Jeffrey Garten: ¡°El comercio es clave para que crezca la tarta, pero luego hay que repartirla¡±
El exdecano de Yale acusa a Joe Biden de no tener pol¨ªticas de redistribuci¨®n que calmen el malestar con la globalizaci¨®n
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El aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo, dec¨ªan en China para ilustrar las infinitas relaciones de causa y efecto en todo cuanto sucede. Una frase hermosa que, seg¨²n la teor¨ªa del caos, tambi¨¦n es correcta. Pero sin quitarle m¨¦rito a las mariposas ni a la sabidur¨ªa oriental, algunos aleteos se sienten m¨¢s que otros. Entre los que merecen su lugar en la historia figura el protagonizado por Richard Nixon el domingo 15 de agosto de 1971 cuando anunci¨® al mundo que la Reserva Federal (Fed) interrump¨ªa la entrega de oro a cambio de d¨®lares. Aunque ni ¨¦l mismo lo sab¨ªa entonces, el expresidente de EE UU estaba terminando con un patr¨®n oro que, salvo algunas interrupciones, hab¨ªa regulado el sistema internacional de divisas desde el siglo XIX.
Las consecuencias fueron gigantescas. Seg¨²n Jeffrey Garten, exdecano de la Universidad de Yale y autor del libro Three Days at Camp David (Tres d¨ªas en Camp David) sobre el fin de semana en el que se cocin¨® el anuncio de Nixon, la globalizaci¨®n que conocemos hoy no habr¨ªa sido posible con el cors¨¦ del patr¨®n oro, que obligaba a las naciones a manipular sus tipos de inter¨¦s para mantener a las divisas dentro de los tipos de cambio fijos del sistema anterior. En la pr¨¢ctica, significaba condicionar el funcionamiento de toda la econom¨ªa al intercambio comercial con otros pa¨ªses. Como asegura Garten a Negocios durante una entrevista por Zoom, aquello era ¡°demasiado doloroso pol¨ªticamente¡±.
¡°Despu¨¦s de la Segunda Guerra, en EE UU no tuvimos problema en hacer los ajustes dom¨¦sticos que hicieran falta porque hab¨ªa un objetivo pol¨ªtico superior, que era la recuperaci¨®n de Europa y de Jap¨®n¡±, explica Garten, que tambi¨¦n fue responsable de la secretar¨ªa de Comercio Internacional durante el Gobierno de Bill Clinton. Como cuenta en su libro, distinguido por Financial Times como uno de los mejores libros de econom¨ªa de 2021, una vez lograda la reconstrucci¨®n, EE UU se qued¨® sin esa justificaci¨®n pol¨ªtica y con una balanza comercial que hab¨ªa dejado de tener super¨¢vit para pasar a un d¨¦ficit cr¨®nico por la buena salud de las exportaciones europeas y japonesas. Por no hablar de la alta inflaci¨®n estadounidense de aquellos a?os, que en un r¨¦gimen de cambio fijo agravaba ese d¨¦ficit abaratando las importaciones y dificultando las ventas al exterior.
Industrias que pierden terreno frente a competidores de otros pa¨ªses y un presidente que act¨²a de forma unilateral. La comparaci¨®n con Donald Trump es tan f¨¢cil como equivocada, dice Garten. Es cierto que Nixon sorprendi¨® a sus aliados con unos aranceles transitorios y con la interrupci¨®n del cambio de d¨®lares por oro, pero ¡°nunca pens¨® en reducir los flujos comerciales y de capital¡±. A diferencia de Trump, ¡°su m¨¢xima prioridad siempre fue un sistema econ¨®mico abierto y liberal¡±.
Aunque hubo un shock inicial, el objetivo final era volver al acuerdo con los aliados. ¡°Hay que recordar que esto se produjo en la Guerra Fr¨ªa y que con vistas a los pa¨ªses en desarrollo ten¨ªamos que seguir demostrando que los flujos comerciales y de capital tra¨ªan m¨¢s prosperidad que el modelo sovi¨¦tico¡±.
