Espa?a, Italia y Grecia, los pa¨ªses de la OCDE en los que la renta real de los hogares se estanca desde 2007

M¨¢s de 15 a?os han pasado desde que estall¨® la burbuja inmobiliaria y, desde entonces, las familias espa?olas siguen sin alcanzar el mismo nivel de ingresos. En concreto, la renta real per c¨¢pita de los hogares ¡ªes decir, una vez eliminado el efecto de la inflaci¨®n¡ª se manten¨ªa a finales del a?o pasado m¨¢s de dos puntos porcentuales por debajo del nivel registrado a inicios de 2007, justo antes del estallido de la crisis financiera, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE). Se trata del ¨²nico pa¨ªs de los 34 miembros (con datos disponibles), junto a Italia y Grecia, que sigue estancado en este indicador macroecon¨®mico. Por el contrario, en el conjunto de Estados que integran este organismo, formado por los pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo, la renta familiar ha crecido un 22% entre 2007 y 2023.

La foto que emerge de los datos publicados por la organizaci¨®n con sede en Par¨ªs muestra que, pese a la aceleraci¨®n que la econom¨ªa nacional registr¨® antes del estallido de la pandemia en 2020 y del rebote posterior a la crisis de la covid, el nivel de renta per c¨¢pita segu¨ªa siendo inferior al de hace 17 a?os. La cifra viene determinada porque en este periodo, el Producto Interior Bruto (PIB) ha aumentado a un menor ritmo que el n¨²mero de residentes ¡ªla poblaci¨®n creci¨® casi cuatro millones, hasta los 48.507.039¡ª. Es decir, que el pa¨ªs ha perdido productividad durante estos a?os.

La falta de convergencia se alimenta de un bajo nivel tecnol¨®gico y de digitalizaci¨®n en el mercado laboral, unido a la menor calidad del capital humano. As¨ª lo explica Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute. ¡°El modelo productivo est¨¢ detr¨¢s de este estancamiento en la renta y el problema es que Espa?a no se va a convertir, al menos en el corto plazo, en una potencia digital ni con alta participaci¨®n industrial¡±, detalla. En efecto, seg¨²n el Banco de Espa?a, en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, la tasa de crecimiento de la productividad nacional ha sido muy reducida y ha estado por debajo de las otras econom¨ªas de referencia en Europa; en concreto, un 14% por debajo de la eurozona. Se trata adem¨¢s de un problema que se observa en todas las ramas de actividad, por lo que no se debe a una especializaci¨®n sectorial.

La entidad dirigida por Pablo Hern¨¢ndez de Cos detalla que la composici¨®n sectorial, m¨¢s sesgada hacia servicios como el comercio y la hosteler¨ªa, y el peso del sector tur¨ªstico, actividades con baja productividad e intensivos en mano de obra, solo explica una parte de este retraso en el nivel productivo. Seg¨²n sus estimaciones, si el pa¨ªs tuviera la estructura de la zona euro, esta diferencia ser¨ªa del 10%. Tampoco el reducido tama?o del tejido empresarial explica del todo esta desventaja, puesto que cuando se comparan los datos registrales de las empresas de Espa?a, Alemania, Francia e Italia, se observa que las nacionales producen entre un 10% y un 20% menos que las de esos pa¨ªses con independencia de si son grandes o peque?as.

Tanto Blasco como el Banco de Espa?a consideran que la falta de innovaci¨®n impacta igual o m¨¢s que el tama?o de las empresas y la dependencia que se tiene en el sector servicios. Los datos evidencian la clara desventaja en la que se encuentra la econom¨ªa nacional en este terreno respecto al resto del continente: en 2022, el gasto en I+D sobre el PIB fue del 1,44%, 0,8 puntos por debajo de la media europea, seg¨²n los ¨²ltimos datos publicados por Eurostat. Destaca, en particular, la debilidad del sector privado en esta materia, aunque tambi¨¦n la inversi¨®n p¨²blica es algo inferior en algunas ¨¢reas a la media de la eurozona.

Otro punto d¨¦bil es el menor nivel de capital humano de la poblaci¨®n espa?ola, en particular en su formaci¨®n tecnol¨®gica y sus competencias digitales. ¡°A pesar de que ha habido una mejora en las ¨²ltimas d¨¦cadas, seguimos por debajo del promedio de la UE¡±, se?ala Blasco. Las cifras reafirman esta opini¨®n; de acuerdo con un informe publicado por la Fundaci¨®n BBVA en septiembre del a?o pasado, el valor del capital humano en Espa?a muestra una tendencia decreciente desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, lo que ha supuesto una reducci¨®n acumulada desde el a?o 2000 del 5,6% en t¨¦rminos reales. En t¨¦rminos per c¨¢pita, la tasa cae casi un 20% en el mismo periodo, lo que la entidad achaca a un intenso proceso de envejecimiento. En paralelo, el Banco de Espa?a lo atribuye a una d¨¦bil capacidad innovadora y a la absorci¨®n del conocimiento, impulsada por los mejores salarios que otorgan otros pa¨ªses.

Un tercer factor que limita la productividad y, por tanto, impacta en la renta real per c¨¢pita es el entorno regulatorio. Seg¨²n los analistas, las empresas espa?olas siguen manteniendo una mayor dependencia del cr¨¦dito bancario y un acceso relativamente limitado a la financiaci¨®n v¨ªa capital riesgo en comparaci¨®n a sus hom¨®logas europeas. Esta din¨¢mica limita las posibilidades de crecimiento de las empresas y su capacidad de maniobra para adaptarse a las eventuales perturbaciones econ¨®micas, adem¨¢s de condicionar su capacidad para ejecutar proyectos de innovaci¨®n. En paralelo, la diferencia normativa entre las comunidades aut¨®nomas tambi¨¦n condiciona su desarrollo a nivel nacional. Al respecto, el Banco de Espa?a recuerda que solo en 2022, el Estado y las autonom¨ªas aprobaron casi 11.000 normas nuevas.

Estas flaquezas han hecho que Espa?a sea el tercer pa¨ªs de la Uni¨®n Europea con peor desempe?o de la OCDE en el avance de la renta real per c¨¢pita. Solo Grecia e Italia se encuentran en mayor desventaja. El primero est¨¢ 20 puntos por debajo del nivel de 2007, mientras que el segundo registra un retroceso de casi 7 puntos.

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