El sue?o de una casa, la pesadilla de un solar
El deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica provoca retrasos y paralizaciones de obras, ante las que los consumidores pueden reclamar


Laura Garc¨ªa y Mar¨ªa C. no se conocen, pero describen un sentimiento id¨¦ntico: el malestar que causa pasar por delante de los solares donde, en teor¨ªa, se deber¨ªan levantar sus casas. Solo en teor¨ªa, porque ambas compraron una vivienda sobre plano que nunca recibir¨¢n. No es una situaci¨®n nueva: la primera ley que regul¨® este tipo de situaciones en Espa?a se remonta a 1968. Pero la pandemia y los vaivenes econ¨®micos, de los que no se ha librado el sector inmobiliario, se han traducido en nuevas dificultades para las firmas constructoras y promotoras. Esto, admiten fuentes del sector, puede acabar traduci¨¦ndose en un repunte de casos, aunque no se espera una gran avalancha.
Es imposible saber cu¨¢ntas personas se encuentran en esa situaci¨®n en Espa?a. Las estad¨ªsticas p¨²blicas son insuficientes, aunque s¨ª apuntan a una leve ralentizaci¨®n de la construcci¨®n residencial. Seg¨²n las certificaciones de fin de obra que recoge el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, entre enero y agosto de este a?o se han acabado unas 68.600 viviendas de promotor privado. Son 3.000 menos que en los ocho primeros meses de 2021. Servicios jur¨ªdicos especializados como El Defensor de Tu Vivienda dicen notar m¨¢s consultas por este motivo. ¡°Se est¨¢ empezando a ver un incremento de clientes que contactan con el despacho porque ven retardos en la obra o que su promoci¨®n no sigue adelante¡±, indica Pablo Sevillano, abogado en ese bufete.
Los afectados tienen la opci¨®n, explica el experto legal, de reclamar la devoluci¨®n de las cantidades que dieron como adelanto desde que hay un retraso en la promoci¨®n. Se trata de una demanda dirigida al banco donde se deposit¨® el dinero (la recomendaci¨®n es hacerlo siempre en cuenta bancaria, mediante transferencia y con un concepto que deje claro a qu¨¦ responde ese pago) porque debe garantizar la existencia de un seguro o aval que respalde esos anticipos. La mencionada norma de 1968 qued¨® derogada en 2016 y, desde entonces, los procesos se rigen por lo que establece la Ley de Ordenaci¨®n de la Edificaci¨®n. ¡°A pesar de que parece que se sigue protegiendo [al comprador] con el mismo ¨ªmpetu, no hay suficientes sentencias para poder afirmarlo con rotundidad¡±, dice Sevillano.
¡°Me gustar¨ªa que nos devolvieran el dinero y olvidarme de esta pesadilla¡±, afirma Laura Garc¨ªa, maestra de 35 a?os. Hace algo m¨¢s de un a?o se anim¨® a comprar junto con su marido un ¨¢tico en el barrio de Legazpi, en Madrid. Se trataba de una autopromoci¨®n en r¨¦gimen de cooperativa: pagaron 500 euros por ser socios y aportaron 73.000 como adelanto. Pero pronto vieron que las cosas no marchaban como esperaban. Primero fue una actualizaci¨®n de proyecto que elevaba el importe de la futura vivienda un 10%. Pidieron explicaciones a los gestores de la cooperativa y la respuesta no les satisfizo. Con todo, la preocupaci¨®n principal fue ver que las obras no empezaban. Garc¨ªa y otros compradores demandaron instando a la entidad donde dieron el adelanto a devolverles el dinero. Alegan que en el folleto publicitario de la promoci¨®n, la entrega estaba prevista para el pasado septiembre.
Un portavoz de la gestora de la cooperativa, Adu, apunta a motivos burocr¨¢ticos: ¡°La licencia municipal [de edificaci¨®n] se consigui¨® en mayo y las obras empezaron en agosto¡±, sostiene, destacando que el proyecto ¡°es viable¡±. Un asesor legal de la cooperativa alega que la ausencia de la licencia se recog¨ªa en el contrato y ¡°la gente era plenamente consciente de d¨®nde se iba a destinar el dinero que aportaba¡±. Por eso lamenta que los demandantes buscaran un ¡°atajo¡± en lugar de solicitar la baja y reclamar sus aportaciones conforme a lo que dice la ley de cooperativas. Ahora, a?ade, ¡°el dinero est¨¢ bloqueado en la cuenta y, cuando el juez decida, se resolver¨¢¡±. Sevillano, que representa a los denunciantes, replica que estos ¡°son cooperativistas, pero tambi¨¦n consumidores¡± y la ley equipara promociones privadas o cooperativas en los anticipos de vivienda, ¡°lo que permite resolver el contrato¡± en caso de incumplimiento de plazo o de precio.
