Tokio 2020: unos Juegos gafados para la econom¨ªa japonesa
La tercera econom¨ªa del mundo confiaba en el efecto ol¨ªmpico para reactivar su actividad, pero una nueva ola de contagios por covid ha obligado a celebrar las pruebas sin p¨²blico, limitando el alcance del impacto
Cuando el pr¨®ximo d¨ªa 23, en la ceremonia de apertura de los Juegos, la llama ol¨ªmpica entre en el estadio nacional de Tokio, el primer ministro de Jap¨®n, Yoshihide Suga, estar¨¢ cruzando mentalmente los dedos. Suga ha insistido contra viento y marea en que esta competici¨®n de competiciones se lleve a cabo, pese a la opini¨®n en contra de la inmensa mayor¨ªa de los japoneses -un 86%, seg¨²n las encuestas, temen una nueva ola o una nueva variante de covid durante el evento-, el personal sanitario e incluso de algunas destacadas empresas y anunciantes. Hasta el emperador Naruhito se encuentra ¡°preocupado¡±, seg¨²n la Casa Imperial.
Hay mucho en juego en este torneo marcado por la covid, que finalmente se celebrar¨¢ sin p¨²blico y con Tokio bajo su cuarto estado de emergencia sanitario. El primer ministro -que se ha apostado todo su prestigio, ahora mismo por los suelos, a la sola carta de celebrar las olimpiadas- arriesga el puesto en las elecciones generales que debe convocar no m¨¢s tarde de octubre. El pa¨ªs pone en la picota una ¡°p¨¦rdida de cara¡± de dimensiones ¨¦picas. Sobre todo, ante su vecina y n¨¦mesis China, que el pr¨®ximo febrero celebrar¨¢ su propia edici¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos, los de invierno en Pek¨ªn 2022. Pero, especialmente, se juega la marcha de la econom¨ªa. Seg¨²n varios analistas, dadas las limitaciones impuestas de aforo y movilidad, financieramente Jap¨®n tiene poco que ganar ya de la celebraci¨®n de este evento. Pero mucho que perder.
Si todo hubiera salido como estaba previsto cuando la capital nipona present¨® su candidatura, estos ten¨ªan que haber sido los ¡°Juegos de la Recuperaci¨®n¡± para el pa¨ªs. Como los de Tokio que en 1964 marcaron la vuelta de Jap¨®n a la comunidad internacional tras el ostracismo de la posguerra, los de 2020 deb¨ªan celebrar el renacimiento tras el triple desastre de Fukushima hace una d¨¦cada, cuando un terremoto, un tsunami y el peor accidente nuclear del mundo en treinta a?os dejaron m¨¢s de 20.000 muertos y devastaron esa prefectura y las de los alrededores.
Incluso el aplazamiento provocado por la pandemia el a?o pasado ven¨ªa a subrayar esa idea. Los Juegos, dec¨ªa el entonces primer ministro Shinzo Abe, iban a marcar la recuperaci¨®n, s¨ª, pero esta vez no solo japonesa sino global, tras la derrota del virus.
No ha sido precisamente as¨ª. Jap¨®n, abrumado en los ¨²ltimos meses por una cuarta ola de infecciones, contiene el aliento ante la posibilidad de que el evento se convierta en un foco de supercontagio que desate una quinta ola. O que la anormalidad con la que se celebran estos juegos, convertidos en una inmensa burbuja sin espectadores extranjeros y con las delegaciones deportivas recluidas en la Villa Ol¨ªmpica, sin alcohol -ni preservativos gratis para los deportistas-, pueda hacerse a¨²n m¨¢s extra?a si comienza a detectarse un aumento de contagios que obliguen a endurecer las estrictas restricciones ya en pie.
