El a?o en que la terapia g¨¦nica lleg¨® al mercado
Un tratamiento que modifica los gl¨®bulos blancos para tratar la leucemia se convirti¨® en 2017 en la primera terapia g¨¦nica comercial en EEUU. El CRISPR sigue avanzando
El a?o que termina ha sido, de nuevo, testigo de una revoluci¨®n que ya dura m¨¢s de tres d¨¦cadas. El sue?o de modificar nuestro genoma para combatir enfermedades comenz¨® a concretarse en 1990. Entonces, dos ni?as fueron tratadas en EE UU de una deficiencia de producci¨®n de una enzima causada por una enfermedad gen¨¦tica que las dejaba indefensas ante las infecciones. Los m¨¦dicos les extrajeron gl¨®bulos blancos, los modificaron para insertarles los genes necesarios para reparar la deficiencia y se los volvieron a inyectar. Las dos ni?as son hoy mujeres que llevan una vida normal, pero no es posible determinar si fue aquella terapia g¨¦nica lo que les salv¨®, porque todas las semanas reciben una inyecci¨®n con la enzima adenos¨ªn desaminasa para paliar su falta.
Desde aquellos primeros intentos, las terapias g¨¦nicas han avanzado con lentitud, sobre todo si se compara lo conseguido con algunos anuncios demasiado optimistas. Sin embargo, parece que? la promesa comienza a cumplirse por fin. La primera terapia g¨¦nica de uso comercial en EE UU se aprob¨® en agosto, despu¨¦s de demostrar su capacidad para tratar leucemias de mal pron¨®stico. El mecanismo no era muy diferente del empleado en 1990. Se trataba de extraer los linfocitos del paciente, llevarlos a un laboratorio, modificarlos gen¨¦ticamente para que sean capaces de atacar a las c¨¦lulas de c¨¢ncer y volver a inyect¨¢rselos al enfermo. Para lograrlo, se utilizaban virus del sida mutilados que utilizan la capacidad de este microorganismo para secuestrar las c¨¦lulas humanas y ponerlas a su servicio, en este caso, para insertar los cambios gen¨¦ticos que permiten a los linfocitos combatir la leucemia.
Las creadoras del Crispr han mostrado su preocupaci¨®n por que se use para mejorar a los humanos
Este a?o han seguido apareciendo aplicaciones del CRISPR, la ¨²ltima gran herramienta para editar genes. En agosto, se public¨® en la revista Nature un trabajo internacional en el que se explicaba c¨®mo se hab¨ªa conseguido eliminar una enfermedad hereditaria en embriones humanos por primera vez. Esta t¨¦cnica tiene una utilidad pr¨¢ctica discutible, porque muchas de estas enfermedades hereditarias se podr¨ªan evitar realizando un diagn¨®stico antes de implantar los embriones para eliminar los defectuosos. Sin embargo, muestra las posibilidades de esta tecnolog¨ªa para convertir a los humanos en due?os biol¨®gicos de su destino. Los cambios introducidos en los embriones, o en ¨®vulos y espermatozoides, a trav¨¦s de CRISPR, se transmitir¨ªan para siempre de generaci¨®n en generaci¨®n.
Con este potencial, se puede pensar en la posibilidad de crear humanos mejorados, m¨¢s inteligentes, fuertes o bellos. De momento, no obstante, esa aspiraci¨®n parece lejana y algunos cient¨ªficos, entre las que se encuentran dos de las creadoras del CRISPR, la consideran incluso indeseable. En una entrevista con Materia, Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier afirmaban estar preocupadas por los usos inapropiados de la t¨¦cnica, entre los que inclu¨ªan la manipulaci¨®n para mejorar a los humanos. ¡°Afortunadamente no tenemos tanto conocimiento a¨²n sobre el genoma como para plantearnos cambiarlo con ese tipo de objetivos¡±, dec¨ªa entonces Doudna, que ped¨ªa ¡°un consenso global sobre lo que debemos hacer y lo que no y estar vigilantes para que pr¨¢cticas inadecuadas no acaben antes de tiempo con la reputaci¨®n de una tecnolog¨ªa que puede ser important¨ªsima en el tratamiento de todo tipo de enfermedades¡±.