Mientras avanza el proceso legal, Garc¨ªa se siente atrapada con su familia en el piso donde viven de alquiler, que pronto les quedar¨¢ peque?o porque est¨¢ embarazada: ¡°Nos gustar¨ªa comprar, pero nos tienen pillados 73.000 euros y ahora mismo es inviable¡±. As¨ª que no les queda m¨¢s remedio que esperar al juicio y evitar pensar mucho. ¡°Vivimos en el mismo distrito, pero prefiero no pasar por el solar porque no tengo ganas de ponerme enferma con esta historia¡±, relata.
Deterioro financiero

El deterioro de las finanzas es evidente para muchas empresas. Un estudio reciente de Iberinform, que ha analizado de manera agregada la informaci¨®n financiera disponible de las m¨¢s de 60.000 compa?¨ªas que en Espa?a declaran la construcci¨®n de edificios como actividad, se?al¨® que cuatro de cada diez est¨¢n en riesgo de impago (un 2% en riesgo m¨¢ximo y un 37%, elevado). ¡°El futuro inmediato del sector est¨¢ marcado por la desaceleraci¨®n de la demanda por el encarecimiento del cr¨¦dito bancario, la p¨¦rdida de dinamismo de los visados de obra nueva y el impacto de los incrementos de precio de los materiales de construcci¨®n en los m¨¢rgenes comerciales¡±, se?alaba ese an¨¢lisis.
A pie de obra la sensaci¨®n es parecida. ¡°Es evidente que ha habido problemas con los materiales o la subida de costes, lo que hace l¨®gico que haya empresas que se han encontrado en una situaci¨®n comprometida¡±, se?ala una fuente de los colegios de arquitectos t¨¦cnicos y aparejadores de Espa?a. Pero no hay estad¨ªstica sobre ello y la experiencia no es uniforme. Mientras en el Colegio Oficial de la Arquitectura T¨¦cnica de A Coru?a relatan que ¡°existen obras paradas y ralentizadas, sin contabilizaci¨®n de las mismas¡±; en el de Valencia aseguran que ¡°no se han percibido paralizaciones, retrasos en la ejecuci¨®n o en la finalizaci¨®n de las obras¡±.
Pese a la incertidumbre econ¨®mica del momento, nadie espera una situaci¨®n similar a la de 2008. Entonces la Gran Recesi¨®n arras¨® un sector sobredimensionado, que levantaba cada a?o m¨¢s de medio mill¨®n de casas (frente a menos de 110.000 en 2021). En la patronal de los promotores refuerzan el mensaje de tranquilidad. ¡°La situaci¨®n de rotura de stock y, por tanto, problemas de abastecimiento ya se ha superado en t¨¦rminos generales¡±, sostiene Daniel Cuervo, secretario general de la Asociaci¨®n de Promotores Constructores de Espa?a. ¡°El primer semestre del a?o ha sido el m¨¢s delicado en esta cuesti¨®n y tambi¨¦n en coste de materiales¡±, prosigue, ¡°hay que destacar c¨®mo han gestionado las empresas promotoras y constructoras esta situaci¨®n, que ha permitido cumplir contractualmente con los compradores en tiempo y forma¡±.
Pero no en todos los casos. Mar¨ªa C., de 41 a?os, y su marido compraron sobre plano un unifamiliar en un pueblo cercano a Madrid. Para la entrada, pidieron un pr¨¦stamo personal. Quer¨ªan vender la vivienda que ten¨ªan, cancelar la hipoteca de ese piso, y pedir una nueva con la que pagar su futura casa y cancelar el pr¨¦stamo personal (con intereses m¨¢s elevados). Solo sali¨® bien medio plan. La promotora encargada de la obra detuvo los trabajos, los 40.000 euros que hab¨ªan entregado quedaron en un limbo y cada mes tienen que seguir devolviendo el cr¨¦dito. Al complicarse la situaci¨®n, Mar¨ªa, que pide anonimato por la factura emocional que le est¨¢ provocando verse en esta situaci¨®n, vendi¨® uno de los dos negocios que ten¨ªa. ¡°Prefer¨ª traspasar el de Madrid para no quedarme all¨ª, con lo que eso significa como cambiar a tus hijos de colegio¡±, relata con voz afligida, ¡°es muy duro pasar todos los d¨ªas por el mismo sitio y ver que algo no avanza¡±. Ahora viven en una ciudad andaluza con la esperanza puesta en un juicio se?alado para marzo. ¡°Mi casa no la voy a recuperar y no la quiero, pero s¨ª al menos vivir desahogadamente como ten¨ªa pensado. Esto es injusto¡±, zanja.
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