Aston Martin aviva el debate del espionaje industrial en la F¨®rmula 1
El sorprendente tercer puesto de Fernando Alonso en la primera carrera del campeonato despierta recelos en Red Bull, que insin¨²a que su antiguo jefe de ingenieros se llev¨® mucha informaci¨®n sensible a la escuder¨ªa brit¨¢nica
Este domingo vuelve la F¨®rmula 1. Y lo hace con pol¨¦mica. El tercer puesto de Fernando Alonso al volante de un Aston Martin en la primera cita del campeonato ha levantado una ola de insinuaciones en las filas de Red Bull, donde aseguran que el coche de la escuder¨ªa brit¨¢nica es un calco al suyo. Las acusaciones vienen alimentadas por el fichaje hace un a?o de Dan Fallows, ingeniero de aerodin¨¢mica de Red Bull, por parte de Aston Martin, tras 15 a?os en la casa austriaca. El t¨¦cnico, adem¨¢s de su conocimiento, se llev¨® consigo a su equipo de especialistas.
Desde la incorporaci¨®n de Fallows, el salto de calidad de la escuder¨ªa brit¨¢nica ha sido notable. A la vista del sorprendente rendimiento del equipo verde, el piloto Checo P¨¦rez tiraba de iron¨ªa: ¡°Es genial ver a tres Red Bull en el p¨®dium¡±, bromeaba con los periodistas, reaccionando al tercer puesto de Alonso y al parecido entre ambos monoplazas. Helmut Marko, hombre fuerte de Red Bull Racing, iba un paso m¨¢s all¨¢ y afirmaba: ¡°Si comparas los dos coches, el Aston Martin es el m¨¢s similar al Red Bull. Hay razones para que eso sea as¨ª. No es solo Dan Fallows quien pas¨® a Aston Martin, sino tambi¨¦n otros empleados. Obviamente tienen buena memoria¡±.
La pregunta del mill¨®n es ?hasta qu¨¦ punto un ingeniero puede utilizar su conocimiento en una escuder¨ªa de la competencia? La cuesti¨®n, extremadamente compleja, toca varias ramas del derecho llenas de flecos, como el derecho laboral, la propiedad industrial y la competencia desleal. Para empezar, lo com¨²n es que los constructores firmen un pacto de silencio con sus empleados en sus contratos de trabajo. De forma que los especialistas asumen f¨¦rreas cl¨¢usulas de confidencialidad, que pueden ir ¡°incluso m¨¢s all¨¢ de la finalizaci¨®n de la relaci¨®n laboral¡±, explica Eric Maci¨¢ Lang, abogado especialista en TIC, propiedad industrial y secreto de Pons IP.
Terreno abonado al conflicto
El de los secretos empresariales es un terreno abonado para el conflicto. Firmar un contrato no hace que un ingeniero olvide lo aprendido. La l¨ªnea que separa el secreto empresarial y la experiencia profesional es fina: no es lo mismo la informaci¨®n confidencial de una empresa, protegida bajo llave legal, que el bagaje de conocimiento inherente al cient¨ªfico, algo a lo que el experto no puede renunciar como quien cambia de uniforme.
El abogado Eric Maci¨¢ lo explica con un ejemplo. ¡°Una empresa desarrolla un algoritmo para resolver problemas de aerodin¨¢mica. Se puede considerar que dicho algoritmo es un secreto empresarial, del que la empresa es titular¡±; sin embargo, ¡°los principios generales y las nociones cient¨ªficas subyacentes al c¨¢lculo de ese algoritmo son conocimientos adquiridos por los empleados que trabajan para el proyecto¡±.
Para evitar malentendidos, las casas dejan claro a sus empleados qu¨¦ investigaciones y procesos no deben salir de sus muros. Una t¨¢ctica consiste en enviar notificaciones a la competencia advirti¨¦ndolos de las posibles consecuencias legales que podr¨ªa tener el uso ilegal de cierta informaci¨®n para que no haya equ¨ªvocos. Otra pr¨¢ctica com¨²n, apunta Maci¨¢, es entrevistar a los trabajadores salientes y dejarles claro ¡°qu¨¦ informaci¨®n es confidencial¡±.
