La Rioja, Asturias, la Comunidad Valenciana y Extremadura invierten solo la mitad de lo que presupuestan

Las comunidades mejoraron el a?o pasado su cumplimiento en materia de inversi¨®n: ejecutaron, en promedio, m¨¢s del 70% de los importes que ten¨ªan presupuestados para la partida, 10 puntos porcentuales m¨¢s que el ejercicio previo y el primer incremento desde la pandemia. El grado de ejecuci¨®n, sin embargo, fue muy dispar, y varios territorios se quedaron por debajo de la media. La Rioja, Asturias, la Comunidad Valenciana y Extremadura fueron los menos aplicados: solo invirtieron la mitad de lo que ten¨ªan previsto.

Las inversiones reales engloban infraestructuras, como tramos de carreteras, o transporte interurbano, como metros o tranv¨ªas, obras hidr¨¢ulicas, construcciones sanitarias y educativas de competencia exclusiva de las comunidades. Cada a?o, en funci¨®n de las necesidades, los gobiernos auton¨®micos destinan a esta r¨²brica un importe inicial en sus presupuestos, que a lo largo del ejercicio suele ser modificado, casi siempre al alza. Por eso se distingue la ejecuci¨®n sobre los cr¨¦ditos iniciales, que es el importe destinado a la partida a 1 de enero, de aquella sobre los cr¨¦ditos totales, que incluye las modificaciones presupuestarias y que a menudo es menor a la primera.

Por ejemplo, la ejecuci¨®n sobre los cr¨¦ditos totales en 2023 fue unos ocho puntos inferior a la inicial (un 62,1% frente al 70,2%), debido a que la mayor¨ªa de las autonom¨ªas ampli¨® la partida destinada a las inversiones durante el a?o. Es as¨ª que, a mayor denominador ¡ªel volumen de recursos para inversiones¡ª e igual importe ejecutado, el porcentaje se reduce.

En Madrid, por ejemplo, la tasa pasa del 82,6% al 68,6%, y en Catalu?a, que tiene el mayor porcentaje de ejecuci¨®n sobre cr¨¦ditos iniciales, del 94,4% al 63,5%, porque ambas ampliaron durante el a?o los fondos destinados a inversiones. Al contrario, el porcentaje sube del 75,8% al 83,8% en Galicia ¡ªque pasar¨ªa a ser la autonom¨ªa con mejor tasa de ejecuci¨®n¡ª, porque se restringi¨® la partida, al igual que en Cantabria, Asturias, Castilla-La Mancha y Castilla y Le¨®n. La conclusi¨®n, sin embargo, es siempre la misma: las administraciones auton¨®micas casi nunca llegan a agotar los importes previstos. Es decir, ejecutan menos de lo que estiman en sus cuentas.

Eso significa que hay proyectos que se quedan en el aire porque directamente no arrancan o porque se produce alg¨²n cortocircuito en la tramitaci¨®n. Es el caso de la reforma de la Unidad de Cardiolog¨ªa en el Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona, licitada por un mill¨®n de euros de fondos europeos y que no lleg¨® a ejecutarse en 2023 porque no hubo puja, o de dos obras de carreteras, tambi¨¦n en Catalu?a, con un coste de siete y cinco millones, que ten¨ªan que haber comenzado el a?o pasado y que se han iniciado al comienzo de este a?o, informa Dani Cordero.

¡°Siempre se presupuesta m¨¢s y se suele ejecutar cerca de dos tercios. Se pinta el dinero con mucha facilidad, pero es muy dif¨ªcil gastarlo bien, en tiempo y forma¡±, resume Diego Mart¨ªnez L¨®pez, catedr¨¢tico de Econom¨ªa en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla.

En los ¨²ltimos cinco a?os, la media de ejecuci¨®n sobre cr¨¦ditos iniciales en el conjunto de las comunidades ha sido del 69,7% ¡ª63,7% si se consideran las modificaciones presupuestarias¡ª, pero ha habido cierta volatilidad entre un ejercicio y otro. Si en 2023 el porcentaje rebas¨® el 70% ¡ªse invirtieron 10.762 millones de euros de los 15.320 que los ejecutivos auton¨®micos hab¨ªan inicialmente previsto en sus cuentas¡ª, el ejercicio previo ni lleg¨® al 60%. En 2021, la tasa fue del 68%, una ca¨ªda de 14 puntos con respecto al a?o de la pandemia, que se cerr¨® con el mejor resultado del lustro: un 82%, una tasa probablemente dopada por la reducci¨®n de los tr¨¢mites administrativos y la necesidad de mantener a flote la actividad durante la crisis sanitaria. Antes de la llegada de la covid, el cumplimiento fue del 68,7%, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Hacienda.

¡°Es un comportamiento ciclot¨ªmico, un poco de dientes de sierra, porque el a?o se queda corto como ejercicio presupuestario¡±, abunda Mart¨ªnez L¨®pez, quien explica que el manguerazo que ha supuesto el Plan de Recuperaci¨®n ya anticipaba una ca¨ªda en la ejecuci¨®n tras 2020: ¡°Ha llegado tanto dinero que las comunidades y el Estado no han sido lo suficientemente r¨¢pidos para ejecutarlo¡±.

Conceptualmente, la partida de inversiones se financia principalmente con tres fuentes: el ahorro bruto de las comunidades ¡ªel saldo entre ingresos y gastos corrientes¡ª, cuando lo hay, las transferencias de capital recibidas de otras administraciones, sobre todo fondos europeos, y los impuestos sobre el capital, como los que gravan sucesiones y donaciones y patrimonio, una aportaci¨®n que se ha ido reduciendo cada vez m¨¢s en los ¨²ltimos a?os. La baja ejecuci¨®n no solo puede implicar una merma en los servicios para los ciudadanos, sino que genera problemas a efectos presupuestarios, subraya el catedr¨¢tico, porque el gasto financiado con fondos comunitarios no contabiliza en la regla de gasto. ¡°Hay comunidades que no solo no gastaban los fondos europeos, sino que, adem¨¢s, eran penalizadas impl¨ªcitamente con una regla de gasto m¨¢s rigurosa¡±.

Estos datos solo hacen referencia a la inversi¨®n que los mismos gobiernos regionales realizan en sus territorios, y no contabilizan aquella que la Administraci¨®n del Estado ejecuta en las comunidades, un asunto que suele levantar ampollas a nivel auton¨®mico. El ¨²ltimo dato disponible de un a?o completo es el relativo a 2021, en el que el Estado llev¨® a cabo el 67% de las inversiones territorializadas previstas en los Presupuestos.

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