Espa?a propone a la UE un control anual de la situaci¨®n social y laboral en cada pa¨ªs
La propuesta ha sido suscrita por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez junto a B¨¦lgica
Espa?a ha propuesto a la Uni¨®n Europea el establecimiento de un marco de vigilancia de los indicadores de pol¨ªtica social y laboral similar al aplicado en pol¨ªtica fiscal (Pacto de Estabilidad) y al de los desequilibrios macroecon¨®micos. El nuevo pacto fijar¨ªa objetivos cuantitativos e incluir¨ªa un mecanismo de alerta que se activar¨ªa tan pronto como la situaci¨®n de un pa¨ªs se deteriorase o cuando se detectase un riesgo de dumping laboral.
La propuesta ha sido suscrita por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez junto al Gobierno de B¨¦lgica, liderado por el liberal Alexander de Croo. El documento se ha trasladado a Bruselas y al resto de capitales europeas con vistas a la preparaci¨®n de la cumbre europea prevista para el 7 y 8 de mayo en Oporto. Tanto la Comisi¨®n Europea como Portugal, que ocupa la presidencia semestral de la UE, aspiran a que de esa cita salga una agenda que garantice que la recuperaci¨®n econ¨®mica post-pandemia integra una importante dimensi¨®n social junto a los objetivos medioambientales y digitales ya fijados.
El texto hispano-belga (definido como non-paper en la jerga diplom¨¢tica) subraya que ¡°el Pilar europeo de los derechos sociales es una br¨²jula crucial para el empleo, la educaci¨®n y las pol¨ªticas sociales¡±. Y considera que ¡°su implementaci¨®n debe acelerarse por la crisis de la covid-19 y por la transici¨®n verde y digital en ciernes¡±.
El llamado Pilar de derechos sociales fue pactado en la cumbre de Gotemburgo en 2017 y fij¨® 20 principios rectores en materia de igualdad de oportunidades y acceso al mercado de trabajo, condiciones laborales justas y protecci¨®n e inclusi¨®n social. Pero de momento ese pilar es poco m¨¢s que una declaraci¨®n de buenas intenciones con escaso recorrido.
La crisis sanitaria, adem¨¢s, ha devastado la econom¨ªa de buena parte de los pa¨ªses europeos y se teme que deje una temible resaca de depauperaci¨®n y exclusi¨®n social. A Bruselas le preocupa que la fractura en condiciones laborales y sociales de la era post-pandemia pueda llegar incluso a poner en peligro el funcionamiento del mercado interior, que requiere una cierta convergencia econ¨®mica entre sus socios.
Crecimiento m¨¢s social
Espa?a y B¨¦lgica creen que se deben atajar esos riesgos de manera inmediata, convirtiendo el Pilar en el instrumento que ¡°equilibre las pol¨ªticas econ¨®micas y el mercado ¨²nico con una estrategia de crecimiento m¨¢s social y m¨¢s sostenible¡±. Para lograrlo, los gobiernos de S¨¢nchez y De Croo proponen la introducci¨®n ¡°de nuevos objetivos sociales¡±, ligados a los objetivos econ¨®micos y revisables cada cinco a?os.
El nuevo Pacto social establecer¨ªa, adem¨¢s, objetivos cuantitativos en ¨¢reas tan precisas del mercado laboral como la calidad del puesto de trabajo, la brecha salarial entre varones y mujeres o la higiene y seguridad en el trabajo. Los objetivos cuantitativos tambi¨¦n se extender¨ªan a ¨¢reas de pol¨ªtica social y educativa como el n¨²mero de personas sin techo, el abandono escolar o el acceso asequible a servicios de calidad. En este ¨²ltimo terreno se menciona expresamente, como en ocasiones anteriores, la atenci¨®n a la infancia, pero tambi¨¦n a los ancianos, un cap¨ªtulo que ha ganado relevancia tras la elevada mortandad provocada por la pandemia en las residencias de ancianos, una tragedia que ha golpeado con gran fuerza a Espa?a y B¨¦lgica.
La propuesta incluye tambi¨¦n el establecimiento de un ¡°mecanismo de alerta¡±, cuya activaci¨®n llevar¨ªa a una investigaci¨®n en profundidad sobre la situaci¨®n social y laboral en el pa¨ªs donde se considere necesario. Ese tipo de instrumentos de vigilancia ya existen en materia de desequilibrios macroecon¨®micos y somete a ex¨¢menes exhaustivos a los socios de la UE donde se aprecian, por ejemplo, d¨¦ficit o super¨¢vit muy abultados en la balanza por cuenta corriente, dependencia excesiva de la inversi¨®n internacional, evoluci¨®n al alza de los costes laborales de manera desproporcionada en relaci¨®n con la productividad o un endeudamiento enorme del sector privado. En el ¨²ltimo ejercicio de revisi¨®n (2020), Bruselas someti¨® a examen a 10 pa¨ªses (Espa?a, Alemania o Francia, entre ellos) y puso en vigilancia a los tres con mayores desequilibrios (Italia, Grecia y Chipre).
Espa?a y B¨¦lgica creen que la misma vigilancia deber¨¢ aplicarse a partir de ahora a los indicadores sociales y laborales, reforzando tambi¨¦n su control en el llamado Semestre europeo (el ejercicio anual de la situaci¨®n presupuestaria de cada pa¨ªs en aplicaci¨®n del Pacto de Estabilidad).
El reforzamiento del pilar social, seg¨²n los dos pa¨ªses, deber¨ªa ser clave tambi¨¦n en la gesti¨®n del fondo europeo de recuperaci¨®n (NextGeneration EU), que a partir de este a?o distribuir¨¢ 750.000 millones de euros entre subsidios y pr¨¦stamos para paliar los efectos de la pandemia.
El texto hispano-belga tambi¨¦n pide que de la cumbre de Oporto salga una mirada de la UE a largo plazo a unos mercados laborales y a un ¨¢mbito social que, probablemente, se ver¨¢n transformados por el impacto de la covid-19. El documento aboga por impulsar el aprendizaje continuo, estimular la incorporaci¨®n de nuevos m¨¦todos de trabajo, reforzar los derechos laborales y los sistemas de seguridad social.
Espa?a y B¨¦lgica tambi¨¦n defienden el mantenimiento de la suspensi¨®n del Pacto de Estabilidad hasta que se supere la crisis. Y aprovechar la exitosa experiencia del programa Sure (100.000 millones de euros en pr¨¦stamos para financiar las regulaciones temporales de empleo durante la pandemia) para desarrollar un seguro europeo de desempleo que ¡°contribuya a la estabilidad econ¨®mica y a la solidaridad¡±. La Europa post-covid empieza a perfilarse.
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