Las grandes econom¨ªas sacan la chequera para amortiguar el golpe de la inflaci¨®n y la crisis energ¨¦tica
Los gobiernos ensayan distintas pol¨ªticas fiscales para hacer frente a los efectos de la escalada de precios en ciudadanos y empresas
La inflaci¨®n aprieta y nadie est¨¢ dispuesto a quedarse cruzado de brazos. Mientras los bancos centrales han dado un giro de 180 grados a su pol¨ªtica monetaria, con una subida de tipos sin precedentes en el caso del Banco Central Europeo, los gobier...
La inflaci¨®n aprieta y nadie est¨¢ dispuesto a quedarse cruzado de brazos. Mientras los bancos centrales han dado un giro de 180 grados a su pol¨ªtica monetaria, con una subida de tipos sin precedentes en el caso del Banco Central Europeo, los gobiernos preparan la herramienta a su alcance: la pol¨ªtica fiscal. Como Espa?a ¡ªque ha anunciado impuestos temporales a la banca y las energ¨¦ticas, descuentos fiscales a los carburantes y el recibo el¨¦ctrico, o cambios en el IRPF y sociedades ¡ª, todas las grandes econom¨ªas continentales han perfilado cambios en las ¨²ltimas semanas. Desde el macropaquete de ayudas alem¨¢n, que ha suscitado recelos en el resto de socios, hasta la rebaja fiscal anunciada por el Reino Unido, que gener¨® turbulencias en los mercados y oblig¨® al Banco de Inglaterra a intervenir. As¨ª est¨¢n respondiendo distintos pa¨ªses a la crisis energ¨¦tica e inflacionaria:
Alemania, el plan m¨¢s ambicioso
El ministro de Econom¨ªa alem¨¢n, el liberal Christian Lindner, present¨® el jueves en Berl¨ªn el ¨²ltimo y contundente fondo con el que pretende combatir la inflaci¨®n y ayudar a empresas y ciudadanos a aliviar los desbocados precios de la energ¨ªa. El Gobierno de Olaf Scholz ha sacado la chequera: emplear¨¢ 200.000 millones de euros (equivalentes a la cuarta parte de todo el fondo europeo de recuperaci¨®n) sobre todo en poner un tope al precio de la electricidad y otro al del gas.
El mecanismo, que ha desatado cr¨ªticas entre los socios europeos por el impacto que puede tener en la competencia, a¨²n tiene que desarrollarse. El acuerdo inicial apunta a que, en el caso de la electricidad, se establecer¨¢ un precio m¨¢ximo para un tramo de consumo b¨¢sico y se utilizar¨¢n los beneficios extras de las empresas para ayudar a financiarlo. Para el gas, Scholz ha designado un comit¨¦ de expertos que har¨¢ su propuesta en dos semanas e incluir¨¢ tambi¨¦n un consumo b¨¢sico con precio acotado.
En agosto, Berl¨ªn anunci¨® tambi¨¦n la reducci¨®n del IVA del combustible, del 19% al 7%. En principio estaba pensado para compensar el controvertido recargo al gas que iban a pagar los consumidores en sus facturas a partir del 1 de octubre, pero este ha sido suprimido. Las importadoras de gas que tengan problemas, como Uniper, que se va a nacionalizar, recibir¨¢n ayudas espec¨ªficas. Se calcula que el IVA reducido costar¨¢ unos 14.000 millones a las arcas p¨²blicas. El Ejecutivo del socialdem¨®crata Scholz ha puesto adem¨¢s en marcha tres paquetes de ayudas muy centrados en colectivos especialmente afectados por la inflaci¨®n, que incluyen pagos directos y ¨²nicos a jubilados, estudiantes y trabajadores para hacer frente a las facturas de este invierno.
Francia contiene la inflaci¨®n
Francia, con todo el peso de su Estado omnipotente y de una arraigada tradici¨®n intervencionista, se ha movilizado como pocos para contener la subida de los precios. Por ahora lo ha logrado. Es el pa¨ªs de la UE con inflaci¨®n m¨¢s baja, un 6,2%, seg¨²n los ¨²ltimos datos de Eurostat. Lo ha conseguido, en gran parte, con el llamado escudo energ¨¦tico que puso en marcha a finales de 2021. Este ha limitado para 2022 el aumento del precio de la electricidad a un m¨¢ximo del 4% y ha congelado el precio del gas. En 2023, limitar¨¢ a un 15% tanto el aumento del gas como el de la electricidad. Su coste se estima en 30.000 millones este a?o y, seg¨²n el proyecto de presupuestos presentado recientemente, 45.000 millones en 2023.
