La Gran Sucesi¨®n de los ¡®baby boomers¡¯: sus hijos heredar¨¢n m¨¢s riqueza y tambi¨¦n desigualdad
La herencia que dejar¨¢n los nacidos entre 1958 y 1975 supondr¨¢ la mayor transferencia de recursos de la historia entre generaciones
In¨¦s tiene 29 a?os, acaba de conseguir un trabajo indefinido y vive de alquiler porque no gana lo suficiente para comprarse un piso, la misma raz¨®n por la cual no tiene hijos ni los espera. En unos a?os, sin embargo, su patrimonio se multiplicar¨¢ porque heredar¨¢ de sus padres una vivienda en propiedad y un colch¨®n de ahorro importante. Lo mismo les pasar¨¢ a muchos de sus coet¨¢neos en las pr¨®ximas d¨¦cadas, cuando se producir¨¢ la mayor transferencia de recursos de la historia entre generaciones: ...
In¨¦s tiene 29 a?os, acaba de conseguir un trabajo indefinido y vive de alquiler porque no gana lo suficiente para comprarse un piso, la misma raz¨®n por la cual no tiene hijos ni los espera. En unos a?os, sin embargo, su patrimonio se multiplicar¨¢ porque heredar¨¢ de sus padres una vivienda en propiedad y un colch¨®n de ahorro importante. Lo mismo les pasar¨¢ a muchos de sus coet¨¢neos en las pr¨®ximas d¨¦cadas, cuando se producir¨¢ la mayor transferencia de recursos de la historia entre generaciones: la herencia que los baby boomers dejar¨¢n a sus descendientes. A falta de datos oficiales, las estimaciones apuntan a un traspaso billonario que podr¨ªa triplicar el PIB actual de Espa?a.
¡°En el pasado no ha habido una transferencia mayor porque nunca hemos sido tan ricos¡±, zanja Olga Cant¨®, catedr¨¢tica de Econom¨ªa en la Universidad de Alcal¨¢, quien alerta sobre la dificultad de dibujar con tanta antelaci¨®n qu¨¦ consecuencias sociales y econ¨®micas traer¨¢ consigo esta Gran Sucesi¨®n, que empezar¨¢ a producirse all¨¢ por 2040. Sin embargo, todo apunta a que, lejos de limar la brecha entre j¨®venes y mayores de la que tanto se habla hoy en d¨ªa, avivar¨¢ a¨²n m¨¢s la mecha de la desigualdad.
Antes de entrar en los impactos de largo plazo hay que entender la magnitud del acontecimiento. Los baby boomers espa?oles, los nacidos entre 1958 y 1975, son muchos: representan m¨¢s del 30% de la poblaci¨®n total. Tambi¨¦n son el grupo que m¨¢s patrimonio ha acumulado a lo largo de su vida, una bolsa que en Espa?a est¨¢ constituida sobre todo por ladrillo, que se ha revalorizado de manera espectacular en las ¨²ltimas d¨¦cadas y que ha disparado el valor de sus bienes.
Sus hijos, en cambio, los j¨®venes ¡ªy ya no tan j¨®venes¡ª de la actualidad, son menos numerosos que sus padres, por lo que la herencia que recibir¨¢n se concentrar¨¢ en menos manos. Su trayectoria vital tambi¨¦n es muy distinta: han sido castigados por dos profundas crisis econ¨®micas, el crac financiero y la pandemia, y han quedado atrapados entre salarios bajos, precariedad, un mercado inmobiliario inaccesible y pol¨ªticas p¨²blicas enfocadas a los mayores ¡ªsobre todo v¨ªa pensiones¡ª, todos elementos que han limitado su capacidad de ahorro, emancipaci¨®n y acumulaci¨®n de riqueza. Por ello, aunque la familia de In¨¦s sea ficticia, refleja bien la mec¨¢nica que en la actualidad se replica en muchos hogares y que ha puesto un punto final al relato de que los hijos siempre viven mejor que sus padres.
Es suficiente con echar un vistazo a un pu?ado de datos para ilustrar el distinto recorrido generacional. A finales de los a?os ochenta, menos de tres a?os de sueldo ¨ªntegro bastaban para comprarse una vivienda. Ahora hace falta m¨¢s del doble: 7,3 a?os. A inicios de este siglo, los menores de 35 a?os ten¨ªan una riqueza media de 108.000 euros. Ahora atesoran 68.000, un 40% menos, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta Financiera de las Familias del Banco de Espa?a. En el mismo periodo, el patrimonio de los m¨¢s mayores ha seguido el camino opuesto. La riqueza media de los hogares donde el cabeza de familia tiene entre 55 y 65 a?os duplica la del conjunto: 330.427 euros frente a 122.000. Si se ampl¨ªa la horquilla a las cohortes m¨¢s mayores, de entre 65 y 74 a?os, la media alcanza los 360.000 euros.
