Luis Felipe L¨®pez-Calva: ¡°Am¨¦rica Latina a¨²n est¨¢ a tiempo de evitar otra d¨¦cada perdida¡±
El jefe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrolo (PNUD) para la regi¨®n avisa de que ¡°todos los choques¡± provocados por la pandemia ¡°son regresivos¡± y pide aumentar los impuestos sobre los m¨¢s ricos
El fantasma de otra d¨¦cada perdida en el desarrollo latinoamericano sigue planeando sobre la regi¨®n. La ampliaci¨®n de las tasas de vacunaci¨®n y la subida en el precio de las materias primas ¡ªde las que muchos pa¨ªses son exportadores netos¡ª ha mejorado la coyuntura econ¨®mica del bloque, pero no impiden que vaya a ser la regi¨®n m¨¢s rezagada del mundo en la recuperaci¨®n. Esos aspectos, los estructurales, son los que quitan el sue?o al jefe para Am¨¦rica Latina del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Luis Felipe L¨®pez-Calva (Puebla, 1967), que advierte de que ¡°todos los choques¡± surgidos de la pandemia ¡°son regresivos¡± y pide aumentar la carga fiscal sobre los m¨¢s ricos, especialmente sobre la propiedad inmobiliaria. El funcionario mexicano atiende a EL PA?S desde Nueva York, por v¨ªa telem¨¢tica, tras cancelar un viaje que ten¨ªa previsto a Madrid.
Pregunta. ?C¨®mo valora el proceso de vacunaci¨®n en Am¨¦rica Latina?
Respuesta. Empez¨® muy lento, pero la reciente revisi¨®n al alza, en m¨¢s de un punto, en la previsi¨®n de crecimiento del Fondo Monetario Internacional tiene que ver con la aceleraci¨®n en el proceso de vacunaci¨®n. Sab¨ªamos de los casos muy exitosos, como Uruguay o Chile. Sin embargo, otros, como Ecuador, en solo 90 d¨ªas ha sobrepasado al resto en doble pauta. Tambi¨¦n Colombia o Cuba. Hay heterogeneidad y se necesita una nueva aceleraci¨®n: a¨²n seguimos en el entorno del 50% en promedio y eso sigue siendo insuficiente.
P. ?A partir de qu¨¦ umbral de vacunaci¨®n se destraba el crecimiento?
R. Cuando se sobrepasa el 50%, se puede retomar la actividad econ¨®mica hasta niveles bastante normales. Pero ah¨ª es cuando se ven las otras restricciones, como el financiamiento de las peque?as y medianas empresas. El empleo sigue seis puntos por debajo de los niveles prepandemia, y la informalidad sigue siendo muy alta. Eso quiere decir que, una vez m¨¢s, se est¨¢ recuperando m¨¢s r¨¢pido el sector informal que el formal. Lo mismo est¨¢ ocurriendo con el empleo de los hombres, que se est¨¢ recuperando m¨¢s r¨¢pido que el de las mujeres. Son cosas que debemos evitar, porque se vuelven patrones estructurales. La vacunaci¨®n es fundamental, pero tenemos otras restricciones importantes.
P. ?Es Am¨¦rica Latina m¨¢s fr¨¢gil o m¨¢s fuerte frente a la crisis global de oferta y los cuellos de botella en las cadenas de suministro?
R. Depende de los pa¨ªses. El sur est¨¢ m¨¢s protegido que el centro y el norte, aunque M¨¦xico y Centroam¨¦rica se est¨¢n beneficiando del crecimiento estadounidense. En el Caribe, el problema es la recuperaci¨®n del turismo. En Sudam¨¦rica, en cambio, son econom¨ªas m¨¢s cerradas y all¨¢ est¨¢ teniendo un impacto m¨¢s fuerte la situaci¨®n de las empresas locales.
P. ?Cu¨¢nto le preocupa la inflaci¨®n?
R. Es un choque transitorio. No creo que la inflaci¨®n subyacente se vaya a ir a niveles estructuralmente m¨¢s altos. Los bancos centrales ya est¨¢n empezando a detener su pol¨ªtica monetaria expansiva para frenar esa presi¨®n.
P. ?Cu¨¢nto le preocupa que el efecto de la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria en EE UU y en Europa?
R. No preveo un cambio abrupto hacia una pol¨ªtica monetaria contraccionista: espero, m¨¢s bien, un aterrizaje suave. Es cierto que nos toma m¨¢s endeudados, pero no creo que vaya a haber una gran disrupci¨®n, ni a nivel global ni en Am¨¦rica Latina. La regi¨®n est¨¢ mejor preparada que en el pasado. Y pa¨ªses como Uruguay, Paraguay, M¨¦xico y Brasil, por ejemplo, tienen un buen nivel de reservas para evitar turbulencias. Adem¨¢s, veo una mayor actitud de coordinaci¨®n internacional, y eso es importante.
