Estos son los due?os de la energ¨ªa renovable que produce y consume Espa?a
Un pu?ado de multinacionales controlan el negocio verde, agitado ahora por fondos brit¨¢nicos, de EE UU y noruegos
Est¨¢ escrito en la biblia espa?ola de los negocios: en el principio fue el ladrillo. El ladrillo eran beneficios y el ladrillo lo era todo. Hasta que la quiebra de Lehman Brothers apuntill¨® a un sector que estaba al l¨ªmite. Los se?ores del cemento supervivientes se pasaron a la luz, se unieron a los se?ores de la energ¨ªa y todos juntos descubrieron la siguiente gran oportunidad: las renovables. En realidad, no fue muy dif¨ªcil. Todos los informes de prospectiva se?alaban hacia el mismo punto: los inmensos beneficios potenciales de la apuesta por las renovables y la lucha contra el calentamiento global. La fiebre subi¨® tanto que en 2012 el Gobierno del PP decret¨® la suspensi¨®n de las primas a las nuevas instalaciones verdes. De paso, convirti¨® a Espa?a en el pa¨ªs m¨¢s demandado ante el tribunal de arbitraje del Banco Mundial (Ciadi). La partida sigue. Con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez la apuesta renovable resucit¨®. Pero, ?qui¨¦nes compiten? ?Qui¨¦nes son los se?ores de las renovables?
No hay una ¨²nica liga. Compiten distintas divisiones. Est¨¢n las grandes energ¨¦ticas (utilities) de siempre; est¨¢n las empresas de gas y petr¨®leo atareadas en ¡°limpiar¡± su imagen (greenwashing); hay compa?¨ªas extranjeras, dominantes en sus lugares de origen a la busca de hueco en Espa?a ¡ªEngie, Eni-Plenitude Iberi, EDF-Edison¡ª; hay tambi¨¦n empresas medianas, en la mayor¨ªa de los casos de origen familiar, y, por ¨²ltimo, aparecen los fondos de inversi¨®n, de todo tipo y condici¨®n.
A vista de p¨¢jaro, la superficie del negocio no ha cambiado demasiado. Hace un lustro, un estudio realizado para la Asociaci¨®n Nacional de Productores de Energ¨ªa Fotovoltaica (Anpier) detallaba c¨®mo un pu?ado de compa?¨ªas ¡ªapenas dos decenas¡ª del sector e¨®lico y termosolar controlaban la mayor parte del negocio renovable. En lo m¨¢s alto del podio se encontraba Iberdrola (15% de la generaci¨®n renovable), seguida de Acciona (13%) y Enel Green Power-Endesa (6,4%). En 2023, el mapa empresarial renovable sigue dominado por pr¨¢cticamente la misma media docena de grandes compa?¨ªas (Iberdrola, Endesa-EGPE, Acciona, Naturgy, Capital Energy, X-Elio) m¨¢s unas pocas firmas con carteras de proyectos importantes como Renovalia y Forestalia. En la fiesta participan, adem¨¢s, cientos de pymes que desarrollan proyectos peque?os. Y todo el negocio apuntalado por fondos brit¨¢nicos, estadounidenses y noruegos que persiguen retornos muy altos.
Bajo la superficie, en el espacio menos iluminado de la tramoya que manejan consultoras y bancos de negocios se mueven los fondos inversores. En Espa?a est¨¢n todos los grandes conocidos de Wall Street y alrededores ¡ªGoldman Sachs, EIP, JP Morgan, el canadiense Brookfield¡ª y decenas de instituciones con estrategias y plazos muy diferentes. Hay fondos con inter¨¦s en crear plataformas de renovables con retornos estables y seguros, peque?as asociaciones de ahorradores de la UE, family offices no demasiado transparentes y fondos que buscan rentabilidad de forma r¨¢pida. Estos son los m¨¢s agresivos a la hora de sacar la cartera. No est¨¢n interesados en crear flujo de ingresos, sino en obtener y repartir beneficios.