En t¨¦rminos de renta, las disparidades son menos marcadas, tambi¨¦n porque esta ha crecido y se ha concentrado a un ritmo menos intenso que la riqueza en los ¨²ltimos a?os, tanto en Espa?a como en el extranjero. Pero tambi¨¦n en este caso los j¨®venes salen mal parados: son los que perciben menores ingresos, solo por detr¨¢s de los m¨¢s mayores.
¡°A los baby boomers y a las generaciones previas les toc¨® la loter¨ªa con la entrada en el euro, lo que indujo una fuerte ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s y una revalorizaci¨®n hist¨®rica de la vivienda¡±, resume Daniel Manzano, socio de Analistas Financieros Internacionales (Afi). El informe Finanzas de los hogares 2000-2022, del que es coautor, detalla c¨®mo cerca de tres cuartas partes del patrimonio total de las familias espa?olas est¨¢ constituido por vivienda, cuyo valor se ha triplicado en poco m¨¢s de 20 a?os, de los dos billones de euros a m¨¢s de seis billones.
¡°Los hogares espa?oles acumulaban a finales de 2022 un patrimonio neto estimado en 8,2 billones de euros. Teniendo en cuenta que los hogares de la generaci¨®n baby boomer acaparan en torno al 45% de esa riqueza, estar¨ªamos hablando de unos cuatro billones¡±, lanza el analista de Afi. ¡°El c¨¢lculo es un poco grosero [implicar¨ªa que no hubiera ninguna depreciaci¨®n de los activos, por ejemplo], pero ilustra en t¨¦rminos orientativos la que ser¨¢ la mayor transferencia de recursos hasta ahora y probablemente tambi¨¦n la mayor que vaya a haber en varias d¨¦cadas¡±.
La intuici¨®n tambi¨¦n llevar¨ªa a pensar que esta Gran Sucesi¨®n reducir¨¢ la actual brecha intergeneracional. Pero ninguna realidad es monol¨ªtica. Los milenials y centenials se convertir¨¢n sin duda en las cohortes m¨¢s ricas de la historia gracias a la herencia que recibir¨¢n, aunque solo sea por el mero hecho demogr¨¢fico de que son menos que sus padres, pero no todos los boomers son igual de ricos. ¡°Lejos de solucionar o mitigar el problema de la desigualdad, aumentar¨¢ a¨²n m¨¢s la brecha dentro de la misma generaci¨®n¡±, reflexiona Luis Bauluz, profesor de Cunef y coordinador de las series de riqueza del Laboratorio Mundial de Desigualdad, quien estima que son m¨¢s de 100.000 millones de euros los que pasan de una generaci¨®n a otra cada a?o v¨ªa sucesi¨®n y donaci¨®n en vida.
¡°El tema no es tanto la cuant¨ªa que se va a transmitir, sino d¨®nde se van a transmitir las mayores cuant¨ªas¡±, abunda Cant¨®. En otras palabras: la brecha que existe entre j¨®venes y mayores esconde otra fractura, m¨¢s cl¨¢sica, entre ricos y pobres dentro del mismo grupo. La misma Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) alertaba sobre el posible aumento de las disparidades dentro del mismo grupo de edad en su ¨²ltimo informe sobre el impuesto de sucesiones y donaciones, en el que invitaba a elevar la fiscalidad de las herencias para mitigar las desigualdades. ¡°Como la riqueza est¨¢ cada vez m¨¢s concentrada y los hogares ricos tienden a recibir m¨¢s herencias y de mayor valor, es probable que tambi¨¦n aumente la desigualdad intrageneracional¡±, se?alaba.
Reparto desigual
¡°Dividir la sociedad entre j¨®venes y mayores solo tiene sentido para pedir un mayor gasto social en los primeros¡±, razona Berna Le¨®n, director gerente del centro de estudios Future Policy Lab. ¡°La divisi¨®n real en t¨¦rminos de riqueza es entre j¨®venes y mayores ricos y j¨®venes y mayores de clases medias y trabajadoras, puesto que los j¨®venes ricos heredar¨¢n en vida o tras el fallecimiento de sus padres esas fortunas¡±.
