La escuela resiste pese al aumento de las aulas confinadas: un 126% m¨¢s en un mes
Los grupos en cuarentena representan el 1,7% del total. Catalu?a, la comunidad m¨¢s afectada con un 4,4%, decide que las clases de Bachillerato y FP sean ¡®online¡¯
El sistema educativo resiste, de momento, el embate de la segunda ola mucho mejor de lo que la mayor¨ªa esperaba en verano. Pero eso no significa que el aumento de la transmisi¨®n no est¨¦ haciendo mella en los colegios. El n¨²mero de aulas confinadas ha crecido en un mes un 126%, hasta alcanzar, seg¨²n datos oficiales recopilados por las comunidades hasta el mi¨¦rcoles por la ma?ana, las 6.460. Catalu?a, el territorio m¨¢s afectado, decidi¨® este jueves que las clases de Bachillerato y FP pasen a ser telem¨¢ticas.
Las cuarentenas generan graves problemas de conciliaci¨®n laboral y preocupaci¨®n en las familias por la atenci¨®n educativa. ¡°Si est¨¢s teletrabajando y has de cumplir tu horario normal, con muchas videoconferencias de las que no puedes ausentarte, la situaci¨®n es un infierno¡±, afirma el ingeniero ?lvaro Fern¨¢ndez, que hace poco tuvo a su hija de siete a?os confinada en casa, despu¨¦s de que una monitora de una escuela p¨²blica de Valencia diera positivo. ¡°Sobre todo tienes la sensaci¨®n de que la est¨¢s dejando abandonada a su suerte a una edad a las que todav¨ªa no es aut¨®noma para conectarse con el ordenador o hacer las tareas solas. Tampoco tengo una soluci¨®n, pero creo que en los colegios deber¨ªan estar entrenando a los alumnos para estas situaciones¡±.
Las autoridades educativas y los directores, aseguran, sin embargo, que el volumen de aulas cerradas (un 1,7% de las 380.000 que hay en Espa?a), no est¨¢ impidiendo hasta ahora, en t¨¦rminos globales, un desarrollo razonable de la ense?anza. ¡°Tenemos m¨¢s trabajo y las cuarentenas nos exigen una mayor coordinaci¨®n entre las modalidades presencial y a distancia, pero los equipos docentes se han adaptado y podemos decir que existe una cierta normalidad¡±, afirma Ricardo Civera, presidente de la asociaci¨®n de directores de centros de Infantil y Primaria de Arag¨®n. ¡°Estamos m¨¢s tensionados y sobrecargados que otros a?os, pero no estamos mucho peor que a principio de curso, ni con la sensaci¨®n de que las cosas vayan camino de desbordarse¡±, a?ade Iosu Mena, presidente de la asociaci¨®n de directores de instituto de Navarra.
Los expertos se?alan que el avance del curso ha seguido confirmando los primeros indicios de que los centros educativos no est¨¢n actuando como amplificadores de la pandemia, pero advierten de que la llegada del fr¨ªo y la previsible ca¨ªda de la ventilaci¨®n pondr¨¢n a prueba estas conclusiones. En todo caso, los colegios e institutos no est¨¢n aislados de su entorno, por lo que si el r¨¢pido aumento de contagios no cede, ser¨¢ dif¨ªcil que no acaben imponi¨¦ndose restricciones, al menos para los alumnos de m¨¢s de 15 o 16 a?os, como ha ya hecho Catalu?a, cree el pediatra y epidemi¨®logo Quique Bassat. ¡°A partir de esta edad sabemos que contagian mucho m¨¢s y tienen unas conductas de riesgo mayores. En cambio hemos visto que las clases de los m¨¢s peque?os aunque s¨ª reflejan la transmisi¨®n comunitaria, contribuyen relativamente poco a aumentarla¡±, dice Bassat.
Madrid, Catalu?a, Navarra y La Rioja
Solo cuatro comunidades superan el 1% de aulas confinadas: Catalu?a, Madrid, Navarra y La Rioja. Pr¨¢cticamente todas ellas son grupos burbuja (en los que los alumnos no tienen que mantener distancia f¨ªsica, a condici¨®n de no mezclarse con estudiantes de otras clases), y la decisi¨®n de ponerlas en cuarentena se adopta, normalmente, de forma autom¨¢tica cuando se detecta un caso positivo en el aula, aunque algunas comunidades han empezado a optar por confinamientos parciales de la clase, cuyo alcance determina su servicio de salud p¨²blica. Un reciente informe del Grupo de Biolog¨ªa Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a ha concluido que el n¨²mero de grupos en cuarentena en esta comunidad es consistente con el que cabr¨ªa esperar de la evoluci¨®n de la pandemia en su entorno, resume Sergio Alonso, uno de sus investigadores. En otras palabras: ¡°Si hay infecci¨®n en la comunidad, hay profesores, monitores y ni?os que se infectan¡±, se?ala Joan Ramon Villalb¨ª, uno de los portavoces de la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria (Sespas).
