La banca acumula un colch¨®n de 66.000 millones para rebajar su factura fiscal
Las entidades del Ibex han reducido sus activos por impuestos diferidos, originados en su mayor¨ªa tras la burbuja inmobiliaria, en 4.600 millones desde 2017
Gobierno, bancos y energ¨¦ticas siguen enzarzados por los nuevos grav¨¢menes extraordinarios con los que el Estado pretende recaudar 7.000 millones de euros en dos a?os. El Ejecutivo quiere que contribuyan m¨¢s para hacer frente a las medidas contra la inflaci¨®n. Y pide a los dos sectores que arrimen el hombro, mientras que estos tratan de suavizar el golpe. En medio de la disputa, la factura fiscal de estas compa?¨ªas ha vuelto al primer plano por la diferencia que existe entre el tipo impositivo que se les aplica y el que efectivamente pagan. Esta brecha se explica, en buena medida, por los activos por impuestos diferidos que utilizan las empresas para deducirse una parte del pago tributario: a cierre de 2021 se contabilizaban casi 80.000 millones entre los grupos financieros y de energ¨ªa del Ibex. Solo los bancos suman 60.800 millones, 4.600 millones menos que en 2017. Y si se le a?ade la cuant¨ªa de la otra entidad cotizada (Unicaja), el sector acumula 65.600 millones para rebajar su factura fiscal.
Estos activos son, de forma resumida, p¨¦rdidas o deterioros contables que las empresas no se pudieron deducir entonces en su pago al fisco y que el Gobierno les permite utilizar en ejercicios posteriores para pagar menos por el impuesto de sociedades. Estas empresas se apuntan los cr¨¦ditos fiscales en sus balances como un activo.
Estos instrumentos, conocidos como DTA por sus siglas en ingl¨¦s, tienen su origen en su mayor¨ªa en la ¨¦poca de la burbuja inmobiliaria. Entonces, los bancos tuvieron que realizar un duro ajuste de la valoraci¨®n de los activos y cr¨¦ditos que ten¨ªan anotados en libros. Aunque tambi¨¦n existen otros deterioros derivados de reestructuraciones de plantilla, pagos por planes de pensiones o provisiones para cubrir riesgos de p¨¦rdidas, por ejemplo.
Lo anterior es el caso t¨ªpico de los activos fiscales diferidos, que no hay que confundir con otros cr¨¦ditos que se pueden generar cuando una empresa tiene una p¨¦rdida contable en un ejercicio que puede compensar con beneficios futuros. ¡°La obtenci¨®n de p¨¦rdidas en la medida que sean fiscalmente deducibles (base imponible negativa) tambi¨¦n puede dar lugar al reconocimiento de un cr¨¦dito fiscal sujeto a la capacidad de la empresa de generar beneficios en ejercicios futuros contra los que podr¨¢ compensar las citadas p¨¦rdidas¡±, explica Arturo Morando, socio de fiscalidad del sector financiero de KPMG Abogados.
De esta forma se justifica que las grandes compa?¨ªas espa?olas, especialmente los bancos, cuenten con miles de millones en una especie de cheque que les sirve para deducirse el pago de impuestos. Entre las 35 compa?¨ªas que componen el Ibex contabilizan 97.309,86 millones de euros a cierre de 2021, seg¨²n consta en los informes financieros que remiten a la CNMV. Si a estas firmas se le a?ade la cifra del otro banco espa?ol cotizado ¡ªlos 4.767 millones de Unicaja¡ª, la cantidad supera la barrera de los 100.000 millones. Por sectores, los dos grandes tenedores son los bancos (65.599,41 millones si se incluye en la cuenta a la entidad malague?a) y las empresas energ¨¦ticas del selectivo espa?ol (14.628,14 millones). Precisamente las dos actividades sobre las que apunta el Ejecutivo con los nuevos impuestos extraordinarios.