Seg¨²n un art¨ªculo del investigador Pedro Salas-Rojo y el catedr¨¢tico Juan Gabriel Rodr¨ªguez, las herencias son las responsables de casi el 70% de la desigualdad de la riqueza en Espa?a, un porcentaje que sube hasta cerca del 75% en el caso de la riqueza no financiera. ¡°Nuestros resultados se?alan a las herencias como una variable fundamental para entender la distribuci¨®n de la riqueza observada¡±, concluyen.
¡°En otras palabras, pensar que la desigualdad se estructura fundamentalmente por edad y no por clase es un espejismo¡±, sintetiza Le¨®n, tambi¨¦n investigador doctoral y profesor asociado en Sciences Po, quien detalla que quien se beneficiar¨¢ ¡°significativamente¡± de la Gran Sucesi¨®n ser¨¢n los que ya tienen los mayores recursos: en torno al 10-20% m¨¢s rico.
En efecto, si la mirada se ampl¨ªa m¨¢s all¨¢ del supuesto conflicto generacional, emergen realidades, si es posible, a¨²n menos alentadoras. No solo la riqueza se ha concentrado cada vez m¨¢s en pocas manos, sino que el patrimonio de las capas menos adineradas de la sociedad se ha esquilmado a ritmos vertiginosos. ¡°La riqueza del 10% m¨¢s rico, y sobre todo del 1%, est¨¢ creciendo muy r¨¢pidamente. Esta din¨¢mica antes no era tan fuerte en Espa?a¡±, alerta Cant¨®. ¡°Pero lo m¨¢s impactante es que el 50% m¨¢s pobre ha dividido por dos su riqueza. Estas personas van a transmitir muy poco a sus hijos. Por eso es un error muy persistente hablar de generaciones: cuando se produzca la sucesi¨®n, esa generaci¨®n va a tener muy distintas oportunidades. Lo que estamos viendo es que la riqueza va a marcar la diferencia¡±.
Los datos del Laboratorio Mundial de Desigualdad destacan que el 10% m¨¢s rico en Espa?a concentraba m¨¢s del 56% de toda la riqueza nacional en 2022. Dentro de este grupo destaca el 1% m¨¢s acaudalado, con el 23% del patrimonio. En el otro extremo est¨¢ el 50% de la parte baja de la distribuci¨®n, con menos del 7%. Y eso que Espa?a no es ni de lejos de los pa¨ªses m¨¢s desiguales.
En EE UU, la bautizada tierra de las oportunidades, el 1% m¨¢s rico atesoraba en 2022 hasta el 35% de toda la fortuna del pa¨ªs, un dato que a nivel mundial sube hasta el 38,4%. En Alemania, los m¨¢s acaudalados tienen en sus manos el 26,4% del patrimonio nacional; un 24% en Francia. Y estos pa¨ªses tambi¨¦n se enfrentar¨¢n a la Gran Sucesi¨®n de los boomers, algo antes que Espa?a ¡ªen los dem¨¢s pa¨ªses occidentales es la generaci¨®n de la posguerra, la nacida entre 1946 y 1964¡ª, pero con el mismo riesgo de que la desigualdad en la riqueza se enquiste de forma a¨²n m¨¢s profunda.
Tan solo en EE UU los herederos de los nacidos antes de 1964 recibir¨¢n una cifra astron¨®mica para 2045, cerca de 90 billones de d¨®lares, de acuerdo con la investigadora de mercado Cerulli Associates. Es m¨¢s: el ¨²ltimo Informe de ambiciones multimillonarias 2023 del banco UBS destacaba que, por primera vez, los nuevos multimillonarios adquirieron m¨¢s riqueza a trav¨¦s de la herencia que por m¨¦rito propio. ¡°Los herederos de los multimillonarios est¨¢n ganando protagonismo¡±, incide el estudio, y lanza un aviso a navegantes: ¡°Es algo que veremos con mayor frecuencia en los pr¨®ximos 20 a 30 a?os, ya que m¨¢s de 1.000 multimillonarios transferir¨¢n unos 5,2 billones de d¨®lares a sus hijos¡±.
Esta transferencia, adem¨¢s, llegar¨¢ cuando tambi¨¦n los herederos sean mayores. Un dato en principio positivo, porque significa que se viven m¨¢s a?os, pero que dejar¨¢ el capital legado concentrado en las cohortes mayores ¡ªuna vez m¨¢s¡ª y ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil que contribuya a una mejora de la productividad. ¡°La riqueza es tambi¨¦n una forma de facilitar el emprendimiento. Si una persona de 30 a?os recibe una herencia tiene la opci¨®n de emprender. Pero la esperanza de vida se ha alargado y el heredero medio tendr¨¢ entre 55 y 60 a?os, una edad un poco tard¨ªa para ponerse a emprender¡±, explica Bauluz. ¡°En otras palabras, la riqueza cada vez est¨¢ concentrada en edades avanzadas y no llega a las edades tempranas. Si llegase, podr¨ªa facilitar un mayor dinamismo econ¨®mico. Por tanto, desde un punto de vista meramente productivo, podr¨ªa tener sentido redistribuir las herencias para que se reciban a edades m¨¢s tempranas¡±.
