?Se puede ense?ar el talento?
La importancia de las habilidades blandas se vio potenciada con la pandemia. Hoy, escuelas de negocios y de talento ayudan a formar a emprendedores, directivos y trabajadores en habilidades que les ser¨¢n fundamentales en su vida profesional
Saber liderar no significa necesaria y exclusivamente poseer grandes cantidades de conocimiento; tambi¨¦n se trata de poder inspirar y guiar a quienes te rodean. No consiste solo en conseguir que los buenos resultados lleven a una organizaci¨®n a la sostenibilidad financiera; sino en cuidar a las personas que los hacen posibles, sabiendo gestionar su talento y cuidando del bienestar emocional en la empresa. Habilidades que se pueden poseer de manera innata o adquirir a lo largo de los a?os. Pero... ?puede realmente ense?arse el talento?
¡°Absolutamente: el talento puede aprenderse y, una vez aprendido, potenciarlo. Desde la toma de decisiones basadas en datos a la gesti¨®n emocional y la resoluci¨®n de conflictos para dirigir equipos con empat¨ªa y eficacia¡±, esgrime Blanca Milla, directora de Educaci¨®n Ejecutiva en EDEM, en Valencia. Todo ello inmersos en la sempiterna incertidumbre de un mercado en constante transformaci¨®n que busca, cada vez m¨¢s, profesionales resilientes que sepan adaptarse al cambio y comunicar las ideas de forma eficiente y proactiva.
Ya sea de forma presencial, h¨ªbrida u online, las escuelas de talento, al igual que muchas escuelas de negocio, se ocupan de desarrollar estas habilidades utilizando para ello din¨¢micas de grupo y casos pr¨¢cticos, aunque hay quienes incluso recurren a habilidades teatrales. Marina de Empresas, por ejemplo, el ecosistema de emprendimiento e innovaci¨®n de Juan Roig, aporta a EDEM herramientas tan frecuentemente asociadas al emprendimiento como la colaboraci¨®n, el pensamiento cr¨ªtico o la experiencia (y el fracaso) de anteriores empresas. Se trata de ¡°explorar y fortalecer sus capacidades mientras potencian su cultura del esfuerzo, de la mano de mentores que vienen de empresas que son l¨ªderes¡±, sostiene Milla.
?Por qu¨¦ una escuela de talento?
De lo que se trata es de potenciar tanto las habilidades de liderazgo como las de gesti¨®n. ¡°Hay personas experimentadas y con grandes capacidades que, a la vez, necesitan ayuda en la parte metodol¨®gica, para cumplir tanto sus objetivos personales como los de sus organizaciones y entidades¡±, afirma Alejandro San Nicol¨¢s, socio director en la Escuela de Talento de TuConsultor y profesor colaborador de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).
Para ello, explica, se centran en las competencias de cada persona y trabajan aquellas donde ven que hay un mayor potencial de mejora. ¡°Por ejemplo, no todos ni todas las personas tienen capacidad para tener visi¨®n estrat¨¦gica, y esta herramienta se puede desarrollar tanto como cualquiera¡±, a?ade San Nicol¨¢s. Otra de las habilidades que trabajan es la del control del funcionamiento de la organizaci¨®n o de un ¨¢rea determinada; saber c¨®mo fomentar la cultura corporativa; y trabajar los elementos de transformaci¨®n, la parte que considera como la m¨¢s dif¨ªcil de desarrollar.
¡°La decisi¨®n de transformar una organizaci¨®n es uno de los pasos m¨¢s dif¨ªciles que se pueden dar. A la pregunta de si nos vemos igual que ahora en cinco o 10 a?os, la respuesta siempre debe ser que no. Pero si preguntas qu¨¦ es lo que va a cambiar, muy pocos directivos apuestan firmemente por estos elementos de futuro y los proyectos que conseguir¨¢n que ese cambio transformacional se haga realidad¡±, recuerda San Nicol¨¢s.