El ministerio que dirige Mar¨ªa Jes¨²s Montero, mientras tanto, asegura que no estudia en este momento endurecer las condiciones de uso de los DTA para hacer tributar m¨¢s a las entidades. Ya de por s¨ª la letra peque?a para utilizar estos cr¨¦ditos fiscales pone muy dif¨ªcil que se liquiden, de ah¨ª el atasco que existe y que las empresas no consigan dar salida a la ingente cantidad acumulada. Entre las condiciones destaca que solo se puedan utilizar para minorar un 25% de la factura fiscal para las grandes compa?¨ªas (las que m¨¢s tienen). Adem¨¢s, hay unos 30.000 millones que el Estado garantiz¨® para que la banca pudiese usarlos para reforzar su capital. A cambio de ese aval, las entidades abonan un 1,5% anual y as¨ª se evita que Bruselas lo considere ayuda de Estado. En el caso de estos cr¨¦ditos garantizados, las entidades tambi¨¦n lo podr¨ªan reclamar y convertir en dinero contante y sonante cuando existan p¨¦rdidas o si la entidad se liquida, como ocurri¨® con el Banco Popular tras su absorci¨®n por el Santander. ¡°La cantidad acumulada es la cicatriz que queda todav¨ªa de la pasada crisis y de un beneficio que no se ha recuperado en los a?os posteriores¡±, asegura Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y autor del libro Hacienda somos todos, en el que relata c¨®mo se generaron estos activos fiscales y su utilizaci¨®n.
Veto del Gobierno
La tasa temporal a banca y energ¨¦ticas, que la semana pasada inici¨® la tramitaci¨®n parlamentaria, no ser¨¢ deducible en el impuesto sobre sociedades, seg¨²n contempla la propuesta de los grupos parlamentarios del PSOE y Unidas Podemos. Esto supone que no podr¨¢n usar estos activos por impuestos diferidos para realizar parte del pago, una decisi¨®n que no ha sentado nada bien. ¡°La proposici¨®n no justifica este tratamiento tan singular, lo que refleja el fin meramente recaudatorio de la medida¡±, sostienen fuentes financieras.
Con las energ¨¦ticas, el asunto puede tomar una salida intermedia tras la propuesta de Bruselas de un impuesto homog¨¦neo para el Viejo Continente. En la pr¨¢ctica, supone que Espa?a adaptar¨¢ su tributo a las indicaciones comunitarias cuando la Uni¨®n apruebe el suyo. As¨ª, en caso de que salga adelante el gravamen de la Comisi¨®n, se suavizar¨¢ el impacto para las compa?¨ªas en Espa?a: se le aplicar¨¢ solo a petroleras y gasistas, durante menos tiempo y exclusivamente sobre el beneficio extra (no sobre los ingresos como plantea el Ejecutivo).
No ocurre lo mismo con la banca, ya que en Europa no existe una propuesta para un gravamen especial en estos momentos. Respecto a este sector, el debate pol¨ªtico gira sobre un pu?ado de datos. Por un lado, est¨¢n los impuestos que ya abonan. Y por otro, las deducciones que se les aplican. ¡°Los bancos pagan m¨¢s impuestos que otros sectores: el tipo efectivo medio es del 24,77%, frente a un 21,31% de media de las empresas¡±, recuerdan fuentes financieras. Es decir, tributan algo por encima de la media, pero esto se debe tambi¨¦n a que soportan un tipo nominal superior al del resto (del 30%, al igual que las petroleras, algo que se hizo para que la banca no perdiese capital al reducirse estos DTA).
En la estad¨ªstica de Hacienda se reflejan esos valores, aunque tambi¨¦n el tipo efectivo sobre beneficios. A esta cifra se agarran algunos grupos pol¨ªticos para criticar con dureza los impuestos que desembolsan los bancos: el sector paga sobre sus ganancias solo un 3,96% frente al 9,09% de media. Fuentes financieras sostienen que esta brecha se debe a los beneficios obtenidos en el exterior, as¨ª como a las exenciones, bonificaciones y deducciones permitidas, principalmente los cr¨¦ditos fiscales. De la Torre, en cambio, no cree que la actividad exterior justifique tal desfase: ¡°Lo de los beneficios en el extranjero ocurre en mayor o menor medida con todas las grandes empresas del Ibex. La gran diferencia para que los bancos paguen menos son los DTA¡±.
Asimismo, el sector lleva meses incidiendo en el resto de tributos a los que debe hacer frente, m¨¢s all¨¢ del de sociedades. ¡°La banca cuenta con impuestos espec¨ªficos sobre dep¨®sitos y sobre los actos jur¨ªdicos documentados que grava la constituci¨®n de hipotecas¡±, a?aden fuentes financieras. Pese a ello, el Gobierno parece que no va a recular: entiende que se trata de uno de los vencedores de esta crisis al no estar tan golpeado como el resto por la inflaci¨®n y que cuenta con el empuje de la subida de tipos. Una d¨¦cada despu¨¦s, los cr¨¦ditos fiscales adquiridos en la crisis inmobiliaria vuelven al centro del debate.
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