Investigaci¨®n, doctorados y pandemia. Un llamado urgente
Carta abierta a los ministros de Universidades y de Ciencia e Innovaci¨®n
Estamos asistiendo a las primeras bajas de programas de doctorado de aquellos j¨®venes investigadores que han tendido dificultades a la hora de reprogramar el desarrollo de su trabajo y, por tanto, la finalizaci¨®n de sus tesis doctorales. Esto, en condiciones ordinarias, es lo que preve¨ªa el Decreto de 2011 que regula los estudios mencionados. Sin embargo, la irrupci¨®n de la alerta sanitaria de la covid-19 y su duraci¨®n, que ha llevado a un segundo estado de alarma, desigual en medidas, pero con muchas restricciones que afectan al estudio, sigue afectando y alterando los cursos del avance de las investigaciones y de la finalizaci¨®n de las tesis doctorales. Esto es, estamos en un contexto an¨®malo y adverso creado por la pandemia.
Los investigadores FPU (Formaci¨®n de Profesorado Universitario) y FPI (Formaci¨®n del Personal Investigador), dependientes del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n, pero tambi¨¦n otros contratos de investigaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas, siguen esperando noticias de planes de choque para mitigar los efectos de la pandemia. Sin embargo, de nada servir¨¢n esas pr¨®rrogas de contrato si la universidad en la que est¨¢ matriculada la tesis doctoral no es sensible a las dificultades de los doctorandos. Muchos otros estudiantes no contratados compatibilizan su investigaci¨®n con empleos, a tiempo total o parcial, que tambi¨¦n han visto sus desempe?os alterados, en una situaci¨®n generalizada de precariedad. No obstante, algunas universidades han respondido con flexibilidad, dando pr¨®rrogas generosas, y otras, en cambio, solo han sumado los 79 d¨ªas del primer estado de alarma a los plazos correspondientes. Act¨²an como si la complejidad de la investigaci¨®n fuera posible reducirla a un mero tr¨¢mite burocr¨¢tico. Han optado por dejar en la estacada a personas con unas trayectorias acad¨¦micas sobresalientes en las que tanto ellas como los grupos de investigaci¨®n y diversas instituciones acad¨¦micas han puesto muchos esfuerzos y recursos.
Lo anterior, el que no haya habido una pol¨ªtica de control de da?os para mitigar los efectos de la pandemia en el doctorado, ha generado un claro agravio comparativo. En un mismo programa de doctorado interuniversitario se da el caso de alumnado doctoral que consigue la ansiada pr¨®rroga en una universidad, y otro, matriculado en otra distinta, no la obtiene.
Han optado por dejar en la estacada a personas con unas trayectorias acad¨¦micas sobresalientes
Solicitamos, pues, que se haga una recomendaci¨®n general, desde sus ministerios, de concesi¨®n de pr¨®rrogas en todos los programas de doctorado de todas las universidades espa?olas y se anulen las bajas del alumnado predoctoral afectado, injustamente, hasta este momento.
La conferencia de rectores (CRUE), al parecer, no ha previsto una coordinaci¨®n a este respecto, e igualmente las escuelas de doctorado no han armonizado sus pol¨ªticas, con lo que la insensibilidad, o falta de reflexi¨®n, de muchas universidades est¨¢ da?ando gravemente a doctorandos concretos, pero, tambi¨¦n, a los grupos de investigaci¨®n y, rizando el rizo, a los propios resultados de investigaci¨®n de unas instituciones universitarias que, ante el shock pand¨¦mico, resultan miopes, o ciegas, por falta de escucha de las demandas de los estudiantes doctorales y de una posterior deliberaci¨®n al servicio del bien com¨²n.
La medida de la pr¨®rroga predoctoral no perjudica a nadie, y beneficia a todos los agentes implicados en la investigaci¨®n. Es beneficiosa para las mismas universidades rigoristas que la niegan a sus doctorandos y doctorandas. Se est¨¢n dando de baja expedientes con art¨ªculos de calidad y con estancias en centros de investigaci¨®n extranjeros para la menci¨®n internacional que han sido sufragados con fondos por esas mismas universidades.
Solicitamos a ambos ministerios, que se comprometieron a coordinarse, iniciativas urgentes para parar esta sangr¨ªa que afecta al sector m¨¢s vulnerable y precario de la ciencia y la investigaci¨®n en nuestro pa¨ªs: los estudiantes del doctorado. Mitigar y controlar los da?os causados por la alerta sanitaria en la ciencia espa?ola es un imperativo.
Mar¨ªa Jos¨¦ Guerra Palmero es catedr¨¢tica de Filosof¨ªa Moral de la Universidad de La Laguna y Vicente Navarro Marchante profesor de Derecho Constitucional de la misma instituci¨®n.
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