De celebrar la junta de accionistas en un Mercedes a conquistar nuevos mercados: la paz familiar sienta muy bien a Gull¨®n
El enfrentamiento ha dado paso a una estrategia basada en la diversificaci¨®n, las exportaciones y la disciplina financiera
Con una producci¨®n de m¨¢s de 200.000 toneladas de galletas, una facturaci¨®n de 531 millones de euros, inversiones en los ¨²ltimos a?os de m¨¢s de 200 millones y una plantilla de casi 2.000 personas en Aguilar de Campoo (Palencia), Gull¨®n es uno de los principales grupos galleteros de la Uni¨®n Europea. Su n¨²meros en la actualidad muestran un grupo pujante, pero no hace mucho la compa?¨ªa se asom¨® al precipicio aquejada del virus m¨¢s letal para cualquier empresa familiar: la guerra entre los miembros del clan. Con 130 a?os de historia, la paz sienta bien a Gull¨®n tras haber esquivado los problemas y las turbulencias que han acompa?ado a m¨²ltiples empresas en Espa?a cuando llega el momento de las sucesi¨®n. Y es que el relevo generacional y las disputas que ¨¦ste conlleva, han acabado en muchas ocasiones con la venta de las compa?¨ªas a la competencia o a grupos de inversores.
As¨ª pod¨ªa haber acabado tambi¨¦n el grupo palentino hace una d¨¦cada. En ese momento hab¨ªa dos bandos enfrentados: en uno estaba la matriarca del clan, Mar¨ªa Teresa Rodr¨ªguez S¨¢inz-Rozas, su hija y el director general por un lado; enfrente estaban el resto de hijos y sus t¨ªos, quienes demandaban m¨¢s transparencia en la gesti¨®n. Despu¨¦s de una dura batalla ¡ªcon sucesos rocambolescos como la celebraci¨®n de una junta de accionistas en un Mercedes¡ª se firm¨® la paz con una salida de equilibrio entre las diferentes partes. Era una paz que parec¨ªa cogida con alfileres, pero que una d¨¦cada m¨¢s tarde se ha traducido en un crecimiento consolidado y continuado del grupo.
Corr¨ªa el a?o 1892 cuando un confitero del pueblo zamorano de Mombuey, Jos¨¦ Gull¨®n Barrios, decid¨ªa iniciar una aventura empresarial en el campo del dulce. Y, para ello, opt¨® por fundar una peque?a empresa en Aguilar de Campoo, localidad donde ya exist¨ªan varias firmas en ese negocio y donde hoy el aire sigue impregnado de un olor a galletas. Hab¨ªa razones para elegir esta peque?a localidad encuadrada hoy en lo que se conoce como la Espa?a vaciada. No era casual la existencia ya de otras empresas en esa zona de la monta?a palentina debido a la tradici¨®n de la elaboraci¨®n de dulces en los monasterios de la zona. Pero a esa tradici¨®n se sumaban otras razones de log¨ªstica y de aprovisionamientos: cercan¨ªa a la producci¨®n de harina de trigo de Castilla, proximidad para importar az¨²car v¨ªa mar¨ªtima desde Santander y leche y derivados desde toda la cornisa cant¨¢brica.
Los inicios de los a?os ochenta del pasado siglo fueron un momento clave para el futuro del grupo por unos acontecimientos que marcaron la trayectoria de la empresa para las siguientes d¨¦cadas. En un accidente de coche, a los 40 a?os, pierde la vida Jos¨¦ Manuel Gull¨®n, heredero de la empresa, asumiendo la gesti¨®n de la misma su mujer, Mar¨ªa Teresa Rodr¨ªguez S¨¢inz-Rozas, quien se ve en la necesidad de contratar a un profesional para la direcci¨®n. Ah¨ª es donde desembarca en 1985, Juan Miguel Mart¨ªnez Gabald¨®n, un ingeniero industrial procedente de otras parcelas de la econom¨ªa y cuya presencia y gesti¨®n marcar¨ªa el futuro de la empresa en las d¨¦cadas siguientes.
