10 falacias sobre la educaci¨®n desmontadas por un maestro y un soci¨®logo
?Reciben los centros privados sin concertar fondos p¨²blicos? ?Est¨¢n mal valorados socialmente los docentes? Daniel Turienzo y Jes¨²s Rogero refutan en un libro creencias educativas infundadas
El maestro Daniel Turienzo (37 a?os, Astorga) y el profesor de Sociolog¨ªa Jes¨²s Rogero (46 a?os, Madrid) son partidarios de que la gente hable m¨¢s sobre educaci¨®n. Pero se dieron cuenta de que muchas veces los debates se basan en una serie de creencias que no son del todo ciertas o son directamente falsas. ¡°Unos bulos y medias verdades que influyen en la visi¨®n de los docentes, las familias y el alumnado, y tambi¨¦n en la mirada y en las prioridades de quienes dise?an las pol¨ªticas educativas¡±. afirman. Con esa idea en la cabeza, Turienzo, que ahora trabaja en T¨¢nger en la red educativa espa?ola en el exterior, y Rogero, que lo hace en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, se pusieron a trabajar en un libro, que se publica este lunes coindiciendo con el regreso de los alumnos a las aulas, y han llamado Educafakes (Capit¨¢n Swing). Re¨²ne medio centenar de dichos mitos y trata de desmontarlos con datos y argumentos. Lo que sigue es una selecci¨®n.
1. La escuela espa?ola ha empeorado respecto al pasado
Buena parte de la poblaci¨®n espa?ola opina que la escuela es hoy peor que cuando ellos estudiaban ¨Del 52%, seg¨²n una encuesta publicada este a?o por la Fundaci¨®n Cotec¨D. Una mirada nost¨¢lgica que Rogero y Turienzo rebaten con datos: ¡°Cuesta saber a qu¨¦ momento hist¨®rico se refieren: si a los a?os sesenta, cuando el 73 % del alumnado era expulsado del sistema a los diez a?os y solo el 3 % alcanzaba la universidad; a los a?os setenta, cuando a¨²n hab¨ªa 1,5 millones de menores sin escolarizar; a los a?os ochenta, con una escolarizaci¨®n infantil y postobligatoria inferior al 70 %; a los a?os noventa, con una tasa de idoneidad ¨Dporcentaje del alumnado matriculado en el curso que le corresponde por edad¨D del 58%, o a los 2000, cuando uno de cada tres estudiantes abandonaba prematuramente los estudios¡±.
Aunque sigue presentando una de las peores tasas europeas, la tasa de abandono educativo temprano ¨Del porcentaje de j¨®venes entre 18 y 24 a?os que tienen, como mucho la ESO, y no est¨¢n estudiando¨D, que se situaba en 2004 en el 32,2% se ha reducido en estos 20 a?os, y sobre todo en la ¨²ltima d¨¦cada, hasta el 13,9%.
2. La reciente ca¨ªda de los resultados educativos se debe a la nueva ley de educaci¨®n
Espa?a obtuvo un mal resultado en el ¨²ltimo Informe PISA ¨Dla evaluaci¨®n internacional que organiza la OCDE¨D, con descensos en las tres competencias que mide la prueba: matem¨¢ticas, comprensi¨®n lectora y ciencias. Muchas voces a trav¨¦s de las redes sociales, y algunos responsables pol¨ªticos de la oposici¨®n, culparon de ello a la ¨²ltima ley educativa, la Lomloe. Turienzo y Rogero se?alan que dicho razonamiento tiene el problema de que cuando se realizaron los ex¨¢menes de PISA, en la primavera de 2022, la Lomloe ni siquiera hab¨ªa empezado a aplicarse en las aulas. Como siempre pasa con este tipo de normas, la ley entr¨® en vigor formalmente en enero de 2021, pero su despliegue se produjo de forma escalonada. Los cambios en la forma de ense?ar y de evaluar (el curr¨ªculo) no se introdujeron hasta septiembre de 2022, y solo en los cursos impares. En los pares sucedi¨® un a?o m¨¢s tarde. Si se tuviera que se?alar a una ley por el resultado en PISA ¨Dque en realidad, como suele pasar en educaci¨®n, respondi¨® muy probablemente a una conjunci¨®n de factores, empezando por la covid¨D tendr¨ªa que ser en todo caso a la anterior, la LOMCE, aprobada en 2013 por el PP, cuyos curr¨ªculos estaban por entonces en vigor.