Otras medidas son la reducci¨®n en 30 c¨¦ntimos por litro del precio de la gasolina (10 c¨¦ntimos a partir de noviembre) y un tope del 3,5% durante un a?o para la subida de los alquileres. Tambi¨¦n hay ayudas dirigidas a los colectivos m¨¢s vulnerables, como el aumento en un 4% de los subsidios sociales (tambi¨¦n aplicable a las pensiones), o un cheque energ¨ªa de entre 100 y 200 euros que recibir¨¢n hasta final de a?o los 12 millones de hogares m¨¢s modestos.
Las limitaciones de precios en la energ¨ªa han dejado un agujero en ?lectricit¨¦ de France (EDF). La empresa semip¨²blica, que est¨¢ a punto de volver a ser nacionalizada, ha llevado ante el Consejo de Estado a su primer accionista, la Rep¨²blica francesa, por las p¨¦rdidas ocasionadas. El presidente, Emmanuel Macron, estableci¨® al llegar al poder en 2017 una l¨ªnea roja en pol¨ªtica econ¨®mica: no subir impuestos. Lo que s¨ª ha hecho es ralentizar el ritmo de bajada del impuesto sobre la producci¨®n de las empresas. Y para pagar la cuenta de las medidas aprobadas, conf¨ªa en obtener mayores ingresos del mecanismo de compensaci¨®n que permite al Estado recuperar una parte de los beneficios excesivos que, gracias a la subida de los precios, reciben las empresas de energ¨ªas renovables. Las futuras reformas del seguro de desempleo y de las pensiones tambi¨¦n deben servir para reducir el d¨¦ficit y atenuar la deuda.
Italia baja las cotizaciones
El Gobierno italiano, bajo la gu¨ªa del primer ministro saliente, Mario Draghi, aprob¨® en verano un paquete de medidas extraordinarias destinadas a paliar los efectos de la elevada inflaci¨®n, que en el pa¨ªs transalpino ha rozado el 9% en septiembre. Italia gastar¨¢ 17. 000 millones de euros en ese plan, centrado en proteger a las empresas y familias del aumento de los precios energ¨¦ticos y al consumidor. Se suman a los 35.000 millones presupuestados desde enero para mitigar el impacto de los alt¨ªsimos costes de la electricidad, el gas y la gasolina.
Del total, 1.200 millones ir¨¢n destinados a reducir la llamada cu?a fiscal, la diferencia entre el salario que paga el empresario y lo que le llega al empleado. En esta l¨ªnea, se reducir¨¢n las cotizaciones de los trabajadores un 2%, lo que no es un aumento real de los salarios, pero en la pr¨¢ctica supondr¨¢ un incremento efectivo de la n¨®mina que perciben los trabajadores con ingresos anuales de hasta 35.000 euros.
Roma, adem¨¢s, ha extendido la rebaja de 30 c¨¦ntimos en el precio de los carburantes hasta mediados de octubre; ha suspendido las ¡°modificaciones unilaterales de los contratos de suministro¡± y ha eliminado los denominados grav¨¢menes de costo del sistema, que representaban hasta el 20% de las facturas de energ¨ªa. Tambi¨¦n ha reducido al 5% el IVA del gas metano para uso dom¨¦stico e industrial. Las medidas son temporales, muchas est¨¢n prorrogadas y expiran en diciembre. Se prev¨¦ que el nuevo Ejecutivo, a¨²n por conformar tras las elecciones de la semana pasada, pueda extenderlas en caso de necesidad.
