Los empresarios espa?oles se muestran optimistas contra viento y marea
Los directivos conf¨ªan en que 2022 ser¨¢ un buen a?o para sus empresas aunque el entorno econ¨®mico y geopol¨ªtico no lo pondr¨¢ f¨¢cil, seg¨²n el Bar¨®metro de Deloitte
En seis meses pueden aparecer (o desaparecer) un mont¨®n de problemas. La nueva edici¨®n del bar¨®metro que Deloitte y EL PA?S publican peri¨®dicamente refleja esos bruscos cambios de opini¨®n. Esta encuesta, que ofrece respuestas de 268 empresas que emplean globalmente a 1,2 millones de personas y facturan casi un bill¨®n de euros, traza un camino para 2022 que esta vez podr¨ªamos calificar como de optimismo cauteloso, despu¨¦s de un segundo semestre de 2021 en el que las compa?¨ªas continuaron creciendo en facturaci¨®n y empleo.
La recuperaci¨®n de la normalidad es un hecho para m¨¢s de la mitad de los encuestados, que han vuelto a los niveles de producci¨®n y ventas previos a la pandemia. Hay, claro, sectores para los que ese retorno al pasado se dilata (turismo, automoci¨®n) y muchas dudas sobre c¨®mo se comportar¨¢n los precios y cu¨¢ndo se resolver¨¢n los problemas de suministro. El 65% de las empresas registr¨® crecimientos de facturaci¨®n durante el segundo semestre y solo un 14% sufri¨® ca¨ªdas. Este ¨²ltimo dato supone el valor m¨¢s bajo de los ¨²ltimos seis a?os.
El empleo sigue avanzando (un 45% de los panelistas contrataron personal), tal y como reflej¨® la EPA publicada esta semana: a cierre del a?o hab¨ªa 20.184.900 ocupados, la cifra m¨¢s elevada desde 2008, despu¨¦s de sumar 840.600 puestos de trabajo, un volumen solo superado en 2005, y con la tasa de paro m¨¢s baja en 14 a?os, del 13,33%. Cierto es que, cuando se les pregunta a las empresas qu¨¦ ha motivado esta contrataci¨®n, el 29% responde que ha sido por la buena coyuntura econ¨®mica. Es un buen dato, pero est¨¢ por debajo de las expectativas que ten¨ªan en junio (que a su vez, eran las m¨¢s altas de la serie hist¨®rica). Recordemos que el sondeo se realiz¨® entre el 14 de diciembre y el 13 de enero, cuando los casos de ¨®micron explotaban dejando un r¨ªo de bajas laborales. Aparejada a esta mejora del empleo se aprecia una disminuci¨®n de empresas acogidas a ERTE, pasando del 24% del a?o anterior a solo un 8% (seg¨²n los ¨²ltimos datos del SEPE hay 102.000 personas en esa situaci¨®n, cuando en junio eran 447.000). La rentabilidad tambi¨¦n sonri¨®: para el 59% de los consultados el beneficio antes de impuestos creci¨® en el segundo semestre de 2021 y un 40% de las empresas mejoran su previsi¨®n de inversi¨®n frente al 27% de la anterior edici¨®n del bar¨®metro.
Hasta ah¨ª los principales datos de un 2021 que no ha sido precisamente sencillo, y m¨¢s tras el arranque de enero, con tanques rusos agolpados en la frontera de Ucrania. Atr¨¢s qued¨® el susto de finales de noviembre, cuando las Bolsas mundiales retroced¨ªan un 5% despu¨¦s de identificarse la nueva variante en Sud¨¢frica y los d¨ªas (y las oficinas) se convert¨ªan en una especie de dej¨¢ vu de 2020. Tambi¨¦n quedan atr¨¢s unas Navidades de reuniones frustradas, de cancelaciones en hosteler¨ªa, de pedidos que no se pod¨ªan servir. ¡°El problema de estos tiempos es que la incertidumbre es demasiado grande¡±, identifica Judith Panad¨¦s, decana de la facultad de Econom¨ªa de la Aut¨®noma de Barcelona. ¡°Siempre estamos pensando c¨®mo era la econom¨ªa antes de la pandemia, pero un sock de estas magnitudes cambia el paradigma. Quiz¨¢ tengamos que dejar de pensar en lo que hab¨ªa antes... Llevamos dos a?os de pandemia, han cambiado muchas cosas. Es importante analizar las preferencias de las personas y c¨®mo intentan gestionar a nivel emocional lo que est¨¢ pasando¡±. Porque, coincide Guillem L¨®pez Casasnovas, profesor de la Pompeu Fabra, ¡°las previsiones ahora se deshacen en minutos¡±.
