Los tipos de inter¨¦s que las comunidades pagan por los pr¨¦stamos del Estado se duplican en un a?o
Las autonom¨ªas pagan un 34% m¨¢s por el servicio de la deuda en el inicio del ejercicio
La ¨¦poca de tipos ultrabajos ha terminado y la carga de la deuda ya es m¨¢s pesada para todos. Las hipotecas se han encarecido, el Estado remunera m¨¢s por sus t¨ªtulos y los Gobiernos regionales soportan unos intereses mayores por financiar sus pasivos: hasta febrero, abonaron un 34% m¨¢s en comparaci¨®n con el a?o anterior, seg¨²n el Ministerio de Hacienda. El incremento afecta tambi¨¦n a las autonom¨ªas que se apoyan en los pr¨¦stamos baratos que el Tesoro impuls¨® tras la crisis de 2008, los mecanismos extraordinarios de financiaci¨®n, dise?ados como alternativa a un mercado hostil por los ataques a la deuda soberana. Los tipos asociados a estas l¨ªneas ya duplican los de 2022 y son, en promedio, cerca de 20 veces superiores a los de 2021: han escalado hasta el 3,2%, frente al 1,6% del a?o anterior y el 0,1% del previo, de acuerdo con las estimaciones de la firma de consultor¨ªa Analistas Financieros Internacionales (Afi). El pago de intereses, por su parte, ha alcanzado los 625 millones entre enero y febrero, 158 millones m¨¢s que en 2022. El alza no es alarmante, pero el escenario sigue incierto y la evoluci¨®n depender¨¢ de la inflaci¨®n y las futuras decisiones del BCE.
Los intereses asociados a estos mecanismos empezaron a crecer el a?o pasado arrastrados por la pol¨ªtica monetaria restrictiva inaugurada por el BCE para frenar la inflaci¨®n galopante. Esto significa que, a medida que la deuda va venciendo, las nuevas emisiones y las refinanciaciones est¨¢n siendo m¨¢s caras. Lo mismo pasa con las comunidades que se financian en el mercado, que se enfrentan a unos tipos superiores ¡ªde momento, alrededor del 3,5%¡ª, con la diferencia de que sus pasivos tienen una vida media m¨¢s elevada y se est¨¢n financiando a plazos m¨¢s largos.
¡°Proporcionalmente, va a subir m¨¢s la partida de gasto en intereses de las comunidades que est¨¢n acogidas a los mecanismos extraordinarios de financiaci¨®n, porque cada a?o vencer¨¢ un porcentaje mayor de su stock de deuda¡±, explica C¨¦sar Cantalapiedra, socio director de Afi. La vida media de su pasivo es de unos 4,7 a?os, frente a los 6,4 a?os de las comunidades que salen al mercado.
La posibilidad de acudir a los mecanismos extraordinarios se materializ¨® en 2012, en plena crisis europea de la deuda, como v¨ªa de escape para aquellas comunidades a las que el mercado exig¨ªa un coste prohibitivo para financiarse. Estas l¨ªneas han ido cambiando a lo largo de los a?os y ahora quedan dos grandes compartimentos: el Fondo de Liquidez Auton¨®mica (FLA) y el de Facilidad Financiera (FFF). El primero est¨¢ dise?ado para las autonom¨ªas que no cumplen con las reglas fiscales y es incompatible con el mercado, el segundo permite a la vez captar dinero fuera y se reserva a aquellas comunidades que respetan los l¨ªmites fijados de deuda, d¨¦ficit y regla de gasto. Desde 2021 tambi¨¦n hay un fondo alimentado con dinero europeo para financiar el exceso d¨¦ficit causado por la pandemia.
Estos mecanismos, como dice su apellido extraordinarios, hubieran tenido que desaparecer una vez se esfumara la urgencia de la Gran Recesi¨®n. Pero nunca pas¨®. La deuda de las comunidades creci¨® r¨¢pidamente tras la crisis financiera, y con ella el volumen de pr¨¦stamos del Tesoro, que se mantuvieron tambi¨¦n cuando los tipos en el mercado bajaron ¡ªhasta terreno negativo¡ª, las primas de riesgo se relajaron y los expertos en financiaci¨®n recomendaron cortar el grifo.
A d¨ªa de hoy, el Estado es el primer acreedor de los Gobiernos regionales: pose¨ªa casi el 60% de los 316.937 millones de deuda auton¨®mica a cierre de 2022, seg¨²n el Banco de Espa?a, aunque con enorme diferencias entre territorios. Catalu?a, Comunidad Valenciana y Andaluc¨ªa aglutinan casi 8 de cada 10 euros del pasivo regional en manos del Estado.
