?Hambre en 2017?
El director de Oxfam Interm¨®n cuenta como en Chad hay 335.000 personas al borde de la hambruna. Y no es el ¨²nico caso del mundo. Existen soluciones, y est¨¢n sobre la mesa
Hambre sin alarma. Hambre sin preocupaci¨®n. En nuestro mundo, en el siglo XXI, un problema terrible que podr¨ªa estar resuelto, sigue vivo. La noticia que nos estremece hoy, entre otros lugares del mundo, son las m¨¢s de 335.000 personas que pueden morir de hambre en Chad, a unos kil¨®metros del gran lago del mismo nombre.
La mayor¨ªa de ellas han huido de la violencia en medio de una crisis dram¨¢tica. 200.000 ni?os est¨¢n desnutridos en esta regi¨®n del Lago, en la que solo hay diez m¨¦dicos. Hace unos meses visit¨¦ la zona chadiana del lago que comparte orillas con N¨ªger y Nigeria. Por desgracia estoy seguro de que algunas personas y ni?os que conoc¨ª entonces habr¨¢n muerto en este tiempo. Agotados, desfallecidos.
Hablamos de personas que se ganaban bien la vida pescando o cultivando a las orillas de un gran lago. Son capaces de ganarse la vida, pero est¨¢n privadas de cualquier posibilidad de hacerlo. Los ataques de Boko Haram y la estrategia militar del Gobierno los obligaron a abandonar sus hogares y todo lo que ten¨ªan, sin darles medios de subsistencia alternativos. El conflicto es silencioso y, aqu¨ª en el Chad, encuentras a los olvidados entre los olvidados.
Los testimonios que recibimos desde all¨ª muestran que sus vidas siguen en riesgo. Han huido de la violencia extrema, pero est¨¢n pasando, literalmente, hambre: "Tenemos hambre", dice Adam Hassane mientras muestra sus brazos esquel¨¦ticos. "Tenemos mucha hambre, comemos una vez al d¨ªa, a veces ni siquiera eso." Hassane perdi¨® a su hijo de seis a?os debido a complicaciones relacionadas con la desnutrici¨®n. "Su vientre hac¨ªa ruidos. Cuando lo llevamos al centro de salud, el enfermero dijo:" No es enfermedad, es hambre".
Decenas de miles de personas viven en la misma situaci¨®n que Hassane, refugiados en campamentos de personas desplazadas y totalmente dependientes de ayuda para sobrevivir. Los civiles siguen amenazados por la inseguridad imperante en la regi¨®n y las estrategias militares, lo que les impide acceder a sus medios de vida como la pesca, la agricultura o el comercio.
"Viv¨ªamos como reyes antes de la guerra", dice Adam, un pescador que huy¨® tras un ataque de Boko Haram. "Compr¨¢bamos lo que necesit¨¢bamos, com¨ªamos cosas buenas, y ahora son Oxfam o Cruz Roja las que nos dan de comer. Lo ¨²nico que pudimos salvar fueron nuestras vidas".
Existen soluciones, y est¨¢n sobre la mesa. Hasta el momento, la comunidad internacional ha proporcionado solo el 32% de los fondos necesarios, 40 millones de d¨®lares de los 121 requeridos, cantidad claramente insuficiente para ayudar a los cientos de miles de personas afectadas por el conflicto. El Gobierno de Chad puede priorizar la seguridad y la protecci¨®n de los civiles ante las operaciones militares, y facilitar medios de vida donde est¨¢n ahora y en las ¨¢reas de retorno.
La comunidad internacional ha proporcionado s¨®lo el 32% de los fondos necesarios para Chad
Chad es uno de los pa¨ªses menos desarrollados del mundo (186 de 188), y la regi¨®n del Lago es una de las m¨¢s pobres. El acceso a la salud en la regi¨®n es insuficiente, con solo 10 m¨¦dicos en prestando servicios; la tasa de analfabetismo es alta y la tasa de escolarizaci¨®n es del 37%. Solo el 44% de la poblaci¨®n de la regi¨®n tiene acceso al agua potable. Adem¨¢s del desarrollo inadecuado y las frecuentes crisis humanitarias que enfrenta, Chad tambi¨¦n sufre los efectos de otras crisis en los pa¨ªses vecinos de Sud¨¢n y la Rep¨²blica Centroafricana.
En nuestro trabajo en la regi¨®n Daboua en la zona del lago Chad, hemos apoyado a m¨¢s de 50.000 personas con agua potable o dinero en efectivo para cubrir sus necesidades m¨¢s b¨¢sicas. Nos centramos tambi¨¦n en encontrar soluciones a largo plazo para la poblaci¨®n desplazada y su acceso a certificados de nacimiento y otros documentos. Oxfam tambi¨¦n trabaja con los damnificados del conflicto en Nigeria y en N¨ªger.
No podemos dejar de lado a estas personas olvidadas, ignoradas por un mundo que se cans¨® de enfrentar el hambre cuando esta a¨²n estaba despierta, matando. Existen compromisos internacionales sobre la mesa. Si no se cumplen, ?podremos decir que no supimos afrontar el hambre en 2017? ?Podremos justificar que el hambre sea un problema en el siglo XXI?
Jos¨¦ Mar¨ªa Vera Villaci¨¢n es director general de Oxfam Interm¨®n
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