Lucha generacional para conseguir un trabajo: j¨®venes y veteranos buscan, pero no encuentran
La falta de pol¨ªticas p¨²blicas eficaces, una oferta territorial desigual y la escasez de oportunidades en muchas compa?¨ªas persigue a estos colectivos de trabajadores
A j¨®venes y veteranos el espejo del mercado de trabajo les devuelve actualmente un mismo reflejo borroso, casi invisible, que resume a la perfecci¨®n c¨®mo les ven (o no les ven) muchos empleadores. A los mayores de 55 a?os, como a los menores de 25, les cuesta mucho encontrar un empleo en todo el pa¨ªs ¡ªjuntos superan el mill¨®n de parados, por encima de un tercio del total¡ª, aunque hay territorios m¨¢s propicios y otros casi yermos para ambos. Cruzando el n¨²mero de afiliados a la Seguridad Social con el de las personas que viven en cada comunidad aut¨®noma y discriminando los resultados por edades, el norte del pa¨ªs se sit¨²a como la zona que menos trabajadores senior re¨²ne. Asturias, Galicia y Cantabria, por este orden, presentan los porcentajes m¨¢s bajos de afiliaci¨®n para este grupo de trabajadores respecto de su nicho de poblaci¨®n. En el otro lado de la balanza se sit¨²an Madrid, Baleares y Navarra, donde la representatividad de este colectivo es la m¨¢s elevada del territorio nacional.
¡°Todas las instituciones internacionales dicen que hay que promover el envejecimiento activo, la prolongaci¨®n de la vida laboral y el mantenimiento de f¨®rmulas de flexibilidad para personas de 55 a?os en adelante. Esa es la literatura general de las pol¨ªticas que est¨¢n llevando a cabo los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, como Alemania, pero en Espa?a no sucede. La visi¨®n de largo plazo en las pol¨ªticas p¨²blicas est¨¢ a¨²n por hacer¡±, se?ala Ricardo Rivero, exrector y catedr¨¢tico de Derecho Administrativo de la Universidad de Salamanca. ¡°Cuando se sacrifica a los perfiles m¨¢s veteranos en una empresa, se pierde la oportunidad de que estos transmitan sus conocimientos¡±, abunda Rivero, que recientemente ha publicado El Derecho al Futuro. Las generaciones venideras y el papel de la Universidad, un libro en el que realiza una profunda defensa de la justicia intergeneracional.
Que los trabajadores que buscan incorporarse por primera vez al mercado de trabajo y aquellos que est¨¢n siendo expulsados de ¨¦l por su edad compitan entre s¨ª ha dado pie a suponer que existe una lucha intergeneracional no solo en el acceso al ecosistema laboral, sino tambi¨¦n una vez dentro, en el coraz¨®n de las empresas. Y que en este enfrentamiento muchas de ellas se est¨¢n decantando en favor de los m¨¢s j¨®venes. Una mala decisi¨®n para los expertos. ¡°Las compa?¨ªas deber¨ªan entender la importancia de contar con gente de distintas generaciones¡±, afirma Diego Valero, doctor en Econom¨ªa, actuario y presidente de la consultora internacional de pensiones Novaster. ¡°No puede interpretarse que si una persona de una determinada edad ya no puede seguir haciendo lo que hac¨ªa, la soluci¨®n es que se vaya para su casa. Se debe cambiar el enfoque y reorientar el grado de responsabilidad que ven¨ªa teniendo en su trabajo sin necesidad de prescindir de ¨¦l¡±, a?ade.
El temido agujero negro por el que se ven atra¨ªdas las personas de mayor edad cuando pierden su trabajo es el que les lleva a convertirse en parados de larga duraci¨®n. Seg¨²n un informe del gabinete de estudios de UGT, a finales del a?o pasado 422.000 personas llevaban entre uno y dos a?os en paro; 364.000 sumaban entre dos y cuatro; y 353.000 m¨¢s de cuatro. Este mismo estudio concluye que el perfil del parado de larga duraci¨®n es el de una mujer mayor de 55 a?os y con un nivel formativo bajo. ¡°De todo ello se deduce que, para reducir el elevado peso del paro de m¨¢s larga duraci¨®n, ser¨¢ necesario mejorar las posibilidades de inserci¨®n de las personas de edad madura y avanzada¡±, solicita el texto.
¡°Desde las comunidades aut¨®nomas, que son las que tienen las competencias, no se est¨¢n llevando a cabo pol¨ªticas activas de empleo, especialmente dise?adas para parados de larga y muy larga duraci¨®n¡±, sostiene Cristina Est¨¦vez, secretaria de Pol¨ªtica Institucional y Pol¨ªticas Territoriales de UGT. ¡°Se gasta mucho dinero en ellas, ciertamente no tanto como en otros pa¨ªses de nuestro entorno, pero el problema principal es que se est¨¢n destinando a acciones que ha quedado sobradamente demostrado que no funcionan. Es el caso, por ejemplo, de financiar las cuotas de la Seguridad Social de este tipo de trabajadores para fomentar su contrataci¨®n. No sirve¡±, a?ade.