Necesidades de financiaci¨®n
Las necesidades brutas de financiaci¨®n de las comunidades que estima Afi para este a?o rebasan los 42.000 millones de euros. Catalu?a est¨¢ a la cabeza, con casi 12.000 millones, por los mayores vencimientos que acumula. Vienen por detr¨¢s la Comunidad Valenciana y Andaluc¨ªa, dos de las regiones peor financiadas del sistema, junto con Murcia, que reclaman encontrar una soluci¨®n a la deuda acumulada por recibir menos recursos. Seg¨²n Cantalapiedra, la subida de tipos elevar¨¢ la presi¨®n: ¡°Va a reavivar la reclamaci¨®n de que parte de esa deuda la asuma el Estado, o que se reestructure para que las amortizaciones sean a m¨¢s largo plazo. Pero pol¨ªticamente es complejo¡±.
Actualmente, 10 de las 17 comunidades est¨¢n acogidas a las l¨ªneas de cr¨¦ditos del Tesoro. Andaluc¨ªa es la ¨²nica que se apoya en la Facilidad Financiera y a la vez en el mercado. Arag¨®n, Castilla-La Mancha, Catalu?a, Extremadura, Comunidad Valenciana, Baleares, Cantabria, Murcia y La Rioja dependen del FLA; Castilla y Le¨®n, Canarias, Galicia, Asturias, Madrid, Pa¨ªs Vasco y Navarra solo acuden a los inversores. Entre 2012 y 2020, el ahorro en intereses de las comunidades acogidas a los mecanismos ¨Co, mejor dicho, el coste para el Estado¡ª ha superado los 17.000 millones, seg¨²n calcula ?ngel de la Fuente, director del centro de estudios Fedea. ¡°Es una estimaci¨®n de m¨ªnimos¡±, asegura.
Las regiones que m¨¢s se han beneficiado de estos esquemas han sido Catalu?a y la Comunidad Valenciana, que acaparan m¨¢s de la mitad de los recursos captados desde 2012 hasta ahora. De un total de 367.437 millones acumulados en el periodo, m¨¢s de 123.000 han ido a cubrir las necesidades de financiaci¨®n de Catalu?a, 85.400 a la Comunidad Valenciana. Le siguen Andaluc¨ªa (49.150 millones) y, a gran distancia, Murcia (17.900). En el otro extremo est¨¢n Pa¨ªs Vasco, Navarra y Madrid.
Santiago Lago, catedr¨¢tico de la Universidad de Vigo e investigador s¨¦nior del centro de estudios Funcas, cree que hasta ahora no ha sido posible desmantelar los mecanismos extraordinarios por la falta de consenso sobre qu¨¦ hacer con los pasivos acumulados hasta la fecha. ¡°El hecho de que existan situaciones muy asim¨¦tricas, como las de Catalu?a o la Comunidad valenciana versus Madrid, por ejemplo, complica que encontremos una soluci¨®n que sea percibida como justa y razonable por la mayor¨ªa¡±. De la Fuente a?ade que ni los Ejecutivos regionales ni el central hicieron demasiados esfuerzos para dejar atr¨¢s el modelo. ¡°A las comunidades se les subvencionan los costes de inter¨¦s y a los Gobiernos [centrales] no les parec¨ªa mal tener cierta capacidad de control sobre ellas¡±.
Por otro lado, la vuelta a los mercados de las comunidades que m¨¢s dependen de estas l¨ªneas estar¨ªa sujeta a primas de riesgo prohibitivas. ¡°La carga de la deuda con los tipos que se prev¨¦n hacia finales de a?o para la deuda del Tesoro obligar¨ªa a comunidades como la valenciana o a Catalu?a a dedicar el 10% o m¨¢s de su presupuesto ordinario al pago de intereses¡±, se?ala Santiago Lago en un art¨ªculo publicado en Funcas. El economista, sin embargo, alerta sobre una eventual condonaci¨®n. ¡°Las cifras son muy desiguales y el riesgo de percepciones de agravio comparativo entre autonom¨ªas es muy alto. No veo pol¨ªticamente factible una quita sustancial del principal. Una soluci¨®n pragm¨¢tica ser¨ªa transformar los mecanismos en deuda a 50 a?os o m¨¢s a tipos de inter¨¦s muy bajos, alrededor del 1%¡±. De la Fuente est¨¢ de acuerdo, pero no termina de ver el alargamiento de los plazos. ¡°Ser¨ªa una soluci¨®n viable pol¨ªticamente, pero mala econ¨®micamente. Ser¨ªa un en¨¦simo rescate a posteriori de las comunidades que reducir¨ªa a¨²n m¨¢s sus incentivos para controlar el gasto o subir impuestos¡±, zanja.
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