La compra de activos para venderlos en el corto plazo ¡ªrotaci¨®n de activos¡ª explica la agitaci¨®n de los ¨²ltimos a?os. S¨®lo entre diciembre de 2022 y febrero de 2023 (datos de TTR Data con iDeals) se llevaron a cabo 40 nuevas operaciones de compraventa. Adem¨¢s, se lanzaron nuevos veh¨ªculos de inversi¨®n por parte de Alantra y Solarig y se cre¨® una nueva gestora internacional de capital riesgo para proyectos renovables (Frontier). Un no parar. Es lo que explica que Espa?a, seg¨²n la consultora EY, se mantenga en la octava posici¨®n de la lista de pa¨ªses m¨¢s atractivos del mundo para invertir en energ¨ªas renovables; tiene instalados 70 GW verdes de todas las tecnolog¨ªas y otros 60 GW en tramitaci¨®n.
El movimiento, aseguran en el sector, toc¨® techo a finales de 2022 con la compra por Repsol de Asterion Energies por 560 millones. Asterion gestiona una cartera de activos renovables de 7.700 MW en Espa?a, Italia y Francia. Desde entonces, la situaci¨®n ha cambiado. Lo recogen los informes de analistas sobre algunas empresas renovables cotizadas de tama?o medio que no han alcanzado los objetivos previstos en la captaci¨®n de capital. Incluso las grandes compa?¨ªas de petr¨®leo y gas, que compraban renovables, y de paso imagen, han variado el rumbo algunos grados porque sus inversores ¡ªtambi¨¦n fondos¡ª exigen m¨¢rgenes similares a los que proporcionaban los hidrocarburos y en algunos casos venden activos verdes. Repsol y Cepsa, entre otras, est¨¢n en esa estrategia.
¡°?Qu¨¦ est¨¢ pasando con las renovables?¡±, se preguntan los analistas de Banco Santander en su informe sobre Greenalia, ¡°en nuestra opini¨®n, una combinaci¨®n de tipos de inter¨¦s al alza y una correcci¨®n en los precios del pool [mercado mayorista el¨¦ctrico] en Espa?a ha llevado a un sentimiento negativo sobre las peque?as compa?¨ªas desde febrero de 2023¡å. En su opini¨®n, ¡°solo la oferta p¨²blica de adquisici¨®n [del fondo Antin] sobre OPDEnergy ha suavizado la espiral negativa¡±.
Los precios han ca¨ªdo. Lo que se vend¨ªa a 250.000 euros por MW, se ofrece ahora a 150.000. ¡°El poder de mercado ha pasado al comprador¡±, apunta Juan Carlos Badillo (ATZ Advisor). Y los compradores son fondos con liquidez abundante que sacan partido al desplome de precios. As¨ª est¨¢ la situaci¨®n: la Bolsa valora a la baja los activos de las empresas verdes; los tipos de inter¨¦s han subido; la financiaci¨®n se ha complicado, y hay dudas sobre el crecimiento del sector. Por eso los fondos aprovechan para hacerse con el control de compa?¨ªas cotizadas a buen precio y las sacan del mercado.
Vicente Jorro, socio fundador de Aegere Energy & Infrastructure Partners, coincide con Badillo: ¡°Los inversores, que son menos que antes, est¨¢n empezando a coger poder de negociaci¨®n¡±. Las razones son varias: el paquete legislativo aprobado en EE UU a favor de las renovables el pasado a?o (Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n) que atrae m¨¢s inversi¨®n hacia el otro lado del Atl¨¢ntico; el aumento de la oferta por la cantidad de proyectos aprobados en Espa?a a principios de a?o y la sensaci¨®n de que el corto plazo se presenta dif¨ªcil si no hay cambios en la regulaci¨®n para hacer frente a fen¨®menos como el curtailment (desajuste entre la oferta y la demanda) y su impacto en los precios.