Esta correlaci¨®n con de la din¨¢mica general explica que en Madrid (2,3%) o Navarra (2,5%) el porcentaje de aulas confinadas sea superior al de la Comunidad Valenciana (0,8%). El caso de Catalu?a, donde el porcentaje de aulas confinadas se eleva al 4,4% es especial. Se trata de la ¨²nica comunidad que opt¨® por establecer grupos burbujas en todas las etapas educativas, desde los primeros cursos hasta Bachillerato y Formaci¨®n Profesional. De forma que cuando se detecta un caso, toda la clase debe cumplir cuarentena y someterse a una prueba PCR. En el resto de Espa?a, estos grupos de convivencia estable solo funcionan en Educaci¨®n Infantil y Primaria y en los primeros cursos de la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria, mientras que en las dem¨¢s etapas funciona un modelo de distancia interpersonal (de un metro o metro y medio), y solo son confinados aquellos alumnos considerados por los respectivos servicios sanitarios contactos estrechos de la persona que ha dado positivo.
Adem¨¢s de utilizar el sistema de las burbuja en los alumnos m¨¢s mayores (sin distancia y con m¨¢s de 30 alumnos en muchas clases), en Catalu?a casi todos los alumnos de la ESO, Bachillerato y FP han estado yendo a clase a diario. En la mayor parte de las comunidades (y en todas las dem¨¢s autonom¨ªas grandes) lo hacen, en cambio, en turnos o jornadas alternas. Dicha combinaci¨®n ha tenido como consecuencia que en Catalu?a los problemas concentren en los institutos, cuando en el resto de territorios hay muchas m¨¢s cuarentenas en las escuelas. El sindicato catal¨¢n de profesores de secundaria (Aspecp-sps) calcula que los confinamientos en esta etapa representan el 65% del total. La Generalitat no confirma su estimaci¨®n, pero el director general de Centros P¨²blicos, Josep Gonz¨¤lez-Cambray, admiti¨® el lunes que los institutos se han convertido en el quebradero de cabeza de su departamento, informa Ivanna Vallesp¨ªn. Y la Generalitat decret¨® este jueves que los alumnos de FP y Bachillerato solo ir¨¢n a los centros a realizar pr¨¢cticas o ex¨¢menes.
El espejismo de los muchos contagios en escuelas
El n¨²mero bruto de positivos entre la poblaci¨®n en edad escolar y el de brotes detectados en centros educativos (que representan el 13% del total de los contabilizados en Espa?a) son enga?osos, asegura Sergio Alonso, del grupo de Biolog¨ªa Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, al estar condicionados por la especial vigilancia y el alto nivel de pruebas que se realizan. En la mayor parte de comunidades, si se detecta un infectado en una clase burbuja, se les hace una PCR a todos sus integrantes. Corrigiendo los datos con el llamado esfuerzo diagn¨®stico y el grado de positividad, el grupo de la Polit¨¦cnica de Catalu?a concluye que la poblaci¨®n de cero a nueve a?os es, a mucha distancia, la que menos se contagia. Y que el grupo de 10 a 19 se sit¨²a, en t¨¦rminos de contagios, por detr¨¢s no solo del grupo de 20 a 29 (que encabeza las infecciones), sino tambi¨¦n de los de 30 a 39; 40 a 49; 50 a 59, y del de aquellos que tienen 90 o m¨¢s.
Los epidemi¨®logos Joan Ramon Villalb¨ª y Quique Bassat apuntan a que es posible que el salto en los contagios no se d¨¦ a los 20, sino cuatro o cinco a?os antes, tanto por motivos de desarrollo f¨ªsico como de comportamiento. Alonso cree que es posible, pero afirma que los datos disponibles no permiten hilar m¨¢s fino. Villalb¨ª duda de que reducir la asistencia a los centros de secundaria, como ha resuelto la Generalitat catalana, sea la soluci¨®n. ¡°Es asumir que el d¨ªa que no vayan a clase se quedar¨¢n en casa, lo cual no est¨¢ claro. Al menos en el centro hay normas y est¨¢n controlados¡±.
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