General Motors se suma a Ford y Stellantis y pacta con los trabajadores para acabar con la huelga del motor en EE UU

General Motors y el sindicato United Auto Workers han alcanzado un acuerdo provisional que servir¨¢ para poner fin a una huelga de seis semanas contra los fabricantes de autom¨®viles de Detroit. El pacto se suma a los alcanzados la semana pasada con Ford y Stellantis. A la espera de la m¨¢s que probable ratificaci¨®n por parte de los trabajadores, este tercer acuerdo pone fin a un conflicto que ha durado algo m¨¢s de seis semanas.

Como en el caso de las otras dos empresas, los acuerdos tendr¨¢n una duraci¨®n de cuatro a?os y ocho meses e incluyen aumentos salariales generales del 25% y ajustes adicionales por el coste de la vida. En conjunto, el aumento salarial superar¨¢ el 30% durante la vigencia del contrato. Para los nuevos trabajadores y los temporales las subidas son significativamente mayores.

El acuerdo se ha alcanzado a primera hora de este lunes en una reuni¨®n en la sede de la UAW en Detroit en la que han participado el presidente del sindicato, Shawn Fain; la consejera delegada de General Motors, Mary Barra, y el jefe de fabricaci¨®n de la empresa, Gerald Johnson, seg¨²n fuentes citadas por AP, que pidieron no ser identificadas porque no est¨¢n autorizadas a hablar p¨²blicamente sobre el acuerdo. El acuerdo se ha alcanzado el d¨ªa en que Fain cumple 55 a?os.

General Motors estuvo cerca de un acuerdo la semana pasada, pero las negociaciones se torcieron y el sindicato aument¨® la presi¨®n al convocar huelga en la planta m¨¢s importante de la empresa en Estados Unidos, la de Spring Hill (Tennessee), que emplea a unos 4.000 trabajadores, y que fabrica los motores que sirven para el montaje en varias f¨¢bricas m¨¢s. Con ellos, ya hab¨ªa unos 18.000 trabajadores sindicados de la empresa en huelga que ahora volver¨¢n a sus puestos de trabajo a la espera del proceso de ratificaci¨®n de los acuerdos.

La direcci¨®n de la empresa reaccion¨® de inmediato a la huelga de Spring Hill para impedir un cuello de botella en la fabricaci¨®n de motores que da?ase industrial y financieramente a toda la empresa.

La huelga del motor empez¨® el 15 de septiembre con la paralizaci¨®n de una planta de General Motors en Wentzville (Misuri), que fabrica el GMC Canyon y el Colorado; otra de Ford en Wayne (Michigan), que monta el modelo Bronco y la camioneta Ranger, y una tercera de Jeep, de Stellantis, en Toledo (Ohio), de donde salen los modelos Gladiator y Wrangler.

La semana siguiente, Fain llam¨® a plantarse a cerca de otros 6.000 trabajadores de 28 centros de distribuci¨®n de Stellantis y GM repartidos por 20 Estados, salvando de la quema a Ford por haber mostrado una mayor voluntad negociadora.

Una semana despu¨¦s, el l¨ªder sindical convoc¨® a la huelga a 7.000 trabajadores adicionales de la UAW en dos plantas: la de Ford en Chicago (Illinois), de donde salen los modelos Explorer y Lincoln Aviator, y la de Lansing Delta de GM en Lansing (Michigan), que monta el Buick Enclave y el Chevrolet Traverse. En esa tercera ronda fue Stellantis la que se salv¨® de verse afectada por paros adicionales gracias a una oferta de ¨²ltimo minuto.

La compa?¨ªa golpe¨® luego con huelgas por sorpresa en las principales f¨¢bricas de cada grupo: primero a Ford, luego a Stellantis y el pasado s¨¢bado a General Motors, que ha sido la ¨²ltima en ceder. La compa?¨ªa hab¨ªa indicado a los inversores la semana pasada al presentar los resultados que la huelga ten¨ªa para ella un coste de 200 millones de d¨®lares semanales. La empresa decidi¨® retirar sus previsiones de resultados para el conjunto del a?o a la espera de evaluar el impacto del conflicto.

Los analistas de Wells Fargo estiman que los nuevos convenios elevar¨¢n los costes laborales totales por hora de las empresas en torno a un 30%, hasta 76,08 d¨®lares en el caso de Ford, 78,15 d¨®lares en GM y 75,63 d¨®lares en Stellantis. Seg¨²n los analistas, los costes laborales por hora de los fabricantes de autom¨®viles extranjeros con f¨¢bricas en EE.UU. suelen oscilar entre 45 y 60 d¨®lares, lo que incluye lo que gastan en prestaciones sociales.

¡°Creo que es genial¡±, ha dicho el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, esta ma?ana al ser preguntado por el nuevo acuerdo. La resoluci¨®n del conflicto es un ¨¦xito pol¨ªtico para Biden, que lleg¨® a unirse a un piquete de la huelga el pasado 26 de septiembre y anim¨® a los trabajadores a mantenerse firme en sus reivindicaciones.

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