Son corrientes subterr¨¢neas con impacto en las grandes inversiones. Esas corrientes sacaron de Bolsa a la vasca Solarpack ¡ªde las familias Gal¨ªndez e Ybarra Careaga¡ª, adquirida por el fondo sueco EQT a Opdenergy, comprada en opa amistosa por el fondo franc¨¦s Antin, y a Greenalia. Los socios mayoritarios de esta ¨²ltima compa?¨ªa, Manuel Garc¨ªa y Jos¨¦ Mar¨ªa Castellano, abandonaron los planes para saltar del BME?Growth al mercado continuo dada la deriva del mercado. Por resumir: las empresas apostaron por salir a Bolsa para levantar capital a corto plazo, pero como las valoraciones no fueron las previstas y los objetivos no se cumplen, los fondos han entrado decididamente en la puja. Compran por encima del precio en Bolsa, pero adquieren activos que a medio plazo son una apuesta segura.
Nuevos actores
¡°Hay fondos de todo tipo¡±, se?ala el director general de la Asociaci¨®n de Empresas de Energ¨ªas Renovables APPA, Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Moya. ¡°Grandes fondos y fondos medios que nadie conoce pero que tienen muchos proyectos, aunque no es f¨¢cil seguir la evoluci¨®n. No existe un registro ¨²nico al margen del ministerial, que es muy complejo¡±. Entre los m¨¢s destacados, por n¨²mero de operaciones y capital desembolsado ¡ªadem¨¢s de los grandes de Wall Street¡ª, figuran el brit¨¢nico Foresight Solar Fund Limited; Plenium Partners Asset Management, perteneciente al grupo especializado en activos de renovables y que administra m¨¢s de 800 millones de euros en cinco fondos diferentes, y el fondo Copenhagen Infrastructure Partners (CIP). Copenhagen tiene presencia en Espa?a desde hace tres a?os a trav¨¦s de cuatro fondos, y oficinas en Madrid, CIP viene desarrollando una de las carteras de proyectos de renovables m¨¢s importantes del sector, con una capacidad por encima de los 6,5 GW en desarrollo.
¡°Hay otros fondos que est¨¢n intentando entrar¡±, asegura Carlos Sol¨¦, responsable de Energ¨ªa y Recursos Naturales de KPMG, ¡°pero no s¨®lo en renovables, tambi¨¦n en biog¨¢s o hidr¨®geno. Apuestan por una inversi¨®n m¨¢s amplia de lo que puede ser una plataforma de producci¨®n de renovables¡±. El sector se ha convertido en una torre de Babel en la que gestoras y fondos quieren estar presentes para no perder oportunidades. Hay instituciones norteamericanas; grandes gestoras de pensiones estadounidenses y canadienses como GIP, CDPQ, Brookfield o ISQuared y veh¨ªculos de inversi¨®n menos conocidos que han tomado posiciones de forma m¨¢s o menos discreta, como los mexicanos de Sancus Capital Partner ¡ªdue?os del hotel Villamagna en Madrid¡ª.
El mercado se agita. En lo que va de 2023 hay 8 GW que han cambiado de manos, seg¨²n cuentas de consultoras como KPMG. No son nuevas capacidades, sino rotaci¨®n de proyectos. Cambios de cromos con beneficios de por medio. A corto plazo puede haber nubarrones, ¡°pero seguir¨¢ habiendo apetito por crecer¡±, explica Sol¨¦. La cuesti¨®n es con qu¨¦ tecnolog¨ªa. ¡°Hasta ahora ha habido mucho desarrollo solar¡±, a?ade el experto de KPMG, ¡°y ese apetito de crecimiento que muestra el nuevo Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima (PNIEC) puede llevar a una situaci¨®n de precios complicada de entender¡±.
Seg¨²n la ¨²ltima revisi¨®n de planes, aprobada en junio, las energ¨ªas renovables aportar¨¢n en 2030 el 81% del consumo el¨¦ctrico ¡ªantes, el 74%¡ª, de tal forma que su peso sobre el total de energ¨ªa consumida (no solo electricidad) ser¨¢ del 48%. Para conseguir el objetivo, crece la apuesta por la energ¨ªa fotovoltaica, de 39 GW a 76GW y por la e¨®lica, de 50GW previstos a 62. Pero hay un problema, el almacenamiento crece en mucha menor proporci¨®n: pasa de 20 a 22 GW, incluidos los bombeos (almac¨¦n de aguas a diferentes alturas), bater¨ªas y centrales termosolares incluidas.
