Las quejas por ruidos molestos en los pisos crecen con la pandemia
Las viviendas mal preparadas, la permisividad social y una actuaci¨®n ineficiente de las administraciones forman un c¨®ctel desesperante para muchos vecinos
Cambiar las ventanas o cambiar de casa. Ese es el dilema al que se enfrenta Julia S¨¢nchez, una vecina del centro de Madrid. S¨¢nchez, de 37 a?os, vive de alquiler en un piso que se asoma a una de las plazas del barrio de Chueca, cuyo ajetreo nunca le molest¨®. ¡°Me gustaba el bullicio, ver que hay vida¡¡±, recuerda. La pandemia que cambi¨® el mundo tal y como lo conoc¨ªamos, tambi¨¦n cambi¨® algo en su interior: ¡°Con el confinamiento, de repente, era supersilencioso; empiezas a valorar lo que es la contaminaci¨®n ac¨²stica, la identificas y te molesta¡±, explica. ¡°Creo que los vecinos nos hemos vuelto m¨¢s sensibles a valorar la paz, el descanso¡±.
Las ¨²ltimas estad¨ªsticas oficiales parecen darle la raz¨®n. Seg¨²n la Encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), cuyos datos para 2020 se conocieron en julio, uno de cada cinco hogares en Espa?a sufre problemas de ruidos. El porcentaje de personas que respondieron tener molestias sonoras producidas por sus vecinos o procedentes de la calle, un 22,1%, dio un salto de casi ocho puntos respeto al a?o previo (14,2% en 2019, el m¨ªnimo desde 2004). Esteban Benito, presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de Chueca, tambi¨¦n cree que el confinamiento ha sido determinante. O m¨¢s exactamente el desconfinamiento, cuando ¡°much¨ªsimas personas¡± como Julia S¨¢nchez se han acercado a la organizaci¨®n. ¡°Estamos descubriendo una mayor concienciaci¨®n de la gente sobre el ruido sin lugar a dudas¡±, afirma el dirigente vecinal.
La diferencia entre vivir en una casa con o sin ruidos se explica con situaciones que parecen anecd¨®ticas. S¨¢nchez, por ejemplo, recuerda los d¨ªas del verano pasado en que todav¨ªa pod¨ªa dormir con las ventanas abiertas y sin necesidad de usar tapones ni conectar el aire acondicionado. Pero las consecuencias del ruido sobre la salud son serias. Pedro Cobo, doctor en Ciencias F¨ªsicas e investigador del CSIC, se?ala dos a grandes rasgos: los efectos auditivos y los no auditivos. Estos segundos, que incluyen desde problemas de sue?o hasta estr¨¦s o ansiedad, son los que pueden darse m¨¢s com¨²nmente en el entorno dom¨¦stico.
Son situaciones desesperantes, en las que muchos ciudadanos se sienten desamparados. Pese a tener la ley de su lado. ¡°La legislaci¨®n nos protege de la molestia en horario nocturno, est¨¢ armonizada con Europa y es buena¡±, valora Cobo, ¡°el problema real son las administraciones que no aplican correctamente todo esto y, ante situaciones en que saben que se excede el ruido, no hacen nada o dilatan las decisiones¡±. Eso y una permisividad social que no se da en otros pa¨ªses. A Cobo le gusta recordar que ¡°Espa?a tiene la misma legislaci¨®n que Innsbruck¡±, la ciudad austriaca donde alg¨²n a?o ha comprobado que las noches de verano pueden ser muy silenciosas. Denunciar implica hacer mediciones en casa que prueben que se excede el volumen de decibelios permitido. ¡°Para resolver este tipo de problemas est¨¢ la Polic¨ªa Municipal¡±, resume.
Aumento de denuncias
Los datos que facilita la Polic¨ªa Municipal de Madrid muestran que 2020 fue un a?o complicado en la lucha contra el ruido. Justo cuando m¨¢s horas pasamos en casa, las denuncias de ruidos pasaron de 5.002 en 2019 a 8.701 en 2020. Y aunque las actas de medici¨®n de ruido retrocedieron (de 883 a 655), el n¨²mero de las que resultaron positivas (376 casos en los que los agentes verificaron que alguna actividad sobrepasaba los l¨ªmites legales) progres¨® muy ligeramente. El gran salto con respecto al a?o previo a la pandemia se da precisamente en el apartado de ruidos molestos entre vecinos, con 20 mediciones y 40 actas positivas m¨¢s que un a?o antes.
?Est¨¢n preparadas nuestras casas para el ruido? Atteneri Vi?as, ingeniera ac¨²stica en la firma de materiales aislantes Ursa, responde tajante: ¡°Para nada¡±. El ¨²ltimo c¨®digo de edificaci¨®n ¡°le da un poco m¨¢s de importancia al asunto¡±, pero queda mucho por hacer. ¡°Yo misma lo sufro¡±, narra la ingeniera, ¡°vivo de alquiler en un piso antiguo y es imposible no o¨ªr ruidos cuando lo que tenemos es un simple ladrillo sin aislamiento¡±.
La ¨²nica alternativa en esos casos es intervenir sobre una vivienda que, en su construcci¨®n original, no se prepar¨® para aislar bien los sonidos. El concepto que se usa en la jerga de la construcci¨®n es desolidarizar. ¡°Es como hacer una caja dentro de otra caja¡±, ejemplifica la ingeniera. Suelos flotantes, falsos techos y placas de yeso en las paredes, con una capa de lana mineral u otro material aislante, ayudan a no escuchar ni ser escuchados por los vecinos. Un instalador se?ala que los sistemas m¨¢s sencillos tienen un coste a partir de 25 euros por metro cuadrado.
Para evitar los ruidos de la calle, un aislamiento completo de fachada requiere una intervenci¨®n m¨¢s compleja, ya que suele implicar a toda la comunidad. Pero Vi?as se?ala que hay otras soluciones m¨¢s sencillas que suelen funcionar. ¡°La intervenci¨®n puede ser un simple cambio de ventanas, que son un punto d¨¦bil de casi todos los edificios¡±, explica la ingeniera ac¨²stica. En ello anda Julia S¨¢nchez, la vecina de Chueca, que intenta ponerse de acuerdo con su casero para poner ventanas dobles. De no lograrlo, asegura, buscar¨¢ otro piso y no es la ¨²nica en su edificio. ¡°Creo que muchos s¨ª nos estamos planteando irnos¡±, dice con un tono de resignaci¨®n, ¡°por mucho que nos guste el centro, al final esto afecta a tu vida¡±.
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