3. En Espa?a hay demasiados universitarios
El pa¨ªs tiene un porcentaje de poblaci¨®n entre 25 y 34 a?os con estudios terciarios, lo que incluye graduados en la universidad y en la FP superior, del 50,5%, parecido al promedio de la OCDE (47,2%). Pero ello se debe sobre todo a que Espa?a tiene m¨¢s del doble de graduados en ciclos superiores de Formaci¨®n Profesional que el promedio de la OCDE. En realidad, la gran anomal¨ªa de Espa?a es el elevado porcentaje de la poblaci¨®n de 25 a 34 a?os que tienen como mucho la ESO: 26,5%, frente al 13,8% de la OCDE, producto de la tasa hist¨®ricamente muy alta de abandono educativo temprano.
4. Los t¨ªtulos no sirven para acceder a mejores empleos
Es cierto que Espa?a tiene un porcentaje muy elevado, del 36%, a la cabeza de la UE seg¨²n Eurostat, de personas con estudios universitarios trabajando en puestos que requieren menor cualificaci¨®n. Pero ello parece estar m¨¢s relacionado con las caracter¨ªsticas del mercado laboral espa?ol ¨Dy con el tipo de estudios que eligen los j¨®venes¨D. Y en todo caso, los datos muestran que a medida que se alcanzan mayores niveles de estudios se consiguen mejores niveles de trabajo y salario. La tasa de empleo de las personas entre 25 y 34 a?os con educaci¨®n superior es 16 puntos superior a la de quienes solo tienen la ESO. Los trabajadores con un grado superior de FP ganan un 32% m¨¢s que los que tienen como mucho la secundaria obligatoria, y los que cuentan con un t¨ªtulo universitario, un 91 % m¨¢s.
5. El sistema educativo garantiza la igualdad de oportunidades
La educaci¨®n es normalmente la ¨²nica v¨ªa de mejora social para los ni?os de hogares pobres. Pero eso no significa que las oportunidades de partida sean similares, se?alan Turienzo y Rogero. ¡°El 45% del alumnado cuyos progenitores poseen un nivel formativo bajo no supera ese mismo nivel, algo que solo le ocurre al 10% y al 7 % de los estudiantes cuyos progenitores tienen una formaci¨®n media o alta, respectivamente¡±.
6. La repetici¨®n responde a falta de competencias
Espa?a es uno de los pa¨ªses desarrollados donde m¨¢s se repite curso (el 21,7% lo ha hecho a los 15 a?os, mientras el promedio de la OCDE es del 8,9%). Tambi¨¦n en Espa?a su uso se est¨¢ reduciendo, pero la pr¨¢ctica est¨¢ muy arraigada en la cultura escolar y social, pese a que las evidencias reflejan que sirve para poco y hay f¨®rmulas de apoyo m¨¢s eficaces. Su aplicaci¨®n resulta, adem¨¢s, muy desigual desde el punto de vista socioecon¨®mico: con resultados similares en matem¨¢ticas y ciencias los chavales que pertenecen al 25% de familias m¨¢s pobres repiten casi cuatro veces m¨¢s que los que viven en el 25% de hogares m¨¢s ricos. Y con resultados parecidos en PISA, destacan los autores, en Castilla-La Mancha (que obtiene una media de 469 puntos en la evaluaci¨®n internacional) la repetici¨®n es un 40% m¨¢s alta que en Extremadura (472 puntos en PISA).
