El petr¨®leo se dispara hasta m¨¢ximos de 14 a?os y el gas marca un nuevo r¨¦cord hist¨®rico en pleno avance ruso sobre Ucrania
Cada vez m¨¢s compa?¨ªas occidentales se niegan a comprar producci¨®n rusa como represalia por la guerra. La escalada energ¨¦tica alimenta a¨²n m¨¢s las expectativas inflacionistas en Europa y EE UU
La energ¨ªa sigue siendo la gran pagana econ¨®mica del asedio ruso sobre Ucrania. En solo una semana, la transcurrida desde que el r¨¦gimen de Vlad¨ªmir Putin dio la orden de invadir su pa¨ªs vecino, el petr¨®leo sube un 20% y el gas, un 65%. Son dos de las escaladas m¨¢s abruptas desde que hay registros, y les lleva, respectivamente, a m¨¢ximos de 14 a?os y a batir un nuevo r¨¦cord hist¨®rico. Con los inversores huyendo en estampida del crudo y el gas rusos, el mercado empieza a descontar una mayor escasez de crudo a disposici¨®n de Europa y Estados Unidos. Y eso significa, s¨ª o s¨ª, precios m¨¢s altos.
Europa y EE UU est¨¢n instalados en una compleja contradicci¨®n: no quieren comprar ni gas ni petr¨®leo a Rusia para no financiar su campa?a b¨¦lica en Ucrania, pero las alternativas son insuficientes para compensar el agujero que dejar¨ªa el pa¨ªs euroasi¨¢tico en el mercado. Y el resultado de ese puzle, unido a la negativa del cartel de la OPEP de inyectar m¨¢s oferta para tratar de aliviar la presi¨®n, es una crisis de precios sin precedentes. Ni siquiera la reciente liberaci¨®n de reservas estrat¨¦gicas decretada por la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE), una medida que solo hab¨ªa tomado tres veces antes ¡ªen la guerra del Golfo, en la guerra de Libia y en el hurac¨¢n Katrina¡ª, ha logrado arrojar un m¨ªnimo balde de agua sobre unos mercados en llamas.
Las ramificaciones de esta escalada son muchas: directa o indirectamente, ning¨²n ciudadano o sector econ¨®mico occidental escapa a las consecuencias de una subida tan abrupta como esta. Pero estas son especialmente claras en el mercado el¨¦ctrico espa?ol, que a lomos del gas marc¨® ayer el tercer nivel m¨¢s alto desde que hay registros y donde los futuros ya auguran precios por encima de los 300 euros por megavatio hora (MWh) para lo que resta de a?o. M¨¢s presi¨®n, por tanto, para los hogares y para la industria. Y m¨¢s le?a sobre otro potente fuego activo, el de la inflaci¨®n.
El crudo ruso empieza a ser t¨®xico en Occidente
Para evitar agravar a¨²n m¨¢s la ya de por s¨ª severa crisis energ¨¦tica, tanto Europa como EE UU han excluido deliberadamente al sector energ¨¦tico ruso de sus sanciones. El mensaje es claro: todo menos el petr¨®leo y el gas. El mercado, sin embargo, est¨¢ yendo un paso por delante. Primero, porque con la banca nacional contra las cuerdas y los bancos extranjeros esquivando cualquier operaci¨®n financiera con energ¨¦ticas rusas, la financiaci¨®n de estos conglomerados empieza a escasear. Segundo, porque el transporte de crudo y gas por mar ¡ªel que viaja por tubo no tiene problemas¡ª se est¨¢ complicando, en parte por la negativa de las propietarias de los buques a operar en Rusia y en parte porque las p¨®lizas de seguros de las que s¨ª est¨¢n dispuestas no cubren problemas en una situaci¨®n de guerra.
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