Las din¨¢micas pr¨¢cticas, esenciales
Para el profesor de la VIU, la diferencia entre trabajar el talento como ellos lo hacen y como lo hacen otros radica en la importancia de las din¨¢micas en equipo, frente a una formaci¨®n te¨®rica que luego deja lagunas importantes: ¡°Tenemos alumnos y alumnas que, despu¨¦s de acabar un m¨¢ster en gesti¨®n, son incapaces de ejecutar de forma aut¨®noma alguna tarea en empresa. Eso es porque no tienen ni la seguridad ni la solvencia que necesitan, y al final es muy frustrante tanto para ellos como para sus organizaciones¡±.
Por eso, tanto en su escuela de talento como en EDEM afirman trabajar con desaf¨ªos relacionados con la vida real. ¡°Siempre trabajamos sobre un caso pr¨¢ctico que tenga cierta complejidad y definimos grupos heterog¨¦neos donde todo el mundo establece roles claros para encontrar una soluci¨®n. Nosotros sabemos una potencia soluci¨®n final, pero no es la ¨²nica, y cada grupo debe exponer el porqu¨¦ de sus conclusiones¡±, desgrana San Nicol¨¢s. En sus talleres, cada persona tiene un papel protagonista, pero no todos deber¨¢n explicar la parte con la que se sienten m¨¢s c¨®modos. ¡°Ello saca a las personas de su zona confort y permite que se establezca un marco de mejora personal¡±, a?ade.
En EDEM, por su parte, recurren a un enfoque igualmente inmersivo donde los alumnos aplican sus conocimientos ¡°en proyectos reales y desafiantes¡±, con ¡°mentores y profesores que son grandes expertos de empresas l¨ªderes y que brindan una orientaci¨®n personalizada. Muchos, adem¨¢s, han trabajado en numerosas empresas y equipos, por lo que lo que se traslada a nuestras aulas proviene del mundo real, de los ¨¦xitos y fracasos acumulados¡±, ilustra Milla.
Una formaci¨®n que beneficia a todos
El impacto que tienen en sus empresas los profesionales formados de esta manera es innegable. ¡°Muchas veces ponemos el ejemplo del barco con o sin capit¨¢n. Construimos capitanes y capitanas de primer nivel para las empresas que conf¨ªan en nosotros, y tenemos mucha experiencia en adaptar tambi¨¦n las personas a sus organizaciones, entendiendo ambas necesidades¡±, ilustra San Nicol¨¢s.
La formaci¨®n en este tipo de habilidades blandas, o soft skills, redunda pues en beneficio para todos y se podr¨ªa resumir en una frase: cuanto mejores sean nuestros profesionales, mejores ser¨¢n nuestras empresas, a las que esas personas podr¨¢n guiar hacia un cambio innovador, la innovaci¨®n y la excelencia. Y servir¨¢ para atajar lo que Milla considera como una crisis de liderazgo, gracias a la formaci¨®n adecuada. ¡°Las empresas del siglo XXI se centran en las personas y la sostenibilidad, y por ello han de basar su estrategia en tres ejes: los resultados, el equipo y el individuo. Un buen l¨ªder tiene que conocer en detalle a cada una de las personas de su equipo, dedicarles tiempo y preocuparse por ellos¡±, cuenta.
?Qui¨¦n puede beneficiarse de las escuelas de talento? CEOs, CFOs, CTOs... Son muchos los puestos directivos y los mandos intermedios que necesitan llevar al papel sus decisiones, ¡°pero seg¨²n nuestra experiencia, muchas veces saben manejar las decisiones de hoy pero no ciertos elementos como el cambio, la transformaci¨®n o el avance estrat¨¦gico¡±, afirma San Nicol¨¢s, que adem¨¢s destaca la necesidad de potenciar el talento s¨¦nior: las personas de m¨¢s de 50 a?os, amenazados por EREs o jubilaciones, tienen mucho que aportar a las pymes si son capaces de regular sus expectativas y entender c¨®mo pueden apoyar de forma m¨¢s efectiva.
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