Estos ya no son tiempos normales. La encuesta lo refleja: pese a que la recuperaci¨®n econ¨®mica y las perspectivas son optimistas, las empresas se han visto afectadas por algunos factores que generan riesgos importantes en su d¨ªa a d¨ªa. Los rebrotes del virus suponen un reto en la planificaci¨®n: para el 78% tuvieron un impacto medio o alto durante el a?o pasado. Y esa carrera de obst¨¢culos continuar¨¢ durante este ejercicio, o eso piensan m¨¢s de la mitad de los consultados.
Precios disparados
Junto a ello est¨¢n las expectativas de inflaci¨®n, poderosamente altas para seis de cada diez sociedades. Joaqu¨ªn Maudos, director adjunto de Investigaci¨®n del Ivie, ve conforme pasan los meses que el crecimiento de los precios se va consolidando. ¡°Aunque la incertidumbre es importante, ya se descuenta una elevaci¨®n de tipos de inter¨¦s para frenar la inflaci¨®n¡±, sosten¨ªa esta semana por correo electr¨®nico, un d¨ªa antes de que la Reserva Federal anunciase la subida de tipos en EE UU. Para el profesor de IE University, Juan Carlos Mart¨ªnez L¨¢zaro, ¡°todav¨ªa nos quedan por delante unos meses de normalizaci¨®n. Ojal¨¢ terminemos el a?o con una inflaci¨®n del 2%¡±.
Las empresas, en cualquier caso, no son capaces de trasladar directamente a los precios ese aumento de los insumos. El 42% admite que no puede, y el 50% que s¨ª lo hace pero repercute, por ahora, porcentajes moderados de subida. Solo un 8% de los consultados dice no verse afectado por los precios.
El profesor de econom¨ªa en Icade, Gonzalo G¨®mez, lamenta que las esperanzas que se hab¨ªan depositado en este 2022 de una recuperaci¨®n robusta se han topado ¡°con el factor energ¨¦tico, la inflaci¨®n y el geopol¨ªtico¡±. Todo ello agravado por la gesti¨®n de la pandemia en China, empecinada en su pol¨ªtica de cero contagios. ¡°Esto nos hace ser m¨¢s cautos: la moderaci¨®n de precios de 2022 est¨¢ en duda. La mano laxa con el endeudamiento de los Estados va a dejar de serlo. A priori, este a?o se presentaba como muy bueno para una recuperaci¨®n din¨¢mica con un poco de inflaci¨®n, y lo que tenemos ahora es m¨¢s inflaci¨®n durante m¨¢s tiempo y perspectivas un tanto sombr¨ªas¡±.
La econom¨ªa creci¨® el a?o pasado un 5% y algunos servicios de estudios como el de Funcas proyectan que este ejercicio avanzar¨¢ otro 5,6%. Unas esperanzas de rebote que Mart¨ªnez L¨¢zaro apoya en que los cuellos de botella de la cadena mundial de suministros vayan disolvi¨¦ndose y la producci¨®n de chips se normalice hacia el verano. ¡°Eso le va a quitar potencia a la inflaci¨®n en Espa?a. Adem¨¢s, se a?ade el efecto escal¨®n [cuando la comparaci¨®n de precios se haga con los ya elevados del ejercicio anterior].