El Reino Unido, a contracorriente
La nueva primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, se alz¨® con la victoria en la lucha por liderar el Partido Conservador el pasado verano, a base de prometer una rebaja impositiva que todos los expertos desaconsejaban, pero que fue m¨²sica para los o¨ªdos de los poco m¨¢s de 80.000 afiliados que la auparon hasta Downing Street. El ministro de Econom¨ªa, Kwasi Kwarteng, tan convencido como su jefa de la necesidad de resucitar las pol¨ªticas neoliberales de la d¨¦cada de los ochenta para impulsar una econom¨ªa aletargada desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, present¨® el 23 de septiembre la mayor propuesta de bajada de impuestos del ¨²ltimo medio siglo. El plan, por un valor superior a los 50.000 millones de euros, incluye la reversi¨®n de la subida de las cotizaciones a la seguridad social aprobadas por el anterior Gobierno y destinada a financiar el maltrecho Servicio Nacional de Salud. Tambi¨¦n anula el incremento para 2023 del impuesto de sociedades del 19% al 25%; acaba con el tipo m¨¢ximo del 45% del IRPF para las rentas m¨¢s altas; y, finalmente, baja del 20% al 19% el tipo b¨¢sico del impuesto sobre la renta.
Si la decisi¨®n ya lanzaba un mensaje pol¨ªticamente t¨®xico, al beneficiar fiscalmente a los m¨¢s ricos con una rebaja impositiva generalizada, todo se agrav¨® a¨²n m¨¢s por la decisi¨®n del nuevo Gobierno de destinar cerca de 150.000 millones de euros a ayudas directas a hogares y empresas para hacer frente a las elevadas facturas de luz y gas. Todo ese dinero, junto al de la rebaja de impuestos, saldr¨ªa directamente de la deuda p¨²blica, porque la primera ministra Truss se negaba adem¨¢s a volver a gravar los beneficios extraordinarios de las empresas energ¨¦ticas.
Inmediatamente, los mercados intuyeron que el nivel de deuda previsto, con una inflaci¨®n galopante (9,9%) y unos tipos de inter¨¦s al alza, era insostenible. El valor de la libra se desplom¨® a su peor nivel en casi 40 a?os y la prima de riesgo de los bonos a largo plazo se dispar¨®. El Banco de Inglaterra, que apenas seis semanas antes hab¨ªa anunciado su decisi¨®n de dejar de otorgar liquidez masiva con el famoso quantitave easing (expansi¨®n cuantitativa), tuvo que dar un giro dr¨¢stico y anunciar que retomar¨ªa la compra, ¡°en la escala que fuera necesaria¡±, de bonos de deuda p¨²blica a largo plazo. El FMI, los principales bancos y fondos de inversi¨®n, y muchos diputados conservadores comenzaron a sumar voces en las ¨²ltimas horas para que el Gobierno d¨¦ marcha atr¨¢s. La respuesta lleg¨® este lunes, con la retirada de la medida m¨¢s odiada, la supresi¨®n del tipo m¨¢ximo del 45% del IRPF para las rentas m¨¢s altas. El Banco de Inglaterra se ha comprometido a gastar m¨¢s de 70.000 millones de euros hasta el 13 de octubre. A partir de ese momento, los mercados dictaminar¨¢n si la credibilidad econ¨®mica de Truss se sostiene.
Holanda sube impuestos a los ricos
Con un 17,1% de inflaci¨®n este septiembre, el recuento m¨¢s alto desde la II Guerra Mundial, el Gobierno de Pa¨ªses Bajos espera que la inyecci¨®n de 17.000 millones incluida en los Presupuestos Generales del Estado sirva para apuntalar el poder adquisitivo. Sigrid Kaag, ministra de Finanzas, ha calificado la subida de precios como ¡°terrible¡±, pero tambi¨¦n ha pedido tranquilidad: ¡°Es preciso ser cautos para no quedarnos sin dinero en caso de que haya una recesi¨®n; intervenir ahora gastando m¨¢s podr¨ªa reforzar la inflaci¨®n¡±.
