El Gobierno de Portugal anticipa la conexi¨®n ferroviaria por alta velocidad entre Lisboa y Madrid para 2034

El primer ministro portugu¨¦s, Lu¨ªs Montenegro, recurri¨® anoche al formato de las grandes ocasiones para hacer dos anuncios que llevaban a?os arrastr¨¢ndose por los despachos oficiales, relacionadas con dos grandes inversiones para mejorar el transporte en Portugal. En un discurso institucional inform¨® de que el nuevo aeropuerto de Lisboa, una decisi¨®n pendiente desde 1969, se ubicar¨¢ en terrenos p¨²blicos del campo de tiro de Alcochete, tal y como hab¨ªa defendido la comisi¨®n t¨¦cnica que estudi¨® durante un a?o todos los posibles emplazamientos. La nueva terminal llevar¨¢ el nombre de Lu¨ªs de Cam?es, un homenaje al autor de Os Lus¨ªadas, fallecido hace 500 a?os. El Gobierno pretende que su primera pista est¨¦ construida en 2030 y la segunda, en 2031. La inversi¨®n superar¨¢ los 6.105 millones de euros, que preve¨ªa la comisi¨®n t¨¦cnica. Cuando ambas est¨¦n en funcionamiento se clausurar¨¢ el Humberto Delgado, uno de los peores aeropuertos de Europa por saturaci¨®n, impuntualidad e impacto. Lisboa es la segunda capital europea con m¨¢s habitantes expuestos al ruido aeron¨¢utico.

El segundo anuncio estrat¨¦gico afecta de lleno a Espa?a, ya que apuesta por acelerar la conexi¨®n ferroviaria de alta velocidad entre Lisboa y Madrid para hacerla posible en una d¨¦cada. Para ello se impulsar¨¢ la construcci¨®n de un tercer puente sobre el Tajo, vital para permitir que el viaje entre ambas capitales pueda realizarse en tres horas y tambi¨¦n necesario para facilitar la accesibilidad al nuevo aeropuerto, que se situar¨¢ en la margen sur del r¨ªo. El estuario del Tajo cuenta en la actualidad con dos puentes, el 25 de Abril (construido en 1966) y el Vasco de Gama, inaugurado para la Expo 98, explotados por la compa?¨ªa francesa Vinci, la misma que tambi¨¦n gestiona los aeropuertos de todo el pa¨ªs.

El Consejo de Ministros acord¨® encargar a la empresa p¨²blica Infraestructuras de Portugal la conclusi¨®n de los estudios para la construcci¨®n del puente y la l¨ªnea de alta velocidad de Lisboa a Madrid. Ambas infraestructuras figuraban en el Plan Ferroviario Nacional, aprobado por el anterior Gobierno de Ant¨®nio Costa. La decisi¨®n tomada este martes pretende acelerar la infraestructura para que pueda estar operativa en 2034, aunque esto requiere que Espa?a culmine toda la red de alta velocidad entre Badajoz y Madrid. El ejecutivo portugu¨¦s quiere acordar con el espa?ol los calendarios del proyecto, adem¨¢s de consensuarlo con la Comisi¨®n Europea, con vistas a obtener financiaci¨®n comunitaria. El tramo portugu¨¦s de alta velocidad requerir¨ªa una inversi¨®n de unos 2.200 millones de euros, seg¨²n el ministro de Infraestructuras y Vivienda, Miguel Pinto Luz, que este martes convers¨® con el titular de Transportes y Movilidad Sostenible, ?scar Puente, sobre la infraestructura.

Esta obra no afecta a la que ya est¨¢ en curso del corredor atl¨¢ntico de alta velocidad, que permitir¨¢ conectar Vigo con Oporto en 50 minutos y con Lisboa en dos horas y cinco minutos, aunque para ello Espa?a deber¨¢ construir el tramo desde la ciudad gallega hasta la frontera del Mi?o. En la actualidad est¨¢ en marcha el primer tramo entre Soure y Oporto. Portugal considera prioritaria para vertebrar internamente su territorio el eje atl¨¢ntico entre sus dos principales ciudades. Este concurso fue una de las ¨²ltimas decisiones tomadas por el anterior Gobierno socialista, que aprob¨® en 2022 un Plan Ferroviario Nacional, donde se establec¨ªa una apuesta por el relanzamiento del tren despu¨¦s de a?os de arrinconamiento. En ese documento se fijaban tambi¨¦n las comunicaciones con Espa?a a trav¨¦s de tres corredores de alta velocidad (Lisboa-Oporto-Vigo-A Coru?a, Lisboa-Badajoz-Madrid y Oporto-Salamanca-Madrid) y una cuarta red convencional para unir el Algarve y Andaluc¨ªa.