Un an¨¢lisis del centro de estudios Dai-ichi Life Research Institute, firmado por su economista jefe Toshihiro Nagahama, calcula que el nuevo estado de emergencia en Tokio y la pr¨®rroga del de Okinawa, en el sur, puede suponer una p¨¦rdida de 1,2 billones de yenes en el consumo. ¡°Es inevitable que, debido al estado de emergencia, haya m¨¢s presi¨®n para restringir la actividad econ¨®mica¡±, apunta Nagahama.
El Instituto de Investigaci¨®n Daiwa calculaba antes de las nuevas medidas, anunciadas este jueves, que los beneficios econ¨®micos durante los Juegos se situar¨ªan en los 520.000 millones de yenes, de los que 70.000 millones vendr¨¢n del gasto de las delegaciones deportivas y de los espectadores (si los hubiera), y 150.000 millones vendr¨¢n de las unidades familiares que sigan las competiciones a distancia.
El economista ejecutivo del Nomura Research Institute, Takahide Kiuchi, tambi¨¦n calcula en cerca de un bill¨®n de yenes el perjuicio que causar¨¢ la nueva emergencia. Kiuchi considera que, de haberse celebrado en condiciones normales, los Juegos hubieran generado unos beneficios de 1,81 billones de yenes. En el blog de su instituci¨®n, apunta que sin espectadores en las gradas, los beneficios econ¨®micos se reducir¨ªan a 1,66 billones de yenes, o el 91,9% de lo que generar¨ªan unos Juegos a todo gas. Pero Kiuchi advert¨ªa entonces que ¡°si celebrar los Juegos fuera a causar un aumento dr¨¢stico en los casos de covid, forzando as¨ª al Gobierno a declarar un nuevo estado de emergencia, las p¨¦rdidas econ¨®micas resultantes ser¨ªan sustancialmente mayores¡±.
En un sentido similar la consultora GlobalData. Su analista Aditi Dutta Chowdhury comenta que ¡°los grandes eventos deportivos, como los Juegos Ol¨ªmpicos y Paral¨ªmpicos, generan inversi¨®n en infraestructuras, que alcanza su mayor nivel dos o tres a?os antes del acontecimiento. En el caso de las Olimpiadas de Tokio, las actividades del sector de la construcci¨®n mostraron un gran comportamiento entre 2018 y 2019. Durante la competici¨®n en s¨ª, las ganancias se generan por el consumo de los atletas visitantes, el p¨²blico extranjero que visita las ciudades anfitrionas y sus alrededores, y las audiencias nacionales de las retransmisiones¡±.
Dados estos factores, Global Data cree que, dada la incertidumbre y la prohibici¨®n de visitas extranjeras, los Juegos contribuir¨¢n muy poco al crecimiento econ¨®mico nip¨®n, ya que ¡°no compensar¨¢n las p¨¦rdidas generadas por las frecuentes restricciones en las ciudades japonesas¡± impuestas en la lucha contra la pandemia. Seg¨²n la firma, el que la mayor¨ªa de los japoneses est¨¦n en contra de la celebraci¨®n del megaevento deportivo puede perjudicar la asistencia a las diferentes competiciones. Y recuerda que ya se han cancelado las sesiones de entrenamiento previas de algunas delegaciones, con el consiguiente lucro cesante.
Pero, con todo, lo que ser¨ªa un desastre ser¨ªa un gran brote de coronavirus a ra¨ªz de los Juegos, que obligara a imponer nuevas restricciones en un pa¨ªs donde la campa?a de vacunaci¨®n arranc¨® a paso muy lento, solo ha cobrado velocidad a partir del ¨²ltimo mes, y en el que menos del 15% de su poblaci¨®n, de 120 millones de personas, ha recibido ya la pauta completa (dos dosis).
