Una juez investiga retrasos intencionados para diagnosticar silicosis a operarios de Cosentino

¡°La primera vez que me diagnosticaron silicosis fue directamente complicada, de grado B, trabajaba ya con el 35% de los dos pulmones. Solo seis meses antes, el m¨¦dico de Quir¨®n me hab¨ªa dicho que estaba espectacular, limpio, perfecto. ?Qu¨¦ fall¨®? La mutua, Cosentino, Quir¨®n o la mala intenci¨®n, porque una silicosis no se coge en medio a?o. ?Por qu¨¦ no me sacaron de ah¨ª? Encima el m¨¦dico de Cosentino me dec¨ªa que ten¨ªa que hacer mucho deporte, a pesar de que me asfixiaba. Pienso que pod¨ªa estar provocando un infarto y as¨ª ya el pulm¨®n desaparec¨ªa como problema¡±. Francisco Garc¨ªa pas¨® 22 a?os en las tripas del gigante almeriense Cosentino, elaborando encimeras de cocina, hasta que hace cinco a?os sus pulmones dijeron basta.

Este operario calibrador ha denunciado, junto a otros cuatro excompa?eros, una supuesta mala praxis para retrasar su diagn¨®stico por silicosis de manera intencionada y retenerlos en sus puestos en la multinacional andaluza, con 5.425 empleados en todo el mundo. La dolencia de la que padece se desarrolla cuando los trabajadores aspiran s¨ªlice cristalino. El tejido pulmonar reacciona desarrollando n¨®dulos fibr¨®ticos y produciendo cicatrices alrededor de las part¨ªculas de s¨ªlice atrapadas.

La juez ?ngeles Carre?o, titular del Juzgado de Instrucci¨®n 2 de Huercal-Overa de Almer¨ªa, investiga esos supuestos errores cl¨ªnicos intencionados. ¡°El m¨¦dico se re¨ªa de m¨ª y tengo audios grabados con su risa. Hasta que le dije que lo iba a inhabilitar, y entonces se le cambi¨® la cara. Cojo dos garrafas de agua y tengo que soltarlas porque me asfixio¡±, relata con acritud Garc¨ªa sobre su dolencia avanzada, que es la primera enfermedad profesional en Andaluc¨ªa.

Un excompa?ero, que tambi¨¦n denunci¨® la dilaci¨®n de su diagn¨®stico y pide anonimato, lamenta: ¡°Yo ya ten¨ªa nodulillos en los pulmones [primer s¨ªntoma de la silicosis], pero los m¨¦dicos se hac¨ªan los tontos y me dec¨ªan que estaba hecho un ca?¨®n. ?Por qu¨¦ me lo ocultaron? ?Por qu¨¦ no me echaron a la calle y me dejaron vivir? Aunque ahora me indemnice la empresa con mucho dinero, no hay nada que compense, con dos ni?os peque?os que tengo. Solo veo maldad detr¨¢s de esto, es una trama de pel¨ªcula. Ah¨ª no miran personas, solo buscan pulmones nuevos y, tras a?os, los rotan y se quitan los viejos¡±.

Sobre el lapso de tiempo necesario para adquirir una silicosis complicada, el segundo grado de esta patolog¨ªa laboral que ha rebrotado con fuerza los ¨²ltimos a?os, Cristina Mart¨ªnez, coordinadora del ¨¢rea de enfermedades respiratorias de origen ocupacional de la Sociedad Espa?ola de Neumolog¨ªa y Cirug¨ªa Tor¨¢cica, aclara: ¡°Una silicosis complicada no se adquiere en un mes. De no tenerla a tenerla, debe ser una persona con much¨ªsimo riesgo laboral y pasar al menos un periodo m¨ªnimo de un a?o¡±. Cuando los n¨®dulos superan los 10 mil¨ªmetros, la silicosis pasa de simple a complicada para los neum¨®logos.

En el juzgado almeriense, las pesquisas avanzan a ritmo lento tras dos a?os de instrucci¨®n y, entre los investigados, figuran Quir¨®n Prevenci¨®n y Aspy Prevenci¨®n, cuyos m¨¦dicos y profesionales examinaron e hicieron pruebas m¨¦dicas a los trabajadores de la empresa. De momento, la firma l¨ªder del sector de encimeras de cocina no est¨¢ investigada. ¡°Al no ser diagnosticados a tiempo, los operarios siguieron en sus puestos de trabajo bajo la cobertura de los servicios de vigilancia de la salud en Cosentino para detectar la enfermedad, de ah¨ª la querella¡±, censura el abogado Ra¨²l Carballedo.

Los operarios fueron diagnosticados por las mutuas contratadas por la multinacional y luego derivados al sistema p¨²blico de salud andaluz, por lo que la empresa Mutua Universal no abon¨® sus tratamientos m¨¦dicos. Y esa es la t¨®nica general en Espa?a: de los 4.809 procesos asistenciales registrados entre 1997 y 2020 con la silicosis como diagn¨®stico principal, las mutuas solo asumieron la financiaci¨®n del 6,8% de los casos en pacientes treinta?eros y el 1,8% en operarios de entre 40 y 49 a?os, seg¨²n demuestra una investigaci¨®n para el Ministerio de Sanidad del catedr¨¢tico de Historia de la Ciencia Alfredo Men¨¦ndez, de la Universidad de Granada, y la soci¨®loga Catherine Cavalin, del Centro Nacional de la Investigaci¨®n Cient¨ªfica (CNRS) en Par¨ªs.