P. Quiz¨¢ la mejor noticia para Am¨¦rica Latina es el reciente encarecimiento de las materias primas, por mucho la mayor partida de sus exportaciones. ?Va para largo?
R. Es de esperarse que dure, al menos mientras se mantengan pol¨ªticas fiscales expansionistas en EE UU. Aunque tambi¨¦n aumenta la presi¨®n inflacionaria en la regi¨®n, fiscalmente es muy positivo. La parte coyuntural est¨¢ tomando un tono m¨¢s favorable, pero, de nuevo, el problema siguen siendo los temas estructurales, como la fragmentaci¨®n de los sistemas de protecci¨®n social. Me preocupa mucho m¨¢s eso que las tendencias coyunturales.
P. Vayamos, entonces, a lo estructural. ?Dir¨ªa que se ha conjurado el riesgo de otra d¨¦cada perdida en la regi¨®n?
R. Si se mantiene la tendencia, vamos a perder esa d¨¦cada. Pero la regi¨®n todav¨ªa est¨¢ a tiempo de evitarlo, de reaccionar para evitar que los choques transitorios tengan efectos permanentes. Tenemos que dejar de actuar con parches, lograr acuerdos b¨¢sicos sobre a d¨®nde queremos llegar y definir una ruta con una visi¨®n sist¨¦mica. Si seguimos reaccionando con parches en lo social, en lo econ¨®mico y en lo institucional, vamos a profundizar la fragmentaci¨®n las ineficiencias. Es un excelente momento para dejar de pensar parcialmente. Si no lo hacemos, tendremos por lo menos otra d¨¦cada perdida.
P. La crisis ha remado, quiz¨¢ m¨¢s que nunca, a favor de sistemas de protecci¨®n social universales, como los que llevan a?os reclamando desde el PNUD. Pero pasan los meses y no llegan nuevos esquemas de este tipo. ?Se ha perdido la oportunidad?
R. No lo creo: hay pa¨ªses en los que los Gobiernos son j¨®venes y a¨²n tienen un ciclo pol¨ªtico que les permite pensar en esa visi¨®n de futuro.
P. ?Est¨¢ aumentando la desigualdad en la regi¨®n?
R. A diferencia de los choques financieros, todos los originados por la pandemia son regresivos Hay quienes, incluso, se est¨¢n beneficiando: quienes tienen empresas que generan flujos de caja grandes y estables, quienes ofrecen servicios que han tenido un auge durante la pandemia (salud, finanzas, entregas a domicilio, servicios digitales...). Y luego est¨¢ la inflaci¨®n, que tambi¨¦n es un impuesto t¨ªpicamente regresivo. Definitivamente, la crisis ha tra¨ªdo consigo un aumento importante de la concentraci¨®n de la riqueza en la parte m¨¢s alta de la distribuci¨®n.
P. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca ha abonado el terreno para las subidas de impuestos. Pero en Am¨¦rica Latina est¨¢n siendo muy pocos los movimientos en esa direcci¨®n.
R. La llegada de Biden, efectivamente, ha creado una din¨¢mica muy distinta. Pero hay que pensar antes en qu¨¦ queremos hacer y luego hacer una reforma fiscal. Pol¨ªticamente, es un suicidio discutir sobre a qui¨¦n le vamos a pedir el dinero antes de a d¨®nde queremos llegar.
P. ?Qui¨¦n debe pagar?
R. En las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, mucha de la redistribuci¨®n en Am¨¦rica Latina ha sido efectiva pero ha sido de la clase media a los pobres. Ahora es el momento de que aquellos que est¨¢n en la parte m¨¢s alta de la distribuci¨®n paguen m¨¢s.
P. ?Y las empresas? ?Hasta qu¨¦ punto puede ayudar el tipo m¨ªnimo global del 15% sobre las corporaciones?
R. Es una idea excelente evitar la competencia fiscal hacia abajo. Sin embargo, en Am¨¦rica Latina hemos confundido mucho empresas e individuos, y tenemos corporaciones pobres e individuos ricos. Hay que hacer m¨¢s ¨¦nfasis en que los individuos m¨¢s ricos, y no solo las empresas, contribuyan m¨¢s a estos objetivos comunes. No digo que no haya que revisar en algunos casos los impuestos corporativos, pero creo que hacemos demasiado ¨¦nfasis en ellas y muy poco en los individuos.
P. ?Gravar la propiedad puede ser una soluci¨®n?
R. Es un impuesto muy progresivo y nuestra regi¨®n recauda muy poco por esa v¨ªa. Mientras Europa recauda m¨¢s de cuatro puntos del PIB as¨ª, Am¨¦rica Latina no llega al medio punto.
P. ?Por qu¨¦ no se ha desarrollado m¨¢s este impuesto en la regi¨®n?
R. Por un lado, hay un tema de capacidad, de no tener los catastros bien hechos. Y hay una parte de econom¨ªa pol¨ªtica: en muchos casos depende de Gobiernos locales sujetos a ciclos pol¨ªticos muy cortos, que ganan elecciones no cobrando impuestos.
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