Como el resto de las grandes econom¨ªas, a excepci¨®n de China, la de Jap¨®n se ha visto muy golpeada por la pandemia. Esta semana, Suga ha anunciado un nuevo estado de emergencia sanitaria que estar¨¢ vigente hasta el 22 de agosto en Tokio, ante el aumento de casos de covid. Es el cuarto que vive la capital. El tercero, que afect¨® a otras nueve prefecturas, fue m¨¢s suave que los previos, pero se prolong¨® cerca de dos meses. Las emergencias anteriores causaron una contracci¨®n del PIB nip¨®n del 4,8% en 2020, y del 3,9% en el primer trimestre del a?o, despu¨¦s de una revisi¨®n a los datos iniciales.
Antes de que se comenzaran a detectar los primeros contagios con coronavirus en su territorio, Jap¨®n ya hab¨ªa entrado en 2020 con una situaci¨®n delicada. El impacto del supertif¨®n Hagibis y la subida de su impuesto al consumo, del 8 al 10%, hab¨ªan dejado su econom¨ªa en 2019 al borde de la recesi¨®n t¨¦cnica.
Para tratar de paliar los efectos econ¨®micos de la covid, el Gobierno aprob¨® a lo largo de 2020 gigantescos paquetes de est¨ªmulo por valor de 3 billones de d¨®lares. Una medida que expandi¨® en 102 billones de yenes la ya de por s¨ª ingente deuda nipona, la mayor de los pa¨ªses industrializados: 1.216 billones de yenes, o unos 12,3 billones de d¨®lares, el 257% de su PIB. Y, seg¨²n ha publicado el peri¨®dico Nikkei, Suga se plantea una nueva ronda de est¨ªmulos antes de convocar elecciones en septiembre, que algunos analistas calculan entre los 20 y 30 billones de yenes. En sus declaraciones al anunciar el nuevo estado de emergencia, el primer ministro no descart¨® aplicar una nueva inyecci¨®n si se juzgaba necesario.
Se espera que las ¨²ltimas restricciones -y la lentitud de la campa?a de vacunaci¨®n- mantengan los indicadores en el terreno negativo en el periodo entre abril y junio. Pero en la segunda mitad del a?o deber¨ªa comenzar la recuperaci¨®n, una vez que se hayan acelerado las vacunaciones y el consumo pueda volver a sus pautas habituales. Si todo va bien, y no se produce una quinta ola que obligue a nuevas medidas estrictas, la OCDE prev¨¦ el cierre de 2021 con una recuperaci¨®n del 2,6%; a comienzos de 2022, se alcanzar¨ªan los niveles del PIB previos a la pandemia y en ese a?o la econom¨ªa aumentar¨ªa un 2%.
¡°El ambiente externo es, en general, favorecedor a Tokio en 2021, dada la temprana recuperaci¨®n de la econom¨ªa de China y el s¨²per est¨ªmulo de Estados Unidos¡±, calcula la compa?¨ªa de seguros de cr¨¦dito Euler Hermes, accionista de Solunion. La segunda econom¨ªa del mundo es el principal socio comercial nip¨®n; la primera, su gran aliado pol¨ªtico y militar.
Hay algunos indicios para un cauto optimismo. En mayo, las exportaciones se dispararon a su mayor ritmo desde 1980, un 49,6%. Las ventas a China aumentaron un 23,6%; a EE.UU, un 87,9% Una encuesta del Banco de Jap¨®n sobre la confianza de los manufactureros apuntaba a comienzos de este mes que las grandes firmas prev¨¦n aumentar su gasto de capital en un 9,6% en el a?o fiscal que acaba en Jap¨®n en marzo de 2022.