Ambos investigadores han peinado el hist¨®rico de casos de silicosis atendidos por el Sistema Nacional de Salud esos 23 a?os para evidenciar que la inmensa mayor¨ªa de enfermedades adquiridas en el entorno laboral no son financiadas por las mutuas. ¡°La clave son las mutuas, porque son juez y parte, al ser los responsables del reconocimiento de los casos a la vez que del pago de las prestaciones. Respecto a las enfermedades profesionales, sus funciones de alerta fallan de manera estrepitosa. Y desde el punto de vista asistencial, la mayor parte de sus centros est¨¢n orientados a los procesos traumatol¨®gicos, no a las enfermedades laborales¡±, censura Men¨¦ndez.

La asociaci¨®n Aspa, que re¨²ne a las 18 mutuas y cubre a casi todos los trabajadores del pa¨ªs ¨D17,5 millones¨D, echa balones fuera. ¡°La silicosis puede derivar en c¨¢nceres de pulm¨®n y poco podemos ayudar en asistencia sanitaria, no tenemos medios para atender los problemas oncol¨®gicos y no los podr¨ªamos resolver¡±, alega su director, Pedro Pablo Sanz, que cada a?o gestiona 16.000 millones. Men¨¦ndez responde que ¡°resulta sorprendente que la atenci¨®n no sea financiada por las mutuas dado el car¨¢cter cancer¨ªgeno de la s¨ªlice y que muchos de esos casos deber¨ªan ser considerados enfermedad profesional. Para las mutuas, el c¨¢ncer laboral es inexistente¡±.

La clave est¨¢ en que el Sistema Nacional de Salud, universal y financiado mediante impuestos, asume una enorme parte de las enfermedades profesionales que corresponder¨ªan al Sistema de Seguridad Social, financiado por las cotizaciones y administrado por las mutuas, y que cubre las lesiones y enfermedades de origen laboral.

Cuando vienen a medir nuestra exposici¨®n al polvo, nos proh¨ªben barrer y no se dice la verdad, las mediciones con los aparatos son falsas.

Operario de Consentino

Fernando Garc¨ªa Benavides, catedr¨¢tico de Salud P¨²blica de la Universidad Pompeu Fabra, tilda de ¡°escandalosa¡± la infradeclaraci¨®n de enfermedades profesionales. ¡°La excusa de que, al tratarse de procesos oncol¨®gicos, las mutuas no se pueden hacer cargo, es una falsedad inaceptable¡±. El bajo reconocimiento de enfermedades profesionales es un problema social y econ¨®mico que repercute en el bienestar del trabajador afectado y en los presupuestos de los hospitales, alertan los expertos.

El problema econ¨®mico, aunque est¨¢ extendido en Europa, es m¨¢s acuciante en Espa?a. En Francia por ejemplo, para compensar el desajuste, la Ley de Financiaci¨®n de la Seguridad Social prev¨¦ una transferencia anual para que la rama de enfermedades profesionales compense en cierta medida la p¨¦rdida financiera del r¨¦gimen general de salud. La ¨²ltima evaluaci¨®n del Tribunal de Cuentas franc¨¦s realizada en 2021 fij¨® esa transferencia entre 1.200 millones y 2.100 millones anuales.

Prevenci¨®n de riesgos laborales, coja en Espa?a

La manipulaci¨®n del aglomerado de cuarzo es un trabajo de riesgo y una de las medidas de seguridad ignoradas en Cosentino y casi todas las marmoler¨ªas del pa¨ªs ha sido el test de ajuste de mascarillas a la cara de cada trabajador, para as¨ª evitar la entrada de polvo por nariz y boca. Mientras en Espa?a es opcional, la prueba para proteger a los operarios que se impuso en EE UU es ya obligatoria en pa¨ªses como Reino Unido, Italia o B¨¦lgica. ¡°Es una garant¨ªa doble: el trabajador va sereno a su puesto porque se sabe protegido y el empresario sabe que no ser¨¢ demandado porque justifica la protecci¨®n suficiente. Pero en Espa?a estamos siempre a la cola de Europa en la cultura de prevenci¨®n de riesgos laborales¡±, critica Roderick Pinto, director comercial de la empresa navarra de seguridad y protecci¨®n laboral Dacar.

Hace casi dos meses, el empresario Francisco Mart¨ªnez Cosentino admiti¨® haber ocultado que la manipulaci¨®n de su producto estrella, el aglomerado de cuarzo Silestone, provoc¨® la mayor¨ªa de los casos de silicosis entre 2007 y 2019, que afectaron a 1.856 operarios, seg¨²n datos oficiales. ?Han mejorado las condiciones laborales para que los operarios de la f¨¢brica principal en Cantoria (Almer¨ªa) no absorban el polvo de s¨ªlice y evitar que aguijonee sus pulmones?