Aun con estas cautelas, demostrar que un antiguo operario se ha ido de la lengua es dif¨ªcil, incluso imposible. A veces se precisa lo que en la jerga legal se conoce como una ¡°prueba diab¨®lica¡±, explica Pedro Fern¨¢ndez-Villamea, responsable de Legal & Compliance del Grupo Gees Spain. ¡°Es algo com¨²n en el sector automovil¨ªstico y en el farmac¨¦utico. Sospechas que el ingeniero o el cient¨ªfico que fue tuyo est¨¢ utilizando cierta informaci¨®n en la empresa que lo acaba de fichar. Pero ?c¨®mo lo demuestras?¡±.
La rapidez de Aston Martin para mejorar el rendimiento de sus monoplazas podr¨ªa ser un indicador, cree Laura Montoya, abogada de ABG Intellectual Property. ¡°Si el desarrollo de un elemento o producto ha durado a?os y la nueva empresa, Aston Martin en este caso, lo desarrolla en muy poco tiempo, y justo tras la incorporaci¨®n del ingeniero en cuesti¨®n, s¨ª existir¨ªa un indicio de revelaci¨®n del secreto empresarial¡±.
Helmut Marko ha dejado caer en sus declaraciones a la prensa que sospecha que Dan Fallows ha descargado ilegalmente documentos desde su antiguo puesto de trabajo. Si fuera el caso, entrar¨ªan en escena los peritos inform¨¢ticos. ¡°Por nuestra experiencia, en estos casos suelen tener especial relevancia los informes periciales t¨¦cnicos inform¨¢ticos, con los que se busca comprobar qu¨¦ archivos copi¨® o envi¨® el exempleado y cu¨¢ndo¡±, subraya la experta.
En un ¨²ltimo flanco, las escuder¨ªas protegen sus entresijos con acuerdos de no competencia, que limitan la libertad del exempleado para trabajar en otra empresa. El problema de estas cl¨¢usulas es que son caras. ¡°Cuanto m¨¢s se restringe el derecho del trabajador a prestar servicios para la empresa que quiera y en el puesto que desee, m¨¢s alta es la indemnizaci¨®n por satisfacer¡±, explica Albert Toledo, director del ¨¢rea laboral de Ceca Mag¨¢n Abogados. As¨ª, ¡°si se acuerda que un ingeniero de f¨®rmula 1 no pueda trabajar para ninguna escuder¨ªa rival durante dos a?os, la cantidad a abonar en compensaci¨®n ser¨¢ muy elevada¡±.
En cualquier caso, no hay que olvidar que la movilidad laboral es un derecho de cualquier trabajador. Los ingenieros de f¨®rmula 1 tienen derecho a cambiar de puesto de trabajo, como cualquiera. Sobre el rifirrafe entre Aston Martin y Red Bull, la abogada Laura Montoya concluye: ¡°Como ha ocurrido con Fallows y los ingenieros que han hecho las maletas hacia Silverstone [sede de Aston Martin], que una empresa se lleve un equipo de otra empresa no es constitutivo de competencia desleal¡±.
Requisitos
Desde 2019, la Ley de Secretos Empresariales controla y penaliza el flujo ilegal de información entre empresas españolas. En el sector automovilístico, la ingeniería de un vehículo puede constituir un secreto empresarial si cumple cuatro requisitos: que “dicha información no sea generalmente conocida” ni “fácilmente accesible”, tenga “un valor empresarial, ya sea real o potencial” y “haya sido objeto de medidas razonables por parte de su titular para mantener su secreto”, enumera Ainara Rentería, abogada especialista en automoción y movilidad de Gómez-Acebo & Pombo. En cualquier caso, es vital que la empresa muestre su interés en proteger una información y así lo subraye en sus políticas de cumplimiento normativo.
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