Peter Praet: ¡°En Europa tambi¨¦n podemos ser audaces y ambiciosos¡±
El ex economista jefe del BCE demanda a la UE la misma agresividad que EE UU para salir de la recesi¨®n provocada por la pandemia y que convive con precios bajos y tipos de inter¨¦s negativos
El belga Peter Praet (Herchen, Alemania, 1949) dej¨® hace poco ese edificio que parece un cruce del Hogwarts de Harry Potter y la Estrella de la Muerte: la sede del BCE. Praet, que fue el s¨®lido economista jefe del legendario Mario Draghi en el BCE, se muestra fascinado por la ambici¨®n de Joe Biden en EE UU, aun con sus riesgos asociados. En una charla por videoconferencia desde Waterloo, reclama a Europa esa misma ambici¨®n para salir de una trampa en forma de pesadilla: una doble recesi¨®n provocada por la pandemia, combinada con baja inflaci¨®n y tipos de inter¨¦s negativos.
Pregunta. La UE va retrasada con las vacunas. Y a pesar de que la primera reacci¨®n fue buena, ?es posible que se haya quedado corta con los est¨ªmulos a la vista de la reacci¨®n de EE UU?
Respuesta. Washington ha sido extremadamente agresivo tanto en pol¨ªtica fiscal como monetaria. Por el lado fiscal, Biden ha puesto el list¨®n muy alto en dos dimensiones: un fuerte est¨ªmulo para rebotar a corto plazo, unido a ambiciosas medidas estructurales. Quiere arreglar problemas que se acumulan desde hace d¨¦cadas: desigualdad, sanidad, educaci¨®n, subinversi¨®n p¨²blica, medio ambiente. E incluso quiere rehacer las reglas internacionales. No es solo un impulso como el de Obama: es mucho m¨¢s. No es volver a la era pre-Trump: es darle un arre¨®n al multilateralismo, incluso a la fiscalidad internacional. Biden quiere aprovechar el impulso de su victoria y la crisis de la covid, y sabe que tiene poco tiempo.
P.??Asoma otro paradigma?
R.?Lo de Biden es un whatever it takes [conlleve lo que conlleve] contra el populismo: un chute de expectativas para que la sociedad entienda que hay un cambio de r¨¦gimen. Es muy distinto de la revoluci¨®n conservadora de los ochenta, pero a su manera es una sacudida al sistema usando la m¨¢xima potencia de fuego. Sabe que podr¨ªa perder la mayor¨ªa en dos a?os, y por eso quiere resultados r¨¢pidos que mejoren la vida del americano medio.
P.?Eso entra?a riesgos: los cenizos de siempre, y alguno inesperado, hablan de sobrecalentamiento e inflaci¨®n.
R.?Biden est¨¢ siendo valiente. Usa todo lo que tiene, y tal vez vaya m¨¢s all¨¢ de lo que deber¨ªa. Pero es un riesgo calculado: tiene dos a?os para cortarle las alas al populismo. Larry Summers y otros hablan de riesgo de sobrecalentamiento, ese riesgo est¨¢ ah¨ª. No es peque?o, pero puede ser manejable para el banco central. Quiz¨¢ el mayor problema sea de ejecuci¨®n: en qu¨¦ se gasta, y c¨®mo, ese dinero.
P.?Europa tiene problemas parecidos y no es tan radical.
R.?Europa suele ser lenta, pero esta vez se ha movido. Lo malo es que cuando desaparece la sensaci¨®n de urgencia vuelven los retrasos, como hemos visto con las vacunas y el Fondo de Recuperaci¨®n. El BCE actu¨® de inmediato y Bruselas suspendi¨® acertadamente el Pacto de Estabilidad y puso en marcha el Fondo; los problemas han venido despu¨¦s. Pero la gente no entender¨¢ que los retrasos se acumulen: eso pasa factura pol¨ªticamente.
P.?El tama?o de los est¨ªmulos es muy diferente.