Habr¨¢ que ver c¨®mo juega la hibridaci¨®n (producci¨®n de energ¨ªa con diferentes tecnolog¨ªas) el almacenamiento o la propia e¨®lica. Al final, todo depender¨¢ de la regulaci¨®n. Es un camino complejo. Las promotoras de proyectos fotovoltaicos y e¨®licos han de superar varias etapas burocr¨¢ticas hasta la entrada en operaci¨®n de las plantas, como la declaraci¨®n de impacto ambiental (DIA) favorable y la autorizaci¨®n administrativa de construcci¨®n, cuyo plazo se ha ampliado seis meses, hasta enero de 2024. Pero hay otro l¨ªmite. Las instalaciones deber¨¢n estar efectivamente funcionando antes del 25 de junio de 2025. Todo construido en dos a?os.
Los expertos en energ¨ªa lo ven dif¨ªcil. Te¨®ricamente, el potencial en enero listo para construir podr¨ªa alcanzar los 25-30 GW. Una cantidad enorme si se tiene en cuenta que el total instalado son 120 GW. Incorporar tal potencia en dos a?os en el mercado parece una tarea imposible. Todo va a depender de hasta d¨®nde se aflojen las riendas regulatorias. Porque desarrollar un proyecto grande en dos a?os es muy complicado.
Contratos clave
Seg¨²n las empresas de renovables, en el mercado espa?ol va a haber una ola de conexiones de proyectos pese a que muchos no se van a poder financiar porque no han firmado contratos de compraventa de energ¨ªa a largo plazo (PPA). Los PPA son la clave. Seg¨²n esas mismas previsiones, en dos o tres a?os el ritmo de conexi¨®n de parques se va a frenar; y se reactivar¨¢ cuando entren en escena las bater¨ªas de almacenamiento de ion-litio; cuando haya m¨¢s bombeo y cuando se pueda mover la energ¨ªa producida en horas de sol y viento a momentos en los que no hay producci¨®n. Otro factor importante para el futuro del sector ser¨¢ el coche el¨¦ctrico. Todo ello va a aumentar el pico de consumo energ¨¦tico. El r¨¦cord de consumo est¨¢ en 44 GWh. Ese r¨¦cord se va a batir. Y la consecuencia ser¨¢ la introducci¨®n de m¨¢s inversi¨®n en energ¨ªa renovable. M¨¢s madera para la torre de Babel.
¡°Va a haber un exceso de energ¨ªa en las horas punta de sol¡±, apunta Vicente Jorro (Aegere Energy), vicepresidente tambi¨¦n de Asealen (Asociaci¨®n Espa?ola de Almacenamiento de Energ¨ªa), y eso afectar¨¢ a los precios. ¡°El nuevo PNIEC est¨¢ intentando combatir el riesgo, pero llegamos tarde; Estados Unidos y el Reino Unido llevan tres a?os y medio con este asunto, pero nuestro regulador tarda en moverse. El PNIEC estima que necesitamos 19 GW de almacenamiento (sin termosolares), pero es una utop¨ªa porque es necesario instalarlos en un plazo muy corto. En dos o tres a?os nos vamos a encontrar con muchas plantas construidas y no hay un sistema de almacenamiento masivo¡±, explica. La consecuencia: riesgo de curtailment ¡ªparadas de producci¨®n de plantas renovables por desajustes entre oferta y demanda¡ª y precios bajos; y la amenaza: estragos en los n¨²meros de muchas plantas.
La transici¨®n energ¨¦tica, tanto en Espa?a como en la UE, necesita inversi¨®n y la inversi¨®n necesita obtener rentabilidad. Equilibrar el juego no es f¨¢cil. La reforma del mercado energ¨¦tico en la UE es fundamental para encontrar una f¨®rmula adecuada. Ya no hay la abundancia de capital del pasado y Europa necesitar¨¢ al menos 500.000 millones en generaci¨®n el¨¦ctrica renovable para triplicar la capacidad instalada en los pr¨®ximos siete a?os. El problema es c¨®mo asegurar los ingresos de las plantas que pongan en marcha los financiadores. Los PPA son la clave, pero de momento es un juego reservado a los grandes compradores de energ¨ªa. Extender ese tipo de contrataci¨®n a agentes de menor tama?o es importante para que no caiga el ¨¢nimo inversor.
