Dilema en los colegios con los aerosoles: ?pasar fr¨ªo o riesgo de contagio?

¡ªProfe, ?puedo cerrar la ventana?

¡ªNo, lo siento, no pod¨¦is.

El pasado viernes llov¨ªa en el Puerto de Santa Mar¨ªa, en C¨¢diz. Pablo del Pozo, profesor de M¨²sica de un instituto p¨²blico de la localidad, incendi¨® las redes sociales al publicar este di¨¢logo, acompa?ado de una foto en la que se ve¨ªa el alf¨¦izar de una de las ventanas de su aula mojado por la lluvia y, a escasos cent¨ªmetros, la mesa de uno de los alumnos. La ratio de estudiantes por aula en su instituto, unos 23, y la distancia de seguridad de metro y medio entre ellos obliga a que algunos tengan que sentarse pegados a las ventanas. ¡°El fr¨ªo ya est¨¢ aqu¨ª y nuestra obligaci¨®n para evitar que haya contagios es mantener todas las ventanas y puertas abiertas; desde la Administraci¨®n nos dicen que mejor si un ni?o coge pulmon¨ªa que covid¡±, cuenta el docente, que critica que el Gobierno no haya previsto un protocolo espec¨ªfico de ventilaci¨®n de las clases adaptado a los meses de oto?o e invierno.

Esa preocupaci¨®n se est¨¢ extendiendo entre los centros de las diferentes regiones espa?olas desde que el pasado lunes la comunidad cient¨ªfica alert¨® de que el riesgo de contagiarse de covid en interiores podr¨ªa ser casi veinte veces superior que en exteriores. Con la llegada del fr¨ªo, los docentes y las familias est¨¢n desconcertados. ?C¨®mo conjugar la necesidad de mantener una buena ventilaci¨®n con no pasar fr¨ªo en un lugar donde hay que permanecer sentado durante tiempos prolongados?

En el protocolo covid para las escuelas del Ministerio de Educaci¨®n ¡ªpactado con el de Sanidad y con las autonom¨ªas y publicado en septiembre¡ª no se contempla un escenario diferente en cuanto a ventilaci¨®n para la llegada del invierno. Se recomienda ventilar al menos durante 10 o 15 minutos al inicio y al final de la jornada; durante el recreo y entre clases. En una ¨²ltima frase se indica que las ventanas se mantendr¨ªan abiertas ¡°todo el tiempo posible¡±. Algunas autonom¨ªas fueron m¨¢s all¨¢. Extremadura, Murcia, Andaluc¨ªa y Canarias recomendaron a los centros abrir las ventanas y puertas tambi¨¦n durante las clases. La Comunidad Valenciana subray¨® la necesidad de ¡°reforzar la limpieza de los filtros¡± de los sistemas de ventilaci¨®n.

¡°Ventilar solo durante el recreo y entre clases es claramente insuficiente¡±, explica Mar¨ªa Cruz Minguill¨®n, investigadora del Instituto de Diagn¨®stico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC y experta en aerosoles atmosf¨¦ricos. ¡°Hay que dejar las ventanas abiertas y que los ni?os lleven chaqueta y bufanda si hace falta¡±. Desde el arranque del curso en septiembre, lo habitual en los centros ha sido mantener ventanas y puertas abiertas durante toda la jornada para propiciar la ventilaci¨®n cruzada y reducir el riesgo de contagio ¡ªseg¨²n la asociaci¨®n de directores de primaria y secundaria, la gran mayor¨ªa de centros p¨²blicos espa?oles no disponen de sistemas mec¨¢nicos de ventilaci¨®n¡ª. El resultado ha sido positivo: solo se han cerrado un 0,73% de las aulas de todo el pa¨ªs tras detectarse positivos entre el alumnado o los profesores (unas 2.800 clases), seg¨²n Educaci¨®n.

El problema se presenta ahora. La bajada de las temperaturas en algunas regiones, sobre todo las del norte, ya se empieza a notar y la apertura de ventanas todo el d¨ªa genera inconvenientes. B¨¢rbara Men¨¦ndez, jefa de estudios y responsable covid de un colegio p¨²blico de Asturias, denuncia que al lado de las ventanas ¡°hay cabezas de ni?os¡±, y que por las medidas de seguridad son siempre las de los mismos, ya que no pueden cambiar de mesa. La semana pasada, el temporal ?lex les oblig¨® a dejar las persianas medio cerradas y las ventanas en posici¨®n batiente para evitar que se colara el agua ¡°a chorros¡±. El protocolo asturiano solo obliga a ventilar al menos tres veces durante la jornada, durante al menos diez minutos. ¡°El protocolo dice que si las condiciones meteorol¨®gicas lo permiten, las ventanas permanezcan abiertas; en Asturias tenemos lluvia y fr¨ªo unos ocho meses¡±, expone preocupada la maestra.

Los investigadores insisten estos d¨ªas en la necesidad de revisar los protocolos de ventilaci¨®n de los centros educativos e incluso contemplar la compra de aparatos en aquellos lugares con climas m¨¢s extremos. ¡°Si alg¨²n centro se plantea empezar a cerrar ventanas, es necesario que utilicen herramientas como los sensores de CO2 o purificadores de aire con filtro HEPA¡±, advierte Minguill¨®n. Los sensores de CO2 ¡ªcuyo precio ronda los 35 euros¡ª permiten saber qu¨¦ concentraci¨®n de aire exhalado hay en el ambiente y a partir de ah¨ª cu¨¢ntas renovaciones de aire por hora se requieren para reducir el riesgo de contagio. Los purificadores con filtro HEPA ¡ªque ascienden a unos 600 euros para un aula de unos 40 metros cuadrados¡ª permiten depurar el aire y limpiarlo de carga viral.

