Los grandes gigantes urbanos
M¨¢s de mitad de la poblaci¨®n mundial vive en ciudades de m¨¢s de 300.000 habitantes, y en 2050 se prev¨¦ que lo haga el 70%
A inicios del siglo XIX la poblaci¨®n urbana apenas representaba el 3% del total mundial. Hoy supera el 54% de la poblaci¨®n y para 2030, aumentar¨¢ hasta un 60%, y al menos uno de cada tres habitantes vivir¨¢ en urbes con m¨¢s de medio mill¨®n de habitantes, asegura la ONU.
Cada vez somos m¨¢s y m¨¢s urbanos, y las ciudades cada vez m¨¢s grandes y difusas. Actualmente existen 502 aglomeraciones urbanas que superan el mill¨®n de habitantes, 74 que superan los cinco millones, 29 megaciudades por encima de los 10 millones, 12 que superan los 20 millones y 1 ciudad con m¨¢s de 30 millones de habitantes. Y estas ¨¢reas urbanas, a pesar de concentrar a m¨¢s de 3.500 millones de personas, apenas cubren el 5% de la superficie terrestre.
Esto supone que las ciudades no s¨®lo son un lugar de concentraci¨®n de personas, sino que a¨²n m¨¢s aceleradamente, de riqueza econ¨®mica. As¨ª, en las 600 m¨¢s din¨¢micas del mundo vive el 23% de la poblaci¨®n mundial, y generan el 55% del PIB. Un porcentaje que se prev¨¦ que alcance hasta el 58% en el 2025. Actualmente, tan s¨®lo 40 megaciudades concentran el 66% de la actividad econ¨®mica mundial y el 85% de la innovaci¨®n tecnol¨®gica y cient¨ªfica.
Algunas de estas grandes urbes, conocidas como 'ciudades globales' por su influencia econ¨®mico-financiera, cultural y pol¨ªtica a escala internacional son Nueva York (con m¨¢s de 20 millones de habitantes), Londres y Par¨ªs (las dos ciudades europeas m¨¢s pobladas, y con m¨¢s de 10 millones de personas) o Tokio (38 millones de personas). Nodos de conocimiento e innovaci¨®n, interconectados, semejantes entre s¨ª, y convertidos en s¨ªmbolos del capitalismo mundial. De hecho, la econom¨ªa de Nueva York es mayor que la de 46 naciones subsaharianas juntas, y unida a Londres representan el 40% de la capitalizaci¨®n de mercado global.
A mayor escala esto sucede en las megal¨®polis, conurbaciones de las grandes ciudades con altos ¨ªndices demogr¨¢ficos y de influencia. Con el acr¨®nimo Boswash se conoce a la aglomeraci¨®n norteamericana de 800 kil¨®metros que se extiende desde Boston a Washington con una poblaci¨®n de casi 70 millones de habitantes. Y en Europa, el "Banana Azul", con similar poblaci¨®n es la franja que se extiende en arco desde Londres- Mil¨¢n- Benelux- Estrasburgo hasta la cuenca de Z¨²rich-Berna-Ginebra, y constituye el centro pol¨ªtico-econ¨®mico de la Uni¨®n Europea. O la gigantesca megal¨®polis japonesa, de m¨¢s de 1.000 km2 que, desde Tokio hasta Kitakyushu, concentra el 80% de la poblaci¨®n del pa¨ªs.