Otra medida que maneja Bruselas es la implantaci¨®n de contratos por diferencia. Se distinguen de un acuerdo comercial en que se firman entre un productor de electricidad y una autoridad estatal por un periodo de hasta 15 a?os. Los firmantes negocian una horquilla ¡ªo corredor¡ª dentro de la cual pueden fluctuar libremente los precios de la electricidad. Si los precios de mercado caen por debajo de la banda, el Estado est¨¢ obligado a compensar al productor, pagando de hecho las p¨¦rdidas comerciales. Si los precios de mercado superan la banda de fluctuaci¨®n, el Estado tiene derecho a captar los ingresos excedentarios obtenidos por el productor y usar el dinero extra para ayudar a hogares y empresas. Por eso la Comisi¨®n Europea denomina a estos contratos por diferencias ¡°bidireccionales¡±, porque funcionan tanto cuando los precios suben como cuando bajan.
El camino parece trazado. La inversi¨®n en energ¨ªas renovables superar¨¢ este a?o a la inversi¨®n en combustibles f¨®siles, seg¨²n el estudio World Energy Investment 2023 publicado hace tres meses por la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE), que calcula que se invertir¨¢n con fines energ¨¦ticos en torno a 2,8 billones de d¨®lares en 2023. De ellos, m¨¢s de 1,7 billones ir¨¢n a las energ¨ªas renovables, nuclear, veh¨ªculos el¨¦ctricos y mejoras de eficiencia. El resto, casi un bill¨®n, a petr¨®leo, gas y carb¨®n.
Se invierte m¨¢s en energ¨ªa verde. Por cada d¨®lar destinado a combustibles f¨®siles, van 1,7 d¨®lares a las energ¨ªas limpias, seg¨²n la AIE. La proporci¨®n en el ¨²ltimo quinquenio era de d¨®lar por d¨®lar. Entre 2021 y 2023, la inversi¨®n verde ha aumentado un 25%. Y tiene due?os. Una Babel de propietarios.
Canibalismo y ¡®curtailment¡¯, dos pesadillas
Canibalismo y curtailment. Podrían ser los términos de un guion para películas de terror de bajo presupuesto. Pero no. Son las dos expresiones —caras de la misma moneda— que más preocupan a grandes y pequeños inversores, los dueños del negocio de las renovables. El “efecto caníbal” describe el momento concreto de un día en el que las renovables —eólica y fotovoltaica— producen energía tan por encima de la demanda que hunden los precios, por lo que generar electricidad no sale a cuenta. Algo así como merendarse la cena.
Dicho de otro modo, es el miedo, especialmente en el sector eólico, a que durante las horas centrales del día, cuando los parques fotovoltaicos estén produciendo electricidad, no solo tengan que parar sus propias plantas, sino que el precio tenga números negativos. En el sector aseguran que en 2026 va a ocurrir sistemáticamente en las horas solares. Por eso hay que incrementar el consumo especialmente en esas horas y regular la entrada de potencia adicional de generación en función de la demanda, añaden.
Otro término que preocupa a los inversores es el curtailment. Tiene que ver con la intermitencia tanto del sol como del viento. No siempre luce el sol y, además, su intensidad varía. Lo mismo sucede con el viento. Por esa razón hay momentos en los que se produce más energía de la que se demanda. Ese desajuste entre producción y demanda se denomina curtailment. Un exceso de energía que no se aprovecha. La pesadilla del ingeniero, el terror del empresario, la desazón del inversor.
El desajuste lo gestiona Redeia, el operador del mercado que interrumpe la producción de las plantas fotovoltaicas y eólicas en los momentos en los que es necesario. El curtailment se relaciona con la curva del pato, un término creado hace diez años en California que describe cómo el crecimiento de la generación solar conlleva ese riesgo de desajuste entre producción y demanda. La solución, en todo caso, pasa por el desarrollo del almacenamiento.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.