La pol¨ªtica presupuestaria en busca de rumbo
Para mantener el ciclo expansivo y reformar la financiaci¨®n auton¨®mica un anclaje fiscal es necesario
El debate presupuestario se ha centrado en temas importantes que ata?en a la gobernanza del sistema, pero que no abordan una cuesti¨®n clave: ?cu¨¢l deber¨ªa ser la estrategia fiscal para elevar las cotas de bienestar de manera sostenible?
El punto de partida se caracteriza por la indefinici¨®n, con unos presupuestos prorrogados y a falta de una propuesta para el pr¨®ximo ejercicio. Ni siquiera se han aprobado los pilares b¨¢sicos, como el techo de gasto o la senda fiscal a medio plazo, objetivos que se han diluido en los meandros parlamentarios. Bien es cierto que algunos pa¨ªses de nuestro entorno comparten la misma sensaci¨®n de falta de rumbo o de provisionalidad. Otros, tal Alemania, aplican con rigidez unas reglas de desendeudamiento dise?adas en un contexto de bonanza industrial que ha desaparecido.
La singularidad reside en el buen momento coyuntural de la econom¨ªa espa?ola, la ¨²nica entre los grandes pa¨ªses europeos que crece por encima de su potencial, generando una ventana de oportunidad para reducir el agujero estructural que arrastran las cuentas p¨²blicas en el ¨²ltimo lustro. La primera parte del a?o se salda con la persistencia de un d¨¦ficit apenas inferior al registrado el a?o pasado (una escasa d¨¦cima menos, con datos hasta mayo del total de administraciones salvo las locales). Persiste el llamado d¨¦ficit primario, es decir el que se obtiene descontando el pago de intereses de la deuda, cuando se esperar¨ªa al menos un equilibrio en este bar¨®metro de la sostenibilidad de las finanzas p¨²blicas. Entre enero y junio, los pasivos de las administraciones se incrementaron en m¨¢s de 51.000 millones de euros.
Adem¨¢s, la pol¨ªtica fiscal deber¨ªa pasar el relevo a la monetaria para estimular la econom¨ªa en su punto d¨¦bil, que es la inversi¨®n productiva. Se espera un gesto del BCE en los pr¨®ximos d¨ªas: el ajuste de los tipos de inter¨¦s, aunque limitado (probablemente un descenso de un cuarto de punto), podr¨ªa despejar las expectativas de inversi¨®n y al tiempo potenciar el efecto multiplicador de los fondos europeos. En todo caso, en un entorno expansivo, la coincidencia de est¨ªmulos presupuestarios y monetarios conlleva riesgos de desv¨ªo de recursos hacia actividades menos productivas o socialmente poco ¨²tiles. Esta superposici¨®n de est¨ªmulos tambi¨¦n genera un exceso de demanda, presionando los precios, particularmente en los sectores de servicios.
Una estrategia presupuestaria m¨¢s acorde con el ciclo tambi¨¦n ayudar¨ªa a consolidar la financiaci¨®n del d¨¦ficit. Hasta la fecha el Estado ha logrado colocar deuda en condiciones favorables, a diferencia, por ejemplo, de Francia, que se enfrenta a una prima de riesgo tensionada. Pero ojo porque se avecina una primera prueba de estr¨¦s con el cese total de la compra de deuda por parte del BCE: el banco central ha anunciado que se deshar¨¢ de todos los bonos adquiridos durante la pandemia que llegan a vencimiento a partir del a?o que viene (durante el presente ejercicio todav¨ªa procede a recompras parciales). Todo apunta a que, incluso en un escenario de relajaci¨®n monetaria, las nuevas emisiones de deuda entra?ar¨¢n un coste m¨¢s elevado que la deuda que vence.
En suma, un replanteamiento de la pol¨ªtica fiscal es ineludible (tambi¨¦n ser¨ªa coherente con las nuevas reglas europeas, si bien este no es el principal argumento). Las pr¨®rrogas presupuestarias han sido recurrentes, pero en esta ocasi¨®n el impacto de una nueva dilaci¨®n ser¨¢ m¨¢s perceptible. Las actuales cuentas se concibieron en 2022, en un contexto sanitario, monetario y geopol¨ªtico que poco tiene que ver con la situaci¨®n actual. La prolongaci¨®n del ciclo expansivo, y por ende el margen de maniobra para operar reformas de gobernanza, como la de la financiaci¨®n auton¨®mica, dependen de la puesta en marcha de una estrategia fiscal cre¨ªble. Los dilemas solo pueden agudizarse, de no conseguir un consenso en torno a las grandes directrices fiscales que guiar¨¢n la econom¨ªa en los pr¨®ximos a?os.
D¨¦ficit
Las restricciones derivadas de la prórroga presupuestaria se están reflejando en las cuentas del Estado, con un déficit en retroceso como consecuencia de un crecimiento moderado del gasto del 2% (durante el periodo de enero a mayo, en comparación con un año antes). La incidencia es menor en el caso de las comunidades autónomas, cuyas cuentas registran un déficit al alza y un incremento del gasto del 5,9%, casi tres veces más que el Estado. Los fondos de la Seguridad Social arrojan un equilibrio financiero, tras las transferencias recibidas del Estado.
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