La carrera de obst¨¢culos que le queda por delante al Gobierno para aprobar los Presupuestos

El Gobierno tiene casi cuatro semanas de margen, hasta el lunes 30 de septiembre, para presentar en el Congreso el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) del a?o 2025 e intentar encarrilar la legislatura. En ese periodo, el Ministerio de Hacienda tendr¨¢ que cumplir en tiempo y forma con el calendario previsto y con una serie de pasos t¨¦cnicos que son necesarios para intentar dar forma a las cuentas p¨²blicas. Sin embargo, el proceso se antoja complicado dada la cantidad de tr¨¢mites farragosos que tiene que sacar adelante con una compleja aritm¨¦tica parlamentaria y un camino de baches y negativas tanto de la oposici¨®n como de algunos de sus potenciales socios. Todos estos problemas, a juzgar por los acontecimientos de las ¨²ltimas semanas y por el cruce de declaraciones de unos y otros, volver¨¢n a estar presentes en este nuevo cap¨ªtulo, al que tambi¨¦n podr¨ªa unirse una negociaci¨®n paralela vinculada a la quita parcial de la deuda auton¨®mica, seg¨²n deslizan fuentes de Hacienda.

La aprobaci¨®n de unos Presupuestos requiere de diferentes etapas, y en todas ellas el Gobierno tendr¨¢ que hacer encaje de bolillos para intentar lograr los apoyos necesarios. El primer paso, explica Alfredo Suaz, profesor en el Centro de Estudios Financieros (CEF) e interventor y auditor del Estado, es la aprobaci¨®n de los objetivos de estabilidad (l¨ªmites de d¨¦ficit y deuda p¨²blica) para las distintas administraciones y del l¨ªmite de gasto no financiero, conocido com¨²nmente como techo de gasto. Son las cifras esenciales sobre las que se empiezan a construir los presupuestos. Es lo que marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, y supone el pistoletazo de salida para todo proceso de este tipo, que a estas alturas del a?o ya deber¨ªa estar liquidado. No obstante, avanzan Suaz y Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas, todo apunta a que volver¨¢ a haber curvas. Para entender el porqu¨¦ hay que remontarse a lo que ha sucedido en los ¨²ltimos meses.

En diciembre del a?o pasado, con varios meses de retraso debido a las elecciones del 23J y las dificultades para formar Gobierno, Hacienda trat¨® de poner en marcha la liturgia presupuestaria de las cuentas de 2024. Para eso llev¨® el techo de gasto a un nuevo r¨¦cord y comunic¨® a las comunidades y corporaciones locales los objetivos de d¨¦ficit para 2024, que ser¨ªan del 0,1% para las autonom¨ªas y del 0% para los municipios, frente al equilibrio exigido en la senda previa para los primeros y el super¨¢vit del 0,2% fijado para los segundos. Este plan pas¨® el tr¨¢mite del Congreso, pero fue tumbado despu¨¦s en el Senado gracias a la mayor¨ªa que ostenta el Partido Popular desde el 23J, por lo que el proceso qued¨® en punto muerto. Para intentar salvar los muebles, el Gobierno sac¨® a la luz un controvertido informe de la Abogac¨ªa del Estado que, supuestamente, le permitir¨ªa imponer la senda de estabilidad en caso de bloqueo parlamentario y as¨ª despejar el camino, pero el clima pol¨ªtico con la negociaci¨®n de la amnist¨ªa en Catalu?a llev¨® al Gobierno a renunciar a las cuentas de 2024.

Meses despu¨¦s, y ya con la pr¨®rroga de las cuentas para este a?o, el Gobierno aprob¨® un cambio para regatear el veto del PP en el Senado. Quer¨ªa anticiparse al bloqueo dadas las dudas jur¨ªdicas del informe de la abogac¨ªa, que los populares amenazaron con impugnar, con el objetivo de sacar unas cuentas p¨²blicas para 2025. As¨ª, el Ejecutivo col¨® en la Ley de Paridad una enmienda que eliminaba la capacidad de veto del Senado y que permitir¨ªa que la senda planteada entrara en vigor con la mayor¨ªa simple del Congreso, a priori asegurada por los socios de la investidura.

Sin embargo, el pulso entre el PSOE y Junts fue cogiendo fuerza tras los resultados de las elecciones catalanas y, hace algo m¨¢s de un mes, el partido de Carles Puigdemont bloque¨® ¡ªjunto a PP y Vox¡ª los nuevos objetivos de d¨¦ficit, esta vez en la c¨¢mara baja. As¨ª, el Gobierno se encontr¨® con un nuevo rechazo de los objetivos de estabilidad en el Congreso, lo que hace peligrar la aprobaci¨®n del proyecto en tiempo y forma, como dijo la ministra portavoz, Pilar Alegr¨ªa, hace una semana.

Ahora, el Consejo de Ministros tendr¨¢ que volver a aprobar los objetivos de d¨¦ficit y tendr¨¢ que llevar de nuevo a las Cortes el techo de gasto y la senda de estabilidad para poder iniciar de nuevo el proceso. En caso de no lograr el aval, todo apunta a que har¨¢ uso del informe de la Abogac¨ªa del Estado. Sin embargo, explican los expertos, y dada la incertidumbre que rodea a esta baza, es posible que el Ejecutivo intente ganarse el apoyo de sus socios ¡ªsobre todo de Junts y ERC¡ª o intentar lograr una abstenci¨®n del PP en el Congreso. Para Torres, el volumen del techo de gasto (fijado por ¨²ltima vez en los 199.171 millones de euros) no da m¨¢s margen de maniobra, ya que ¡°no es coherente con el gasto primario neto que incorporan las nuevas reglas fiscales europeas¡±. Por eso, las ¨²nicas v¨ªas posibles a explorar son promover una descentralizaci¨®n de los gastos en inversi¨®n hacia las comunidades (lo que podr¨ªa suavizar la postura de los partidos catalanes) o dar a las autonom¨ªas mayor margen fiscal para as¨ª contentar a los populares, que controlan la mayor parte de los territorios. ¡°Algo diferente tendr¨¢n que ofrecer para intentar lograr la aprobaci¨®n¡±, recalca Suaz.

En el caso de que se consigan superar todas estas fases, el Gobierno deber¨¢ presentar en el Congreso el proyecto de Presupuestos a partir del 30 de septiembre con el objetivo de que se debata y se consiga la eventual aprobaci¨®n antes del 1 de enero de 2025, algo que tampoco estar¨ªa asegurado, aunque se lograra salvar el primer tr¨¢mite. En este punto, a?ade Torres, es posible que entren en escena la financiaci¨®n auton¨®mica y la condonaci¨®n parcial de la deuda auton¨®mica en detrimento del Estado, ¡°un debate que hasta ahora ha sido pol¨ªtico, pero que tiene papeletas para estar en la negociaci¨®n presupuestaria¡±, apunta. Es una alternativa que en Hacienda ya no descartan.

Si el proceso se encalla en alguno de sus puntos, el Gobierno se ver¨ªa obligado a extender por segundo a?o consecutivo las cuentas de 2023, dando lugar a la sexta pr¨®rroga de los ¨²ltimos 10 a?os. ¡°Estar¨ªamos hablando solo del Estado, que supone el 20% de los Presupuestos de las administraciones. No afectar¨ªa a las cuentas de las comunidades y corporaciones locales, que llevan su vida y sus ritmos¡±, recuerda Suaz.

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