Minguill¨®n ha traducido al espa?ol la gu¨ªa para medir la tasa de renovaci¨®n del aire en las escuelas publicada por la Escuela de Salud P¨²blica de Harvard, un documento t¨¦cnico en el que se detallan f¨®rmulas matem¨¢ticas para renovar con eficacia el aire de las clases. ¡°No basta con comprar un sensor CO2¡±, a?ade la experta. ¡°Luego hay que hacer una serie de c¨¢lculos en los que entran variables como el n¨²mero de alumnos por aula, su edad, o los metros c¨²bicos de la clase, entre otros. As¨ª se puede conocer de forma fiable qu¨¦ condiciones ambientales hay en el aula¡±.

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A muchos docentes palabras como sensores de CO2 o filtros HEPA les suenan cr¨ªpticas. Ni los ministerios de Sanidad y Educaci¨®n hablan de ellos en sus protocolos ni tampoco los gobiernos auton¨®micos, aunque algunas comunidades, como la valenciana, est¨¢n estudiando qu¨¦ medidas adoptar en cuanto a la ventilaci¨®n ante la llegada del fr¨ªo. Otras como Asturias, Arag¨®n o Castilla y Le¨®n no lo est¨¢n barajando.

Jordi Sunyer, jefe del programa de Infancia y Medio Ambiente del Instituto de Salud Global (ISGlobal) y uno de los m¨¢ximos expertos espa?oles en covid y escuela, cree que en Espa?a faltan protocolos que digan c¨®mo se deben ventilar las aulas en las que no hay ventanas o en las que solo hay una para una clase demasiado grande. Sunyer defiende que la Administraci¨®n deber¨ªa contemplar en esos casos opciones como las depuradoras de aire con filtros HEPA ¡ªque tambi¨¦n requieren un m¨ªnimo de ventilaci¨®n natural para eliminar los excesos de CO2 exhalados por los alumnos y docentes¡ª. ¡°Filtran la totalidad de las part¨ªculas ultrafinas, capturan todos los virus¡±, asegura. ¡°Son port¨¢tiles, pueden usarse en m¨¢s de una clase y solo har¨ªan falta en las aulas y salas que no tengan una buena ventilaci¨®n natural¡±. Sobre la llegada del fr¨ªo coincide con la experta del CSIC: ¡°mantener las ventanas cerradas una hora y solo abrirlas en los cambios de clase no es una opci¨®n¡±. Las evidencias cient¨ªficas, explica, muestran que los espacios cerrados deben ventilarse, como m¨ªnimo, cada 15 minutos.

Ante la falta de medidas y de informaci¨®n, muchos profesores se sienten solos ante un dilema que creen que no deber¨ªan resolver ellos: ?los alumnos pasan fr¨ªo en clase y por tanto no reciben la ense?anza en condiciones ¨®ptimas, o se cierran ventanas y se incurre en una irresponsabilidad por un posible aumento del riesgo de contagio? Algunos centros han tomado la iniciativa y han empezado a informarse de alternativas. Francisco Espada, profesor del instituto p¨²blico gaditano Antonio de la Torre, oy¨® hablar por primera vez de sensores de CO2 y de filtros hace dos semanas en un programa de televisi¨®n. Desde entonces no ha parado de consultar webs para recopilar datos y asesorar a su centro. ¡°Vamos a comprar varios sensores de CO2 para cerciorarnos de que nuestras aulas son seguras. A la directora le ha parecido buena idea¡±, cuenta. Seg¨²n las recomendaciones que se dieron en ese programa televisivo, el medidor de CO2 debe dar en cada aula un resultado por debajo de 500 PPM (partes por mill¨®n). La experta Minguill¨®n insiste en que no basta con el resultado del sensor, hay que tener en cuenta factores como el n¨²mero de alumnos o los metros el aula. Eso s¨ª, considera que m¨¢s vale guiarse por los valores medios recogidos en tablas gen¨¦ricas de medici¨®n que no hacer nada.

En Madrid, los directores de instituto no contemplan la opci¨®n de comprar sensores de CO2 ni filtros HEPA porque no han escuchado nada al respecto. Esteban ?lvarez, director de un instituto p¨²blico de un pueblo de la sierra de Guadarrama, ya ha hecho el c¨¢lculo de lo que supondr¨¢ mantener las ventanas abiertas durante el invierno. En una temporada normal, el centro enciende la calefacci¨®n a las siete de la ma?ana y la apaga a las 11.30, lo que les genera un gasto de unos 20.000 euros para rellenar el tanque de gasoil. Este a?o, la calefacci¨®n se apagar¨¢ a las dos de la tarde. La factura ascender¨¢ a 40.000 euros. ¡°Ya se nota el fr¨ªo y estamos empezando a abrir la mitad de las ventanas. Nadie nos ha dicho si es conveniente comprar purificadores de aire, ese tema no se ha abordado desde la Administraci¨®n que, como siempre, acabar¨¢ improvisando¡±, lamenta. Tampoco disponen de mucho dinero, explica, ya que han recibido una partida extra de unos 50.000 euros del Gobierno madrile?o para hacer frente a los gastos derivados de la pandemia: mascarillas, gel, dispositivos digitales, o mejora de la red wifi.

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