7. Los centros privados no concertados no reciben dinero p¨²blico
La educaci¨®n privada en Espa?a se divide entre pura y concertada (que est¨¢ subvencionada y es, en teor¨ªa, gratuita para las familias, aunque el cobro de cuotas est¨¢ en la pr¨¢ctica generalizado). La privada pura se llama as¨ª porque se supone que no recibe fondos p¨²blicos. Rogero y Turienzo se?alan, sin embargo, que esta red escolar ¨Dque representa el 8,2% del alumnado en Espa?a, el 10,5% en Catalu?a, y el 16,6% en Madrid¨D s¨ª recibe fondos p¨²blicos, adem¨¢s de apoyo indirecto mediante desgravaciones fiscales. ¡°Solo en subvenciones directas el gasto p¨²blico alcanz¨® los 451 euros por estudiante de centros privados en 2010¡å, calculan. Y solo las escuelas infantiles privadas de 0-3 a?os recibieron 57 millones de euros el curso 2020-2021.
8. El prestigio social del profesorado es bajo
El profesorado afronta muchos retos, entre ellos ense?ar a un alumnado que, sobre todo en la p¨²blica, es cada vez m¨¢s heterog¨¦neo. La creencia, extendida entre parte del colectivo, de que no est¨¢n socialmente valorados no se corresponde, sin embargo, con lo que refleja la informaci¨®n disponible. En la Encuesta de percepci¨®n social de la ciencia y la tecnolog¨ªa en Espa?a de 2022, publicada por la fundaci¨®n FECYT, los docentes son el segundo colectivo profesional m¨¢s valorado, con un 4,31 sobre 5, solo por detr¨¢s de los m¨¦dicos (4,57), y por delante de religiosos (2,12), periodistas (2,9), empresarios (3,35), jueces (3,34), o ingenieros (4,18). Otra encuesta del CIS, de 2014, tambi¨¦n situaba al profesorado entre los oficios m¨¢s valorados por la poblaci¨®n, con un 7,5 sobre 10.
9. Separar al alumnado por su desempe?o mejora el rendimiento
Una corriente de opini¨®n defiende que separar al alumnado de un mismo curso en grupos en funci¨®n de su nivel resulta positivo tanto para los que van m¨¢s adelantados como para los que van m¨¢s rezagados. Los autores advierten, sin embargo, que las investigaciones realizadas al respecto se?alan en la direcci¨®n contraria. ¡°Hay evidencias de que la agrupaci¨®n por nivel acad¨¦mico tiene un efecto negativo para el alumnado con menor desempe?o. Promueve autopercepciones negativas, reduce sus expectativas, retrasa su aprendizaje, predispone negativamente al profesorado, y segrega seg¨²n origen socioecon¨®mico. Mientras que, al mismo tiempo, la mejora para el alumnado aventajado es m¨ªnima¡±.
10. La gratuidad del 0-3 a?os promueve la igualdad
La matr¨ªcula en el primer ciclo de educaci¨®n infantil ha crecido mucho en los ¨²ltimos a?os. La tasa neta de escolarizaci¨®n ha alcanzado el 48,2%, cuando una d¨¦cada antes era del 32,9%. Y en el aula de 2-3 a?os el porcentaje ya alcanza el 73,3%. Unos niveles que se han alcanzado en el contexto de una importante apuesta del Gobierno por la etapa, financiada con fondos europeos. En dicho contexto, una parte de las comunidades aut¨®nomas, especialmente del PP, han decidido subvencionar el 100% de la matr¨ªcula en las escuelas infantiles privadas. Turienzo y Rogero advierten de que aunque establecer la gratuidad del 0-3 resulta un objetivo loable, empezar sufragando completamente con fondos p¨²blicos las plazas privadas que ya existen, antes de que se haya garantizando la universalizaci¨®n de la etapa, es decir, que la oferta de puestos escolares alcance a todo el alumnado potencial, no es una buena manera de fomentar la igualdad. Para empezar porque en la mayor¨ªa de ciudades las escuelas infantiles privadas, y sus usuarios, se encuentran en barrios de clase media y alta, que no necesitan ser subvencionados al 100%. Y financiar dichas plazas detrae recursos que podr¨ªan destinarse, por ejemplo, a abrir nueva oferta p¨²blica y gratuita en barrios de populares, donde la oferta privada es muy inferior, porque las familias tienen mucho m¨¢s dif¨ªcil pagarla, y cuyos ni?os necesitan, m¨¢s que los de las clases acomodadas, una atenci¨®n educativa temprana que compense las carencias del ambiente sociocultural en el que viven.
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