Una mirada local
?Equivale Trump al Nixon del shock inicial y Joe Biden al Nixon que despu¨¦s recuper¨® los niveles de intercambio bajo el nuevo orden monetario? ¡°Por el momento, eso no est¨¢ claro¡±, dice Garten. Biden ha vuelto a estrechar los lazos pol¨ªticos con Europa, Jap¨®n y Corea del Sur, ¡°pero en pol¨ªtica econ¨®mica internacional no ha hecho grandes cambios con relaci¨®n a Trump¡±. ¡°Est¨¢ muy centrado en la recuperaci¨®n de la econom¨ªa estadounidense y por eso tiene muchas pol¨ªticas de m¨¢s intervenci¨®n, autoabastecimiento y subsidios a empresas locales¡±, explica. ¡°Lo hace de una manera m¨¢s elegante que Trump, pero no es tan diferente¡±.
En su opini¨®n, Biden comete un error al trazar una l¨ªnea divisoria entre la integraci¨®n pol¨ªtica y la econ¨®mica. ¡°A EE UU le obsesiona conseguir una pol¨ªtica m¨¢s dura en su relaci¨®n con China, pero no est¨¢ firmando los grandes acuerdos comerciales que le dar¨ªan m¨¢s poder frente a Pek¨ªn¡±, dice Garten. En su opini¨®n, no se trata solo de aranceles, sino de armonizar regulaciones como los est¨¢ndares para proteger la privacidad de los datos. ¡°Si no formamos parte de esa negociaci¨®n, perderemos influencia en un terreno muy importante¡±.
El problema es que en buena parte del electorado estadounidense se ha instalado la idea de que intensificar la relaci¨®n comercial con el resto del mundo equivale a perder ingresos y puestos de trabajo. Seg¨²n Garten, una percepci¨®n equivocada que gener¨® la incapacidad de los ¨²ltimos gobiernos en atajar las verdaderas causas del malestar. ¡°Lo que no han hecho las anteriores administraciones, tampoco la de Biden, es implementar pol¨ªticas de redistribuci¨®n que canalicen los ingresos de los que m¨¢s se benefician con la globalizaci¨®n hacia los que se ven perjudicados, el problema no es el comercio sino la pol¨ªtica fiscal, los impuestos y la regulaci¨®n¡ El intercambio comercial es imprescindible para que crezca el pastel, pero luego hay que redistribuir esa tarta¡±.
El fin del dinero respaldado por metales preciosos y la llegada del dinero fiduciario que propici¨® el Gobierno de Nixon vinieron con una revelaci¨®n: basta con que un Gobierno diga que una moneda tiene curso legal para que otros pa¨ªses puedan usarla como reserva de valor (aunque el grupo de monedas elegidas termine reduci¨¦ndose a las de los pa¨ªses con mayor poder econ¨®mico).
Con la tecnolog¨ªa blockchain, son los propios usuarios los que respaldan el valor de las criptomonedas, ?ser¨¢ esa la pr¨®xima revelaci¨®n? Seg¨²n Garten, nadie puede saberlo a¨²n. ¡°Lo que s¨ª puedo decir es que los gobiernos tienen que trabajar en monedas digitales emitidas por sus bancos centrales, porque eso s¨ª que va a ocurrir; lo que nadie sabe a¨²n es qu¨¦ va a significar para el d¨®lar y para las transacciones internacionales¡±. Otra medida fundamental es regular las criptomonedas cuanto antes y de la manera m¨¢s coordinada posible. ¡°Pueden llegar a un nivel en el que, si se estrellan, provocar¨¢n da?os colaterales sobre todo el sistema financiero; no va a pasar hoy, pero s¨ª puede ocurrir en los pr¨®ximos cinco a?os¡±.
En 1971, todos los bancos centrales sab¨ªan que EE UU hab¨ªa emitido m¨¢s moneda de la que pod¨ªa respaldar con el oro de sus reservas, pero nadie actu¨® hasta que el 15 de agosto Nixon suspendi¨® la convertibilidad del d¨®lar. Un elefante en la habitaci¨®n, siguiendo el proverbio anglosaj¨®n, del que nadie se atrev¨ªa a hablar. ?Cu¨¢l es el elefante en la habitaci¨®n de 2022? ¡°Nuestra enorme vulnerabilidad ante desastres naturales¡±, dice Garten. ¡°Ya lo hemos visto con la salud p¨²blica, pero lo que va a crear el cambio clim¨¢tico va a ser mucho m¨¢s r¨¢pido de lo que nuestra econom¨ªa global puede asimilar, ese es nuestro elefante en la habitaci¨®n, lo estamos viendo todos, pero seguimos sin la voluntad pol¨ªtica de enfrentarlo¡±.
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