Pero m¨¢s all¨¢ de la coyuntura puntual, Jap¨®n contin¨²a sin resolver sus sempiternos problemas estructurales que le han llevado a un crecimiento casi plano en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Una poblaci¨®n envejecida -el sistema de pensiones y de salud p¨²blica es uno de los factores que contribuyen, precisamente, a la fuerte deuda nacional-, retrasos en la digitalizaci¨®n con respecto a otros pa¨ªses avanzados y la escasa incorporaci¨®n de la mujer al mundo laboral -donde se enfrenta a salarios m¨¢s bajos que los de los varones- son algunas de las plagas de la tercera econom¨ªa del mundo. La baja productividad es otra: el Centro de Productividad de Jap¨®n indica que la productividad nacional por trabajador cay¨® un 0,3% anual entre 2015 y 2019, mientras que la productividad por hora solo creci¨® un 0,4% en el mismo per¨ªodo. Son, seg¨²n el propio Gobierno nip¨®n, las cifras m¨¢s bajas entre los pa¨ªses del Grupo de los Siete, los m¨¢s desarrollados del mundo.
Parad¨®jicamente, los dr¨¢sticos cambios provocados por la pandemia pueden abrir la puerta a la introducci¨®n de reformas laborales que antes hubieran parecido imposibles, como el teletrabajo y la flexibilidad de horario en una cultura laboral de asentada tradici¨®n presencial. Seg¨²n una encuesta del gobierno local de Tokio en julio de 2019, entonces solo el 25,1% de las compa?¨ªas implantadas en esta capital permit¨ªan el trabajo a distancia; en abril de este a?o, ya eran el 56,6%.
En su estrategia de crecimiento para los pr¨®ximos a?os, presentada en junio, el Gobierno de Suga se ha fijado la decarbonizaci¨®n -se ha prometido lograr la neutralidad de carbono para 2050, para lo que ha adoptado un fondo de dos billones de yenes para facilitar la innovaci¨®n ecol¨®gica, entre otras medidas- y la transformaci¨®n digital. Entre otras propuestas, prev¨¦ hacer menos propensa a las emisiones la cadena de suministro para la fabricaci¨®n de veh¨ªculos, e incentivar el uso de la inteligencia artificial en actividades como la venta de productos financieros o la inspecci¨®n de veh¨ªculos. Contempla asimismo la creaci¨®n de un nuevo organismo digital que simplifique las operaciones de los gobiernos locales y el nacional.
La estrategia de est¨ªmulo econ¨®mico tambi¨¦n prev¨¦ que este pa¨ªs, atrapado entre su intensa relaci¨®n econ¨®mica con China y sus estrechos lazos de seguridad con Estados Unidos, refuerce su seguridad econ¨®mica -ante las tensiones entre Pek¨ªn y Washington- mediante la mejora de su cadena de suministros de semiconductores, una de las debilidades de su econom¨ªa expuestas durante la pandemia.
Jap¨®n se ha propuesto reducir los riesgos de interrupciones en sus cadenas para productos clave, desde bater¨ªas a tierras raras, pasando por equipos m¨¦dicos. La estrategia tambi¨¦n pone de relieve la importancia de atraer manufacturas de semiconductores a Jap¨®n, y de apuntalar la competitividad de este sector nacional. Seg¨²n indica el documento, la cuota de mercado global de los chips nipones hab¨ªa ca¨ªdo al 10% en 2019, cuando en 1988 copaban la mitad de las ventas mundiales. En cambio, casi dos tercios de la demanda interna se cubre con importaciones.
Aunque los cambios m¨¢s dr¨¢sticos, a todas luces, tendr¨¢n que esperar. Atajar la pandemia sigue siendo la prioridad n¨²mero uno. Y, en cualquier caso, el calendario pol¨ªtico jugar¨¢ un papel importante: en septiembre Suga se somete a la reelecci¨®n como l¨ªder de su partido, el Partido Liberal Dem¨®crata (PLD). Antes del 21 de octubre, cuando expira el mandato de los diputados en la C¨¢mara Baja, deben celebrarse elecciones generales. En verano de 2022, las de la C¨¢mara Alta.