Esa coyuntura retiene otra v¨ªctima colateral: unas ganas de gastar con cierta contenci¨®n. En Espa?a, apunta L¨®pez Casasnovas, ¡°continuamos teniendo un embolsamiento de dinero que no se est¨¢ trasladando al consumo¡±. Visto con perspectiva, otros pa¨ªses en la misma situaci¨®n adelgazaron m¨¢s r¨¢pidamente el ahorro acumulado. ¡°Nosotros no lo hemos hecho al mismo ritmo¡±, cree, por una mezcla de miedo a los precios y a que el mercado de trabajo transforme en sustos lo que ahora son alegr¨ªas, algo muy t¨ªpicamente espa?ol. Lo notan las empresas m¨¢s pegadas a los ciudadanos y los aut¨®nomos, que estos d¨ªas negocian con el Gobierno la reforma de sus cotizaciones. Mar¨ªa Jos¨¦ Landaburu, presidenta de la asociaci¨®n UATAE, se felicita del ¨¦xito de las vacunas y de que, desde el punto de vista sanitario las cosas hayan mejorado, pero no tanto para esos trabajadores. ¡°En diciembre ten¨ªamos 3,3 millones de aut¨®nomos, est¨¢bamos en cifras anteriores a la pandemia despu¨¦s de ganar 57.000 en un a?o. Esto indica que el trabajo aut¨®nomo vuelve a aparecer como una alternativa, y no como una huida cuando el mercado laboral va mal. Pero ¨®micron est¨¢ multiplicando las bajas, y es especialmente grave en nuestro caso, cuando el aut¨®nomo trabaja solo o, como mucho, tiene un empleado¡±.
Otra prueba de ese sabor agridulce. Para Maudos, este va a ser un a?o de clara recuperaci¨®n pero con una intensidad que pierde fuelle, ¡°y en esa menor intensidad de crecimiento del PIB lo que m¨¢s influye es el escenario de subida de tipos. No olvidemos que Espa?a es muy sensible por su nivel de endeudamiento y por nuestra elevada posici¨®n neta negativa de inversi¨®n internacional¡±. ?Por qu¨¦? ¡°Porque con nuestra deuda externa, una subida de tipos implica transferir al exterior una mayor parte de nuestra renta para pagar el servicio de la deuda¡±.
Las previsiones, como la recuperaci¨®n, van por barrios. El grupo de Manuel Palma, el presidente de la compa?¨ªa valenciana del mismo nombre, tiene negocios en varios sectores. Pero Palma quiere hablar de la automoci¨®n ¡ªtiene varios concesionarios¡ª. ¡°El sector del autom¨®vil y nuestra empresa en particular tendr¨¢ un primer semestre nefasto¡±, pronostica. ¡°Tenemos m¨¢s pedidos que nunca, pero no los podemos servir¡±. Tanto es as¨ª que no espera que la situaci¨®n se normalice hasta el ¨²ltimo trimestre, de modo que augura un a?o ¡°catastr¨®fico¡±.
El grupo alicantino Marjal se dedica a otro negocio poco afortunado en estos tiempos: tiene villas y campings de lujo. ¡°Las restricciones de estos dos ¨²ltimos a?os no han restado nada a la necesidad de viajar. Comenzaremos a ver el resurgimiento del sector en la segunda parte del a?o¡±, escribe por correo electr¨®nico Javier Fur, su primer ejecutivo. En cambio a Francisco Cuevas, gerente de la empresa de ingenier¨ªa sevillana Ghenova, que trabaja para el naval, la defensa o el sector energ¨¦tico, le ha ido francamente bien. ¡°Arrancamos el a?o con cifras r¨¦cord en la cartera de pedidos y esperamos superar los 40 millones de facturaci¨®n, lo que conlleva un crecimiento importante de plantilla¡±. La construcci¨®n, por poner otro ejemplo, es de esos negocios con el viento a favor pero con ciertas dificultades para trasladar a precios el incremento de los costes. Federico ?vila, presidente de Lantania, una constructora nacida de las cenizas de Isolux Corsan, pide que se definan mecanismos de revisi¨®n de precios ¡°que permitan trasladar al menos la parte de la subida de los costes de las materias primas y la escasez de mano de obra especializada¡±. Otra empresa del sector, la murciana Urdec¨®n, transmite sensaciones parecidas. Su director, Enrique Fern¨¢ndez-Delgado, admite que la salida a la crisis ¡°est¨¢ provocando un aumento desmesurado de la demanda, con un alza insostenible de los precios de las materias primas y una escasez de recursos para la construcci¨®n¡±. Materias primas como el acero o los productos derivados del petr¨®leo se han disparado provocando esa divergencia entre los precios de las licitaciones y el coste real: ¡°En el mejor de los casos eso s¨®lo redunda en una reducci¨®n muy importante del margen empresarial, pero lamentablemente lo que est¨¢ provocando es la inviabilidad econ¨®mica el expediente administrativo¡±.