Seg¨²n el Plan Fiscal para 2023, presentado al Parlamento el 20 de septiembre, se mantendr¨¢n hasta el pr¨®ximo junio los vigentes impuestos sobre los combustibles, con reducciones para la gasolina, el gas¨®leo y el gas licuado. Tambi¨¦n bajar¨¢ la tasa del impuesto sobre la renta de los trabajadores: pasar¨¢ de un 37,07% a un 36,93% en el tramo de hasta 73.071 euros. Unido a ello, habr¨¢ topes para el precio del gas y la electricidad que pagan por los hogares, absorbiendo el Gobierno una parte. Se calcula un descuento de 1,5 euros por metro c¨²bico de gas y de 70 c¨¦ntimos de euro por un kilovatio de luz, aunque la cifra est¨¢ sujeta ¡°a la incertidumbre del momento¡±, seg¨²n el Gabinete. A la vez, el impuesto sobre el rendimiento del capital de las rentas altas pasar¨¢ del un 31% a un 34 %. Y habr¨¢ exenci¨®n impositiva sobre los activos de ahorros de hasta 57.000 euros, para ayudar a los denominados peque?os ahorradores.
B¨¦lgica: huelga general
El 21 de septiembre, unas 10.000 personas se manifestaron en Bruselas, un ensayo para la huelga general que han convocado los sindicatos el 9 de noviembre en B¨¦lgica. Reivindican la indexaci¨®n total de los salarios al IPC, que desde julio muestra subidas por encima del 10% y en septiembre ha llegado al 12%. Como en toda Europa, la causa principal de la inflaci¨®n est¨¢ en la energ¨ªa. De ah¨ª que tres d¨ªas antes de esa manifestaci¨®n, el Gobierno belga aprobara un nuevo paquete de medidas para rebajar la factura. Extendi¨® hasta el 31 de marzo la rebaja del IVA del gas y la electricidad del 21% al 6%, que se suma a otras ayudas para que los hogares m¨¢s vulnerables puedan pagar la calefacci¨®n. Y a todo esto se a?ade una rebaja de los impuestos especiales sobre la gasolina y el gas¨®leo.
El paquete fiscal se complet¨® con la presentaci¨®n de un proyecto de ley para crear el impuesto sobre los beneficios extraordinarios que est¨¢n obteniendo las energ¨¦ticas por los altos precios del gas. El Gobierno de Alexander de Croo se adelantaba as¨ª a la aprobaci¨®n definitiva por el Consejo de la UE de la recomendaci¨®n de gravar los denominados beneficios ca¨ªdos del cielo. Al margen de este paquete coyuntural, el ministro de Finanzas, Vincent van Peteghem, se ha mostrado partidario de reducir impuestos ¡°a las clases medias¡±. Su propuesta es reducir una contribuci¨®n extraordinaria a la Seguridad Social que pagan todos los trabajadores desde 1994. Y su argumento es que en principio era un gravamen para ricos pero ahora lo pagan m¨¢s las clases bajas y medias.
Subida de impuestos a las empresas en EE UU
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció en una reunión con el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que el protagonismo de la lucha contra la inflación le corresponde al banco central. Aun así, consciente de cómo la subidas de precios han erosionado su popularidad, intentó suspender tres meses el impuesto federal a las gasolinas. No logró el apoyo ni siquiera de su propio partido y quedó en papel mojado.
Biden denominó Ley de Reducción de la Inflación a su proyecto estrella, aprobado por el Congreso en agosto. Incluso los informes oficiales han reconocido que el nombre es más político que económico y que no tendrá efecto sobre la inflación a corto plazo, pero ha permitido al presidente apuntarse un tanto y usar como bazas electorales la reducción de precios de algunos medicamentos para ciertos colectivos, las ayudas al coche eléctrico y a la eficiencia energética y otras medidas climáticas, y una subida de impuestos a las grandes empresas.
La nueva ley tasa con un 1% las recompras de acciones por parte de las empresas y, sobre todo, establece un impuesto mínimo del 15% para las compañías que declaren en sus cuentas un beneficio de más de 1.000 millones de dólares, pero que utilizan deducciones, créditos fiscales y otras maniobras de ingeniería fiscal para reducir sus tipos impositivos e incluso librarse de pagar impuestos sobre beneficios. La Oficina Presupuestaria del Congreso cifró en 222.250 millones en 10 años el impacto del impuesto mínimo del 15% y en 73.700 millones, también en una década, la tasa a la recompra de acciones. Más medios contra el fraude fiscal y otras medidas también elevarán los ingresos, pero no se ha tocado el impuesto sobre la renta.