¡°Para Suga, lo principal es garantizar la supervivencia a largo plazo de su Administraci¨®n. Y cuando se piensa en las reformas econ¨®micas, las que hace falta poner en marcha se encuentran en el lado de la oferta: qu¨¦ hacer con las pymes que quiebran, los cr¨¦ditos impagados, las regiones¡ Pero son reformas dolorosas para los ciudadanos y la sociedad en general. As¨ª que dadas las consideraciones electorales, la Administraci¨®n estar¨¢ de momento m¨¢s centrada en el lado de la demanda. Para las reformas de calado habr¨¢ que esperar hasta despu¨¦s de verano de 2022¡±, calcula Yasuhide Yahima, economista jefe del laboratorio de ideas NLI Research Institute, en v¨ªdeoconferencia organizada por el centro de prensa extranjera de Jap¨®n.
Para las elecciones de oto?o, ya deber¨ªa haberse acelerado la campa?a de vacunaci¨®n. Y ya habr¨¢ quedado claro cu¨¢l ha sido el dividendo real de los Juegos. ¡°Puede que no acarreen un beneficio financiero sustancial¡±, apostilla la analista Chowdhury, ¡°pero si se celebran con ¨¦xito, Jap¨®n puede convertirse en pionero sobre c¨®mo organizar un gran evento internacional en una ¨¦poca sin precedentes¡±.
Un evento muy seguido por el mercado
La Bolsa japonesa sigue siendo una gran desconocida para la mayor¨ªa de los inversores en todo el mundo. En lo que va de a?o, la evoluci¨®n del Nikkei 225, el principal ¨ªndice burs¨¢til nip¨®n, ha sido muy irregular. Empez¨® el curso con energ¨ªa, para luego desinflarse poco a poco. Desde enero, la rentabilidad acumulada es del 5%.
Aunque los expertos creen que el impacto de los Juegos en la econom¨ªa japonesa ser¨¢ limitado y que en parte ya est¨¢ descontado por las cotizaciones, s¨ª opinan que las acciones japonesas podr¨ªan ponerse de moda si el evento transcurre sin complicaciones sanitarias. ¡°El castigo sufrido por las acciones japonesas parece excesivo dada la buena evoluci¨®n de los resultados empresariales, que han superado ampliamente las expectativas de los analistas. El ¨ªndice de beneficios se ha disparado un 19% desde final de 2020, incluso m¨¢s que en Estados Unidos y Europa. Por tanto, es un buen momento, por su recuperaci¨®n c¨ªclica y valoraci¨®n atractiva, para aumentar posiciones en la Bolsa japonesa¡±, defiende en un reciente informe Roberto Scholtes Ruiz, responsable de inversi¨®n en Espa?a de UBS.
Por su parte, Silvia Dall¡¯Angelo, economista de Federated Hermes, recuerda que el efecto positivo de los Juegos para el pa¨ªs anfitri¨®n es menor en los pa¨ªses desarrollados que en los emergentes. En el caso concreto de Jap¨®n este a?o, es probable que el tel¨®n de fondo de la covid limite a¨²n m¨¢s los ya escasos beneficios de los Juegos Ol¨ªmpicos. Las actuales restricciones a los viajes significan que el turismo recibir¨¢ un impulso muy limitado del evento, mientras que la confianza de los consumidores ¡ªque a¨²n se encuentra en niveles hist¨®ricamente bajos¡ª se beneficiar¨¢ del ¨¦xito de los Juegos Ol¨ªmpicos tanto como de una mayor aceleraci¨®n en el despliegue de la vacuna.
Diego Elices, director general de inversiones de A&G, piensa que los Juegos pueden tener un efecto m¨¢s amplio sobre el mercado mundial: ¡°Seg¨²n c¨®mo vayan desarroll¨¢ndose los acontecimientos, la percepci¨®n de reapertura econ¨®mica definitiva o la sensaci¨®n de que la pandemia pueda alargarse, podr¨ªa impactar en las Bolsas. El mero hecho de que se celebren ya es una buena noticia y puede ser una inyecci¨®n de optimismo¡±.
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