Pero ning¨²n territorio urbano es homog¨¦neo, y tambi¨¦n en los pa¨ªses enriquecidos hay grandes desigualdades (en barrios como las banlieues de Par¨ªs o Bruselas viven millones de personas pobres, sin empleo o con empleos de bajo valor a?adido). Si bien los mayores efectos de esta urbanizaci¨®n acelerada los est¨¢n sufriendo los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
En 2016 hab¨ªa 31 ciudades con m¨¢s de 10 millones de habitantes y 24 est¨¢n ubicadas en zonas empobrecidas de la zona sur del planeta. La mitad de la poblaci¨®n urbana vive en Asia, donde se encuentran 7 de las 10 ciudades m¨¢s pobladas del mundo. Shanghai (30 millones de personas), Nueva Delhi y Bombai en India, Manila en Filipinas o Karachi en Pakist¨¢n (con unos 25 millones de personas cada una), Daca en Bangladesh (17 millones de personas), o Calcuta lideran el ranking, junto a ciudades como S?o Paulo (21 millones de habitantes), M¨¦xico (con una poblaci¨®n de 22 millones de personas) o El Cairo (17 millones de personas). China, el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, tiene seis megaciudades y la India cuenta con cinco.
Estas grandes ciudades han crecido a un ritmo acelerado a costa de zonas rurales y poblaciones menores. Se calcula que unas 200.000 personas migran cada d¨ªa a vivir a una ciudad, y los suburbios urbanos crecen bajo un modelo que no responde a las necesidades b¨¢sicas de sus ciudadanos. Aproximadamente mil millones de personas (una sexta parte de la poblaci¨®n mundial) vive en uno de los 200.000 asentamientos precarios (slums) existentes. Un total que se duplicar¨¢ en las pr¨®ximas tres d¨¦cadas. En las ciudades africanas, casi dos tercios de la poblaci¨®n habita en slums (s¨®lo en Kibera, barriada de Nairobi, viven m¨¢s de un mill¨®n de africanos). Y en Am¨¦rica Latina, la regi¨®n m¨¢s urbanizada y desigual del planeta, el 80% de la poblaci¨®n vive en ciudades, y m¨¢s de una cuarta parte en villas miseria.
Y al tiempo en que las grandes urbes crecen, tambi¨¦n lo hacen sus desaf¨ªos. Ejemplo de ello fue, durante el pasado mes de noviembre, la capa t¨®xica de contaminaci¨®n que se extendi¨® sobre la capital de la India, Nueva Delhi, y super¨® diez veces el l¨ªmite recomendado. La ciudad de 22 millones de habitantes, estuvo cubierta durante d¨ªas por una espesa capa de aire gris. En diciembre, en la ciudad de Teher¨¢n (Ir¨¢n), de 13 millones de habitantes, las escuelas de educaci¨®n primaria tuvieron que cerrar sus puertas a causa de nuevos picos de contaminaci¨®n. La concentraci¨®n en tasa de part¨ªculas (PM2,5) subi¨® hasta 169 microgramos por metro c¨²bico en algunos barrios. Mientras que la OMS recomienda una tasa inferior a 25 ?g/m3 de media cada 24 horas.
Los retos que plantea esta expansi¨®n urbanizadora para la calidad de vida humana y la sostenibilidad medioambiental son incuestionables. M¨¢s del 70% de las emisiones de CO2 proceden de usos urbanos (15.000 millones de toneladas en 1990, 25.000 millones en 2010, y en 2030 se prev¨¦n 36.500 millones). Y, si no se introducen cambios, en 2030 ser¨¢ necesario el equivalente a dos planetas Tierra (huella ecol¨®gica mundial).
El aumento demogr¨¢fico en las ciudades, y el cambio en sus patrones de producci¨®n y consumo, comienzan a chocar de manera visible con los l¨ªmites de unos recursos naturales finitos. Y generar espacios urbanos sostenibles es hoy una necesidad urgente para la salud humana y la del planeta. En definitiva, la manera en que habitamos nos define como civilizaci¨®n. Y tal y como afirmara el ge¨®grafo David Harvey: "La cuesti¨®n de qu¨¦ tipo de ciudad queremos no puede divorciarse de la cuesti¨®n de qu¨¦ tipo de personas queremos ser, qu¨¦ tipo de relaciones sociales buscamos, qu¨¦ relaciones con la naturaleza mantenemos, qu¨¦ estilo de vida deseamos o qu¨¦ valores est¨¦ticos tenemos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.