Los ensayos cl¨ªnicos en humanos con el CRISPR como protagonista comenzaron en 2016.?En octubre de ese a?o, en el Hospital de China Occidental en Chengdu, se empez¨® a aplicar una terapia en la que se extra¨ªan gl¨®bulos blancos de la sangre de pacientes con c¨¢ncer de pulm¨®n para editar su genoma con CRISPR y desactivar el gen PD-1. Este tipo de tratamiento deber¨ªa permitir que las c¨¦lulas del sistema inmune ataquen mejor a las tumorales. Esta prueba deber¨ªa finalizar en 2018 y ya existen varios ensayos similares m¨¢s en China para tratar otros tipos de c¨¢ncer. En EEUU y Europa, CRISPR Therapeutics, la compa?¨ªa de Emmanuelle Charpentier, tambi¨¦n planea comenzar ensayos en 2018 para tratar enfermedades como la beta talasemia, un tipo de anemia hereditaria, o la anemia falciforme, que tambi¨¦n se transmite de padres a hijos.
Tambi¨¦n se ha empleado con ¨¦xito otra terapia g¨¦nica para curar a Hassan, un ni?o con piel de mariposa, una enfermedad que hace que los tejidos sean muy sensibles
Durante los pr¨®ximos meses y a?os, es previsible que m¨¢s tratamientos basados en la edici¨®n gen¨¦tica lleguen a los humanos. Adem¨¢s de las terapias inmunol¨®gicas contra el c¨¢ncer, este mismo a?o se han presentado los resultados de experimentos con ratones que han mostrado la posibilidad de devolver la audici¨®n perdida por enfermedades hereditarias. Tambi¨¦n se ha empleado con ¨¦xito otra terapia g¨¦nica para curar a Hassan, un ni?o con piel de mariposa, una enfermedad que hace que los tejidos sean muy sensibles y se puedan desprender con el contacto m¨¢s m¨ªnimo.
Tambi¨¦n aparecer¨¢n riesgos, como siempre sucede con las tecnolog¨ªas m¨¢s potentes. El miedo de Doudna y Charpentier por el posible uso del CRISPR para crear superhumanos es compartido en el mundo del deporte, un entorno en el que ese tipo de aplicaciones tienen un espacio listo para probar los ¨²ltimos avances sin mirar demasiado a los riesgos. Los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro de 2016 fueron los primeros en los que la sangre de los atletas fue analizada en busca de copias a?adidas del gen que produce la EPO, una hormona que aumenta los niveles de gl¨®bulos rojos en sangre y la Agencia Mundial Antidopaje ya piensa en m¨¦todos para evitar este tipo de dopaje.
Otro de los puntos conflictivos de las terapias g¨¦nicas ser¨¢ su coste, que puede alcanzar los cientos de miles de euros por paciente. Los Estados y las compa?¨ªas que desarrollan los tratamientos deber¨¢n buscar v¨ªas para lograr que estas terapias no lleguen solo a unos pocos. El debate acaba de empezar. Como este a?o, en los que vienen, la edici¨®n gen¨¦tica seguir¨¢ siendo uno de los grandes temas cient¨ªficos.
Otros hitos
Ondas gravitacionales
Seis planetas como la Tierra
Cohetes reciclables
El experimento LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) ha abierto una nueva era en la astronom¨ªa. Ahora ya es posible estudiar las ondas gravitacionales, un tipo de ondulaciones que se producen en el tejido espaciotemporal cuando dos objetos muy masivos se fusionan. El 16 de octubre de 2017, LIGO detect¨® por primera vez la colisi¨®n de dos estrellas de neutrones.
En 2017 tambi¨¦n conocimos el sistema solar TRAPPIST-1. En ¨¦l se encontraron siete planetas, de los cuales al menos seis eran globos rocosos como la Tierra. Adem¨¢s, esos planetas se encontraban en una regi¨®n ni muy fr¨ªa ni muy c¨¢lida, adecuada para albergar vida. Los cient¨ªficos tambi¨¦n consideran que, como se encuentra a "solo" 40 a?os luz de la Tierra, ser¨¢ posible dirigir hacia esos mundos los telescopios terrestres o espaciales en busca de se?ales de vida.
Uno de los principales problemas con los viajes espaciales es el coste de sacar objetos pesad¨ªsimos del pozo gravitatorio creado por la Tierra. Para reducir ese coste, Elon Musk, fundador de la empresa SpaceX, ha desarrollado un cohete capaz de poner una carga en ¨®rbita y regresar para volver a ser utilizado. El 30 de marzo, SpaceX puso a prueba su lanzadera Falcon 9 para colocar un sat¨¦lite en el espacio y volver a aterrizar en un barco en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Este sistema puede ahorrar alrededor de 18 millones de d¨®lares por lanzamiento.
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