A quien seguro le ir¨¢ bien es al sector tecnol¨®gico. Dinahosting, una empresa de alojamiento web, traslada sus buenas sensaciones: ¡°Las empresas medianas son cada vez m¨¢s conscientes de la importancia de la digitalizaci¨®n¡±, dice Ram¨®n Carnota, su director financiero. El 68% de los encuestados admite que incrementar¨¢ su apuesta por software, datos, ciberseguridad, digitalizaci¨®n, redes de IT y actividades web. Ignacio Muro, profesor honorario de Comunicaci¨®n en la Universidad Carlos III y experto en digitalizaci¨®n, lo resume muy gr¨¢ficamente: ¡°Las transiciones son irreversibles, tienen por narices desaceleraciones, cuellos de botella, que son aut¨¦nticas paradas de burro a las que siguen arrancadas de caballo, como dice el refr¨¢n¡±. Y en la que ocupa a la econom¨ªa, ve a decenas de miles de pymes comprando aplicaciones y pregunt¨¢ndose c¨®mo mejorar su forma de trabajar. Y aunque quiz¨¢ esta no sea una arrancada a la velocidad que se esperaba, tampoco est¨¢ nada mal.
Descontento con el Gobierno
Mala para el 34% y muy mala para el 28%: la opini¨®n sobre la gesti¨®n econ¨®mica del Gobierno es di¨¢fana entre las empresas consultadas en el bar¨®metro. Otro 26% opina que le es indiferente y solo un 12% aprueba el papel del Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez. Casi las mismas respuestas se replican ante las preguntas sobre la gesti¨®n que est¨¢ haciendo Espa?a de los fondos europeos del Next Generation. Sorprende que solo un 38% de las corporaciones crea que se va a ver beneficiada por las ayudas. Y de los que responden afirmativamente, la mayor¨ªa valora que no llegar¨¢n los fondos hasta, al menos, el segundo semestre de este a?o.
Sombr¨ªas sensaciones en un momento hist¨®rico en el que los gobiernos de toda Europa han desplegado la mayor red de apoyo jam¨¢s vista en tiempos de paz enterrando el arraigado dogma de la austeridad. Guillem L¨®pez, de la Pompeu Fabra, da una posible explicaci¨®n a este desaliento: ¡°Vamos con retraso, las transferencias (de fondos) no se est¨¢n traduciendo en un consumo p¨²blico¡±.
Como se?al¨® la CEOE en un reciente informe, a?ade Joaqu¨ªn Maudos desde el Ivie, el grado de ejecuci¨®n es bajo y es importante que se corrijan las ineficiencias detectadas en los procedimientos de licitaci¨®n ¡ªcomo periodos muy cortos y con gran carga burocr¨¢tica¡ª para que el dinero llegue a las empresas, incluyendo a las micropymes. ¡°Me preocupa que las grandes sean las principales beneficiarias. Tambi¨¦n me preocupa que no se d¨¦ suficiente juego a las comunidades aut¨®nomas, que son las que mejor conocen las necesidades del tejido productivo¡±. Por eso en temas importantes, como la digitalizaci¨®n de las empresas, Maudos recomienda que las convocatorias se realicen desde las propias autonom¨ªas, ¡°y no veo que vaya a ser as¨ª¡±.
Italia y Francia, recuerda el profesor Ignacio Muro, han imprimido una velocidad a la aplicaci¨®n de las transferencias comunitarias y en el caso espa?ol reina una mayor prudencia, ¡°dedic¨¢ndolas a medio y largo plazo y no tanto al impulso de la demanda¡±.