Frustraci¨®n y soledad
Las oportunidades laborales de los j¨®venes, en muchos casos, no distan demasiado de las de sus mayores desde el punto de vista geogr¨¢fico. Es decir, hay comunidades como Galicia o Asturias que concentran el mismo n¨²mero de trabajadores de ambas franjas de edad. Sin embargo, en 12 de los 19 territorios ¡ªsumando las ciudades aut¨®nomas de Ceuta y Melilla¡ª, el empleo juvenil es porcentualmente inferior al del colectivo de mayor edad. Catalu?a, Madrid y Arag¨®n son los lugares que poseen una mano de obra de menor edad.
¡°Asturias est¨¢ muy envejecida y sufre una ca¨ªda generalizada de poblaci¨®n¡±, reconoce Jos¨¦ Manuel Zapico, secretario general de CC OO en el Principado. ¡°El demogr¨¢fico se est¨¢ convirtiendo en un problema de primer orden; hace falta un verdadero pacto de Estado por la demograf¨ªa que permita ganar y fijar habitantes¡±, a?ade. ¡°Hay que resaltar que en Asturias, dado su modelo productivo basado en la industria extractora y pesada, con trabajos muy duros y penosos, hay determinados sectores donde los coeficientes reductores permiten una jubilaci¨®n m¨¢s temprana. Detr¨¢s del bajo porcentaje de poblaci¨®n de m¨¢s de 54 a?os dada de alta est¨¢n el mayor envejecimiento de la poblaci¨®n asturiana y la salida m¨¢s temprana del empleo¡±, completa Zapico.
En Galicia se produce un fen¨®meno similar al asturiano que justifica, en parte, su mal posicionamiento como destino para el colectivo de trabajadores veteranos. Y es que, por tercer a?o consecutivo, sigue siendo la comunidad aut¨®noma en la que m¨¢s jubilaciones anticipadas y sin penalizaci¨®n se dan de todo el pa¨ªs. Algo que se explica por ser la regi¨®n con m¨¢s trabajadores inscritos en el r¨¦gimen del mar, un marco que permite adelantar la edad de retiro y acceder a la pensi¨®n ¨ªntegra. Por tanto, gran parte del subgrupo de habitantes encuadrados en esta franja de edad no trabajan porque est¨¢n jubilados, no porque no encuentren trabajo. Sin embargo, que tanto en Galicia como en Asturias el porcentaje de trabajadores j¨®venes y veteranos que trabaja sea muy similar evidencia la escasez de puestos para ambos colectivos.
De la misma forma que la expulsi¨®n forzosa del mercado de trabajo conlleva la entrada en una situaci¨®n de precariedad para muchos trabajadores veteranos que se ven obligados a jubilarse aunque sus pensiones se resientan, la incapacidad de encontrar un puesto provoca tambi¨¦n serios problemas sociales en los m¨¢s noveles. ¡°Una de cada cinco personas j¨®venes que trabaja hoy est¨¢ en riesgo de pobreza¡±, denuncia Juan Antonio B¨¢ez, vicepresidente del Consejo de la Juventud de Espa?a (CJE). ¡°Y los que no consiguen un trabajo desarrollan un sentimiento de frustraci¨®n que les hace sentir que no son capaces de adaptarse al mercado laboral¡±, a?ade.
Esta imposibilidad de conseguir un salario deriva, por ejemplo, en que el acceso a la vivienda sea una utop¨ªa para la mayor¨ªa de los j¨®venes ¡ªel 84% no est¨¢ independizado porque no puede hacerlo, se?ala un estudio del CJE¡ª, o que una gran parte de ellos sufra soledad no deseada (25,5%). ¡°Es necesaria una mayor conciencia social y que el Estado lleve a cabo programas mucho m¨¢s realistas, que permitan, por ejemplo, que exista una mayor transici¨®n entre educaci¨®n y empleo, y que se doten de mucho mayor presupuesto¡±, remacha B¨¢ez.
De acuerdo con los ¨²ltimos datos de Eurostat correspondientes al mes de marzo, Espa?a sigue liderando la clasificaci¨®n de paro juvenil con un 27,7%, diez puntos por encima de la media de los Veintisiete (14,7%), y muy lejos de otros vecinos como Alemania (5,8%). Al tiempo que tambi¨¦n concentra a uno de cada cuatro parados mayores de 50 a?os de toda Europa.
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