Pol¨ªtica fiscal
La productividad, de hecho, es uno de los grandes retos econ¨®micos que depara el futuro, y que se suma a otros desaf¨ªos may¨²sculos, desde el envejecimiento de la poblaci¨®n, la transici¨®n hacia un mundo de cero emisiones o la misma reducci¨®n de la desigualdad. Fen¨®menos a los que hay que enfrentarse con pol¨ªticas eficientes, y que est¨¦n respaldadas por ingresos suficientes para financiarlas, m¨¢s a¨²n ahora que las tesorer¨ªas de los Estados est¨¢n maltrechas por la covid y el crecimiento se va estancando.
?Gravar m¨¢s las herencias ante la llegada de la Gran Sucesi¨®n podr¨ªa ser la soluci¨®n, o al menos suponer una bocanada de aire para las arcas p¨²blicas? El impuesto de sucesiones es una figura, a diferencia del tributo sobre la riqueza, m¨¢s que tolerada en el mundo acad¨¦mico y jur¨ªdico, y no solo entre las voces m¨¢s progresistas. Tambi¨¦n se han levantado en su defensa en los ¨²ltimos a?os magnates, millonarios y personajes p¨²blicos. Pero, donde existe, recauda muy poco, su capacidad de redistribuci¨®n es limitada y es denostado por el contribuyente, por el mismo hecho de ser un impuesto e ir vinculado a un momento vital delicado.
En los pa¨ªses de la OCDE que cuentan con una figura de este tipo se ingres¨® cerca de 0,6% sobre los ingresos fiscales totales en 2022. ¡°El impuesto sobre las herencias no es una soluci¨®n milagrosa¡±, se?alaba Pascal Saint-Amans, en el ¨²ltimo informe del organismo sobre el tributo, de 2021, cuando a¨²n era director de su centro de Pol¨ªtica de Administraci¨®n Fiscal. ¡°Otras reformas, particularmente en relaci¨®n con la tributaci¨®n de los ingresos del capital personal y las ganancias de capital, son clave para garantizar que los sistemas tributarios ayuden a reducir la desigualdad¡±, a?ad¨ªa en el informe.
En Espa?a la cifra se sit¨²a ligeramente por encima de la media, con un 0,7% (unos 3.500 millones al a?o). Su reforma, aunque lleve tiempo en el centro del debate y haya ocupado p¨¢ginas y p¨¢ginas del ¨²ltimo Libro blanco para la reforma tributaria, es particularmente compleja, porque toda la imposici¨®n patrimonial en Espa?a est¨¢ cedida a las comunidades aut¨®nomas, que prev¨¦n umbrales y bonificaciones distintas, lo que implica que hay que pagar m¨¢s o menos impuestos en funci¨®n de donde se muera.
¡°La imposici¨®n fiscal nunca va a cambiar la estructura de la riqueza. Los impuestos a la riqueza dan progresividad, legitimidad al sistema, pero para cambiar su distribuci¨®n tenemos que buscar otras soluciones¡±, dice Cant¨®, quien tambi¨¦n propone revisar la tributaci¨®n del capital para adecuarla a la del trabajo, empezar a delinear una herencia universal e incidir en las pol¨ªticas de vivienda y educativas, que considera ¡°cruciales¡±.
¡°Un impuesto de sucesiones m¨¢s ambicioso es condici¨®n necesaria pero insuficiente para atajar la desigualdad¡±, coincide Le¨®n, quien tambi¨¦n propone una profunda revisi¨®n del sistema fiscal y pol¨ªticas que atajen las grandes fuentes de desigualdad del presente, con la vivienda como primer objetivo. Asimismo, aboga por una ¡°suerte de herencia p¨²blica¡± que se enfoque a ¡°desarrollar un proyecto econ¨®mico, social o cultural¡±. ¡°Si bien no garantizar¨ªa la igualdad de oportunidades, s¨ª permitir¨ªa que todo el mundo tuviera al menos una oportunidad, as¨ª como redistribuir la riqueza nacional entre los mayores m¨¢s ricos, y los j¨®venes m¨¢s pobres. Porque la alternativa a este tipo de mecanismos es la herencia tradicional, donde solo hay espacio para familias ricas y familias pobres¡±. Sin importar la generaci¨®n a la que pertenecen.
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