La decisi¨®n del nuevo Gobierno de Montenegro permitir¨¢ acelerar el proyecto de alta velocidad entre las capitales ib¨¦ricas, que padecen en la actualidad la peor conexi¨®n ferroviaria desde 1881, cuando se inaugur¨® la ruta directa en ferrocarril entre ambas. Ya desde 1866 era posible viajar en tren entre las dos ciudades, aunque con un transbordo en Ciudad Real. El tren nocturno entre Lisboa y Madrid, que explotaban conjuntamente las empresas ferroviarias de Espa?a y Portugal, fue suspendido en pandemia. Cuando se normaliz¨® la actividad, Renfe decidi¨® suprimir por baja rentabilidad todos los trenes nocturnos. Una medida que contrasta con la apuesta que se est¨¢ realizando en el resto de Europa para modernizar las conexiones ferroviarias nocturnas como una medida que favorece la movilidad sostenible y la descarbonizaci¨®n de los transportes. Si alguien desea ir de Lisboa a Madrid en tren en la actualidad, necesita invertir m¨¢s de nueve horas y realizar dos transbordos.

En el horizonte inmediato no hay previsto ning¨²n tren directo para conectar Lisboa y Madrid, si bien la existencia de algunos tramos de alta velocidad culminados o a punto de concluirse en ambos pa¨ªses permitir¨ªa realizar, a partir de 2025, un viaje de siete horas y de seis horas en 2026. Del lado espa?ol est¨¢n en servicio los 150 kil¨®metros entre Badajoz y Plasencia, mientras que del portugu¨¦s estar¨¢ operativo el pr¨®ximo a?o el tramo entre ?vora y Elvas, lo que posibilitar¨¢ ir desde la frontera a Lisboa en dos horas. Espa?a tambi¨¦n tiene en marcha el tramo entre Plasencia y Talayuela de 70 kil¨®metros.

Alcochete, la elecci¨®n de la comisi¨®n t¨¦cnica

La ausencia de una alternativa ferroviaria competitiva ha impulsado el tr¨¢fico a¨¦reo entre las capitales ib¨¦ricas, que cuentan con unos 40 vuelos diarios. La alta velocidad contribuir¨¢ a rebajar el trasiego aeron¨¢utico en el futuro tanto hacia Madrid como hacia Oporto, que recibe una veintena de vuelos diarios desde Lisboa.

La elecci¨®n de Alcochete como emplazamiento del futuro aeropuerto recibi¨® el aplauso generalizado de la oposici¨®n. ¡°Nunca tuvimos dudas de que esta era la mejor decisi¨®n¡±, aval¨® el l¨ªder del Partido Socialista, Pedro Nuno Santos. Solo Andr¨¦ Ventura, presidente del partido populista Chega, minimiz¨® la decisi¨®n como ¡°un simple cuaderno de trabajo¡± y aludi¨® a ¡°elementos de sospecha¡± entre los integrantes de la comisi¨®n t¨¦cnica independiente, creada por consenso entre el Gobierno de Ant¨®nio Costa y el entonces l¨ªder de la oposici¨®n, Lu¨ªs Montenegro.

La comisi¨®n estudi¨® durante un a?o nueve opciones hasta decantarse por Alcochete. Esta elecci¨®n fue cuestionada por Montenegro en un primer momento, que pareci¨® alinearse con la posici¨®n de la concesionaria de los aeropuertos, que pretend¨ªa mantener el actual y a?adir una segunda terminal en Montijo. De ah¨ª que sorprendiese su decisi¨®n final. ¡°El Gobierno asume el aeropuerto ¨²nico como la opci¨®n m¨¢s adecuada para los intereses del pa¨ªs¡±, defendi¨® el primer ministro. Entre sus ventajas, cit¨® que los terrenos son p¨²blicos, tienen margen de crecimiento hasta las cuatro pistas, consolida el hub internacional y contribuye a desarrollar la zona de la ribera sur del Tajo.

La concesionaria Vinci, que pag¨® al Estado portugu¨¦s 1.200 millones de euros por la explotaci¨®n de los aeropuertos durante 50 a?os en 2012, tiene por contrato derecho a pronunciarse sobre la ubicaci¨®n del nuevo aeropuerto. Y su apuesta siempre hab¨ªa sido mantener el viejo Humberto Delgado y construir una segunda terminal en Montijo. Despu¨¦s de elogiar la elecci¨®n de Alcochete, la l¨ªder del Bloco de Esquerda, Mariana Mortagua, pregunt¨® por ¡°las contrapartidas dadas a Vinci¡±.

El actual aeropuerto es p¨¦simo para los viajeros y muy rentable para Vinci. Seg¨²n un informe desvelado por P¨²blico, sus beneficios alcanzaron los 1.437 millones de euros entre 2013 y 2022 gracias al crecimiento del tr¨¢fico a¨¦reo y al aumento de las tasas aeroportuarias que el Estado luso dej¨® en manos de la concesionaria. En apenas una d¨¦cada ha recuperado su inversi¨®n de 1.200 millones de euros para hacerse con la concesi¨®n de los aeropuertos, aprobada durante el anterior Gobierno conservador de Pedro Passos Coelho en la etapa de la austeridad impuesta por los organismos internacionales de la troika.

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