R. EE UU va a alcanzar d¨¦ficits del 15% del PIB en 2021 y 2022, y una deuda del 130% del PIB. Eso se lo puede permitir el pa¨ªs del d¨®lar; si gasta bien ese dinero, elevar¨¢ su crecimiento potencial y no tendr¨¢ problemas. Biden ha tomado el camino contrario de la austeridad. Opta por asumir riesgos calculados, por invertir, por gastar, por pagar cheques ante el riesgo pol¨ªtico del populismo. Europa no ha actuado como en 2010, pero de alguna manera los ministros de Hacienda creen que los riesgos de implementaci¨®n para gastar bien todo ese dinero son elevados. De ah¨ª la diferencia.
P.??Demasiada timidez?
R.?El riesgo de hacer poco es superior al de hacer demasiado. Bruselas hizo lo adecuado: a los pa¨ªses les toca ahora aprobar planes m¨¢s ambiciosos. Si Europa no puede presentar un plan global a la altura del de EE UU, se pierde el impacto de expectativas que ha conseguido Biden. Esa falta de ambici¨®n nos lastra. Hay que hacer m¨¢s. Con las vacunas ya hemos perdido un trimestre. Cuanto m¨¢s se alargue la crisis, m¨¢s da?os provocar¨¢.
P.?Seg¨²n el FMI, en 2022 la econom¨ªa de EE UU estar¨¢ un 6% por encima del nivel prepandemia; Europa no habr¨¢ crecido nada. ?Hay que conformarse?
R.?Pues no. Podemos poner en pie todas las narrativas que queramos. Podemos decir que Europa ya ha hecho todo lo posible con las vacunas; podemos inventar teor¨ªas sobre la reacci¨®n de la Fed [Banco Central de EE UU] y los mensajes m¨¢s ambiguos del BCE. Pero a los votantes eso les va a dar igual: sacar¨¢n sus conclusiones. Necesitamos resultados r¨¢pidos, que la gente perciba que tambi¨¦n en Europa podemos ser audaces y ambiciosos.
P.?Desde enero de 2020 la Fed ha comprado 2,6 billones en activos; el BCE, 320.000 millones. ?Qu¨¦ le dice eso?
R.?Al arrancar la pandemia, el BCE logr¨® controlar el p¨¢nico cuando sub¨ªan las primas de riesgo. Y pudo hacerlo no solo por el tama?o del paquete, sino por sus clar¨ªsimos mensajes: aquel ¡°no toleraremos fragmentaci¨®n¡±. Adem¨¢s, hubo una se?al fuerte por parte de la UE para lidiar con las asimetr¨ªas de la crisis con el Fondo de Recuperaci¨®n. Esa combinaci¨®n fue exitosa: cuando tienes un compromiso claro no hace falta gastar mucho, como vimos con el whatever it takes de Draghi.
P.?Christine Lagarde est¨¢ recibiendo duras cr¨ªticas.
R.?No hay problema hasta marzo de 2022: ese es el final previsto del programa de compras de la pandemia. Pero la transici¨®n al escenario pospandemia no est¨¢ clara; Lagarde quiere salir con un paquete completo, pero hay aspectos de ese paquete que son m¨¢s urgentes. El objetivo de inflaci¨®n y la claridad en las futuras intervenciones en los mercados de deuda son lo fundamental. ?Estar¨¢ presente la flexibilidad en las compras de activos que tenemos ahora en ese nuevo marco, al menos hasta que todas las econom¨ªas est¨¦n normalizadas? Eso es clave, en particular para Italia o Espa?a. Y va a ser dif¨ªcil; es pol¨ªticamente delicado y temo que el BCE est¨¦ siendo t¨ªmido.
P.?Quiz¨¢ porque los halcones est¨¢n sobrevolando en c¨ªrculos.
R.?En un impacto como este, la pol¨ªtica monetaria por s¨ª sola no es suficiente para conducir la inflaci¨®n: es esencial la pol¨ªtica fiscal. El BCE tiene que ser claro con la comunicaci¨®n. El mensaje debe ser que la pol¨ªtica monetaria va a seguir siendo muy acomodaticia hasta bien entrada la recuperaci¨®n, ya que es probable que la presi¨®n sobre los precios se mantenga moderada. Y hay que dejar claro que en los dif¨ªciles a?os posteriores a la pandemia, en los que vamos a ver recuperaciones a distintas velocidades, el BCE no tolerar¨¢ la fragmentaci¨®n en la transmisi¨®n de su pol¨ªtica. Mensajes simples y contundentes.
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