El testimonio de los operarios es sombr¨ªo y opuesto al de los dirigentes del gigante empresarial. ¡°La empresa se preocupa y nos da mascarillas y filtros cuando los pedimos, pero el m¨¦todo de limpieza en las prensas [donde se pulen las encimeras] sigue siendo el mismo: seis operarios con mangueras de aire extensible que levantamos mucho polvo. Cuando vienen a medir nuestra exposici¨®n al polvo, nos proh¨ªben barrer y no se dice la verdad, las mediciones con los aparatos son falsas. Todo se hace por la rapidez de la producci¨®n¡±, denuncia un operario que exige anonimato. ¡°Mientras, las inspecciones de trabajo siguen viniendo avisadas y el d¨ªa que llega el inspector nos dicen ¡®hoy no entr¨¢is en esa m¨¢quina¡¯. No est¨¢ pagado todo el polvo que tragas por 1.800 euros y a¨²n hay muchos trabajadores que desconocen la silicosis¡±, concluye este trabajador.

Fuentes de la empresa niegan la mayor: ¡°No tenemos conocimiento de discrepancias en los m¨¦todos de limpieza y las mediciones de exposici¨®n a polvo de s¨ªlice cumplen la norma establecida. Adem¨¢s de las mediciones personales, que siempre cubren las ocho horas de trabajo de un turno laboral, se realizan las mediciones ambientales en un punto fijo de la f¨¢brica¡±. Cosentino destaca que sus m¨¢quinas mezcladoras cuentan con equipos de extracci¨®n localizada para evacuar gases y de sistemas de renovaci¨®n de aire.

En paralelo, la ley obliga a que los trabajadores expuestos a agentes cancer¨ªgenos dispongan de un m¨¢ximo de 20 minutos al d¨ªa para ¡°aseo personal¡±. A pesar de que el comit¨¦ de empresa de Cosentino denunci¨® el incumplimiento ante la Inspecci¨®n de Trabajo hace ya dos a?os, este sigue sin solucionarse. Fuentes del Ministerio de Trabajo y Econom¨ªa Social alegan que no pueden precisar detalles de este caso concreto y no aclaran por qu¨¦ persiste la omisi¨®n. A pesar del riesgo evidente que supone el polvo de s¨ªlice, la higiene no parece ser la prioridad.

Amenazas para el 93% del negocio de Cosentino

El 93% del negocio econ¨®mico y de las ventas de la multinacional Cosentino se hacen en el extranjero ¨Dsobre todo EE UU¨D, y solo el 7% se lleva a cabo en Espa?a. Y los pasos de varios gobiernos como el australiano para frenar el auge de casos de silicosis amenazan ese boyante volumen de ventas de encimeras de cocina, que llev¨® al gigante almeriense a facturar 1.401 millones en 2021 y, hace meses, a estudiar su salida a Bolsa.

¡±El Gobierno australiano estudiar¨¢ la prohibici¨®n de importar los aglomerados, incluyendo la consulta a Estados y territorios y otros interesados¡±, difundi¨® el Ejecutivo hace un mes, tras las quejas de los sindicatos nacionales por el auge de la silicosis. En paralelo, el organismo Safe Work Australia, que vela por la seguridad y salud en el trabajo, elaborar¨¢ un informe al respecto los pr¨®ximos seis meses tras otro muy cr¨ªtico elaborado por el Ministerio de Salud hace dos a?os, que abogaba por la prohibici¨®n del Silestone y productos similares si no mejoraba de manera dr¨¢stica la seguridad en el trabajo. Australia ha tenido 488 casos de silicosis la ¨²ltima d¨¦cada.

Mientras, la asociaci¨®n m¨¦dica Woema, que representa a 500 m¨¦dicos especialistas de cinco estados en EE UU, recomend¨® hace un mes a sus gobiernos que impusiera leyes y medidas m¨¢s dr¨¢sticas para frenar el auge de casos de silicosis. ¡°Los casos registrados demuestran que el aglomerado es peligroso para los trabajadores¡±, aclaran fuentes del Departamento de Salud P¨²blica de California.

La gravedad de la epidemia de silicosis en Espa?a la explica bien un contraste de datos: en 2019 California, con una poblaci¨®n de 39 millones de habitantes, registr¨® seis casos de silicosis por manipulaci¨®n de aglomerados. Ese mismo a?o en Espa?a, con 47 millones de personas, la cifra se dispar¨® hasta los 303 casos por productos minerales no met¨¢licos, y nueve de cada 10 de esta categor¨ªa corresponde a los aglomerados de cuarzo, seg¨²n cifras oficiales. En 2016 la Comisi¨®n Europea cifr¨® en 1,4 millones los trabajadores espa?oles expuestos a la s¨ªlice cristalina, y el segundo pa¨ªs de la lista era Alemania, con 600.000 empleados, menos de la mitad. Hoy el panorama es sombr¨ªo: la federaci¨®n nacional de marmoler¨ªas, Fedesmar, estima que el 70% de sus marmoler¨ªas tienen uno o varios empleados enfermos de silicosis.

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