Es un equilibrio complicado, porque hay sectores para los que las ayudas significan la vida o la muerte. Exceltur, la agrupaci¨®n de grandes empresas tur¨ªsticas, reclamaba hace unos d¨ªas una pol¨ªtica decidida para garantizar la supervivencia del mayor n¨²mero de empresas (ya muy mermadas) y resolver los retos estructurales con una mejor asignaci¨®n y gesti¨®n de los fondos europeos, ¡°cuyas primeras convocatorias de 2021 generaron una honda preocupaci¨®n en el seno del empresariado tur¨ªstico¡±. Hablan de que se est¨¢ haciendo un reparto territorial masivo ¡°en proyectos de escaso poder transformador y en lugares con reducida oferta tur¨ªstica¡± y concretamente, proponen para este a?o reducir el n¨²mero de municipios beneficiados para centrarse en otros ¡°relevantes¡±, en referencia a que se est¨¢ dando excesiva presencia a peque?as localidades con muy baja capacidad de generar impactos sobre el conjunto del sector.
Otra de las demandas empresariales ¡ªy no solo desde el turismo¡ª es que se garantice la participaci¨®n empresarial en la discusi¨®n de los criterios de orientaci¨®n, gobernanza y evaluaci¨®n de los fondos. Esto ¨²ltimo, la evaluaci¨®n, es una reclamaci¨®n extendida entre los expertos consultados. El derroche de transferencias de Bruselas en proyectos fara¨®nicos y con poco sentido econ¨®mico en el pasado hace que, ahora m¨¢s que nunca, sea importante un diagn¨®stico anterior y posterior de las inversiones, ¡°algo a lo que estamos muy poco acostumbrados en Espa?a, donde escasea la evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas¡±, en palabras de Joaqu¨ªn Maudos.
Las reformas
A Juan Carlos Mart¨ªnez L¨¢zaro, del IE, le inquieta no ya el gasto en s¨ª, sino las reformas que trae aparejadas y que exige Bruselas. La reforma laboral acordada por patronales y sindicatos tiene por delante el dif¨ªcil reto de su convalidaci¨®n en el Congreso de esta semana. ¡°Nos falta la de las pensiones, seguimos mareando la perdiz, pero hay que encontrar una soluci¨®n para darle sostenibilidad al sistema¡±. Y a?ade que sin m¨¢s inversi¨®n en educaci¨®n, los fondos pueden terminar convirti¨¦ndose en una reedici¨®n del Plan E de Zapatero multiplicado, por el ingente tama?o de las ayudas y los pr¨¦stamos, pero sin dejar valor en la sociedad.
Adem¨¢s de criticar, los consultados en el bar¨®metro escriben sus preferencias sobre d¨®nde deber¨ªa destinarse la inversi¨®n p¨²blica. Investigaci¨®n, educaci¨®n y sanidad, un cap¨ªtulo que apenas se consideraba antes de la pandemia, son ¨¢reas prioritarias ahora para m¨¢s de la mitad de los panelistas frente a la inversi¨®n en infraestructuras o pensiones. Pero hay una contradicci¨®n entre esas demandas y la opini¨®n, tambi¨¦n generalizada en m¨¢s de la mitad de los encuestados, de que el Estado deber¨ªa reducir el gasto p¨²blico (un 52% lo cree) y las cotizaciones sociales (un 41%). Soplar y sorber al mismo tiempo.
Los consultados s¨ª apuestan porque los poderes p¨²blicos den un mayor protagonismo a las exportaciones, refuercen los mecanismos para garantizar la competencia en los mercados y incrementen la liberalizaci¨®n del mercado laboral. En cuanto a la edad de jubilaci¨®n, el 68% est¨¢ de acuerdo con que se mantenga tal y como est¨¢ y un 27% pide que se incremente.
Y por ¨²ltimo, pero no menos importante, est¨¢n las proyecciones sobre c¨®mo evolucionar¨¢ la morosidad, un tema medular para muchas compa?¨ªas. El 51% espera que se eleve este a?o: lo cierto es que, durante toda la pandemia, ese sentimiento ha estado instalado en la mente de muchos gestores, sin que luego se haya visto reflejado en una p¨¦rdida de competitividad. Tampoco parece, seg¨²n las respuestas del sondeo, que vaya a haber cambios bruscos en el acceso a financiaci¨®n bancaria.
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