®n mayor de seis a?os ser¨¢ necesario el consentimiento de ambos. Si no hay acuerdo, decidir¨¢ un juez. Desde Reclamador.es, Almudena Vel¨¢zquez indica que, aunque cualquiera de los dos puede alquilar la casa, el que no est¨¦ de acuerdo puede acudir al juez para que decida sobre la validez de ese arrendamiento.
A todos estos puntos se tendr¨¢n que enfrentar en alg¨²n momento las parejas que han tenido que posponer su separaci¨®n o divorcio por las crisis sanitaria y econ¨®mica. Hasta que vengan tiempos mejores, se ven forzadas a seguir viviendo bajo el mismo techo. En 2020, el n¨²mero de divorcios y separaciones registr¨® la ca¨ªda m¨¢s acusada en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n el CGPJ. El funcionamiento de los juzgados y tribunales se vio alterado por la irrupci¨®n de la pandemia, sobre todo en el segundo trimestre del a?o, lo que influy¨® en la presentaci¨®n y tramitaci¨®n de las demandas de ruptura matrimonial.
Aunque hay otro argumento de peso. Las crisis frenan los divorcios y las separaciones. La gente se separa menos por motivos puramente econ¨®micos. Ya ocurri¨® en la Gran Recesi¨®n de 2008, cuando el n¨²mero de rupturas matrimoniales descendi¨® un 13,5% ese a?o, seg¨²n el INE. La vivienda fue entonces la patata caliente de esas rupturas sentimentales, sobre todo porque en pleno pinchazo de la burbuja inmobiliaria resultaba casi imposible vender un activo que, en la mayor¨ªa de los casos, estaba sobrevalorado. Hoy no hay burbuja ¡ªel precio de la vivienda cerr¨® con una ca¨ªda del 1,8% en el cuarto trimestre de 2020, seg¨²n el Ministerio de Transportes¡ª, pero s¨ª una crisis econ¨®mica que complica las separaciones y, sobre todo, el encontrar la puerta de salida de la vivienda familiar.
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Las muertes por covid notificadas en Espa?a superan las 76.000. Muchas de estas personas han fallecido de forma tan inesperada que no han tenido tiempo de dejar solucionados ciertos asuntos, como el vender la vivienda familiar que a¨²n les ataba a sus exparejas con las que un d¨ªa se casaron en r¨¦gimen de gananciales. En los casos en los que el piso se compr¨® durante el matrimonio debe liquidarse la sociedad de gananciales adjudicando el piso bien al ex, bien a los herederos (hijos de la persona fallecida), pagando el adjudicatario al otro su parte en dinero o bien adjudic¨¢ndolo por mitades indivisas. L¨®gicamente la hipoteca se adjudicar¨¢ en la misma proporci¨®n¡±, explica F¨¢tima Galisteo, abogada especialista en herencias de Galisteo Abogados.
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