Desde la perspectiva de la gesti¨®n interna y de las relaciones personales, la matriarca, el director general, herederos y otros accionistas, protagonizaron una guerra que se prolong¨® durante varios a?os. La presidenta hab¨ªa delegado pr¨¢cticamente todos los poderes para hacer y deshacer en el nuevo director general, cuyas actividades fuera de la gesti¨®n del d¨ªa a d¨ªa y el hecho de que dispusiera ya del 16% de las acciones del grupo, despertaron los recelos de los hermanos y herederos Hern¨¢n, Rub¨¦n y F¨¦lix Gull¨®n, que demandaban una mayor transparencia. Con el apoyo de sus dos t¨ªos, Ra¨²l y F¨¦lix Rodr¨ªguez S¨¢inz-Rozas, decidieron en 2009 la destituci¨®n de su madre como presidenta de la compa?¨ªa. Pero la madre volv¨ªa a retomar el control un a?o m¨¢s tarde con el 55% de las acciones apoyada por su hija Lourdes, que pasar¨ªa a ocupar la presidencia a?os m¨¢s tarde. Hijos y madre enterraban en 2014 el hacha de guerra. Hern¨¢n y Rub¨¦n segu¨ªan en la empresa como accionistas y ejecutivos centrados en ¨¢reas como la exportaci¨®n y la planificaci¨®n, mientras F¨¦lix optaba adem¨¢s por montar su propia empresa galletera en Ja¨¦n, Family Biscuits, en unas instalaciones antes propiedad del grupo Siro, empresa que sigui¨® de cerca la guerra familiar de Gull¨®n por tener su planta en Aguilar de Campoo y por el inter¨¦s que conlleva una guerra interna en un rival de la competencia.
Desde la perspectiva de la gesti¨®n empresarial, el grupo Gull¨®n hab¨ªa dado ya pasos adelante muy importantes en todo lo que hab¨ªan sido tradicionalmente algunas de sus se?as de identidad, como la pol¨ªtica de diversificaci¨®n e innovaci¨®n. A eso se le uni¨® una estrategia basada en el endeudamiento cero, la reinversi¨®n de los beneficios, la apuesta decidida por la investigaci¨®n y una nueva mirada hacia los mercados exteriores. Gull¨®n ya era pionero en el segmento de galletas integrales a finales de los a?os setenta, compagin¨¢ndolas con la oferta de la galleta mar¨ªa tradicional. Posteriormente, se adentr¨® en el negocio de los productos saludables con las galletas bio, ecol¨®gicas, sin gluten, con fibra, complementos diet¨¦ticos y los productos para diferentes colectivos como los diab¨¦ticos o con cero az¨²car.
Cuota de mercado
La suma de la paz social, la estrategia comercial basada en la diversificaci¨®n y una estricta disciplina financiera ha facilitado que la compa?¨ªa tenga ahora una cuota del 8,5% del mercado. El volumen de ventas se reparte a la mitad entre productos de marca de fabricante y de marca blanca o de la distribuci¨®n, mientras que, en valor, la marca de fabricante supone el 65% de los ingresos frente al 35% de la marca blanca. En cuota de mercado, el grupo ostenta el 35% en galleta saludable y el 60% en galletas sin az¨²car, con un total de unas 700 referencias y con unas ventas que se han multiplicado por ocho en los ¨²ltimos 20 a?os, hasta los actuales 531 millones de euros.
Gull¨®n, que sigue siendo dirigida por Miguel Mart¨ªnez Gabald¨®n, vende sus productos en m¨¢s de 120 mercados. Esas exportaciones suponen el 55% de los ingresos, con predominio de la venta de marca frente a las de fabricante y con incrementos constantes en los ¨²ltimos a?os. El grupo cuenta con cinco filiales en Portugal, Francia, Reino Unido, Italia y Estados Unidos. A corto plazo, los principales objetivos son los mercados centroeuropeos y los pa¨ªses asi¨¢ticos. De cara los pr¨®ximos a?os, la direcci¨®n contempla seguir ganando dimensi¨®n por crecimiento org¨¢nico gracias a la pol¨ªtica de reinversi¨®n de la caja generada, sin descartar la posibilidad de compras siempre que aporten valor.
Las inversiones, que en los ¨²ltimos a?os han servido para esa diversificaci¨®n de la oferta y para entrar en nuevos mercados, se han elevado a unos 40 millones de euros anuales. El destino de este monto incluye la compras para innovar en maquinaria o el apuntalamiento de la innovaci¨®n, pero especialmente va a la puesta en marcha de nuevas instalaciones de fabricaci¨®n con nuevas tecnolog¨ªas como son las plantas Gull¨®n y las m¨¢s recientes, llamadas Vida uno y Vida dos, tambi¨¦n en Aguilar de Campoo, con una superficie de 140.000 metros cuadrados y una treintena de l¨ªneas de producci¨®n.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.